Apenas descubrí éste precioso y sexy manga. Apenas leí un capítulo. Apenas si me sé los nombres de éstos dos tipejos. No he visto el ova completo, así que no sé ni una mierda de esto, pero YA LES TRAJE UN DRABBLE. Es que…no puedo. Los necesito ver juntos, aparte en DA hay unos fanarta taaaaaaaan bellos. Como éste por ejemplo… (quiten espacios, ya saben) creature13. deviantart art/ can-t-stand-this- 100747133


Suave

—Ya deja eso.

La cabellera naranja se agitó cuando Badou volteó a mirarle, sentado sobre un alto banquillo estaba una figura delgada y pálida, un hombre vestido únicamente con pantalones oscuros. Una toalla le rodeaba el cuello, el cabello blanco, húmedo y alborotado se movía levemente mientras él comía algo que Badou no alcanzaba a ver. Le daba la espalda, recargado con los codos apoyados sobre una barra, su cuerpo se movía pacíficamente por su respiración, no más.

—¿Qué? —preguntó el hombre del parche negro.

Haine no se molestó en voltear.

—Deja de fumar ya.

Badou rió fuerte y se giró para darle la espalda también. Como si fuera a obedecerle…

El peliblanco suspiró, miró sobre su hombro, tratando de localizar a su amigo. Badou estaba sobre el sofá, con los pies encima de una mesilla vieja, mirando a la ventana.

—¿Cuántas cajetillas llevas hoy?

—Perdí la cuenta. —sonrió.

—Ya córtalo, no quiero más de eso.

—¿Tanto te molesta?

Badou volteó, sus ojos se cruzaron y por un momento, Haine olvidó lo que iba a decir. Dos, tres, segundos, una eternidad. Luego se encogió de hombros.

—Nada más no me agrada.

—¡Ya va! —Badou volvió a reír, sin pensar siquiera en hacerle caso. Se llevó el cigarrillo a los labios y dio una calada larga, disfrutando el sabor del tabaco penetrar suavemente su boca. La sonrisa jamás dejó su rostro, exhaló tranquilo, aunque fuerte, como queriendo enviar el humo a donde estaba el otro. Soltó una pequeña risa, le estaba provocando.

Haine se volteó de nuevo, trató de terminar lo que tenía enfrente, trató de ignorarle. Badou chasqueó la lengua y se encogió de hombros.

—Si te molesta, dime. —se burló.

El banquillo se movió contra el piso, haciendo ruido cuando Haine se puso de pie, y caminó hasta el sofá. Estaba del otro lado, a espaldas de Badou, sólo les separaba el respaldo del viejo mueble. Se inclinó cuando Badou alzó la mirada, y el de los ojos rojos le arrancó el cigarrillo de los labios.

—Ya basta. —le dio una pequeña sonrisa. Se veía dominante a esa corta distancia, con los ojos encendidos.

—Ya, regrésame eso.

Haine negó.

—Anda, idiota. Dame el cigarro. —la sonrisa se borró del rostro de Badou y ahora Haine rió. Se alzó para alejarse de ahí, y Badou alcanzó a jalarle de la toalla que colgaba alrededor de su cuello. Le aprisionó, hizo que se inclinara cerca de nuevo, su rostro a escasos centímetros. Badou le sonrió, de la misma forma que antes hiciera Haine, tentándole.

—Dame eso.

—¿De qué hablas?

—Dámelo. —repitió.

Pero el cigarrillo no fue devuelto a los labios. Haine se acercó, apenas rozando los labios del otro con los suyos, suave, y sonrió otra vez.

—No. —fue lo último que le dijo antes de incorporarse. Badou había soltado el agarre al sentir su rostro y su respiración tan cerca. Una distracción que le había hecho perder un buen premio.

Haine se alejó con el cigarrillo en las manos y lo apagó en un vaso de agua. Badou se quedó mirando como su preciado tabaco era desperdiciando, pero en lugar de gritar por ello, gritó por lo cerca que estuvo de poder besarle. Iba a morir de abstinencia, y no precisamente del cigarrillo. Maldito Haine….