1-Un nuevo mundo
El camino de la costa describía largas curvas por encima del mar y cada recodo mostraba un paisaje impresionante de la rompiente. Pequeños brotes y líquenes se derramaban por las laderas de pura piedra empapadas por las salpicaduras de agua salada. Las plantas florecían en dorados y fucsias intensos y sus hojas como lancetas formaban patrones de encaje al descender la roca incrustada de sal. El mar bullía en un verde metálico…Sin embargo, la maraña de pensamientos que atestaban el cerebro de cierta castaña le impedía disfrutar del paisaje. Cómo iba a echar de menos Italia, su hogar en los últimos cuatro años.
Para no hacer más dolorosa la partida decidió dejar de mirar por la ventanilla, aunque mirar al señor que roncaba a su lado, tampoco era una opción demasiado atractiva asi que optó por cerrar los ojos y pensar que haría al llegar a Inglaterra. Cuatro años sin ver a sus amigos, sin verle a él. Si, él había sido una de las razones por las que había decidido irse, huir como una auténtica cobarde, dejándolo todo y a todos. A veces, aún se recriminaba su falta de agallas para afrontar la situación pero después de su última conversación, decidía que había hecho lo correcto; Ron Weasley se había comportado como un perfecto imbécil.
Flahs Back
-Herms ¡casémonos!¿A qué estamos esperando?- le preguntaba incesantemente ,con cierto tono de súplica.
-Ron, lo hemos hablado ya cientos de veces-respondía ella cansinamente-no sé cómo no te cansas de hacer la misma pregunta, porque por lo que a mí respecta me cansó de darte la misma respuesta.
-¡Pero si nos queremos!-exclamaba él sin poder entender que era lo que impedía a su novia dar el siguiente paso-Llevamos dos años juntos y todo va bien…-suspiraba derrotado dejándose caer en el sillón de su entonces apartamento en común.
-Te lo he explicado mil veces Ron-contestó mirándole seriamente a los ojos, aunque sin prolongar demasiado el contacto pues aquellos ojos azules la desarmaban-Somos muy jóvenes apenas hace dos años que salimos de Hogwarts además los dos estamos enfrascados en nuestros respectivos procesos de aprendizaje para poder desarrollar nuestros empleos con la mayor eficacia posible…
-¿Es por eso?-inquirió el pelirrojo ofendido- Herms,¿ hasta cuándo vas a seguir dando más importancia a los libros que a mí?¡Por Dios Herms llevas toda, repito toda la vida estudiando! Y no me vengas con la gilipollez de la edad pues mi hermana y Harry se casaron en cuanto ella ¡abandonó Hogwarts!
-Pero es diferente Ron, ellos también se declararon su amor mucho antes que nosotros-contestó ella recalcando la palabra "antes" pues sabía que a Ron eso le dolía enormemente pues no dejaba de reprocharse el tener que haber estado en peligro de muerte para decidirse a besarla.
-Igual es que ellos DOS sí se quieren y nosotros no…
-¡¡Eso es lo que piensas!!-grito ella levantándose bruscamente del sofá-¡Por fin hablas claro Ron Weasley! ¿Es eso lo que realmente piensas? ¿Qué yo no te quiero?-preguntó la castaña fuera de sí.
-Pues francamente sí que lo pienso, sino no entiendo ¡porqué no nos casamos!- exclamo frustrado ya que hacía mucho tiempo que esos pensamientos le atormentaban.-Es lo que hacen todas las parejas que se quieren, sino mira a Harry y…
-¿¡Quieres dejar de meter a Harry y a Ginny en todo esto!?-le interrumpió Hermione perdiendo por completo los pocos estribos que le quedaban-¿Si Harry se tira por un puente tu también te tiras o qué?¡Quieres dejar de ser Harry Potter dos!!Me aburres Ron,siempre Harry esto Harry lo otro…yo quiero a Harry tanto como tú pero vas a hacer que lo odie como lo sigas metiendo en!TODAS las discusiones de pareja que tenemos!
