Death Note y sus personajes perteneces a sus respectivos autores.
I.- A different note
Cuando Misa encontró a sus padres tirados en el piso sobre un espejo de sangre concluyo que no le gustaba las bromas que le gastaban, habían tenido una pequeña riña antes de que ella saliera al programa de Querubines azules, algo sobre ser muy joven aun para involucrarse en el estrellato, pero Misa no lo veía así, no. Era una oportunidad, si lograba ser la modelo de una línea de ropa infantil, alguien la notaria, y finalmente conseguiría convertirse en actriz, tal como era su sueño.
Finalmente logro ganar el puesto de modelo, y regreso entusiasta a casa para compartir la noticia, por qué sus padres fingieron no escucharla fue un misterio para ella.
[…]
Cuando el reloj viejo de la sala aviso que eran las doce, Misa decidió que sus padres eran indiscutiblemente necios, ya les había dicho que no era necesario seguir con esto, ella los perdonaba, y por eso ellos debían dejar de fingir y levantarse, era como debían ser las cosas. En su corazón debía caber el valor del perdón, no el del silencio, Misa seguía observándolos, era un juego de miradas, el primero en ceder ganaría, y ella era muy buena en no dar su brazo a torcer, así que observo.
Observo, y Observo hasta que sus ojos comenzaron a arderle, acuclillada de forma paralela a ellos; abrazaba sus piernas contra su pecho y los observaba de manera insana e insistente. No era por que estuviese enferma, no. Era solo que no le gustaba perder, quería que ellos desistieran, se pararan dieran una carcajada y aceptaran que ella tenía razón, no había nada de malo en ser un artista joven, después de todo.
[…]
Cuando Misa escucho el sonido del casero abriendo la puerta se preguntó cuántos días habían pasado. Su juego continuaba, pero la gente ajena a él no parecía querer dejarles continuar, varios vecinos habían venido a tocar y gritar los nombres de cada integrante de la familia preguntándose porque nadie contestaba, o había salido en un buen tiempo, para ese caso.
Algunos (los más crueles) habían venido a quejarse del olor, Misa lo sabía por qué podía escuchar sus quejas cada vez que pasaban por ahí, finalmente la situación llamo la atención lo suficiente para que el casero usara su llave y arreglara esta situación. Misa no podía decir que les comprendía; toda familia tenía derecho a pasar un tiempo privados del mundo, y ella no podría reconocer de qué olor hablaban las otras personas. La casa olía como siempre, a hierro quemado.
Era un olor difícil de tragar pero ella se había acostumbrado, ¿Por qué no podían los otros? La luz que prosiguió de un crujido característico de la puerta fue seguida por un grito de terror de quien sea que hubiese abierto; los habían encontrado.
[…]
"No llores Misa, estoy seguro que ellos están en el cielo ahora, esa persona, quien hizo esto… debe ser horrible. Ah! ¡Se me hace tarde! Asegúrate de ir a la cama luego de que te interroguen, ¿De acuerdo?"
— Realmente siento lo que paso Misa, y detesto tener que hacer esto contigo, pero deberé tratarte como una adulta, no como una niña. Debido a la naturaleza de este crimen, nadie sabe qué fue lo que sucedió, necesito que me expliques a detalle que paso.
"Escuchaste lo que le paso a los Amanes? ¡Horrible! ¡Absolutamente horrible! Nadie puede vivir tranquilo en esta ciudad."
— Misa no está llorando.
—Sé que no lo estas, ¿Qué sucedió?
"Probablemente lo hizo la niña. Los niños de estas generaciones son peores cada día, justo la semana pasada escuche una noticia que…"
—Misa no lo hizo.
"Bueno, es algo sospechoso que la niña no hubiese dicho nada, no llora, no grita, es como si no tuviese emociones, tétrico ¿No?"
— Te creo, pero necesito saber que sucedió, que viste, eso nos ayudara a atrapar a quien hizo esto. Después del interrogatorio, te llevaran a un lugar donde podrán cuidarte, te darás un baño y comerás algo, ¿De acuerdo?
"Esa niña… ¿No te parece conocida? Creo que gano ese concurso en la televisión, el de la línea de ropa infantil."
—Lo siento pero, Misa tiene trabajo que hacer, Misa tendrá una entrevista en vivo en tres días, y debería preparase para ella.
Era como hablarle a la pared. La investigadora de turno decidió darle una sonrisa condescendiente antes de dejarla ir y hacer que alguien la atendiera adecuadamente. Desde que fue encontrada, Misa se acostumbró a ser una carga, la gente le enviaba miradas de pena que lastimaban, o hacían comentarios cuando creían que ella no estaba oyendo. Eran idiotas. Según sus comentarios había pasado tres días en su apartamento, sin que sus padres dieran su brazo a torcer. Era cruel de ellos ignorarla por tanto tiempo.
Misa siguió mecánicamente todo lo que la gente le decía, comía cuando debía comer, dormía cuando debía dormir y no replicaba para nada. Fue llamada varias veces en el trascurso siguiente de días, y su respuesta a la anhelada pregunta; "¿Qué paso?" siempre era la misma.
—Era de tarde, Misa llego a casa y sus padres estaban jugando a pretender.
No sabía que podría correr por la mente de los detectives que estaban acaso del cargo, pero si sabía algo; eran idiotas. Eran lentos y torpes. Excusaban su torpeza porque habían pasado tres días desde la muerte, Misa los odiaba a todos ellos. Ella solo quería que quien mato a sus padres muriera, lo deseaba más que nada en este mundo. Pero para eso debían atraparlo, Misa se vio en el pequeño espejo de la casa en la que se quedaba, su cabello castaño jamás había estado tan descuidado, sus ojos tenían ojeras, los de la entrevista se molestarían si vieran que la hermosa niña que contrataron hace unos días lucia tan fea ahora.
