¡Hola a todos he regresado, después de un buen merecido descaso he regresado con una historia, una historia corta; sorprendente viniendo de mi¿no es asi, no se preocupen seguiré escribiendo la porquería de full house, pero por diferencias con mis "socias" este se tardara en actualizar. He me aquí con una nueva historia de amor, no se que sea si angust, humor, romance o ¿que?... pero lo que si se es mi primera historia como solista¡sin ayuda de nadie!.
Advertencia.- los personajes no son míos, si no de masami kuramada, si lo hago es para divertirme y divertir a todo aquel que lo lea. Esta historia es shounen-ai así k en esta ocasión no esperen escenitas para adultos, bueno una que otra pero no se va a ver.
Nota.- es un universo alterno, así k olvídense de todo lo k saben de ellos, bueno no todo; solo recuerden como son físicamente.
Be Loved
Te Quiero a Ti
Dos chicos se encontraban descansando bajo la sombra de un árbol, sobre el fresco pasto, las personas iban y venían alrededor de ellos como la sombras que se producen alrededor de una fogata. Un alvino de cabellos color sakura, descansaba en el regazo de un peli-azul, admirando el rostro y como la luz que había logrado filtrarse a través del frondoso follaje delineaba la silueta de su acompañante. Este último atrajo su acompañante hacia si, envolviéndolo entre sus brazos, susurrándole tres palabras que el no pudo comprender o no quiso hacerlo.
Eres tan hermoso, cada día que paso a tu lado lo compruebo; desde la primera vez k nuestras miradas se cruzaron supe que eras alguien especial…
Un joven pelilila de unos 1.50 de altura caminaba desganado por un vestidor, trayendo puesto un short rojo hasta las rodillas. Poniéndose un gorro para natación azul –¿por que nunca aprendí a nadar?- se reprendía a si mismo. Respiro hondo y salio del vestidor rumbo a la piscina. –tu puedes, tu puedes- se decía a si mismo, mirando con miedo el agua desde la orilla. Decidido cerró los ojos y se arrojo teniendo como consecuencia que este se diera un golpazo, pues se había arrojado de bomba al chapoteadero. –haaayyy- articulo dolorosamente, temblando. –¿Por k hiciste eso?- le pregunto una voz, volteo de mala gana –por que quise respondió- enojado hacia el recién llegado. Topándose con un joven de 15 años aproximadamente, uno sesenta cinco de altura, tez ligeramente bronceada, cabellos añil y un rostro demostrando un poco de preocupación. –hee…- al pelilila se le había ido el aire ante la belleza del otro. –Veo que tu también vienes a natación- le sonrió gentilmente, lo tomo por los hombros y lo volteo hacia el otro lado. –Ahí es la clase para aquellos que no saben nadar- lo soltó y se retiro. El pelilila volteo hacia el, pero no lo pudo ver mas, suspiro pesadamente –gracias- agradeció a la nada y se encamino a la clase.
Al finalizar la clase, un desanimado joven se hallaba sentado en la orilla, sacando y metiendo arrítmicamente los pies en el agua. –vaya perdedor que soy… puedo estar en el club de atletismo de la escuela pero no nadar¿eso no es estupido, es increíble que casi me ahogara- mirada desilusionado su reflejo en el agua. –No deberías preocuparte tanto, es apenas tu primera clase, con el tiempo mejoraras- trato de animarlo el mismo extraño sentándose a su lado, chapoteando con sus pies. Volteo hacía el –gracias…por ser tan amable conmigo- dijo apenado. –no hay de que- respondió, dejando de chapotear. – ¿Como te llamas?- pregunto viendo la luz reflejándose en el rostro de su acompañante rostro. -saga, y tu?- adquirió sonriéndole gentilmente de nuevo. –mu- respondió devolviéndole la sonrisa.
