¡Hola a todos! Lamento mucho mi retraso pero es que he tenido un blokeo que no me ha permitido seguir escribiendo u.u mi teclado se fundió D: y yo no cuento con mucha paciencia xD La verdad es que me pareció un mal fic xD así que lo ando corrigiendo, y empecé por ponerle una especie de introducción.También edite el primer capítulo y lo hice más largo hablando de otros personajes, les pido paciencia para el segundo, estará pronto!


Diez Años Atrás

'La pequeña Hinata ya tiene cinco años. Felicidades.'

'Gracias, también es bueno ver que Neji está creciendo sanamente.'

Mientras los adultos conversaban, la cumpleañera- desde su escondite detrás de su progenitor- miraba curiosa al otro hombre porque era idéntico a su padre en facciones, luego se fijó en que había un niño junto a quien le habían presentado como tío, ese niño le estaba mirando y la pequeña hizo gala de su timidez usando la yukata de su padre como escudo.

Neji aún seguía con la vista fija en ella, su expresión seria pasó a una de sorpresa y lo que se podría decir alegría cuando la pequeña Hyuuga le sonrío tímidamente, una vez que sus padres terminaron las formalidades y los demás adultos se acercaban a saludar a la niña del cumpleaños, el infante de ojos albinos se animó a hablar.

'Padre, esa niña es linda ¿Quién es?' le preguntó en su inocencia y entusiasmo.

Entusiasmo que fue apagado ante la mirada de preocupación que tuvo de respuesta.

' Padre…¿Qué pasa?'

'No, nada.' Le respondió Hizashi adoptando un semblante severo.

'Neji 'su mamá llamó su atención mientras se ponía a su altura. ', ella es tu primita Hinata y hoy cumple años.' contestó ella serenamente.

'Eso ya lo se.' refunfuñó Neji.

'Entonces…' continúo la mujer mientras sacaba un paquete del bolsito que traía con ella. '¿Porqué no le das tú su regalo?' Sugirió con una sonrisa.

Neji no dijo nada, sólo tomo aquél paquete cuidadosamente envuelto y corrió en busca de su prima, lo que provocó que a su madre se le escapara una risita.

'Amaya…' Hizashi pronunció el nombre de su mujer con sorpresa.

'Parece que a nuestro Neji le ha caído bien Hinata-chan.' murmuró incorporándose.

'Hiashi-sama los espera en su estudio.' había aparecido uno de los sirvientes, y luego de decir esas palabras los encamino a ambos hacia el interior de la mansión Hyuuga.

El pequeño de cabellera castaña por su parte continuaba buscando a su primita, buscó en el patio de juegos, el jardín y también en la cocina en caso de que a la pequeña Hinata le haya dado hambre, pero no tuvo éxito; entonces se aventuró a profundizar más su búsqueda dentro de la casa, y pasando por una habitación reconoció las voces de sus padres y su tío.

'Entonces con esto queda formalizada la unión del Souke y el Bouke' - Hiashi.

'Sólo espero que así cesen las disputas entre ambas' - Hizashi.

'Así será, así será. Con este legado que estamos dejando a Hinata y a Neji veremos el nacimiento de un nuevo clan Hyuuga en el que ningún miembro deberá someterse al otro.'-Hiashi.

'Ningún miembro a excepción de Neji y Hinata.' - Amaya, Neji nunca había escuchado a su madre utilizar el sarcasmo.

'Mujer… ésta es la mejor decisión que podemos tomar para el futuro de nuestra familia, para el futuro de Neji' - Hizashi.

'No, para Neji no. Estamos privándolo de su libertad, ésta debería ser decisión de ellos ¿Es que a caso no existe otra solución?' - Amaya.

'Los miembros del Bouke sólo se tranquilizaran con este compromiso, siendo Hinata la próxima líder de los Hyuuga y Neji el pariente más directo de la rama secundaria es su deber sellar la seguridad de la familia.'- Hiashi.

'Estoy seguro de que ellos lo entenderán y serán excelentes líderes.' - Hizashi.

'Sólo espero que no nos terminen odiando.'- Amaya.

Al escuchar como los presentes en aquél cuarto se disponían a salir, Neji se escabulló para que no lo vieran ahí.

A pesar de sus 6 años no por nada era llamado el prodigio de los Hyuuga y sabía que eso no sonaba bien; había cosas que no entendía como aquella enemistad de la que hablaba su padre y el temor de su madre a que algún día la odie pero sobre todo ¿Qué tenían que ver él y su prima en todo esto?

Sus pies lo llevaron al jardín otra vez y se encontró con una abuelita que disfrutaba tranquilamente del té, ella tenía el mismo par de ojos perlados, era de esas señoras rellenitas y de aspecto afectuoso, y al ver a Neji le hizo una seña con la cabeza para que se sentara junto a ella. Él obedeció y se colocó a su lado.

