Hola a todos! De nuevo me aventura al mundo de Naruto pero ahora de una manera diferente. Ya que en esta ocasión integrare a la historia mi propio personaje. Mi objetivo es mostrar como hubiera sido la historia si se le hubiera dado más protagonismo a las Kunoichis. Me enorgullezco de decir que mi historia es algo que, estoy segura, aun no han leído. Trato de hacer mi personaje fuerte y reflexivo sin llegar a hacerla un Mary-Sue asique si eso llega a pasar siéntanse libre de advertírmelo.
Espero profundamente que les agrade mi idea.
Estoy planeando actualizar cada domingo ¿Qué opinan?
Por favor, dejen su comentario.
Ahora ¡A Leer!
Akira Nakamura no era alguien especial, ella no provenía de ningún clan Shinobi, de hecho, sus padres eran civiles comunes y corrientes, ellos eran los dueños de la única academia de música y danza de toda la Aldea de la Hoja. Su madre, Yuko, era una mujer decidida con carácter fuerte. Creía firmemente que toda mujer tenía un papel que cumplir, debía ser la perfecta ama de casa, ser el pilar que une a la familia mientras tenias la apariencia perfecta.
A Akira le molestaba toda esa idea de "chica ideal". ¿Por qué tenía que hacerse a un lado y dejar que otro hiciera el trabajo? ¿Por qué no hacerlo ella? Su padre, Satoru, aunque era un hombre sabio, creía que era su responsabilidad de cuidar de ellas. Y como si eso fuera poco, tenía una hermana mayor que seguía el mismo ideal de sus padres, Sayumi era cuatro años mayor que Akira. Era una pesadilla cuando su madre y hermana se juntaban para decirle todo lo que una mujer debe y no debe hacer, lo que tiene que decir en cierta situaciones y como ser el ejemplo de chica refinada. Era realmente triste saber que ninguna de las dos aspiraba a más. ¿No tenían sueños? ¿No querían ser independientes y hacerse oír? ¿No querían tener una vida propia? Al parecer no, y eso era frustrante para Akira, su hermana y madre eran mujeres hermosas, tenían una voz hermosa, cuando cantaban era como si todo el mundo se detuviera a oír un canto angelical, y no era que culpara a su padre, para nada, Akira amaba a su padre, de todos era él con quien tenía un lazo más fuerte, solo le desesperaba que lo consideraran "el hombre" de la casa
Cuando Akira tenía tres semanas de vida, el Kyubi ataco el pueblo, causando destrucción y muerte, su familia logro salir impune cuando fue escoltada a un refugio seguro. Solo gracias al Yondaime Hokage fue que lograron parar al demonio zorro, pero las consecuencias ya estaban hechas; niños habían quedado huérfanos, padres habían perdido a hijos, familias habían perdido su hogar. Y Satoru y Yuko Nakamura culparon a los ninjas de tal desgracia, si no fuera por esos asesinos a sangre fría el pueblo estaría intacto, nada de esto hubiera pasado. Desde ese día los Nakamura sembraron una gran aversión hacía los ninjas. Akira creció con comentarios despectivos hacia los ninjas, de cómo eran asesinos, de cómo no tenían corazón y como eran títeres de quien los contratara. Pero a pesar de eso, Akira sintió una gran fascinación a ver a esas personas correr por los tejados. Cuando un ninja estaba en algún lugar se notaba su presencia, eran seguros de sí mismo, lucían con orgullo su banda en la cabeza, era como si esa banda les diera un fuego en su interior, Akira quería ese fuego. Había notado que había ninjas mujeres, kunoichis, y eran respetadas por los demás, jamás las menospreciaban, siempre eran necesarias, eran fuertes y mas allá de sorprendentes. Eran todo lo que Akira quería ser