Eras tan amble, una que otra vez me esperaste en la orilla solo para darme ánimo, para lograr llegar. Cuando terminaba la clase, me esperabas en el vestidor y me dabas uno que otro concejo…
-no llegaste ni a la mitad¿se te dificulta el nado de pecho?- pregunto preocupado, recargándose en una pared, trayendo un uniforme deportivo gris. –si, se me dificulta, avanzo tan poco que me frustro- admitió, desvistiéndose enfrente de el. Este sonrio y desvió la mirada hacia arriba –mas de una ves te he dicho que cuando nades lo hagas calmado, si no te hundirás, sin hacer fuerza o muy rápido, te mueves mucho y avanzas poco, sal a respirar cada vez que sea necesario, solo por que los demás aguantan mas la respiración no significa que tu debas aguantar igual…en el caso de nado de pecho tienes que hacer primero el braceo y después el movimiento de las piernas, no al mismo tiempo como los otros tipos de nados- dijo caminando hacia delante. –Son las ochos, ya me tengo que ir, adiós – se despidió. –si adiós- quitándose el gorro de natación.
Nos conocimos durante el verano… al terminarse los cursos creí que nunca nos volveríamos a ver, pero gracias a Dios me equivoque…
El joven pelilila mueve la cabeza en todas direcciones, inspeccionando su salón de clases, esperando encontrar alguien conocido. Al no reconocer a nadie, bajo la cabeza y camino hacia delante, buscando un lugar donde sentarse, siendo el elegido en 4ª silla en la fila de en medio, siendo la segunda banca de adelante hacia atrás. Dio media vuelta y salio apresuradamente del aura. Después de rondar por la escuela en busca de un conocido, camino triste a su salón, al solo encontrar personas que no le eran de su agrado. Se sentó pesadamente en su banca. –¿Cuando comenzará la clase?- susurro molesto. En ese momento un chico cayó sobre su banca, sorprendiendo en extremó al joven, que cayo de su silla del susto. –¡ya veras ayoros!- dijo entre risas, levantándose y regresando a pelear con otro muchacho, de estatura similar y cabello castaño. –¿eso es todo lo que puedes hacer?- se burlaba el otro, esquivando a su compañero.
El pelilila, vacilo varias veces pero al final, se asomo por la banca, viendo a ambos jóvenes pelear. El moreno termino ganando, sentándose en la silla al lado suya. Rápidamente advirtió que la riña había sido provocado por una discusión de quien se sentaría en la silla que estaba a su lado. Mentalmente maldijo su suerte por tener que compartir el ciclo con idiotas. – hola pequeñín¿te asustamos?- le saludo el joven, sonriéndole. Sus mejillas se tiñeron un poco y se sentó en la silla –nop…- negó, volteando en dirección opuesta. –si tu lo dices…- dijo burlón, volteando hacia el derrotado.
Este lo ignoro, se levanto y se puso a un lado del lemuriano –hola- lo saludo gentilmente. –Disculpa si te pegué o algo parecido- dijo un poco preocupado por el estado de el, aborchonando más al pobrecito. Volteo en dirección a el –¡hola¡no te preocupes, no me ha pasado nada...¿saga?- dijo disminuyendo gradualmente su tono de voz, hasta convertirlo en un susurro, al enterarse que el no era nada mas que el dulce chico que había conocido durante las vacaciones, formándose una adorable sonrisa en sus labios.
Créeme, nunca antes me había sentido tan feliz, el solo hecho de verte, me hizo dichoso. En ese instante reviví todos los instantes que pasamos juntos, pero tu…parecías no recordarme…
–me alegra oír eso- dijo feliz, convirtiendo la sonrisa en un gesto de duda gradualmente, –¿como supiste mi nombre?- adquirió pensativo, posando una mirada penetrante en el, como si tratara de descubrí de donde lo había conocido. Una gota de litro salio del cráneo de el. –¡soy mu, nos conocimos durante el verano en los cursos de natación- le respondió, sonrosando, mirándolo a los ojos, esperanzado. El se sonrojo –oh…discúlpame, es que la gente se ve tan diferente sin esas tontas gorras, que no te reconocí- se disculpo, se sentía muy apenado por su error. –haa, no importa, es bueno verte de nuevo- dijo sentándose.