-¿¡Qué mierdas has querido decir con Harry Potter dos!!-exclamó el pelirrojo con la cara tan colorado como sus propios cabellos, señal inequívoca de que había perdido por completo los papeles-¿A lo mejor deberías haberte enamorado de Harry,no? ¡¡La esposa del niño que sobrevivió!! ¿Te suena mejor que la esposa del pobretón Weasley,cierto?A veces pienso que estás conmigo porque no puedes estar con¡ él! ¡Intentó de señora Potter fracasado!...
Pero un sonoro bofetón interrumpió el discurso del pelirrojo que automáticamente se llevo la mano al moflete afectado por el golpe. Le dolía, pero aún más daño hacía la mirada de Hermione.
-Vete ahora mismo de aquí-ordeno la castaña sin ni si quiera mirarle a la cara-no quiero volver a verte nunca más.
Lo último que Hermione oyó fue un sonoro portazo porque después sus oídos se taponaron a causa de las lágrimas.
Fin del Flash Back.
"Atención pasajeros pónganse los cinturones de seguridad nos disponemos a aterrizar, gracias."
La voz de la azafata sacó a Hermione de sus pensamientos y se dispuso a abrocharse el cinturón tal y como la azafata estaba indicando. Tras ponerse en "posición de aterrizaje" se frotó los ojos para despejarse, pero al notarlos húmedos se maldijo !no podía seguir doliéndole recordar a Ron, no podía! Ella había sido la que le había expulsado de su vida, ella había sido quien había aceptado la oferta para irse a acabar sus estudios a Italia y la que había decidido volver para afrontar su pasado de una buena vez, aunque el hecho de estar invitado a la boda de Luna Lovegood y de Theodore Nott también había influido.
Cuando bajó del avión, supo lo que más iba a echar de menos de su querida Italia; el sol. Miró a las nubes del cielo con fastidio y se apresuró a entrar en la terminal. Tras recoger las maletas, miro a sus alrededores con la estúpida idea de que alguien, alguno de sus amigos hubiera ido a recogerla "No seas estúpida Hermione, todos tienen mejores cosas que hacer que venir a buscar a la hija pródiga", y sin más tomo sus cosas para buscar un callejón donde poder aparecerse en su nuevo apartamento .
Tras pelearse por no morir aplastada por sus maletas mientras subía las escaleras, abrió la puerta de su apartamento…
¡¡SORPRESA!!-gritaron varias voces al unisonó, haciendo a la castaña volver a cerrar la puerta del susto mientras se caía sobre sus maletas "de puta madre Hermione". Mientras trataba de levantarse la puerta volvió a abrirse dejando ver un cabello rojo como el fuego que le miraba con expresión burlona mientras trataba de contener la risa.
-¿Acaso ya no reconoces a tus viejos amigos?-pregunto Ginny Wealey al mismo tiempo que le tendía la mano a su amiga.-Te hemos echado mucho de menos Herms-Concluyó con una enorme sonrisa.
-Y yo a vosotros-dijo mientras abrazaba a su amiga ¡Dios cuanto la extrañaba!
-Pasemos adentro hemos montado una mini-fiesta para ti-explico la pelirroja mientras ayudaba a Herms con las maletas-¡Por Merlin que llevas aquí adentro! Sólo espero que haya algún regalo para mí-añadió guiñándole un ojo. Ginny era una de las pocas personas con las que había mantenido una buena relación a pesar de la distancia, junto con Harry y Luna.
-Miren nada más quién regreso a su antiguo hogar, ¡Nuestra ratita de biblioteca favorita favorita!-exclamó cierto moreno haciendo aspavientos con los brazos-¡Bienvenida Herms!
-Harry, yo también te extrañe, pero si me matas ahora no me harás ningún favor-dijo Hermione en un murmullo pues apenas podía respirar debido al enorme abrazo-estrujón que le estaba dando su mejor amigo.
-Lo siento Herms-se disculpo.
-No pasa nada Harry, eso me demuestra las ganas de verme que tenías-respondió mientras se frotaba suavemente el cuello un poquito enrojecido debido al fervor de su amigo-¡Y miran nada más quienes están aquí!¿Cómo están los futuros esposos?
