-¿Qué vamos a hacer, Sabaku-san? El modelo ha renunciado de último minuto. ¡El presidente estará muy molesto si no hay un modelo! ¿Qué tal si nos despide? ¿Qué tal si...

-Cállate, Lee. -interrumpió el chico pelirrojo, ese Lee siempre lo hacía estresarse aún más.-Sólo necesitamos conseguir otro modelo rubio de ojos azules.

-¡Ah sí, qué fácil! ¡Estamos en Japón! Aquí la mayoría tienen el pelo negro a no ser que se lo tiñan... -se quedó pensativo unos minutos- ¡Ah! Tengo una idea, ¿por qué no se tiñe el pelo rubio? Sólo tardaríamos un par de horas.

-No seas ridículo, Lee. - le dirigió una mirada dándole a entender que no se le ocurriera volver a abrir la boca. -Haré una llamada y ya.


-¡Naruto, por favor! Solo esta vez, ayúdame. No quieres que me despidan, ¿verdad?- sabía muy bien que con esa última frase lo convencería completamente. Su amigo estaba al tanto de cuanto trabajo le costó conseguir este puesto, y no sólo eso, él había sido testigo.

-Gaara, no me hagas esto. No soy modelo, no sé cómo modelar. Sabes que será un desastre, ¿verdad?

-Eso es un sí. Muy bien, mandé un taxi a la casa, ya no debe tardar. Aquí te espero.

-Hey, esp- Gaara había colgado. - Más vale que me compres un tazón extra grande de ramen por esto.

A los pocos segundos un mensaje llegó a su celular, era de su amigo.

Te lo recompensaré con ramen, mucho ramen. Vamos a comer después de la sesión de fotos

El rubio sólo puedo sonreír ante ese mensaje, Gaara ya lo conocía demasiado bien. ¿Y cómo no hacerlo? Han estado compartiendo casa desde hace ya algunos años, desde la universidad y ahora ambos se habían graduado.


-Escuchen todos, él es Uzumaki Naruto, será el nuevo modelo- presentó a su a amigo a todo el equipo de trabajo- por favor sean amables con él, es su primer trabajo.

-Mucho gusto-hizo una pequeña reverencia

-Bueno, a trabajar. Cámbienlo de ropa y arreglen ese pelo.

Después de una hora...

-Aquí está el modelo, Sabaku-san.

Naruto salió del camerino completamente cambiado. Usaba una camisa naranja de manga larga, un chaleco formal y unos pantalones color blanco, y por último, traía unos tenis converse blancos. Gaara quedó muy sorprendido, eso definitivamente le quedaba muy bien. Realmente parecía un modelo.

- ¿Y qué tal? -preguntó Naruto al sentir fijamente la mirada de su amigo.

-Ah.. sí, muy bien- no pudo evitar sonreír un poco y desviar ligeramente la mirada.

-¿Dónde está el nuevo modelo? - se escuchó una voz venir desde la entrada

Naruto llevó su mirada al dueño de esa voz y quedó perplejo. Era..

-Presidente -lo llamó Gaara- aquí le presento al modelo.

El Uzumaki no era capaz de decir o hacer nada. Sólo podía mirar fijamente al chico que tenía en frente pero un codazo por parte de su pelirrojo amigo lo hizo reaccionar.

-Sasuke... - bueno, no debía reaccionar así pero al menos había salido de su trance.

-¿Acaso me conoce?

-Ah -eso definitivamente le cayó como balde de agua helada. Él no lo recordaba. -No, sólo que Gaara me ha hablado mucho de usted, ¿verdad? Hahaha- Sasuke lo miró como si de un loco se tratara.

-Ya veo- fue su única respuesta.

-Me llamo Naruto, Uzumaki Naruto. -se inclinó ligeramente.

-Sí. Empiecen con las tomas. -dio media vuelta y se fue cerca del fotógrafo.

Naruto sólo hizo un puchero. Después de todo lo que había pasado entre ellos se atrevía a ignorarlo, y no sólo a eso, a olvidarlo. Ese Sasuke seguía siendo un completo bastardo.


En Ichiraku Ramen...

-¿Qué fue todo eso allá atrás?

-¿A qué te refieres? No pasó nada. -tras responder empezó a comer aún más rápido, quería evitar ese tema pero Gaara no lo iba a dejar así, sabía que le preguntaría más.

-¿Conoces al presidente?

Naruto levantó su mirada que había estado en su plato todo el tiempo. -No. ¡AL PARECER NO NOS CONOCEMOS!- enterró con fuerza los palillos en el tazón aún con bastante ramen. Se cruzó de brazos y bajó la mirada.

-Naruto...

-Ya no tengo hambre- se levantó de su asiento y miró a su amigo a los ojos -No me esperes, llegaré tarde a casa.

-¿A dónde vas a ir a estas horas de la noche?

-No te preocupes - sonrió como si nada estuviera pasando y salió del lugar, dejando a su amigo muy angustiado.