No te preocupes, no me moleste por eso, solo me sentí un poco triste. Pero lo que en realidad me fastidiaba, era que me olvidaras mi nombre¿Qué tan difícil puede ser recordar mi nombre?…
Ambos chicos se topan en la entrada del salón. –Hola saga¿como estas?- saludo, caminando alegremente detrás de el. –muy bien ¿y tu?- respondió, sentándose en su lugar. – Excelente- respondió depositando su mochila en su silla y ocupando el lugar de ayoros. –me alegra oír eso, Oye¿ no sabes a que clase tenemos primero hoy?- pregunto, revisando sus cuadernos. –Física I- respondió, admirando el rostro de su compañero. –gracias- agradeció, sacando un cuaderno cualquiera y poniéndole burdamente en la pasta con marcador "fisica". –¡hola!- saludo una chica detrás de ellos. –Hola- respondió mu, - buenas tardes- saludo saga. –¿Como se llaman?- pregunto, sonriendo para ambos. –yo soy saga y el es…- musito saga, - ¿como te llamas?- pegunto rápidamente, volteando en dirección a su acompañante. –mu- respondió fastidiado. – Yo soy shina- dijo entre risas la chica. –hola- saludo un pelirrojo, poniendo su mochila en la fila continua. –soy mime- continuo haciendo una reverencia e indicando que se presentaran. –hola, yo soy saga, ella es shina y el es myu- respondió apuntando a los nombrados respectivamente. -no soy "myu", soy "mu"- corrigió malhumorado. Los recién llegados comenzaron a reír, -no es para tanto vaquita- balbuceo la chica. Mu gruño.
–Hola saga- saludo un chico rubio, que mantenía los ojos cerrados. –Hola buda- lo saludo, golpeando sus puños en diferentes ángulos. –¿como te ha ido en el bachi?- Pregunto, sin dejar de sonreír. –Muy bien¿y a ti?- respondió. –Bien- respondió. –Bueno fue un gusto saludarte, pero tengo que volver a mi salón- se despidió saliendo del lugar. –¿se llama buda, que extraño nombre- murmuro mu, -no se llama así, en realidad ese es su apodo; es que el mocoso se cree parido por las hadas y es según el muy budista- le respondió. –¿Y cual es su verdadero nombre?- pregunto. – me diras que soy un idiota, pero no tengo ni la menor idea, aunque estuvimos tres años en la misma escuela, en estas vacaciones se me olvido su nombre- respondió entre risitas nerviosas. –Gracias a dios existen los apodos- agrego.
Después de ese día, ya no me molesto que olvidaras mi nombre, después de todo "mu" no es un nombre tan común; además, te tomo menos tiempo de lo que pensé aprendértelo...
Mu caminaba tranquilamente por los pacillos de la escuela, rumbo a la salida. Cuando escucho a alguien gritar su nombre –¡mu¡¡espera mu!- corría saga detrás de el. Este se detuvo, a esperar a su compañero –¿que pasa saga?. –Se te olvido tu cuaderno…mu- respondió, extendiéndole el artículo. –Oh, gracias- dijo, tomando el cuaderno, metiéndolo en su mochila y continuo su camino. Repentinamente volteo –¿di-di-dijiste "mu"?- pregunto incrédulo, se acababa de dar cuenta que el le había llamado por su nombre, no le había dicho "tu", "oye", "muy" ni "myu". Una enorme sonrisa se formo en sus labios. –si…- respondió, sin entender la emoción del otro. –Gracias- dijo sonriendo de nuevo y corriendo rápidamente hacia la puerta, evitando que el otro viera su evidente sonrojo.
Me hubiera encantado acaparar toda tu atención, tal y como tu lo hacías; si de por si el solo hecho de que digieras mi nombre lograba la difícil tarea de hacerme sonreír. Pero en más de una ocasión deseé que ese chico que siempre trataba de sacarme platica o que te distraía, desapareciera. Aunque fuese una persona agradable, dulce, comprensiva, positiva, bastante juguetona y en ocasiones infantil, que alguna vez denominaste como tu mejor amigo, no fastidiara…
Era el receso y mu revisaba sus mensajes de texto, sentado en lugar. De pronto una mano le arrebata su celular, voltea a su derecha, encontrándose con ayoros revisando sus mensajes. –¿Qué, demonios crees que haces?-exigió saber, mirándolo de muy mala forma. –Revisando, que no hagas nada malo- respondió cínicamente. –¿Quien te crees? Para leer mis mensajes o agarrar mi celular!- pregunto furico, intentando arrebatarle el aparato, fallando en el intento. –nadie, pero como ya estamos hablando de cells- respondió cínicamente. –¿me pasas unos tonos?- pidió sonriente. Mu doblo el cuello rendido, mientras una gota hacia su aparición en su nuca.
