Down with the Sickness
by Aiolos.
Sus pasos resonaban en el estrecho y oscuro pasillo, transportando el eco de su avance hasta los más recónditos rincones de su división. Hoy estaba bastante contento. La perspectiva de un experimento tan importante como el que iba a realizar en breves momentos, hacía que una sonrisa taimada y cruel en extremo surcase su cara. Una sonrisa si cabe más aterradora que cualquiera de sus gestos serios de enfado. Una sonrisa que vaticinaba dolor y horror para alguien o algo.
Ladies & Gentleman
Boys & Girls
Dying time's here
En una habitación oscura y maloliente, iluminada solamente por pequeños resplandores provenientes de los variopintos aparatos eléctricos, que llenaban con sus artificiales sonidos la estancia, un cuerpo esperaba. Un cuerpo vivo encadenado a una mesa de operaciones. Ya apenas podía apreciarse que era antes de ser atrapado por el hombre que se acercaba, de tantos experimentos y modificaciones que habían sido realizadas sobre él. Simplemente respiraba y en su cerebro, un único pensamiento recorría la red neuronal: escapar.
Poco a poco, el ruido de los pasos de su torturador fue penetrando en su interior, interrumpiendo las conexiones eléctricas y enzimáticas.
Can you feel that?
Al darse cuenta de lo que ocurriría cuando él llegara, el ser comenzó a debatirse sobre la superficie fría de metal, pero sus fuerzas apenas le llegaban para producir un suave tintineo de las cadenas de metal. Una vez más, se rindió.
Ah, shit
Poco antes de que el hombre llegara a la puerta de la habitación, comenzó a oírse un silbido alegre y siniestro. Auguraba grandes divertimentos para uno y grandes sufrimientos para otro.
Finalmente, alcanzó la puerta y la empujó con fuerza. La luz se derramó rauda por la habitación, iluminando la mesa de metal y sobre ella, a eso. El ser que reposaba encadenado, volvió hacia el hombre que había entrado, lo que anteriormente sería una cabeza, ahora sólo reconocible por los ojos llenos de miedo, que brillaban entre decenas de cables y pequeños chips.
- ¿Qué tal estás hoy? – preguntó el hombre, como si estuviera hablando con un amigo.
- Graamm….mmm…aaeemm.
- Um, lo olvidaba, ayer te arranque la lengua.
El hombre se acercó a la mesa, la rodeo sin mirar al ser que seguía gimiendo sin poder hablar. Llegó a otra mesa, llena de matraces, columnas de destilación y demás instrumental de laboratorio, así como algunos aparatos eléctricos, muchos de ellos conectados al desgraciado cuerpo que reposaba en la camilla. Silbando, fue buscando lo que utilizaría para el experimento de aquel día.
Cogió un libro que había a su izquierda y al abrirlo para buscar una página concreta, una foto cayó sobre la superficie de la mesa. Al verla, algo se rompió en su interior. Su cara se descompuso en un rictus de horror y en sus ojos, recuerdos olvidados afloraron como al agua mana de una fuente, en lo más profundo de su mente.
El odio se mezcló con el miedo mientras arrugaba entre sus dedos blancos la foto. Y los recuerdos fluyeron hacia delante.
Drowning
deep in my sea of loathing
Broken your servant I kneel
Su mente gritaba mientras dos fuerzas opuestas tiraban de ella hasta romperla en dos mitades. Ambas empezaron a gritar a la vez, insultándose mutuamente, luchando por prevalecer, mientras en el exterior, el hombre dejaba caer el libro y se llevaba las manos a la cabeza, chillando de dolor.
La parte con atisbos de humanidad luchaba contra la parte totalmente animal y salvaje. Era esta una fuerza de la naturaleza, siempre deseosa de sangre, pero a la vez, sutil y apetecible como una fruta madura. Su voz era débil en comparación, mas su fuerza era mayor.
"¿Te entregarás a mí?", susurraba con voz dulce.
(Will you give in to me?)
Hacia tiempo que no sentía ese desdoblamiento en su mente. Hasta hacia unos instantes, un precario equilibrio se había establecido entre las dos partes, roto ahora por esa foto.
Poco a poco su parte más humana, aquella capaz de minúsculos actos de conmiseración, ínfimos, pero al fin y al cabo existentes, comenzaba a ceder, a hundirse, a deshacerse bajo el impulso de la mitad traicionera y cruel hasta extremos inconcebibles.
It
seems what's left of my human side
Is slowly changing in me
Volvía al ataque con su voz sibilina, volvía a incitarle, a hacerle caer en la crueldad gratuita más negra y profunda
"¿Te entregarás a mí?", insistía esta vez con más fuerza.
(Will you give in to me?)
A trompicones, el hombre se movió, apoyado en la mesa, mientras el sudor resbalaba por la mascara que cubría su cara. Apenas si podía andar bien, las rodillas le temblaban y balbuceaba palabras sin sentidos, tan fuerte había sido el ataque a su integridad psicológica. Finalmente, tras muchos intentos, se alejó de la foto y alcanzó una zona de la mesa, donde había una superficie reflectante, que le devolvió su imagen. Pero no era su yo de siempre. Algo había cambiado.
Looking
at my own reflection
When suddenly it changes
Había cambiado tan violentamente que al mirarse en esa pulida superficie no se reconoció. Sólo tras unos instantes pudo su cerebro, roto y desgarrado, procesar que ese era él.
Violently it changes (oh no)
Poco a poco, mientras seguía mirándose a si mimo, sintió como algo surgía dentro de él. Como las piezas se reorganizaban y encajaban de forma distinta. Como la nueva organización liberaba lo peor de él. Despertaba el demonio en él. Y ya no era más él. Ahora era otra cosa.
