Bueno este es mi primer fic de esta pareja, espero les guste!
NOTA: Cuando lean el nombre de Akano Souji deberían tener en mente a Okita Souji de Hakuouki Shinsengumi Kitan ya que así me imaginé ese personaje físicamente.
*KENDOKAI: Estudiante de Kendo.
CAPITULO 1: INTENTO DE CONFESIÓN
Un año después de que ganaran el Chrismas Bowl, todos los integrantes de los Deimon Devil Bats (incluyendo a Suzuna, quien se había transferido a Deimon ese año y los de 3º curso quienes finalmente habían obtenido el permiso de continuar con las actividades extracurriculares por el buen desempeño realizado el último año) se disponían a realizar su habitual entrenamiento matutino…..
Mientras todos estaban en el campo preparándose para comenzar, Mamori que entraba a la habitación del club, por un momento se quedó parada en la puerta observando atenta como el Capitán de los Devil Bats manejaba a toda velocidad su ordenador.
En ese momento le vino a la mente el poco tiempo que faltaba para que finalizaran la preparatoria por lo que dedicó unos minutos a reflexionar el cómo había sido su vida alrededor de Hiruma Youichi los últimos (casi) tres años.
Desde su primer año siempre había tenido diferencias con esa persona pero, conforme pasó el tiempo, la joven manager de ojos azules comenzó a darse cuenta que realmente el quarterback de Deimon no era tan malo como parecía por lo que, sin querer, comenzó a respetarlo como jugador y como persona.
Anezaki Mamori, durante ese tiempo también se dio cuenta que ese respeto que sentía hacia el chico demonio, rápidamente se convirtió en algo más. Ella había comenzado a sentir la necesidad de ver su rostro todos los días. Se había acostumbrado a sus peleas. Inclusive sentía deseos de no querer separarse de él jamás.
La manager de los Deimon Devil Bats se había enamorado del capitán demonio pero, lamentablemente nunca había podido hacérselo saber…..
-Buenos días Hiruma-kun. Felicidades por aprobar el examen de ingreso a la Universidad Saikyodai.
-Tú también lo aprobaste ¿no es así maldita manager?
-Ahhhh Hiruma-kun deja de llamarme así. Este es nuestro último año. Faltan solo tres semanas para terminar la preparatoria y todavía sigues dirigiéndote a mí de esa manera. ¿No podrías llamarme solo Mamori-san o Anezaki?-
-Lo pensaré maldita disciplinaria.
Mamori mirando la espalda del joven quarterback quien se había levantado de su silla para guardar su ordenador, se anima a decir…..
-¿Qué dirías si comienzo a llamarte Youichi-kun?
Hiruma quedo pasmado mirando dentro de su locker. La maldita manager había dicho algo que no esperaba oír jamás viniendo de ella. Esa clase de "acercamiento" que provocaba el llamarse de manera informal era lo último que quería. Como siempre decía para sí: No necesitaba esa clase de complicaciones en su vida. No estaba para eso, o por lo menos, de momento no le interesaba.
-Maldita manager deja de decir estupideces y ponte a trabajar. Hay que comenzar con el entrenamiento-
-Sí, tienes razón.
Un poco dolida por la fuerte contestación pero restándole importancia, se dispuso a empezar su labor.
Así pasó el entrenamiento. Como todas las veces, Hiruma no hacía más que descargar sus armas en los pies de los jugadores, mientras que reía con su diabólica pero carismática sonrisa.
En el salón de clases, después de terminado el entrenamiento matutino…..
-Buenos días Mamori-chan! ¿Cómo fue el entrenamiento?- saluda Kari-chan
-Agotador como siempre. Física y psicológicamente hablando- Mamori respondía a su buena amiga
-¿Y cómo estuvo el capitán demonio que tanto le gusta a la manager?- Kari decía mientras reía discretamente
-Kari-chan deja de molestarme ¿sí?
-No lo entiendo. ¿Por qué no le dices de una vez lo que sientes?
- ¡Pero qué dices!
-Vamos Mamori, solo quedan tres semanas de clases. ¿No crees que sea tiempo ya?
-No puedo…es...complicado. El solo verlo todos los días me hace feliz, así que prefiero quedarme así.
-Pues no deberías. Algún día te vas a arrepentir de haberte guardado lo que sientes para ti misma. Es necesario expresar ese tipo de cosas amiga mía. Anda, hazlo!
Anezaki sabía que su amiga tenía razón. Era duro mantener en secreto lo que sentía. Así que pensó en la posibilidad de declararse como corresponde aunque le daba mucho miedo la respuesta de esa persona. Pero esa misma tarde, la ojiazul se armó de coraje y después del entrenamiento vespertino de los Devil Bats, decidió hacer lo que Kari-chan le había propuesto.
Mamori se dirigió a la entrada del Instituto donde se encontraban los casilleros donde colocaban sus zapatos y apoyada de espaldas al casillero de Hiruma Youichi esperaba a que él apareciera.
Mientras se armaba de valor para decir lo que venía decir, el quarterback de los Devil Bats, quien había llegado al lugar exclama….
-Pero si es la "maldita manager come pastelillos"…
Este comentario hizo que Anezaki se ruborice a tal punto de querer salir corriendo del lugar. Pero no podía, había decidido decirle a aquel hombre lo que sentía por él. Ese tenía que ser el momento ya que desde hace bastante tiempo había querido confesarlo pero….simplemente había sido imposible.
-Hi...Hiruma-kun (hablaba mirando hacia abajo)…yo….necesito decirte algo…
Hiruma, quien la veía con extrañeza, sabía lo que ella intentaba decirle…pero él no quería escucharlo. Era imposible manejar una situación así en esos momentos.
Terminarían la preparatoria en escasas tres semanas y tenía que prepararse para la entrada a la Universidad. Además de no querer tener este tipo de "complicaciones" y menos con esa mujer, a pesar de serle bastante útil (pensaba para sí).
Youichi-kun, tras pasar exitosamente el examen de ingreso, se había incorporado a la Universidad Saikyodai, la cual tenía uno de los mejores equipos de fútbol americano de la región. Eso era lo único que importaba en ese momento y nada más.
-Habla ya jodida manager! Tengo cosas importantes que hacer.
-…...Lo siento, es que…no es fácil decir esto. Realmente es complicado.
Para Mamori era la cosa más vergonzosa que hubiera hecho en toda su vida, y frente a esa persona se hacía más terrible todavía. Era tanto su nerviosismo que no paraba de jugar con el supuesto gatito que ella había confeccionado hace tiempo junto a otros dos para sus queridos amigos Sena y Riku.
-Si tanto te estresa, entonces no lo digas…. No lo menciones.
-Es que necesito hacerlo, sino….no podrá estar tranquilo mi corazón. Hiruma-kun…tu me gust…
Hiruma, interrumpiendo a Anezaki exclama…
-Lo siento…..no tengo tiempo para esto. En verdad, no me interesan estas cosas.
Sin decir más, dio media vuelta y se fue.
Mamori, inmóvil, con la mirada fija en la figura de la persona que ella tanto quería y que se alejaba cada vez más y más, tratando de asimilar lo que había ocurrido, dejó escapar una triste lágrima que recorrió su mejilla hasta caer sobre el suelo frío del Instituto Deimon.
De alguna manera…...sabía que terminaría así.