-Yo tranquila, pero él nervioso perdido-contesto Luna haciendo alarde de esa honestidad que le era tan característica, mientras le guiñaba un ojo a su prometido-Menos mal que has venido, aunque te has hecho de rogar ¿eh?-apostillo con una enorme sonrisa abrazando a su amiga.
-Seguro que algún italiano la ha entretenido más de la cuenta-concluyó Theodore dándole un sonoro beso en la frente-Luna estaba histérica pensando que se iba a quedar sin una dama de honor.
Todos rieron ante el comentario del ex –Slytherin quien se había integrado a la perfección en el grupo desde que comenzó su relación con Luna hacia ahora cinco años. La noche transcurrió tranquila con numerosos brindis en honor a Hermione mientras está contaba anécdotas de su vida en Italia. A eso de las dos de la mañana decidieron que ya era hora de retirarse para que Hermione pudiera deshacer sus maletas asi, además la boda era en dos días y mañana aún tenían que ultimar detalles.
-Mañana quedamos a las doce del mediodía, te pruebas tu vestido de dama de honor y comemos juntas ¿ vale?-propuso Luna mirando a la castaña-La verdad es que igual te esta grande-añadió mirándola de arriba abajo-pensé que engordarías más a base de pizzas y pastas varias.
-No tienes remedio-dijo Hermione moviendo a la cabeza de un lado a otro mientras sonreía.-Alli estaré.
Después de despedirse agradeciéndoles la gran e inesperada bienvenida que le habían recibido, sólo quedaron en su apartamento Ginny y Harry.
-¿Cuándo empiezas a trabajar en el ministerio?-le preguntó Harry mientras tiraba a la basura los restos de la cena.
-Me incorporare la semana-respondió dejándose caer en su nuevo sofá-Kingsley me ha dado unos días para adaptarme y todo eso, aunque estoy impaciento por empezar a trabajar, además el departamento de misterios de Inglaterra es uno de los mejores del mundo por no decir el mejor.
-Hay cosas que nunca cambian…-se dijo Harry más para sí mismo que para Hermione.-Voy a llevar a tu habitación las maletas para ahorrarte unas cuantas contracturas en la espalda.
-Gracias Hércules Potter-contesto la castaña poniendo voz de damisela en apuros, lo que provocó la risa del moreno que abandonó la estancia.
Hermione se levantó del sofá a duras penas…desde luego las horas de vuelo empezaban a hacer mella y se dirigió a la cocina donde se encontraba Ginny.
-Esto ya está limpio…-afrimó la pelirroja con cara de satisfacción al ver lo limpia que le había quedado la cocina "Bendita magia".
-¿Puedo preguntarte algo Gin?
-Claro, dispara.
-Cómo…cómo esta…él…
-Deduzco que por él te refieres a mi hermano-aseguró Ginny con cierto deje de tristeza en la voz. A ella le había afectado mucho la ruptura de la pareja.-Pues el día que…se acabó lo vuestro-continuo con dificultad- hizo las maletas y se fue a Francia a terminar sus prácticas como auror y regresó a casa hará ahora un año.
-¿Irá a la boda de Luna y Theo no?-agregó la castaña inocentemente mientras se servía un vaso de agua.
Ginny asintió lentamente con la cabeza sabiendo que el momento del reencuentro iba a ser muy tenso.
-¿Nos vamos ya preciosa?-pregunto Harry asomándose por la puerta.
-Si claro, Herms debe descansar y además mañana nos toca un día ajetreado de ensayos, vestidos y charlas-explico Ginny guiñándole un ojo a su amiga.
-Gracias por todo chicos-agradeció la castaña dándoles un beso en la mejilla a cada uno.
-¡Hasta mañana Herms!-exclamo la pelirroja antes de desaparecer por la puerta.