Pero todo se decidió un día cuando Akira, de solo 6 años, caminaba a la florería Yamanaka cuando dos hombres tambaleándose llegaron por detrás, le taparon la boca para que no se oigan sus gritos y después la metieron a un callejón no muy lejos. Akira estaba llorando, quería gritar para que alguien la salvara, esos hombres le estaban haciendo daño con su fuerza tan descomunal para su pequeño cuerpo. Olían raro, y se tambaleaban un poco, cuando hablaban entre ellos sus palabras salían arrastradas y torpes. Con un gran empujón la tiraron contra la pared, el golpe la dejo sin aire y sus piernas cedieron, haciendo que callera al suelo. Esos hombres tenían sonrisas malvadas, hablaban, pero Akira estaba tan aterrada que no podía entender ni una sola palabra. Se acercaron a ella, y por un momento Akira pensó que ese sería su fin, ya no vería a sus padres, a su hermana, ya no podría demostrarles que ella crecería para ser alguien fuerte. Justo cuando un hombre estaba a punto de tocarla, un par de brazos apareció por detrás de un hombre, sonó un gran croak de algo rompiéndose, y en un momento el cuerpo de hombre callo inerte en el piso. El segundo tardo en reaccionar, mando un golpe pero fue interceptado por una mano. Akira solo podía ver la pelea que se desarrollaba ante ella, si es que se le puede llamar pelea a eso, el hombre no tenía ninguna posibilidad, en un momento estaba siendo arrojado a la pared y en el otro tenía una mano golpeándolo justo en la cabeza, el hombre cayo inconsciente
Akira se quedo petrificada en su lugar, ese extraño había acabado fácilmente con los hombres malos, nada lo detendría de hacerle daño a ella. Cuando la figura se volteo se dejo ver, se fijo en la máscara en su cara y en el tatuaje en su brazo. Akira había visto personas utilizando esas mascaras en unas pocas ocasiones, todos ninjas, la persona que la había salvado era un ninja. Cuando la figura salió a la luz, una mujer imponente, tenía el cabello purpura largo hasta la cintura, y cuando se quito la máscara, se vio un flequillo peinando hacia el lado derecho sin llegar a taparle los ojos, vestía una armadura negra y gris, protectores de los brazos de metal y una katana atada a la espalda, era muy bella y ella sola había podido acabar con dos hombres dos veces el tamaño de ella
-¿Estás bien, pequeña? –su voz era suave, para no asustarla, supuso. Akira solo podía verla impactada
-E-e-eres un Shinobi –fue lo único que pudo decir
La mujer dio una suave sonrisa
-Así es, pequeña –la mujer fue hacia ella y se arrodillo para llegar a su altura –mi nombre Yugao Uzuki , ¿y tú eres?
-Akira, Akira Nakamura
-Bueno, pequeña, déjame llevarte al Hokage para notificarle la situación ¿está bien? –Le dirigió una rápida mirada a los dos cuerpos inmóviles en el suelo – después podre llevarte a tu casa y luego hare que vengan por estos dos
Akira asintió y le ofreció los brazos. Yugao la recogió con delicadeza y en un momento estaban volando por los techos, ella no iba muy rápido para que Akira no se maree por lo que Akira logro ver todo desde esa altura. Las personas se veían pequeñas, podía ver el resto de la aldea, y estaba mucho más cerca de la cara de Hokages. Era simplemente maravilloso. Una risa involuntaria salió de su boca, esto era demasiado maravilloso, su pueblo jamás se había visto mejor desde sus ojos. Como desearía hacer esto todo el día, por su propia cuenta.