Y no solo el fastidioso de tu mejor amigo, era irritable. También estaba ese chico raro con el que entablamos una amistad, uno de los tantos de mis antiguos compañeros de secundaria que entraron al instituto y al igual que los otros, no sentíamos simpatía el uno por el otro, pero como nuestra soledad era mucha y nos sentábamos uno al lado del otro, terminamos siendo amigos. Como odio su extraño hobby.
Era el receso, un peli-celeste toma el pelo de Mu y comienza a enredarlo en una pluma. –¿que haces?- pregunto el pelilila sin voltear a verlo, perdido en un libro de álgebra. Sonrió enormemente, dejo el mechón y se dispuso a buscar algo. Mu lo ignoro y siguió estudiando. Después sintió que alguien le jalaba el pelo, molesto agarro el grueso libro y con este golpeo la mano de afrodita, -no fastidies afeminado- refunfuño. –hay mu… estamos en receso y aun sigues estudiando, además no es para tanto, solo quería ponerte mono para él- repuso, tomando de nuevo unos mechones entre sus manos. El chico no pudo responder ni reclamar, más bien se quedo estático preguntándose a quien se refería con "mono para él". Aparentemente entendió por lo que se dejo hacer, mirando sonrojado la banca, preguntándose por que un peinado le ayudaría o mejor aun de que forma. –Ya llegaron- le susurro al oído, agrego –quédate aquí, que yo los traigo-. –hola muñequita…- el chiquillo escucho a una voz bastante conocida y vulgar en su oído. Inmediatamente se volteo topándose con ayoros recargado en la mesa detrás de el y completamente rojo, saga viéndolos extrañado, un sonriente shaka y un feliz afrodita adardeando por su logro. –¿Que me ven?- pregunto sin entender. –Pues te vemos muy…¿lindo?- respondió un sorprendido saga. –¿Lindo?...-dijo incrédulo, exigiéndole un espejo al afeminado. Al recibirlo se quedo petrificado, el joven traía unas colitas de cada lado. -¡#$&$· afeminado de &$#$¬$, comos e te ocurre hacerme unas €#€#$·$ colitas, ni que fuera puto!- dijo encabronado, quitándose las ligar y aventándoselas a la cara.
Incidentes como ese sucedían continuamente, eso me pasaba por confiarle mi pelo a un maldito afeminado¡¡sólo por que quería ser estilita no tenia que usarme como conejillo de indias!. Y ese no era el único chico raro que tenias como amiguito, también estaba ese baboso de Shaka, o como le solías decirle "buda", el y sus babosadas religiosas. Ni siquiera estaba en el mismo salón que nosotros, pero venia continuamente a sermonearnos sobre ser célibes y puritanos, a mi que ese era una jotita reprimida...si no lo era ¿por que se puso falda?.
Mu caminaba lentamente hacia el salón, esperando que en cuando llegara estuviera su amado saga, para poder platicar en lo que empezaban las clases. Pero toda maldita esperanza se esfumo cuando vio al güerito baboso vestido de pastorcita y para empeorar la situación sobre saga. –¿Que fregados sucede aquí?- gruño, saliéndole una gota en la nuca. –Hola mu- le saludaron ambos al unísono, ignorando la pregunta del carnero. –¿Que hace vestido de pastorcita sobre tu espalda?- exigió saber apuntándolo con el dedo. –no te asustes que buda no es puto, solo estamos practicando para la pastorela de la escuela, buda será la pastorcita indefensa que se cae del barranco y yo seré su ángel guardián- respondió, soltando a shaka, estampándose este ultimo contra el suelo. –¿Si como no?- dijo incrédulo, volteando hacia el lado contrario. –si leyeras la Biblia sabrías, que el amor entre hombres esta prohibido- dijo mirando hacia un lado contrario molesto. – haa…- suspiro pesadamente saga, al ver que de nuevo nos paleábamos.
