Co-escritora: Mari-Chan (marytavch). Desde un principio era la beta, pero más que ayudarme como tal, me ayudó muchísimo en el proceso de creación de la historia, así que me pareció adecuado nombrarla mi co-escritora. Mari-Chan, te adoro, y gracias por todo

Advertencias: Johnlock, Mystrade en un futuro. Quizá algo OoC y probablemente Angst (no soy buena en ese genero, así que no prometo nada

Summary: Ya hace dos años que Sherlock había muerto y John apenas comenzaba a armar su vida, pero esta tomará un cambio drástico cuando se de cuenta de que no todo es lo que parece

Beta: Mundo Crayzer. Nena, me has ayudado mucho, en serio. A pesar de que moría de vergüenza cada vez que habría los capítulos para revisar el beteo, veía casi toda la hoja en rojo, y mi ego caía tanto que no podía seguir xD Pero me di cuenta de que realmente es más fácil de leer con tus correcciones. Muchísimas Gracias

Los personajes no me pertenecen, estos, a pesar de ser de dominio público, le pertenecerán siempre a Sir Arthur Conan Doyle, y la versión moderna le pertenece a la BBC

—Pero, por favor, sólo hay una cosa más. Un milagro más, Sherlock, por mí; no estés muerto, por favor. —dijo John con unas pequeñas lágrimas cayendo por sus mejillas

Se quedó ahí un rato más, mirando la lápida. Su corazón, ya mal herido, se rompía un poco más cada que leía las letras escritas en ella.

"Sherlock Holmes" era lo único escrito; pero para él eran más que eso. Para él era el nombre de la persona con la que hasta hace unos días había querido compartir su vida. Aunque, sinceramente, ya ni siquiera recordaba cuánto tiempo había pasado desde que Sherlock saltase de aquel edificio. La mayor parte de ese tiempo lo había pasado acostado, durmiendo o simplemente sin querer pensar, mirando a la nada.

Luego de un rato suspiró, dejando un ramo de rosas sobre la lápida.

—Te amo, Sherlock —dijo, secándose las mejillas dio media vuelta —. No pienso olvidarte nunca —y se marchó sin mirar atrás, pues hacerlo significaba volver a ver aquella lápida, volver a leer aquellas letras; y estaba seguro de que no lo soportaría.

Después de eso John visitó muy pocas veces la tumba de Sherlock, convenciéndose a sí mismo de que el trabajo que había conseguido en el hospital público no le dejaba tiempo. También se mudó, pues cada rincón del 221b le provocaba una gran nostalgia, y la mirada de pena que le dirigía la señora Hudson cada vez que lo veía no ayudaba en nada.

Continuación del comentario:

— ¡John! —se escuchó gritar la voz de una mujer.

Extrañado, John se giró para ver quien lo llamaba, encontrándose con una mujer rubia y de pelo corto que corría hacia él. Observándola bien, se dio cuenta de que se trataba de una enfermera con la que trabajaba.

—Dejaste tu maletín —dijo Mary, intentando recuperar el aliento mientras se lo extendía.

John lo tomó sorprendido, pues que se lo haya traído significaba que corrió un par de cuadras sólo para entregárselo.

—No era necesario que lo trajeras Mary—sonrío John, provocando que la mujer se sonrojara ligeramente.

—No te preocupes —dijo Mary, devolviéndole la sonrisa—, me quedaba de camino a casa —Se quedó en silencio un momento—. ¿Quieres ir a tomar algo? Después de todo es viernes —John se lo pensó un momento, definitivamente ese día en específico no tenía ganas de salir, pero no podía rechazar una invitación tan amable, seria descortés.

—No te preocupes, me quedaba de camino a casa —dijo Mary, devolviéndole la sonrisa—. ¿Quieres ir a tomar algo? —Preguntó, luego de un momento de silencio—. Después de todo es viernes.

John se lo pensó un momento. Definitivamente ese día en específico no tenía ganas de salir, pero no podía rechazar una invitación tan amable; seria descortés.

—Sería genial, aunque no ando con dinero en este momento —intentó rechazar, pero Mary era una mujer insistente y lo tomó del brazo.

—No te preocupes, pagaré yo. Aunque la próxima te tocará a ti, ¿sí? —comenzó a guiarlo sin esperar respuesta.

Llegaron a un pequeño bar, bastante agradable pidieron un par de cervezas y algunas cosas para picar mientras platicaban, corrección, mientras Mary hablaba y John fingía escuchar, asintiendo de vez en cuando para disimular.

Mientras, John se perdía en sus pensamientos. Hacía exactamente un año y medio desde que Sherlock había saltado; debía ir al cementerio por lo menos a dejarle flores. Estaba siendo un cobarde al no ir en tanto tiempo.

Soltó un pequeño bostezo, provocando que Mary lo mirara mal.

—¿Te estoy aburriendo? —preguntó molesta.

—No, para nada —dijo, sonriendo forzadamente. En realidad no tenía ni la menor idea sobre qué estaba hablando la mujer antes— Sólo estoy algo cansado, creo que ya debería irme —se levantó de la silla tomando su abrigo—. ¿Quieres que te acompañe a casa?

— ¡Me encantaría! — sonrió Mary, encantada; olvidándose completamente del episodio. Se levantó también de su silla y tomó su abrigo, poniéndoselo rápidamente.

El camino a casa de Mary fue corto y John suspiró con alivio cuando se dio cuenta de que no quedaba tan lejos de la suya. En algún momento del trayecto Mary se había pegado a su brazo poniéndolo algo incómodo, pero debido a que no sabía cómo soltarse sin ser demasiado brusco, prefirió dejarla estar.

Al llegar a casa de Mary quitó su brazo con delicadeza y la mujer lo miró significativamente.

—¿Gustas pasar? —preguntó coqueta.

—No creo que sea apropiado, y ya debo irme a casa —dijo John, entendiendo sus intenciones; él no era tonto—. Me divertí —mintió. Obviamente no se había divertido nada, considerando que pasó toda la velada pensando en Sherlock. Se estaba comenzando a perder nuevamente en sus pensamientos cuando, sin previo aviso, Mary lo besó.

Realmente lo besó y él no supo cómo reaccionar. No tuvo que hacerlo pues ella se separó antes de que pudiera pensar una manera de alejarse sin que ella se sintiese mal.

—Yo también me divertí —sonrió—. Adiós John, y gracias.

Luego de eso John y Mary comenzaron a salir más seguido. Las siguientes ocasiones en las que Mary lo invitaba a pasar "para tomar un té o algo" el accedía; aunque claro, ya eran gente adulta, era obvio que un té no era específicamente la razón por la que pasó algunas noches en su casa.

¡Al fin publico esto! Hay varios capítulos rondando hace mucho tiempo, beteados y todo, pero he estado algo enferma y con muchas responsabilidades escolares, así que ni siquiera había podido revisar el beteo

No sé qué tan rápido podré publicar, todo depende de cómo vaya mejorando (y de la inspiración, que la muy zorra aparece cuando quiere) aunque se están acercando mis vacaciones e intentaré dedicarme un 60% a esto

Gracias por leer. Y ya saben, cualquier reclamo, sugerencia, tomatazo, etc por Review o por privado, siempre con amabilidad, obviamente, lo agradecería mucho

Adios