Yugao vio a la niña riéndose, viendo alrededor con felicidad. Era una niña muy hermosa, tenía piel morena, normal en Konoha, dándole ese toque sencillo pero resaltador, su cabello era de un negro profundo y le llegaba un poco más arriba de los hombros y lo tenía recogido a los lados con hebillas, se notaba la emoción en su mirada, su inocencia y facilidad para reír. Yugao se sintió en trance, los niños eran el futuro de Konoha, era por lo que ella luchaba, y ahora viendo a esa pequeña reír abiertamente mientras el viento hacia golpear su pelo con su cara supo que lo que hacía era lo correcto, su deber y alegría era proteger a su pueblo y a su gente, y ella lo aceptaba con los brazos abiertos
Cuando llego a la torre Hokage fue directamente hacia la oficia del Sandaime, toco y cuando se le dio permiso entro, Akira aun estaba en sus brazos. El tercero levanto la vista y se quedo mirando a la niña un momento hasta que sus ojos se pusieron serios y dirigió su vista hacia Yugao
-Informe –y con sola esa palabra Yugao empezó a relatar todo lo que paso
Akira se quedo viendo al hombre en frente de ella, el Hokage. Ella sabía que él era el líder de su pueblo, el ninja más fuerte de todos. Nunca lo había visto cara a cara y no pudo evitar quedarse mirando fijamente al hombre, su barba está blanca en algunos lugares al igual que cejas, llevaba el sombrero conmemorativo así que no podía saber sobre su cabello
Yugao dejo a la niña en el suelo después de recibir órdenes y salió de la habitación. Un silencio quedo entre ellos dos hasta que el Hokage le dio un suave sonrisa, muy parecido a la que le daba su abuelo. El tercero se paró de su asiento y llegando a ella, se agacho hasta quedar de su altura
-Mucho gusto en conocerte, Akira-chan. Aunque lamento que haya sido en estas circunstancias. ¿Quieres algo, querida? Puedo traerte un poco de agua, un te si gustas
Akira no podía encontrar las palabras, el hombre más fuerte en todo el pueblo le hablaba a ella, y no solo eso, si no de una manera amable y cariñosa, por la opinión de sus padres respecto a los ninjas se había imaginado que el Hokage sería el peor, todo lo contrario al hombre que le sonreía con tanto cariño
Al parecer el hombre lo sabía porque sonrió suavemente y la levanto con un brazo, ella envolvió sus brazos en su cuello y apoyo su cabeza contra la de el
-Gracias por salvarme –dijo con voz baja
El tercero le dio una larga mirada
-¿Por qué me agradeces a mi? Si yo no fui si no Yugao
-Bueno, tú eres su jefe, así que… pensé que – sus mejillas se encendieron
-Bueno, de nada, Akira-chan. Pero estas equivocada en una cosa
Akira frunció el ceño. El tercero camino hacia la ventana que daba a toda Konoha
-Yo no soy su jefe, soy su líder
Eso la confundió aun más
-Pero es lo mismo ¿no?
El carácter del tercero cambio, miro hacia adelante y hablo con voz indulgente con plena seguridad
-Un jefe es quien manda a sus subyugados sin pensar en consecuencias, solo piensa en un beneficio y siempre espera que todo salga bien, un líder, por el contrario, es quien alienta a sus compañeros, ayudándolos en momentos de debilidad, siempre esperando lo mejor. Un líder es un amigo, una figura con autoridad para mandar y enseñar una mejor ruta a seguir
Akira estaba muda
-Entonces, tú eres un compañero de todos los demás ninjas ¿no? Alguien quien los alienta y unifica ¿no es así? –pregunto con una suave sonrisa
El Sandaime volteo a verla con los ojos un poco abiertos, mostro una sonrisa de orgullo y alegría
-Eres una niña inteligente, Akira-chan. Y si, tienes la razón, me sorprende lo fácil que lo entendiste, no muchos otros niños hubieran sido capaz de entender lo que digo cuando desvarío. Incluso ninjas ya hechos y derechos tienen problemas para entenderme algunas veces
La niña se mordió el labio y miro hacia abajo hasta que logro reunir un poco de valor
-Hokage-sama ¿podría preguntarle algo?
-Por supuesto
-¿Cómo es ser un ninja?
El tercero se quedo en silencio un momento. Pensando largo y profundo sobre su pregunta hasta que dijo suavemente y lo más simple posible
-Ser un ninja es dar tu vida a la protección de tu gente apreciada y tu pueblo amado. Defender al que es débil, y luchar contra el tirano
Una luz se prendió en los ojos del Hokage. Esa luz ardía como el fuego con una pasión y dedicación abrasadora, ella nunca había visto nada así
-Dime, Akira-chan. ¿Sabes lo que es la voluntad de fuego?