Además del mocoso religioso, habia una aun mas latoso…" el filosófico", hablando de cosas que dudo que el mismo entendiese, nunca te cansabas de hablar con el, si no estabas peleando con ayoros, protegiéndome del molesto de ayoros, hablando sobre programas de televisión con afrodita, contradiciendo a shaka o haciendo tarea, hablabas con ese extraño pelirrojo de 3º semestre.
Ayoros escapaba de un molesto mu, -¡no te lo volveré a decir, devuélveme el celular cbron!- exigía, pisándole los talones al castaño. Finalmente lo alcanzo, le arrebato el celular y corrió lejos de el. Ahora el castaño corría detrás del pelilila. –¿por que me sigues!- le pregunto, mientras escapaba de el. Este no le respondió y siguió correteándolo, apunto del cansancio paso cerca del arco de la entrada, donde saga platicaba con el misterioso pelirrojo. Sin pensarlo corrió hacia su amado. –vaya nunca lo había visto así- musito saga, tomando su barbilla. –Se ve que no sabes nada sobre el mundo- le dijo mirando el piso. –pues yo creo que…-. - ¡quítamelo!- interrumpo el pelilila, chocando con el peli-azul de espaldas, tirándolo al piso boca abajo. –jaja jaja ja, vaya que rápido pediste la inocencia- se burlo el pelirrojo. Ambos chicos se encontraban alineados increíblemente exactos, tirado el uno sobre el otro, el de arriba bañado en sudor y teniendo su pelvis sobre el trasero de el. Y el de abajo se encontraba entre los brazos del primero. Ambos sonrojados. –Bájate- le ordeno saga, empujándolo parta que se bajara de el.
Es lo mas cerca que llegamos a estar el uno del otro y aunque a veces deseó saber que habría pasado si kamus no estuviese ahí…, lo que mas deseó saber es que habría pasado si no hubiese…
La noche ya había caído, ayoros, afrodita, mu y saga caminaban por el patio de la escuela. –Que tipo tan estupido- maldecía ayoros a Misti, el portero de la escuela. –mmm, que tipo tan raro- murmuro mu. –si¡¡vieja loca¿como es posible que no nos haya dejado salir, si ya terminamos nuestro examen y no tenemos mas clases, no tiene por k retenernos aquí- se quejaba afro. –Habrá que hacer algo en lo que llega la hora de salida- es decía calmado saga a sus compañeros. –¿que podemos hacer, terminamos a los 10 minutos el examen de historia y todos estamos exentos del examen de Etica y Valores, por hacer ese estupido trabajo- repuso mu bastante mal humorado. Y posiblemente se hubiesen quejado mas, pero en ese momento alguien le tapo los ojos saga este sonrió y dijo simplemente –déjame Shura-. Shura era el chico conocido en todos los salones, sumamente estupido pero carismático. Antes estas palabras todos voltearon a verlos. –Ya deja al niño- advirtió kamus mirando con severidad a su compañero. –kamus- llamo alegre saga, corriendo a su encuentro –¿que haces aquí, creí que hoy salías mas temprano?- inquirió, mirando con curiosidad al otro.
-así es- respondió Shura, -pero lo que sucede es que mi amiguita quería ver a "alguien" y se quedo a esperarlo, pero como andábamos los dos platicando muy cómodamente, se nos paso la hora y el loco de Misty no nos deja salir- finalizo, sonriendo picadamente. –¿A si?- dijo saga un poco sonrojado. –¿ y a quien esperabas?- interrumpió Ayoros, creando un espacio entre Saga y Kamus mas amplio. –Hola ayoros- saludo mal humorado el ultimo. –No quieren acompañarnos, andamos matando el tiempo, por que la loca de Misty no nos deja salir y tenemos dos horas libres- invitó afrodita. –¿y que van a hacer?- pregunto Shura interrumpiendo a Kamus de nuevo. –Aun no sabemos- respondió mu, sin quitarle los ojos de encima a Kamus.