"Como los echaba de menos "pensaba Hermione mientras se adentraba en el baño dispuesta a ducharse. Salió del baño con las pilas recargadas, al menos con suficiente energía para deshacer las maletas asi que decidió abrir las ventanas para que su habitación se inundara con la noche londinense que parecía darle la bienvenida con un cielo lleno de estrellas y una luna preciosa. "Después de todo el tiempo es clemente "pensó mientras con suaves movimientos de varita la ropa salía disparada de sus valijas para ir depositándose de forma ordenada sobre los diferentes armarios y cajones de la estancia. En diez minutos todo estaba en su lugar…o casi todo. Tomo una foto que se hallaba en su bolso de mano y la saco con sumo cuidado mirándola con añoranza y tristeza. En aquella foto tres chicos sonrientes le devolvían la mirada mientras sonreían. En ella salían ella, Harry y Ron. Al pensar en este último una triste mueca más o menos parecida una sonrisa se dibujo en su cara mientras una diminuta lágrima traviesa surcaba su rostro. "Podíamos haber sido felices" se dijo mientras colocaba la foto en un marco sobre su mesilla. Se dirigió a los ventanales con la intención de cerrarlos, pero permaneció allí, mirando las estrellas suspendidas sobre los edificios. Desde donde estaba, parecían tan remotas y frías como piedras pegadas a un trapo color azul marino, y sintió su propia lejanía, la gran distancia que la separaba de la gente y las cosas que conocía. Como se había deslizado, sin sentirlo, en otro mundo. Finalmente, decidió dejar las ventanas abiertas y se deslizó entre las sábanas húmedas quedando dormida al instante.
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-¡¡Esto es una jodida podrida asquerosa y putrefacta mierda!!
-¿Quieres relajarte? Por muchos improperios que lances las cosas no van a cambiar…yo si fuera tú probaría con otras medidas.-dijo un moreno con cierta sorna en la voz.
-Vete a la mierda Blaise, esta es mi casa y maldeciré las veces que me dé la gana.-concluyo un rubio golpeando la mesa de su escritorio tan fuerte que le causo un boquete.
-No seas idiota Malfoy, no es necesario que te desgracies la mano-bufó Blaise-si quieres encontrar esposa necesitarás las dos pezuñitas sanas y salvas.
Malfoy deseo en ese momento estrangular a su amigo, pero sabía que le hablaba así para intentar tranquilizarle… ¡Dios! no se podía creer que su padre le siguiera jodiendo la vida aún después de muerto. Esa mañana mientras se desperezaba en una cama que le era ajena con una chica de la que apenas recordaba su nombre, recibió una llamada de su abogado diciendo que se reuniera inmediatamente con él en su despacho. "Maldito gilipollas, yo que esperaba echar el de despedida" pensaba mientras se arreglaba a desgana pensó en qué narices podía ser tan importante. Dejó el apartamento de "la rubia explosiva de tetas grandes" si, si la llamaba asi seguro que la recordaría y se monto en su flamante mercedes" ¿Para qué vas a desaparecerte si puedes fardar en un cochazo?"en dirección al despacho del abogaducho.
-Señor Malfoy, siento comunicarle la existencia de una clausula que hasta ahora había pasado inadvertida para nosotros-tomó aire y continuo-al parecer su padre se había encargado de atar todos los cabos sueltos que a su vida corresponden….
-¿Quiere ir al grano Fletcher? No tengo toda la vida…-le interrumpió Malfoy sin miramientos. No sabía como aquel hombre tan enorme de un metro noventa y tres y, bueno, decir que estaba gordo sólo habría sido cortesía. Era una desmesurada montaña de carne, de ojos hundidos y carrillos salientes que le daban aspecto de San Bernardo. Vestía un extravagante esmoquin a cuadros rojos, verdes y negros que dentro de lo posible, le hacía parece aún más corpulento, pero a fin de cuentas era el mejor abogado del mundo mágico.
-Bueno en el testamento de su padre usted es el único heredero como ya sabes, no me interrumpa señor Malfoy-pidió Fletcher haciendo un movimiento con la mano-pero la clausula que antes mencione dice lo siguiente:"Si el señor Draco Malfoy, hijo de Lucius y Narcisa Malfoy, no ha contraído matrimonio antes de su vigésimo cuarto cumpleaños será desposeído de su herencia, y de todos los privilegios que ella conlleva"-finalizó el abogado.