Permanecieron en absoluto silencio, ella bebiendo su té pausadamente mirando hacia el horizonte y Neji aún confundido tratando descifrar el significado de aquella conversación.

'¿A que Hinata-chan es muy mona?' Preguntó la mujer de avanzada edad sin mirar al pequeño.

Aquella pregunta sorprendió de sobremanera a Neji haciendo que se sonrojara por primera vez en su vida. Se sintió totalmente descubierto, él mismo le había dicho hace momentos eso a su padre por lo que sólo se atrevió a asentir.

La anciana le dio otro sorbo a su té y por fin se giró hacia el Hyuuga.

'Escucha Neji, tú y Hinata-chan están comprometidos' Eso llamó aún más la atención del castaño quien se dedicó a escucharla atentamente. '¿Sabes lo que eso significa?'

Él negó con la cabeza y sin darse cuenta apretó el regalo que llevaba en sus manos.

La anciana sonrió con lo que se podría decir picardía.

'Que Hinata es tu novia'

Neji continuó callado digiriendo lo que sus oídos acababan de captar. ¿Hinata su novia¿A eso se referían los adultos? Entonces no le pareció tan malo, inclusive aunque no era conciente eso le causó alegría y un cosquilleo en su pecho que le dio calidez.

'Por eso' No había terminado. 'Debes cuidar de ella, debes proteger a tu damisela ¿Entendido? '

'¡Hai!' respondió enérgicamente y la mujer sonrió más.

'Ya puedes irte. Debes entregar ese regalo ¿Verdad? Ella debe estar en el templo.'

Neji se había olvidado del regalo y también de que su madre le había dicho que debían ir al templo a orar, así que después de despedirse de la abuelita reanudó el camino para encontrarse con Hinata.

Y ahí estaba, sentada al final de las escaleras de piedra jugando divertida con unas flores que según Neji seguramente había cortado del prado que se debía cruzar para llegar. También notó que se había puesto una de las flores al costado de la oreja y aquel cosquilleo volvió a insistir diciéndole que se veía más linda.

El ojiblanco no hizo más que quedarse parado cruzado de brazos junto a ella que le miraba con la misma curiosidad de cuando se conocieron.

'Etto… tú…' murmuró la pequeña jugando con sus dedos. 'tú eres mi primo…Neji-kun…'

'Se quien soy, Hinata-chan' dijo él con su falta de tacto.

'Lo s-siento' se disculpó bajando la cabeza, se sentía avergonzada, su comentario fue tonto pero ella solo quería hablar con Neji, se preguntó porqué su primito la trataba así ¿A caso ella le hizo algo? Se propuso preguntárselo a él pero cuando subió la cabeza vio que Neji le tendía un paquete envuelto con un papel púrpura y con un listón blanco decorándolo.

'Feliz Cumpleaños' Neji susurró mirando hacia otro lado para quitarle importancia al asunto.

La peliazul se apresuró a desenvolver el regalo con emoción y sus ojos brillaron cuando descubrió que era una gallina de peluche, no era muy grande pero si lo suficiente para abrazarlo como lo hizo la cumpleañera.

'¡Gracias onii-chan!' exclamó la pequeña de ojos perlados en su regocijo, ese gallinita era muy mona y suavecita, y además con ese regalo las dudas de que a su primo no le cayera bien se despejaban.

Neji únicamente observaba como ella sonreía mientras decoraba también al muñeco con las flores, cuando ambos hicieron contacto visual la Hyuuga le dedicó otra dulce sonrisa que hizo que el castaño se sonrojara recordando lo del compromiso.

'Hinata-chan' vociferó el niño apuntándola con el dedo índice de manera intimidante.

La aludida lo miró con temor, pensó que quizás no debió llamarlo hermanito y la idea de que le arrebate a la Señora Gallina pasó por su cabeza.

'¿S-si, Ne-Neeji-kun?'

'Tú' seguía señalándola, cosa que ponía cada vez más nerviosa a la pequeña. Neji también lo estaba así que tomó aire y cerro fuerte los ojos mientras su rostro se teñía de rojo. '¡Tú eres mi novia!'

Bien, lo había dicho.

Hinata lo miró boquiabierta y pestañeó varios segundos, luego se llevó una mano a la cara para sentir como sus mejillas ardían y bajó la mirada apenada.

Aquello no parecía ser una pregunta así que no vio la posibilidad de negarse y tampoco quería hacerlo.

'Bu-bueno' dijo en un hilo de voz moviéndose de un lado al otro con el peluche abrazado al pecho.