-¿que tal si jugamos a la botella?- propuso Shura, -¡si!- apoyaron todos, menos Mu. –¿Como vamos a jugar a la botella si somos solo hombres?- cuestiono Mu. –no son necesarias la chicas, además estamos solos, Misty esta demasiado preocupado cuidadando la entrada, hyoga y seiya están en el gimnasio y los salones de 5º semestre que están en el ultimo piso están vacíos, solo tenemos que ir y jugamos haya- dijo, sin responder la interrogante del pelilila. Nadie tomo en cuenta al último y se dirigieron a un salón del piso mencionado. –aún no se como vamos a jugar- le susurro mu a saga. –Vamos a jugar como normalmente se juega- respondió, volteando hacia shura. –bueno en realidad jugaremos con una lata y tratándose de shura castigos medio severos- termino, marcándose unas rayitas azules debajo del ojo izquierdo a ambos, al solo pensar en los castigos. –Seamos positivos- murmuro ayoros a sus espaldas, -no estarán solos, nosotros también jugaremos- trato de ayudar, ambos voltearon verle sin mucha fe –bueno mejor piensen que esta Kamus, dudo que deje k shura les haga algo- ninguno se relajo.
Una vez en el salon por largo rato, teniendo como consecuencia que ayoros le bailara a shura, afrodita le hiciera un peinadito medio raro a kamus, shura lamiera el oído de kamus, kamus manoseara a shura y demás. Hasta que al fin llego el turno de mu, y Afrodita justamente le preguntaría. –¿verdad o reto?-. El pe-lilila estaba nervioso por los castigos poco decentes que los demás demandaban que se hicieran o que se habían realizado. – Verdad- respondió, decepcionando a la mayoría de los presentes. Afrodita sonrió,-¿es verdad que te gusta saga?- se la aventó directa. El carnero se quedo mudo y se ruborizo, no esperaba esa pregunta; todos los presentes, inclusive saga voltearon hacia el.
-he….- no sabia que repondré, por un instante su mirada se cruzo con la de saga, este se veía bastante consternado. Bajo el rostro para no verlo mas, aun no sabia si le gustaba a saga y no pensaba arriesgarse por lo que respondió. –no, a mi me gusta shion- todos se quedaron sorprendidos ante al revelación. Comentarios como "ya veo por k siempre pasas" , el típico "pero si eres su alumno", "es un hombre apuesto", "es buena onda" y unas sorpresivas "¿y tu le gustas a el? o por lo menos ¿sabe de tu sentimientos?" provenientes de saga. Todo voltearon sorprendidos en dirección a el. – he…¿el lo sabe?- cuestiono de nuevo, mirando lleno de felicidad mas que de asombro. El pelilila negó. –deberías decírselo, oí que el maestro ira a trabajar a la universidad el próximo semestre- dijo feliz y agrego – tal vez si se lo dices el ultimo día de clases acepte tus sentimientos- sonriendo aun mas.
No sabes cuanto me odie, por mi cobardía te perdí aquel día y por el resto de mi existencia; sin tan solo hubiera sabido que tu sentías algo por el…
- ¡Feliz navidad, Proximo año nuevo¡¡Disfruten sus vacaciones mocosos!- gritaba Dohoko, asesor del grupo de los muchachos. Todos empacaron lo mas rápido posible las pocas cosas que habían sacado durante el día. –¿no piensas ir a buscar al maestro shion, este será el ultimo día que lo veas- le recordó saga de nuevo, durante todo el día saga le había recordado que shion se iría y que si deseaba decirle lo que sentía se lo digiera ahora. –Si ahorita lo hago- respondió mu fastidiado de la pregunta de saga. –mmm…- musito poco complacido el joven peli-añil. Todos salieron del salón juntos, platicando de lo que harían en las vacaciones, a donde irían y apostando quienes no regresarían, entre ellos ayoros era una elección.