There
is no turning back now
You've woken up the demon in me
Y sin poder remediarlo caía en ella. En la enfermedad. En la locura, el único regalo que ella le dejó. Ella…su madre.
Get up, come on get down
with the sickness
Open up your hate, and let it flow into me
Get
up, come on get down with the sickness
You mother get up come on
get down with the sickness
You fucker get up come on get down with
the sickness
Madness is the gift, that has been given to me
Algo extraño ocurría, ya no era dos. Algo aparecía enfrente de él. Como si su cerebro proyectase sus demonios en la realidad tangible. Algo que le hablaba y que poco a poco iba adquiriendo forma. Una forma que le atormentaba en sus pesadillas más amargas. La forma que había en la foto. Su madre.
"Puedo verlo, puedo notarlo, puedo incluso olerlo. Tu miedo, tu locura. Tu enfermedad. Siento como crece en tu interior. Como se expande y devora toda tu mente. El que yo esté aquí, frente a ti, dentro de ti, es la prueba de que tengo razón"
I can
see inside you, the sickness is rising
Don't try to deny what you
feel
"¿Te entregarás a mí?", escuchó el hombre en el interior de su cavidad craneal, mientras ella le miraba con superioridad.
(Will you give in to me?)
Las palabras de la proyección penetraron hasta lo más hondo de su ser, levantando una niebla roja de odio y locura, terminando de matar lo poco de bueno que en él había habido. Lo corrompía, lo desgarraba, llevándolo a la descomposición más absoluta. Convirtiéndolo, al fin, en la nada.
It
seems that all that was good has died
And is decaying in me
"¿¡Te entregarás a mí!?", resonó el grito triunfal y terrible como un trueno en su mente.
(Will you give in to me?)
"¿Acaso no te gusta lo que hago? ¿No disfrutas siempre que llegas a este estado? ¿Te molesta el olor de tu pequeña parte de humanidad descomponiéndose? Pues, ven a mí. Más rápido. Yo podré aliviarlo. Lo sabes bien. Ven con tu mama."
It
seems you're having some trouble
In dealing with these
changes
Living with these changes (oh no)
El hombre intentaba resistirse a su voz. No dejarse llevar por sus palabras. Sabía lo que ocasionaría sino lo conseguía. Aún recordaba lo que ocurrió la última vez. Como le castigaron por no controlarse. Como todos le evitaban y le despreciaban. Por ser débil. Por ser tan peligroso. Por liberar el demonio.
The
world is a scary place
Now that you've woken up the demon in me
"¿No quieres abandonarte a mí? Pues recuerda, recuerda, recuerda…"
(And when I dream)
Cuando la voz se apagó, el cuerpo del hombre se tensó. Su boca se congeló en un rictus de horror, mientras sus ojos se movían a toda velocidad en las cuencas y dentro del mar oscuro de sus pupilas, los recuerdos aparecían. Recuerdos de una niñez largamente aborrecida. De una niñez absolutamente aterradora. De una niñez bajo sus garras.
No
mommy, don't do it again
Don't do it again
I'll be a good
boy
I'll be a good boy, I promise
No mommy don't hit me
Why
did you have to hit me like that, mommy?
Don't do
it, you're hurting me
Pero al invocar esos recuerdos también trajo otros consigo. Los que lo salvaron de ella. De caer en sus redes de nuevo. Recuerdos de cuando todo cesó. Cuando la mató.
Why
did you have to be such a bitch
Why don't you,
Why don't you
just fuck off and die
Why can't you just fuck off and die
Why
can't you just leave here and die
Never stick your hand in my face
again bitch
FUCK YOU
I don't need this shit
You stupid
sadistic abusive fucking whore
How would you like to see how it
feels mommy
Here it comes, get ready to dieY
entonces la determinación volvió a sus ojos. El
hombre se enderezó, recomponiendo su gesto adusto. La miró
a los ojos, mientras veía como la proyección
desaparecía. La niebla se desvaneció y al fin pudo ver
con claridad.
En su mente todo comenzó a acercarse, a juntarse. Formando un todo de nuevo. Un todo en precario equilibrio. Una sonrisa de triunfo surcó su cara y se volvió hacia la cama donde el ser apenas vivo esperaba.
Este había sido testigo de todo lo ocurrido, aunque no había visto a nadie más que al hombre que, cruelmente, había experimentado con él, ni había escuchado ninguna voz. Al ver, de nuevo, la cara del hombre, supo que su final había llegado.
- ¡Mayuri – sama! – llamó una voz de mujer desde detrás de la puerta cerrada -. El capitán general ha enviado un mensajero requiriendo nuestra presencia en el cuartel de la primera división.
- Ahora voy, Nemu – contestó Mayuri -. Sólo tardaré un segundo.
Con una velocidad pasmosa, asió con fuerza un cuchillo con una hoja curva de veinte centímetros de largo y se acercó lentamente a la cama. Se colocó a un lado de ella y colocó el brazo de forma que la punta de metal rasgaba la piel de lo que anteriormente debía ser el bajo vientre del hombre que allí reposaba. La hundió un poco en la frágil cubierta dérmica y con un destello de locura en sus ojos oscuros, rajó al hombre en toda su extensión, salpicándolo todo de sangre, oscura y espesa.
Un suspiro de satisfacción surgió de sus labios entreabiertos. Soltó el cuchillo y se dirigió a la puerta.
"Eso ha estado bien, hijo"
¿Verdad que sí? Me encanta rememorar viejos actos.
Y el hombre salió mientras reía por lo bajo.
FIN.
