-Jamás había escuchado del Slug Fu.- mencionó Eli luego de que el nuevo integrante de su Banda comentara su especialidad. Tras regresar de su gran enfrentamiento con Goon Doc los cinco se habían reagrupado en el refugio para descansar.
-A mí me gustaría mucho aprender todo eso.- dijo Kord fascinado.
-Para mí sería un honor enseñarles.- dijo Junjie. De repente escucharon un fuerte gruñido.
-Ups, jeje. Creo que toda esta lucha ha dejado hambriento a Pronto.- dijo el topoide levantándose de su asiento.- ¿Alguien gusta un bocadillo?
-No te recomiendo aceptar ninguno si tienes un estómago sensible.- El muchacho comprendió entonces que el rastreador no poseía cualidades culinarias muy tradicionales.
-Me gustan los retos.- sonrió siguiendo a Pronto a la cocina. Trixie rió un poco y luego volteó a su lado para hablar con Eli, pero este ya no estaba. Miró hacia arriba y lo vió entrar apurado a su alcoba.
Ella subió también y al asomarse a la puerta lo vió con una expresión de adolorido sentado en su cama sujetando con fuerza su frente.
-Eli, ¿te sientes bien?- le preguntó preocupada entrando.
-No.- confesó él.- Desde que regresamos me duele casi todo.
-Bueno,- dijo Trixie apartando sus manos de su cabeza.- no eras tú precisamente quien nos atacaba, pero no debes olvidar que si era tú cuerpo. Las babosas que le disparamos a la Goon debieron darte a tí.- Miró su triste mirada y comprendió que las cosas eran serias.- ¿Qué te duele?
-Mi cabeza, mi brazo derecho, el hombro izquierdo y el cuello.- dijo muy detalladamente. La chica consiguió en un momento unas vendas y regresó con él.
-Yo, eh, necesito que te quites la camisa.- Algo incómodo por el hecho, Eli obedeció. Aún quedaba su camiseta debajo, pero sería más fácil el trabajo.
Trixie se encargó primero de so hombro. Con cuidado giró el rollo al rededor de su brazo, cubriendo los raspones y los moretones. Repitió el mismo procedimiento con su brazo.
-Inclina la cabeza hacia adelante.- le indicó. Esparció un ungüento lentamente en su nuca y cuello. Eli se sintió un poco avergonzado al principio, pero luego debió admitir que se sentía reconfortante. Las manos de Trixie eran suaves y el contacto con su cuerpo le erizaba la piel.
La pelirroja estaba un tanto sonrojada por el contacto, pero debía terminar su trabajo. Lo último de lo que se encargó fue su frente. Desinfectó una larga herida que encontró bajo su flequillo, con lo que obtuvo quejas y reclamos del muchacho, pero terminaron en un momento.
-¿Ya casi terminas?- preguntó Eli.
-Solo una vendita más y... listo.- dijo ella luego de colocarla. Él sonrió.
-Gracias, Trix.
-¿No te duele nada más?
-La cabeza aún, un poco.- respondió.
-Deberías recostarte.- aseguró Trixie. Una vez que él se hubiera puesto cómodo en su cama, vió algo sorprendido como ella se inclinaba frente a su cara.- Y si eso no funciona,- Presionó sus labios contra su frente en un pequeño beso.- ojalá que esto lo haga.
-Creo que comienza a surtir efecto.- dijo Eli con una sonrisa.
Último fic por hoy, gente. Mil historias, no puedo creerlo. Cumplí mi meta de hacerlo.