-¡ya les dije que si pase física!- gritaba ayoros cansado de las acusaciones. –si como no…- molestaba afrodita. –Como no…si sabemos que eres rebruto para la física- se burlaba mu. –Saga defiend…-pidió a la nada ayoros, volteando hacia donde había recordado ver a su amigo. –¿y Saga?- pregunto preocupado mu, que no lo veía por ningún lugar. –odio que ese lepe sea tan sigiloso- se quejo afrodita, corriendo hacia las escaleras. –afro tu buscas en el 2º y 3º iso, mientras yo en el 1º y la planta baja, mu busca a saga en el patio y los alrededores del gimnasio- ordeno ayoros, preocupado por una extraña razón, que mu no pudo entender.
Mu hizo lo que se le pidió, serca del estacionamiento fue capaz de ver a la distancia a saga y a shion hablando. Por curiosidad o esperando que saga no le haya dicho al maestro de matematicas de los "supuestos sentimientos" que el tenia hacia el. Se acerco sorprendentemente ágil y silenciosamente hacia ellos ocultándose detrás de la camioneta de la maestra de literatura.
El maestro metía una cajas con sus pertenecías a la cajuela del auto, ya ninguno hablaba, cosa que le pareció extraña. El maestro volteo hacia el joven a su lado y aparentemente pensaba decirle algo, cuando este lo acallo con su dedo índice. –Te amo- dijo el joven, mirando a los ojos al maestro. Mu quedo petrificado de la sorpresa, lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas. Sintió una gran desespera y frustración ante lo que había presenciado, se dejo caer hasta el piso y se sentó apoyándose en la llanta de la camioneta, abrazando sus piernas.
No supo cuanto tiempo mas duro ahí, pero se dio cuenta k eso no era una pesadilla cunaod el profesor paso a su lado corriendo hacia el edificio de la escuela. Se pego más al auto, poco después paso un cabiz bajo saga, que volteo hacia el sorprendido joven. –¿mu?- llamo, un poco asustado, temiendo que haya escuchado su conversación, se agacho a su lado. –¿que sucede?- pregunto, tomando sus manos entre las suyas. El pobre chico lo miro con los ojos vidriosos, apretó sus dientes y sus puños hasta que estos perdieron su coloración. Sin explicación, este le tiro un golpe a su compañero, llevándolo al piso. Se levanto violentamente y le grito –¡eres un maldito, si te gustaba shion me lo hubieses dicho- para después correr lejos de el, dejando su mochila.
El otro joven tomo ambas mochilas, en la mano la de us compañero y en sus espaldas la suya, corriendo detrás de su compañero para explicar lo sucedido. –¡mu, detente, por favor, no es lo que tu piensas!- le repetía frenéticamente, esperando ilusamente que se detuviera y le dejara explicar. Pero eso nunca sucedió. Cada vez que le llamaba aumentaba la velocidad o así le parecía.
Mu corrió hasta ya no oír mas sus gritos, llegando justo a tiempo a la parada del camión, cuando un ruta uno acababa de llegar, se subió, mirando hacia donde esperaba ver a saga, pero no le fue posible. –El camión no es de grapa…- le dijo un extraño hombre, pidiéndole dinero. Mu suspiro pesadamente, sacando cuatro pesos y dándoselos al camionero.
¿Por que no me alcanzaste, por que, por que, si tan solo me hubieras alcanzado… si lo hubieras hecho, no estaríamos en esta situación.
Dos chicos se encontraban descansando bajo la sombra de un árbol, sobre el fresco pasto, las personas iban y venían alrededor de ellos como la sombras que se producen alrededor de una fogata. Un alvino de cabellos color sakura, descansaba en el regazo de un peli-azul, admirando el rostro y como la luz que había logrado filtrarse a través del frondoso follaje delineaba la silueta de su acompañante. Este último atrajo su acompañante hacia si, envolviéndolo entre sus brazos, susurrándole tres palabras que el no pudo comprender o no quiso hacerlo. Este le respondió –yo también saga- murmuro, sonriéndole, tomándolo de las manos y besando sus labios posesivamente, sin importarle las miradas de los demas.