Akira suavemente negó con la cabeza
-La Voluntad de Fuego es lo que da al Shinobi verdadero la fuerza para seguir luchando contra el viento y marea, con una gran fuerza de voluntad y carácter, nos hace hacer cosas imposibles con tal de proteger a los que amamos, de cuidar al pueblo. Los ninja de la hoja siempre se han destacado por seguir esta ideología, toda mi vida se ha basado en mi Voluntad de Fuego, y ahora como Hokage trato de transmítaselas a las generaciones más jóvenes, así aseguro el bienestar de mi pueblo porque sé que hay ninjas dispuestas a darlo todo, incluso su vida, para proteger a sus personas preciosas
Así que eso era; ese fuego que había visto en tantos ninjas, el fuego que iluminaba al Tercero, el fuego que incitaba a todos los ninjas a proteger el pueblo. Una sonrisa enorme se poso en su rostro y sus ojos empezaron brillar de una forma que nunca antes había sucedido. El Tercero volvió la cabeza hacia ella y se sorprendió a verla; allí, en sus ojos, estaba esa voluntad que había seguido toda su vida. Dio una suave sonrisa, había logrado transmitir su Voluntad de Fuego a la pequeña niña, ya presentía lo que iba a pasar
-Yo también quiero
Lo sabía pensó feliz el Tercero. No por nada lo llamaban El Profesor
-También quiero ser capaz de proteger a las personas que amo –una idea de lo cruzo por las cabeza, hizo que su sonrisa creciera mas y en sus ojos se demostrara su nueva determinación – quiero demostrarles a todos que una mujer puede ser capaz de lo imposible, que somos fuertes y podemos ser iguales a cualquier hombre. Y para eso tendré que convertirme en un ninja –Su sonrisa desapareció un poco, hasta quedar una pequeña sonrisa dura – seré un ninja y le demostrare a mi familia que no por ser mujer soy débil, seré la kunoichi mas fuerte de todas
El tercero se la quedo observando. Sin saberlo, había impulsado el sueño de una niña, había cambiado el enfoque de toda una vida con solo unas palabras. Algo se removió dentro de él, un presentimiento de algo grande. La analizo lentamente, aun cuando la cargaba podía ver lo alta que era para un niña de su edad, la determinación con la que se movía, y a pesar de haber pasado por una experiencia traumática no se había largado a llorar cuando ya estaba a salvo como había esperado de muchos niños pequeños. Y por sus palabras podía saber que había sido criada en un hogar que inferiorizaba a la mujer y que ella no lo aceptaba, no le parecía correcto, e iba a hacer algo para cambiarlo.
-Entonces –dijo el tercero después de un momento de silencio – el primer paso para cumplir tu sueño es ingresar a la Academia Ninja
La sonrisa se desvaneció poco a poco hasta llegar a un gesto desolado
-Imposible, mis padres jamás lo permitirían. Ellos no… -paro, siendo consciente de lo que iba a decir
-Ellos ¿Qué, Akira-chan?
-A ellos no les gustan los ninjas. Los culpan de las desgracias del pueblo – se apresuro a suavizarlo lo más que pudo – antes no era así, esto empezó con el ataque del zorro de las nueve colas. Espero, que no se haya ofendido Hokage-sama
El Tercero dio una suave sonrisa. El comprendía. No era difícil de imaginar que muchas familias civiles habían sucumbido al odio por los ninjas después del ataque de Kyuubi
-Akira, acabas de decir que harás hasta lo imposible para demostrarles a todos tu fuerza ¿no? –Akira asintió- por lo tanto, no dejes que esto te detenga, tendrás mi ayuda personalmente, así como mi apoyo
La sonrisa de Akira volvió. Se olvido que al Hokage debía mostrársele respeto, y lo ataco con un gran abrazo triturador con todas sus fuerzas. El tercero hizo una mueca de dolor, tomo una gran respiración cuando lo soltó
-Tienes una gran fuerza Akira-chan. De hecho, una fuerza impresionante para un niño
-¿En cerio? Nunca lo había notado, siempre creí que era muy normal – se quedo pensando un momento – aunque nunca he visto a ningún otro niño golpear la pared y que se haga un agujero
Los ojos del Tercero se abrieron enormemente. Eso era algo que ninjas con un entrenamiento exhaustivo dirigido al Taijutsu podían hacer sin esforzarse
-¿Crees que podrías mostrarme como lo haces, Akira-chan?
