Holas, aquí estoy con mi primer fic de humor de one piece, he de advertir que habrá drama y lágrimas, pero también mucha risa y quizás algo de lemon.
Los personajes de one piece no me pertenecen, pertenecen a Eiichiro Oda (aunque podría regalarme a Ace y a Luffy, jeje). Bueno, dejo de distraeros y empiezo a escribir. Muchos besos y abrazos para todos y todas. Mua.
LOS VERDADEROS CAMARADAS.Capítulo 1: Se mi reina.
Luffy, Zorro, Sanji, Chopper, Robin, Nami, Usuff, Ace y Franky contemplaban asombrados la caverna por la que acababan de entrar, se hallaban en la última isla de su ruta por Grand Line, y por fin habían encontrado lo que buscaban.
-Es… impresionante- murmuró Nami.
Los demás asintieron con la cabeza, pues no tenían palabras para expresar lo que se hallaba ante ellos.
-¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIII!! POR FIN LO ENCONTRAMOS- gritó Luffy con el puño en alto y riendo.
-Luffy, TU SUEÑO SE HA HECHO REALIDAD!- exclamaron Nami y Ace a la vez.
Luffy corrió hacia todos y los abrazó, estirando sus brazos y apretándolos en un fuerte lazo del que salieron risas y protestas.
Cuando los soltó y se miraron, se dieron cuenta de que habían cambiado mucho: Luffy se había dejado el pelo largo, le llegaba por la mitad de la espalda, tenía una cicatriz que le llegaba desde el hombro derecho hasta la cadera izquierda, y estaba más alto; a Zorro se le veía más fuerte y con otra cicatriz en el pecho, formando una equis con la que le hizo el Cetrero Fantasmal; Sanji no vestía ya de traje, llevaba el torso desnudo, unos pantalones negros ajustados y unas botas con hebillas de plata del mismo material y color, además se había retirado el pelo que le tapaba la cara; Nami también se había dejado el pelo algo más largo, casi nada en ella había cambiado, pero su habilidad había mejorado considerablemente, aparte del bastón, también manejaba la espada, Zorro la enseñó y cierta vez comió por un descuido una nuez de Belcebú, por lo que ahora tenía una gran intuición, aparte de la suya; Chopper era igual que siempre , aunque mucho menos tímido; Robin y Usuff no habían cambiado, pero Usuff era un poco más atrevido y tomaba parte en todas las peleas y Robin había mejorado su habilidad; Ace era el más alto de todos, medía casi 1,90 metros, estaba más fuerte y su pelo le llegaba hasta la cintura y se lo recogía con un coletero de metal por la mitad; Franky no había cambiado nada de nada.
Todos daban saltos de alegría y gritos de júbilo, los chicos comenzaron a bailar el corro de la patata a gritos y a brincos.
-No cambiarán nunca- dijeron Nami y Robin a la vez con una gota en la cabeza.
Robin se unió entonces a la fiesta, pero Nami se quedó pensativa, sentada en una roca.
-´´ Lo conseguí, Belmer, hice realidad mi sueño- pensó apretando contra su pecho una gran hoja de papel-, he dibujado el mapamundi.
Un par de lágrimas de felicidad resbalaron por sus ojos pero las secó enseguida.
Luffy se dio cuenta de que ella estaba sola, desde que la rescató de Arlong Escualo, sentía que algo le atraía hacia ella, muchas veces se había sorprendido a sí mismo contemplándola en silencio y a escondidas, por ejemplo cuando se bronceaba junto con Robin en la cubierta del Sunny.
Ella sentía que alguien la estaba mirando y levantó la vista hacia sus compañeros. Luffy la miraba embobado, pero cuando se dio cuenta, él bajó la cabeza más rojo que un tomate. Nami rió por lo bajo y se quedó contemplándolo, aquel simpático bribón de goma la había robado hace mucho tiempo el corazón , pensaba en él muchas veces, tanto que no se concentraba y pillaba una rabieta por no salirle bien un mapa.
Luffy se separó de sus amigos y se acercó a ella, que estaba semi oculta por las sombras de la cueva, se sentó a su lado y la miró detenidamente, hasta que ella levantó la vista.
-Por fin lo has conseguido- le felicitó Nami.
-Sí, pero el mérito también es vuestro, además, no sé que voy a hacer con tanto dinero- dijo el capitán con una sonrisa.
Nami sonrió a su vez y empezaron a reírse a lo tonto, pero duró poco y ella volvió a sumirse en sus pensamientos.
-¿Qué te pasa?- preguntó Luffy con dulzura.
-Ahora que eres el rey de los piratas, ¿seguirás siendo nuestro compañero?-susurró Nami triste.
-¡Claro que sí! ¿Qué te hace pensar lo contrario? exclamó él mirándola a los ojos-, además si lo deseáis podemos seguir surcando los mares en el Sunny- añadió a gritos.
Los otros se lo quedaron mirando y explotaron en exclamaciones de aprobación y júbilo antes de seguir celebrando su descubrimiento.
-Pase lo que pase, siempre seremos camaradas- sonrió Luffy.
Se quedaron un rato más en silencio, Nami mirando las telarañas de por encima de su cabeza y Luffy sonriendo para sí.
-¿Te puedo hacer una pregunta?-Luffy se había puesto colorado.
-Claro- dijo ella-, ´´va a pasar algo bueno- pensó.
Ace los miraba disimuladamente y les llamó la atención a los otros, que dejaron de hacer ruido para contemplar la escena.
Para sorpresa de Nami, Luffy se había arrodillado delante de ella y la había tomado de la mano. A Ace, Usuff, Franky, Chopper, Robin y Sanji se les había quedado la boca hasta el suelo. El silencio total inundaba la cueva cuando la voz del capitán resonó por las paredes.
