Heme
aquí, las 3:30am xD y yo de ocurrente escribiendo. En fin, es una
historia que ideé hace rato. Creo que solo sirvo para –intentar-
escribir Michi's. Romance, drama, asdf. Esta historia está basada
en una reflexión que escuché hace muchos años, pero se me ocurrió
aplicarla en una historia n.ñ Well, espero les
guste. --
Eternamente
en tu corazón.
Cap. 1
Una tarde tranquila en algún lugar del país del sol naciente, 3 amigos que se conocían de toda la vida charlaban. Era el año en el que los tres debían tomar caminos separados para cumplir sus sueños: era el año de ingreso a la universidad.
- Así que … ¿Por fin te decidirás por el diseño de modas?- preguntó el joven rubio.
- Si. Realmente de niña nunca creí que terminaría haciendo esto, pero las cosas han cambiado mucho y creo que he encontrado mi verdadera vocación.- Respondió Sora, la única chica entre los tres.
- ¿Quién diría? – Comenté.- Toda esa fuerza con la que solías patear los balones se convirtió en algo demasiado femenino.
- Eso era cuando éramos niños, es hora de crecer. – Respondió.- ¿Y tu, Yamatto? ¿Ya haz decidido?
- Siempre pensé que la música era mi pasión. No sé si logre tener éxito con mi banda, pero me entregaré a ella. –Mencionó.- Aún si no me convierto en una estrella musical, seré músico.
- Para mí siempre serás mi única estrella.- Le dijo Sora mientras lo abrazaba.
Hacía ya algo de tiempo que ellos dos empezaron a salir y, al parecer las cosas marchaban bien. Me alegraba por ellos, pero igual me sentía un bicho raro al ser el mal tercio cuando estábamos juntos. El suertudo de Matt con su éxito con las chicas, ¿y yo qué?... Bueno, "¿Quién necesita a las mujeres?" Esa era la frase que me animaba cada vez que lo recordaba.
-¿Y qué hay de ti, Taichi?- Me preguntó mi amigo.- ¿Sigues indeciso?
Esa era la pregunta que me atormentaba unos días antes, pero después de haberlo meditado, creo que tenía una decisión. Decidir qué estudiar ha de ser la decisión más difícil de toda la vida, pero era hora de hacerlo. No sabía si era la más acertada, pero me convencía más que otra.
- No, ya me decidí.- Respondí.- Pero no podré estudiar aquí.
- ¿Cómo? ¿A dónde vas?- Preguntó Sora.
- A Estados Unidos, en Nueva York. Estudiaré relaciones internacionales, pero tengo que hacerlo allá. Y cuando me gradúe viajaré mucho por todo el mundo.- Les dije, mostrando mi cara de entusiasmo.
- Vaya, Nueva York está muy lejos, pero es lo mejor para ti.- Dijo Yamatto.
- Si, me costó decidirme, pero iré.- Añadí.- He oído que dan becas a deportistas destacados, por eso he entrenado un poco más últimamente.
- Eso lo explica todo- Dijo Sora mientras reía discretamente. - ¿Cuándo te vas?
- No sé, creo que en una semana comienzan los exámenes. Debo averiguar bien eso, así que ya me voy, le pedí a mi madre que averiguara por mi, espero que me haya conseguido alguna información… Bien, nos vemos! .- Me despedí.
Cuando llegué a casa mi madre me recibió con buenas noticias. Había llamado por teléfono a las oficinas de la Universidad para preguntar sobre las becas deportivas y los estudiantes internacionales. Al parecer todo pintaba bien.
- Dicen que sí tienen becas, pero solo tienen 30. Sin embargo les conté sobre ti y están interesados en conocerte- Dijo.- De verdad tendrás que esforzarte si quieres obtenerla.
- Si, estoy conciente de eso, mamá.- Le sonreí.- He estado esforzándome desde hace ya tiempo.
- ¡Aaaay!.- Exclamó mientras me abrazaba, creo que iba a comenzar a llorar.- Mi hijo está creciendo.
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Me
preparé todo lo que pude. Era hora de ir a Nueva York a hacer mi
examen y debía ir totalmente listo. Hice mi maleta para unos cuantos
días y salí de Japón.
Realmente nunca había salido de ahí,
asi que todo lo que venía de ese momento en adelante, sería una
experiencia nueva para mí…