Ella asintió rápidamente con una sonrisa
El Tercero la bajo y Akira rápidamente se fue a la pared más cercana. Volteo a verlo y el dio un asentimiento, consintiendo la posible destrucción de la pared que daba al pasillo. Akira se irguió, puso su mano en un puño y sin dudarlo dio un gran golpe a la pared con toda su fuerza. Hubo un gran estruendo y polvo que salía por todos los lados. Cuando el polvo se disperso se podía ver un gran agujero que dejaba ver el corredor, un ninja, que estaba a punto de entrar a la oficina del Hogake se había detenido con la mano en el picaporte. Entro rápidamente y se aseguro de que el Hokage estaba seguro. Estaba seguro y sin un rasguño, pero la mirada estupefacta estaba clavada en su rostro, su rostro había palidecido y estaba estático en su lugar
-¿Qué fue lo que ocurrió, Hokage-sama?
El Tercero se limito a ver a un punto fijo. El siguió su mirada y vio a una niña mirándolos con una sonrisa inocente y los brazos cruzados en la espalda, dio la imagen de no matar una mosca, pero por la mirada que le daba el Tercero solo pudo suponer una cosa
-¿Tu lo hiciste? – lo miro confundida. Dio un suspiro exasperado – el hoyo en la pared, me refiero
Asintió repetidamente con efusividad
-Así es, Hokage-sama me pidió que le demostrara mi fuerza, y eso fue lo que hice. ¿Vio Hokage-sama? Mamá tuvo un ataque cuando rompí la pared de la sala –frunció el ceño mientras cruzaba los brazos frente a ella – y luego me castigaron, después de eso ya no me dejan acercarme a la porcelana de la casa
-Y puedo ver porque –dijo el ninja con el ceño fruncido
-No te molestes, Genma. Yo se lo pedí, ella solo hizo lo que le dije
-Sí, se eso. Solo va a ser un problema reemplazar ahora la pared
El Tercero abrió los ojos y mostro un poco avergonzado
-No pensé en eso, lo lamento, Genma – dio un sonrisa penosa – pero, dejando eso de lado, ¿me necesitabas, Genma?
-Oh si, los padres de la niña están esperando por ella en… - no pudo terminar la frase porque la puerta se volvió a abrir y por ella entraron Yuko y Satoru viéndose alterados, aunque su madre parecía más enojada que alterada. Cuando su madre la vio al lado del hoyo, su enojo solo pareció crecer más. La sonrisa de Akira se esfumo
-Estábamos muy preocupados, Akira, se supone que ibas a la florería y regresabas rápidamente –dijo severamente su madre
-Perdón, Ka-san. Pero es que paso algo y me retrase
-Sí, un ninja nos aviso de lo que había pasado –dijo su padre un tanto más tranquilo –corrimos hasta aquí para asegurarnos de que estabas bien
-Como verán –intervino por primera vez el Tercero- su hija se encuentra en perfectas condiciones. Un Anbu la rescato antes de que una desgracia pudiera suceder
-Bueno, espero que le agradezca por nosotros, Hogake-sama –dijo gentilmente Satoru – pero es hora de que volvamos a casa. Dejamos a nuestra hija mayor sola
El Tercero envió una mirada a Akira, alentándola a hablar, el fuego estaba de vuelta en sus ojos y con una mirada Akira no temía las consecuencias de su pronta petición
-Por supuesto, Sr. y Sra. Nakamura, pero estoy seguro de que su hija tiene algo que decirles
Toda la habitación se quedo en silencio, mirándola. Tomando una respiración profunda Akira se puso derecha y poso las manos sobre sus caderas. Estaba lista
-Tou-san, Ka-san –dijo firme- quiero unirme a la Academia Ninja. Quiero ser un ninja
Los labios de Genma se curvearon ligeramente. Era una niña interesante la que veía. Era apenas una niña pero estaba parada como si estuviera a punto de ir al campo de batalla, su mirada firme y brazos tensos a los lados la hacían ver frágil, como una muñeca tratando de asustar a un gran dragón. Le hecho una mirada a la pared. Tal vez no era tan frágil, ciertamente una muñeca no podía hacer tal desastre sin hacerse daño. Metió las manos a los bolsillos de los pantalones y sonrió un poco más amplio. Si los padres aceptaban, será interesante verla convertirse en un ninja
