Para Tsuki-Dei, porque es tu culpa que haya acabado escribiendo esto.

Por cierto, no es un SasoDei, aún no me agrada esa pareja, pero la interpretación es libre

Es uno de los dos drabbles que he escrito intentando comprender a Deidara... Fue rápido y escribir sobre Deidara nunca se me dio bien. No me odiéis mucho.

Disclaimer: los personajes pertencen a Masashi Kishimoto


Mírame, danna. Mira lo que estoy a punto de hacer. Observa con cuidado lo que va a ocurrir, desde donde quiera que estés. Ahora verás arte, la mejor obra que jamás haya existido. Me alegro de que estés muerto. Así podremos reunirnos y tendrás que admitirlo: estabas equivocado. Arte que perdura a través de los tiempos… ¡qué tontería!

Yo te haré comprender, haré que el mundo entero lo comprenda. Incluso haré que ese bastardo de Uchiha Sasuke lo vea, aunque no le vaya a dar tiempo a asimilarlo. Y pensar que le voy a dejar ser parte de mi mejor obra… La más grande obra de arte: yo mismo.

Supongo que en eso sí que coincidimos, ¿verdad, danna? Tú te convertiste en marioneta, tú fuiste tu mejor creación. ¿Qué mejor que nosotros mismos, los artistas, para hacer partícipes al mundo de estas maravillas? Nuestros cuerpos, nuestras mentes, aquellas que han sido capaces de entender la verdad… No hay nadie más preparado que nosotros para convertirse en belleza, no hay nadie que lo merezca más. Tú también pensabas así, como yo, como los grandes artistas deben hacer. Por eso, intentaste convertirte en algo atemporal, permanente, imborrable, de acuerdo a tu idea de arte. Un acto estúpido, danna.

Tu muerte tuvo que demostrarte tu garrafal error. Aunque hubo otro: tu corazón. Para ser un verdadero artista tienes que dejarte llevar, sentir y conocer. Tu corazón te era necesario para seguir creando, pero nunca pudo ser parte de tu obra. Y, finalmente, provocó el fin de tu arte. En cambio, mi corazón es la verdadera llave del mío. La boca en mi pecho es una puerta al mismo. El corazón es la clave final. Allí se mezclará la última cantidad de arcilla con mi chakra, mi sangre y todo lo que soy.

Mírame. Hazlo. Abandoné todo para hacerme a mí mismo, convertirme en mi propia creación, sin que el resto pudieran manchar la belleza latente en mí, la misma que ahora va a ser liberada. Ya estoy listo, danna.

Observa mi arte y la belleza que nunca has podido apreciar. Admira mi última obra, mi última explosión. Admírame esta vez.