Es curioso como todo termina y te das cuenta de lo que hiciste y no concluiste.

Sé que en ciertos aspectos de mi vida estuvo llena de desilusión y pena pero en algún momento hallas la felicidad y todo lo que sufriste tiene un significado.

Solo puedo mirar lo que he logrado y decir con certeza que ya no estoy solo.

Esta es la historia de mi vida, de cómo supere el odio y el prejuicio y encontré la amistad, que el amor que tuve de pequeño no fue en vano.

Yo soy Diamond Dancer y soy el hijo de shadow Dancer y Cristal Dust.

Capítulo 1 milagro en la nieve

Ase mucho pero mucho tiempo, muy al norte, más allá del imperio de cristal una pareja de ponis resguardados en una tienda de acampar esperaban la llegada de su primer hijo, con mucha alegría la madre sostiene un pequeño potro de color blanco con crin y cola color plata de ojos amarillos, lo mira con esa ternura que solo una madre puede dar, mientras tanto el padre, con una mirada relajada y con un porte casi como el de un rey se acerca a los dos y los abrasa con tanto amor que podrida derretir todo el hielo de ese lugar, así es ese pequeño potro soy yo.

Ellos no eren como los otros ponis, mi padre Sahdow Dancer perteneció a la guardia de canterlot y mi madre Cristal Dust, una Pegaso de cloudsdale la cual perteneció al bastión ala de plata fueron designados a una misión de reconocimiento, para encontrar nuevas tierras y forjar alianzas y en su travesía encontraron el amor y como resultado yo.

Yo no era como otros ponis, avía nacido con alas y un pequeño cuerno, era un alicornio, en ese tiempo solo existían unos pocos y todos pertenecían a la realeza, eso no importo en ese momento solo importaba que estaba bien y sano o es lo que mi padre me contaba (risa), los primeros días no salí ya que había una tormenta pero mi padre guardo suficientes provisiones, tiempo después la tormenta seso y mis padres decidieron salir con migo para que pudiera conocer el lugar, mi madre había tejido un suéter para mí de color gris como el pelaje de mi padre, al salir el frio era desgarrador, yo temblaba a pesar del grueso suéter, mi madre al darse cuenta me puso debajo de su ala y de inmediato el frio desapareció, mi padre por el contrario ya se había acostumbrado y no tenía nada que lo abrigara, claro él fue un guardia y está acostumbrado a todo al igual que mi madre.

En ese momento al salir de la tienda me di cuenta que el lugar donde nací no era la gran cosa pero aun así era mi hogar, dimos un pequeño paseo por casi una hora, la nieve se avía compactado lo suficiente como para soportar una ciudad lo cual me facilitaba caminar, al cabo de un rato ya me había acostumbrado al frio y me separe de ella para ir con mi padre, me dijo con una vos casi celestial que tuviera cuidado que no me alejara de él, yo con una sonrisa y asintiendo me dirigí con mi padre que no estaba muy lejos de nosotros, el me recibe con una de sus patas y sonriendo me dice (hola pequeñín ) mientras me abrasa con ternura, mi madre nos alcanza volando ya que estaba preocupada porque yo salí corriendo y eso la asustó ( obviamente me quiere mucho ).

Ya estando los tres juntos ellos se paran en frente de mí y mi padre con una vos de orgullo me dice que mi nombre será Diamond Dancer, yo poniendo una cara de confusión mi madre con un tono sutil me explica que eligieron ese nombre por dos razones, una es por el tono de pelaje ya que es tan blanco que refleja el sol y dos por que los diamantes son las gemas más puras de todas y que yo poseía esa cualidad desde que me vio por primera vez ( ya saben que las madres pueden ver a través de los hijos) ( risa), yo todavía confundido solo me quedo asentir con la cabeza y sonreír aunque no me quedo muy claro el porqué de mi nombre.

Ya de regreso mi madre nos dice que en un momento comeremos, que bueno porque me estoy muriendo de hambre, mi padre por otra parte nos dice que ira por madera lo cual me dejo otra vez confundido, ¿de dónde sacara la madera si solo hay nieve hasta donde se alcanza a ver?, mi madre le dice que tenga cuidado, se acerca a él y le da un beso y se retira diciéndome que cuide de ella, yo asiento con la cabeza, él se sonríe y se aleja.

No paso mucho tiempo y mi padre regreso con unos leños muy grandes, yo asombrado me dirigí asía el pero me detuvo mi madre que me dijo que no me acercara ya que los leños son muy pesados y que me podría lastimar, yo la escuche y regrese a la tienda un poco molesto por que quería ayudar pero lo pensé mejor y no creo poder cargar ni uno solo.

Después de un rato mi madre ya tenía lista la comida, yo con un hambre me acerque y me dijo que era heno, ¿heno? ¿Qué es eso? Me preguntaba con cara de confusión, ella me dice que es muy rico y que me ara bien, yo un poco desconcertado probé un poco, ¡o que delicioso!, no pasaron cinco minuto y ya me lo había acabado, mi madre al verme solo se rio y me pregunto que si quería más, y yo conteste con mis primeras palabras, ¡si mama!, ellos al oírlo soltaron un grito de felicidad seguido de una pregunta de mi padre ¿puedes decir papa? A la cual conteste con un fuerte ¡papa!, el al oírlo solo me miro casi dejando correr una lagrima al mismo tiempo que que me alzaba y los tres nos abrasábamos, eran los días más felices de mi vida.