Satoru y Yuko Nakamura creían firmemente en que los ninjas eran marionetas, asesinos entrenados para hacer el mal (mas Yuko que Satoru), solo hay que ver el accidente del Kyubi para probarlo. Así que, jamás se habrían imaginado que algunas de sus hijas querían ser uno. El rostro de Yuko se había puesto pálido, de un color fantasmal, parecía que iba a desmayarse en cualquier momento, Satoru se hizo suavemente detrás de su esposa para cogerla por si decidía que esto era demasiado para ella
-¿Qué tu qué? –pregunto incrédula Yuko. No podía ser que su pequeña hija quería llegar a ser una de esas feroces y salvajes mujeres, su hija iba a ser perfecta en lo que ella respecta; buena ama de casa, buena madre, buena esposa, eso era lo que tenía previsto para la vida de sus hijas, tendrían una vida perfecta, la vida que ella tenia
-Quiero ser un ninja –si, no había escuchado mal. Su pequeña hija quería convertirse en una bestia salvaje
-Y podríamos preguntar ¿Por qué quieres ser un ninja? –pregunto tranquilo Satoru, siempre había sido un hombre racional, siempre pensaba antes de actuar, pero no quitaba el hecho de que, en cierto punto, resentía a los ninjas
Ahí Akira dudó. Conocía a su madre, si le decía la verdadera razón no la dejaría. Solo había una opción. Hecho una mirada al Tercero. La veía sonriente, con los ojos suaves y llenos de orgullo, a esa mirada no podía mentir. Así que viendo directamente a los ojos del Tercero por fuerza, Akira dijo claramente
-Quiero probarles a todos que una mujer es fuerte, que no debe ser oprimida ante nadie, quiero demostrar que soy más que fuerte para proteger a los que amo –miro a los ojos a su madre, sin miedo, y mostro una sonrisa afilada. Esa sonrisa le recordó a Genma la sonrisa de Tsume Inuzuka– Quiero seguir mi propia Voluntad de Fuego
El Tercero pudo haber llorado, estaba más que feliz, orgulloso de Akira, feliz de que luchara por lo que deseaba. Y Genma no se veía diferente. Otro feroz ninja de la hoja estaba naciendo
Yuko frunció el ceño y abrió la boca para negarse rotundamente, pero Satoru se adelanto
-Sí es lo que quieres –su esposa volteo a verlo sorprendida, se supone que el tendría que apoyarla en su decisión, no apoyar a su tonta hija que obviamente no sabía lo que quería
-Entonces es grandioso que aquí tenga los papeles de registro –dijo El Tercero rápidamente. Se veía radiante – solo tienen que llenar algunos datos y su hija estará lista para empezar el próximo mes, la acompañaran a la ceremonia de inauguración y entonces su hija empezara su formación para ser un ninja de Konoha
Satoru se acerco a llenar los papeles con sus datos. Yuko seguía inmóvil en su puesto, viendo como los planes de toda una vida se iban por el caño
Una gran sonrisa ilumino el rostro de Akira. Lo había hecho, iba a ser un ninja. Iba a ser fuerte, lucharía contra mares y rayos para conseguir su objetivo, aunque le llevara toda su vida. Era el comienzo de algo nuevo para Akira, no descansaría hasta que reconocieran el poder de las mujeres. Era una promesa
Entonces chicos ¿Qué les pareció? ¿Qué piensan de Akira?
Respecto a su fuerza… bueno, no les puedo decir ya que sería un spoiler, pero creándome que hay razón detrás de ella. No es solo un power up para hacer mi personaje interesante
No se olviden de comentar diciendo si piensan que debo seguir con la historia o si mejor, no me molesto