Neji también parpadeó unos segundos al ver a su prima ladeándose de un lado al otro y murmurándole cosas al juguete, se veía contenta y eso animó al castaño a sentarse a lado de Hinata.

Los siguientes minutos permanecieron callados, excepto por las veces en que la pequeña le hablaba a la Sra. Gallina; tampoco se miraban, y cuando lo hacían de inmediato ambos dirigían la vista a otro punto con el sonrojo presente en sus caritas.

'Uhm…etto' la Hyuuga rompió el silencio. 'En-entonces…Ne-eji es mi koi' tampoco parecía ser una pregunta, ya que la pequeña Hinata reía divertida.

'Supongo' se limitó a contestar el castaño algo dudoso.

'Y… ¿y ahora que tenemos que hacer, Neji-koi?'

A su consanguíneo le gusto como sonaba, y sonrió de medio lado para contestar con sumo orgullo.

'Yo debo protegerte, debo cuidarte porque eres mi damisela.'

La joven heredera emitió un 'Oh' lleno de ilusión y dejó a un lado al juguete de algodón para comenzar a jugar con sus deditos sonriendo tímidamente, pero otra duda pasó por su mente y quería despejarla preguntándoselo a su primo quien ahora se encontraba examinando al juguete; Neji no entendía porque esas cosas le gustaban a las niñas inclusive tachó al pobre gallina de fea (Claro que él no admitiría que hace menos de un año logró despegarse de su conejito)

'Neji-koi'

'¿Mmm?' Ahora el niño de ojos albinos picaba con un rama al peluche; Hinata rió nerviosamente y se lo sacó con disimulo. '¿Qué pasa?' le preguntó por fin dedicándole toda su atención a la pequeña.

'Pues… esto… Neji-koi dijo que debía protegerme. Pero ¿Y yo que tengo que hacer?'

El Hyuuga guardó silencio pensativo, eso no lo había pensado pero finalmente resolvió.

'Tú juegas y yo te cuido.'

La peliazul asintió no muy convencida y se puso de pie.

'Entonces… ¿subimos, niichan?' Invitó Hinata señalando la gran escalera de piedra que llevaba al templo ubicado en la alta superficie. 'Juguemos arriba'

El castaño accedió iniciando la marcha, ambos corrieron cuesta arriba riendo, la pequeña había sugerido una carrera y su primo ya desde pequeño era muy competitivo así que casi sin darse cuenta se notó que había dejado por muchos escalones atrás a su novia.

'¡Neji-koi, Esperáme!' Gritó la Hyuuga con la respiración entrecortada asomándose al campo de visión del aludido, faltaba poco para llegar a la meta pero para ella era imposible seguirle el ritmo a su koi.

'Hinata-chan, eres muy lenta' la sentenció el ojiblanco deteniendo sus pasos para mirarla con los brazos cruzados.

'Gomen' se disculpó Hinata bajando la mirada apenada, ella también había dejado de correr y entonces sintió que una sombra la cubría, era Neji escalinatas más arriba que le ofrecía su mano con una sincera sonrisa.

La niña de cabellos violáceos le devolvió el gesto con las mejillas sonrosadas, entonces el tiempo se detuvo para ambos, la tiras de las sandalias que llevaba la heredera se cortó cuando ella avanzó un bloque, de repente la fresca brisa que se sentía se convirtió en un sonido ensordecedor para Neji quien presencio en cámara lenta como Hinata hizo un amague para tomar su mano que seguía extendida, Neji vio con terror como sus dedos se rozaron con los de su prima, el vio la última mirada que ella le dio antes de rodar cuesta abajo por las escaleras de cemento, él sólo pudo quedarse mirando inmóvil aún con la mano suspendida en el aire en la dirección por donde Hinata había caído y ahora sus ojos no se podían despegar del pequeño cuerpecito que yacía inconciente donde la había encontrado hace momentos; lo único que pudo hacer era observar hasta que todo dio un vuelco y los adultos alarmados ya se encontraban rodeando a su prima; su madre ya había subido a donde Neji permanecía en la misma posición, aquél zumbido no le dejaba escuchar las preguntas que ella le hacia ni tampoco sintió cuando lo rodeó con sus brazos. Su padre y otros adultos tomaron en brazos a Hinata y se la llevaron pero el castaño seguía absorto con la vista fija donde ahora no había más que una gallina de peluche cubierta de tierra y sangre.

Debes cuidar de ella…

debes proteger a tu damisela.

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El prodigio de los Hyuuga salió del efecto de Morfeo antes de lo habitual, abrió pesadamente los ojos buscando la razón de porqué un domingo se levantaba antes que el sol y entonces una fecha en el calendario le recordó que hoy ella llegaba.