-¡¿Draco!?-exclamo Blaise sobresaltando al rubio-Estoy empezando a ver humo por tus orejas…
Desde que el su amigo le había mandado la lechuza con una nota en la que aparecía escrita la palabra "Lucius" supo que algo muy malo había pasado. Nada bueno se podía esperar de aquel hombre. Así que al llegar a la mansión Malfoy y ver la cara descompuesta de su amigo adivino que sus sospechas eran ciertas. Tras contarle Draco su problema no puedo evitar admirar la astucia de Lucius pues le había dando a su hijo donde más le dolía…desde Hogwarts tanto Draco como él habían sido unos mujeriegos empedernidos, no les importaba en absoluto los sentimientos que podían tener aquellas mujeres que pasaban por su cama…la única condición que ponía Draco es que fueran de sangre limpia, cosa que él no compartía "para dar una vuelta cualquier escoba es buena". Al acabar el colegio Draco heredó toda la fortuna de sus padres, y se dedicó a disfrutar de ella, y eso incluía mujeres. Muchísimas mujeres asi como fiestas ostentosas, coches de lujo, ropa cara…la buena vida, vamos. Lucius sabía lo que le gustaba a su hijo, asi que si quería asegurarse de que el apellido Malfoy perdurase, tenía que obligar a Draco a contraer matrimonio por medio del dinero, otro punto débil de su hijo.
-¿Y si no te casas?-inquirió Blaise mientras se encendía un cigarro-En el ministerio no te pagan para mal…
-Sí, pero con mi sueldo del ministerio me sería imposible mantener este nivel de vida, y créeme amigo mío que no voy a renunciar a él…
-Pues entonces sólo tienes una opción-dijo Blaise soltando una bocanada de humo.
-Lo sé…-contestó el rubio más que desanimado. ¡Cómo odiaba no tener el control de la situación!
-De todas formas no todo está en tu contra-comentó sonriendo el moreno tras unos minutos de silencio-Tienes la boda de Nott para conocer mujeres…además como todas saben que ira el soltero más codiciado de Inglaterra, así que seguro que irán con chapa y pintura hasta arriba.
-Quizás tengas razón…-afirmó Draco un poco más tranquilo-Aún así me queda casi un año hasta cumplir los veinticuatro…
-Si, pero no has contado qué es nada más ni menos Draco Malfoy el que se tiene que enamorar…-el rubio clavó sus orbes grises en su amigo entendiendo perfectamente lo que quería decirle. A decir verdad la empresa de que él se enamorase la veía más que difícil, imposible.
-Nadie ha dicho que tenga que haber amor de por medio-agregó pensativo.
-Tú sabrás…-concluyo bostezando de manera que podía haberse comida la habitación entera.-Será que mejor que me vaya a dormir-añadió mientras se levantaba con dificultad encaminándose a la puerta-y tú deberías hacer lo mismo, Nott nos necesita para infundirle ánimos….aun no me creo que se case.
A Draco se le iluminó la cara. Estaba realmente feliz por la boda de su amigo Theo.
-Tienes razón. Buenas noches-dijo sin levantarse del sillón-y…gracias por todo Blaise.
-De nada hermano.
Las velas del estudio de Draco se habían consumido. Bajo la agonizante luz del fuego, las esquinas de la larga estancia se encontraban en sombras. Draco consultó el reloj de oro de la repisa y comprobó que eran más de las dos de la madrugada. Se incorporó del sofá dispuesto a dormir, o al menos a intentarlo. Mañana sería otro día.
Espero que le hay gustado el primer capítulo de mi fic. Aviso que este fic será bastante bastante largo, pues esta historia apareció hace mucho tiempo en mi cabecita y la he ido completando a través del tiempo.(Es un dramione ,pero va más allá de eso) Espero que sea de vuestro agrado.
Os pido que me mandéis reviews con opiniones de todo tipo, a poder ser constructiva, pues la historia más o menos está encaminada, pero aceptaré moldearla si las ideas son buenas.
Un saludo,
Brenna