Misa se dijo a si misa que, si el criminal fuese atrapado, entonces ella podría dormir en las noches. Pero los detectives que trabajan en el caso eran tan idiotas… jamás lo lograrían. Necesitaba ayuda del mejor de los mejores. Misa se preguntó si Sherlock Holmes seguía vivo, él era de quien más se hablaba en las películas. Pero para estar segura decidió preguntar, en una tarde después de que el oficial que la recogía del albergue la ayudara a subir al auto.
— ¿El mejor detective del mundo?
—Si. Misa está interesada saber en quien es el mejor detective del mundo. Misa quisiera que él se encargara del caso de los padres de Misa. —Misa advirtió que el oficial le dio una mirada de indulgente lastima, pero no se limitó a solo eso, en cambio le contesto.
—Bueno, en el mundo hay tres detectives que son considerados los mejores de lo mejor. El primero es L, el segundo es Eraldo Coil y el tercero es Deneuve. Los tres han resuelto los casos más difíciles del mundo y siempre han tenido éxito en los casos que toman, no obstante… ellos se encargan de casos importantes, sería imposible que-
— ¡Los padres de Misa son importantes!
El silencio reino por un segundo, Misa le fulminaba con la mirada, algunas lágrimas traicioneras se asomaban por sus ojos, con furia, con ira, ¿Cómo se atrevía? Era por eso que nadie avanzaba en el caso, ¡A nadie le importaba! Todos pensaban que era un caso patético, que ella era la pobre huérfana solamente. Misa le fulmino con la mirada una vez más antes de tomar una decisión. Encontraría a L, así fuera lo último que hiciese.
[…]
Misa debía admitir que encontrar a L era ridículamente imposible, nadie sabía nada de él, ni su nombre real, ni su aspecto, ni donde vivía, ni siquiera un numero para contactarlo, ¿Cómo tomaba los casos? Esto ya rayaba en lo ridículo, al principio Misa pensó que todos le tomaban el pelo, pero ni siquiera el internet podía ayudarla, finalmente decidió tomar un acercamiento diferente. Si no podía contactar a L, talvez podría hacer que L la contactara. Era una idea ingenua, incluso estúpido, pero los niños muchas veces si no se aferraban a la esperanza, lo hacían a la estupidez.
Misa debía admitir que si L no veía esto entonces seria algún ermitaño, aun cuando el programa solo pasaba en Japón, se compartía en internet, y ella era muy bonita, si mencionaba su nombre al aire y el video se hacía viral en el internet el debería verlo, ¿No es así? Si bien esto le costaría la carrera, era lo menos que podía hacer pos sus fallecidos padres. Luego de darle un último retoque a su maquillaje y asegurarse de que el vestido azul celeste le ajustara a la perfección Misa obtuvo el "ok" para salir. Y aquí voy…
— ¡Bienvenidos todos al show de 'Querubines azules'! Como bien saben hoy es un día muy especial, hace un mes se hizo un concurso para saber quién sería la nueva imagen de nuestra línea de ropa infantil y finalmente tenemos a una ganadora, ella es una pequeña niña proveniente de Osaka, sus pasatiempos son cantar, actuar y leer artículos de moda, tiene trece años y es del signo Capricornio, con ustedes; ¡Misa Amane!
Un vitoreo se escuchó por parte del público en las gradas, Misa puso su mejor sonrisa y salió exhibiendo el vestido lo mejor que pudo, dando una pequeña vuelta para el público antes de sentarse, los "awww" no se hicieron esperar. Misa estaba complacida, esa era una buena reacción, ahora debía encontrar una oportunidad de llegar al tema de interés. Por suerte esta era la televisora de Sakura, ellos se alimentaban de la sangre de otros, y eso trabaja a su favor, porque en un punto de la entrevista, el tema se desvió a sus padres… a su tragedia. Ya cayó…
—Hace unos días notamos que Misa no pudo venir a los ensayos previos, aun así lo hace excelentemente, ¡Tienes un carisma singular pequeña!
—Muchas gracias, Misa estaba un poco ocupada con asuntos personales, pero ahora está libre y lista para trabajar con ustedes.
—Respecto a estos problemas personales… sabemos lo que paso, con tus padres, es algo terrible, ¿Cómo te sentiste respecto a eso?— Aun cuando preguntaba de manera amable, Misa podía leer sus intenciones, él quería drama, quería verla llorar. Que idiota era, Misa podría ser una niña, pero no era una niña débil. No obstante no dejo mostrar su tristeza, en lugar de eso volteo a la cámara con un semblante serio, era su momento.
—Es cierto… hace tres días los padres de Misa fueron asesinados por alguien desconocido, alguien que escapo, Misa los encontró, se llamó a la policía, pero… ¡La policía es estúpida! ¡No han encontrado nada! Si esto sigue así… el ladrón… y los padres de Misa… el nunca será…— Se compuso rápidamente y prosiguió con rapidez, podía ver alguien haciendo señales de "corte" y la gente en las tarimas estaba tan conmocionada como impresionada, tenía solo unos pocos segundos.— Misa necesita a L, Misa sabe que L podría ver esto, L si vez esto, ayuda a Misa, ¡Misa pagara lo que sea! ¡Ayuda a encontrar al asesino de los padres de Misa! ¡Misa jura que pagara! ¡Tienes que ayudarme!
Conforme su voz se elevaba la conmoción crecía, tan pronto como el "ok" del corte comercial entro alguien se la llevo a fuera, a rastras mientras ella seguía gritando lo mismo por el micrófono. Todo había terminado. Pero el mensaje fue entregado. La estupidez culmino en su punto, ahora solo le quedaba aferrarse a la esperanza.