-¿Quieres ser mi reina?
Él la miraba con una sonrisa y ella no podía creer lo que la acababa de preguntar, la pregunta que desde hace tanto tiempo anhelaba su corazón, sus ojos se llenaron de nuevas lágrimas y respondió con la voz algo tomada:
-Sí.
Luffy la levantó con la mano todavía cogida y la abrazó dándola un beso en los labios. Sus compañeros estallaron en vitores, Sanji, Ace y Zorro brindaron con una botella de vino cada uno, que el cocinero había sacado del barco, Robin se abalanzó sobre Nami felicitándola y Chopper, Usuff y Franky sobre Luffy.
-Felicidades, hermanito-dijo Ace revolviéndole el pelo con una mano.
-Lo mismo digo, Nami- sonrió Robin abrazándola.
-¿Cuándo se celebra la boda?- preguntó Chopper.
-En cuanto hayamos avisado a todos nuestros conocidos. La celebraremos…- comenzó a decir Luffy.
-En mi pueblo- propuso Nami-, no creo que tengan ningún inconveniente.
-De acuerdo- aceptó Luffy con una sonrisa de oreja a oreja.
ALGUNOS DÍAS DESPUÉS.
El Sunny surcaba de nuevo el mar del Este rápidamente hacia la isla de Cocoyashi, donde se encontraba el pueblo de Nami. Ella y Robin estaban metidas en el camarote de ésta, Nami se probaba el traje de novia, que se iba a celebrar al día siguiente. Sería en plan pirata, por lo que no habría vestidos pomposos ni trajes de pingüino, pero si iban arreglados.
El traje de Nami consistía en un top de tirantes ajustado que la llegaba por encima del ombligo, una falda por encima de las rodillas con un corte a un lado y unas sandalias como las que calzaba ella siempre, todo de blanco.
-Vaya, estás impresionante, Nami-habló una voz que no pintaba nada allí.
-¡¡SANJI!! ¿Qué haces tú aquí?- bramó Robin.
Ella estaba de espaldas a la puerta, pero eso no fue inconveniente para la arqueóloga, de su espalda salió un brazo, que cerró la puerta de golpe, aplastando la nariz del cocinero.
-Eres un poco bruta, Robin- comentó Nami sin darle mucha importancia.
-Pues que no hubiera metido las narices donde no lo llaman-contestó la arqueóloga cruzándose de brazos.
-Bueno, ¿cómo me veo?- preguntó Nami dando vueltas sobre sí misma.
-Estás espectacular, chica-aprobó Robin levantando los pulgares y guiñando un ojo-, a Luffy se le va a caer la boca al suelo.
MIENTRAS, EN EL CAMAROTE DEL CAPITÁN…
-¿Cómo se supone que debo vestirme para casarme?
-Pero que zopenco eres, tío- exclamó Zorro con una gota en la cabeza-, tienes que ir bien arreglado.
-Ya, ¿pero cómo?- insistió Luffy rascándose la cabeza con cara pensativa.
-No te molestes mucho- refunfuñó Sanji frotándose la nariz, que le sangraba y que acababa de entrar por la puerta-, con esto te irá bien.
Sanji sacó de un armario un chaleco, unos pantalones de cuero y unas botas del mismo material, todo de negro.
-¿Con eso?- Zorro miraba las ropas que Luffy había tomado de las manos del cocinero.
-No hace falta que sea algo pomposo-explicó Sanji-, además, Nami no va a ir con un vestido de novia.
-¿Ah, no?-se extrañó Zorro.
-No, pero va de blanco.
Luffy se estaba desvistiendo mientras los dos hablaban y al poco rato salió a su vista vestido con su ´´traje de novio. Estaba realmente guapo, tenía el pelo recogido en una coleta baja con un coletero de plata, su traje consistía en un chaleco que llevaba desabrochado, con lo que su pecho quedaba parcialmente descubierto, unos pantalones algo anchos que se los había sujetado con un cinturón de cuero con una hebilla de plata, y unas botas también de cuero con las hebillas del mismo material, todo de negro.
-Muy elegante, hermano-dijo Ace que acababa de entrar al camarote para informar-, nos estamos acercando a Cocoyashi.
-Bien, anclaremos en el puerto y pasaremos la noche en el barco. Quien quiera puede desembarcar para darse una vuelta o para lo que quiera.
-Genial, tengo que comprar especias, que ya se están acabando- Sanji salió por la puerta como una escopeta.
-Yo…he quedado con alguien-Zorro se había puesto colorado.
-¿Con Robin, verdad?-rió Luffy mientras se ponía de nuevo sus ropas.
-¡Grrrrrrr! Claro…que no-ladró Zorro más rojo todavía, lo que provocó que los hermanos se troncharan de risa ante el apuro de espadachín.
Zorro salió por la puerta echando humo por las orejas y dando un portazo, más que enfadado, para ocultar su vergüenza.
-Bueno querido Luffy, vamos a celebrar tu despedida de soltero- exclamó Ace alegremente pasándole un brazo por los hombros.
-¿Y eso que es?- preguntó Luffy rascándose la cabeza con cara de desconcierto.
Ace se cayó al suelo estilo anime con una gota en la cabeza.
-Pero que hermano más burro tengo- murmuró-, da igual, vamos al pueblo a celebrar una fiesta- añadió cuando se hubo levantado y se colocó el sombrero.
-¡BIEEEEEEEEEEEEEEN!-gritó Luffy.
Bueno, hasta aquí el primer capítulo de este fic. Espero que os haya gustado, en el próximo capítulo, la despedida de solteros de Nami y Luffy y un montón de risa. Mandadme review con vuestras opiniones, se acepta de todo inclusive sugerencias.
Hasta el próximo capítulo, besos y abrazos para todos y todas. Mua.
