Los personajes son creación original de Yumiko Takahashi, los pido prestados sin fines de lucro.
La pequeña, pero significativa diferencia entre lo prosaico y un bosquejo de ello daría mejores resultados. Porque el fanwriter puede dar pinceladas sutiles de sensualidad y aun así… enamorar.
Dato Importante:
El tema de las personas o criaturas capaces de cambiar de forma (cambiaformas o shifters) ha estado presente incontables veces en la literatura, en la mitología y en el folclore, y se encuentra en prácticamente todas las formas de creación de ficción. En general se usa el término para designar a personas o criaturas que pueden cambiar de forma a voluntad, la mayoría de las veces referido a personas que pueden adaptar la forma de otras personas o de un animal.
Una noche
Por Tlacuilo1
…Y esa noche no, no,
No llegó, un galán que la piel,
Le quiera comprar…
No, no, no ningún alma,
Con el morbo que le mire caminar,
A la dama que se esconde,
Tras sus ojos de cristal,
Que hace tiempo, mucho tiempo,
Nadie se ha atrevido a amar…
Fragmento de la canción Esa noche no, de Sur 16.
...
Del gran General Perro: Inu no Taisho, solo quedaban algunas leyendas, que no eran heroicas, pues hasta eso le arrebató la simple muerte –en opinión de muchos–, que tuvo éste. Muerto por proteger a una humana, cuando en el mundo aun quedaban algunos de estos seres; considerando que en los tiempos que corrían ya no existían; transformados por la propia naturaleza –para protegerlos–, en cambiaformas o shifters animales.
De los herederos de Inu no Taisho, quedaron historias –todas diferentes– de su muerte; demasiados enemigos, Yôkais dispuestos a hacerlos sus esclavos o matarlos, por temor a lidiar con futuros poderosos Dai-Yôkais, de esos de los que hablaban las leyendas, pero que eran solo eso… leyendas.
Los Yôkai aun lideraban el mundo y si bien se mezclaban con los cambiaformas, la convivencia aun no era generalizada y los nobles Ayakashi y Yôkai preferían seguir uniéndose entre sus congéneres; para resguardar la pureza de su sangre…
…
La noche era fría, indicando que el invierno ya se aproximaba a pasos agigantados. El barrio de Kabukichō* se notaba lleno, con gente yendo y viniendo.
El frio se coló más a allá del cuerpo; el joven, se cernió mas el abrigo peludo y apresuró su caminar.
Las letras luminosas del Hosts club, ya se veían cerca y él suspiró dándose valor, para terminar de llegar a su destino.
El rostro inexpresivo, pero hermoso apareció, como una máscara para ese mundo que lo esperaba dentro del edificio.
Entró y caminó por un pequeño pasillo que lo llevó a unas escaleras, al subirlas y llegar al otro piso, algunos guardias le saludaron sin prestarle mucha atención, sabían de la poca disposición del joven para conversar. El ajetreo que se hallaba en los vestidores, se detuvo al notar la presencia de…
–¡Inugami!
Corearon los compañeros de trabajo del chico. Éste saludó agitando la mano derecha y eso fue todo. Se acomodó el abrigo y fue hasta su armario, sacando su vestimenta para iniciar con sus labores.
Se cambió, sin pudor alguno, finalmente en el lugar todos se conocían y no había dobles intenciones entre ellos; era lo mínimo que se podían permitir, pues saliendo al trabajo, eran conscientes de que serían vistos, tocados –y más cosas– por los clientes.
Las envidias empezaban y terminaban en el salón del club, porque era también un poco de espectáculo para los que pagaban; por lo mismo Kikyō –la otra anfitriona favorita del establecimiento–, se acercó y le colocó la estola Mokomoko sobre el hombro a… Sesshōmaru.
–¿Ya está mejor InuYasha?
–Sí, gracias. El sanador dijo que solo había sido una urticaria por… –El de cabello plata se permitió sonreír de lado– por estar cerca de algún shifter gato.
–Bueno, de por si no son mucho de su agrado ¿no?
Sesshōmaru negó con un movimiento de cabeza. La cambiaformas pantera suspiró y a pesar de no ser muy empático, el chico preguntó.
–¿Todo bien?
–No… Él dijo que regresaba de su viaje hoy.
–Oh ya, tu cliente.
Los otros trabajadores salieron y dejaron que el par de favoritos se quedaran a solas. Kikyō no dijo nada, sin embargo Sesshōmaru la podía leer después de esos años trabajando juntos…
–¿Quieres que yo lo atienda?
Ella no era débil, ninguno de los dos lo eran, ambos hermano mayores; no se podían permitir serlo, después de todo eran la única protección de sus hermanos; InuYasha –de diez años– en caso de Sesshōmaru y Kagome –unos minutos más joven– que Kikyō.
–Me sentiría mejor si eso pudiera ser, mas… sabes que él no ha pedido nunca a un varón. –respondió la de cabello ébano.
–Lo sé, por eso mismo lo he visto de lejos y seguro que ni me conoce.
–Solo de nombre.
Ambos se comprendían, sin ser dados a muchas muestras emotivas, pero con la certeza de que sus vidas y las de sus hermanos dependían de su trabajo en Ôkami Kuro Hosts Club.
Kikyō acomodó su kimono y exhalando avanzó…
–Debo verlo; Kagome está haciendo los exámenes y necesita estar bien alimentada y concentrada, no quiero que nada le preocupe.
Ese par no se permitían la debilidad, menos en ese lugar en el que, si bien no había envidias que se notaran, siempre cabía la posibilidad de algún arribista dispuesto a guerrear por ser uno de los favoritos. Porque las ganancias eran bien remuneradas para los que ostentaban ese lugar.
Sesshōmaru agregó al ver avanzar a la pelinegra:
–Lo haré y tú atenderás a mis clientes.
–Pero…
–Serían ganancias igualadas.
–No puedo aceptarlo; has gastado con las medicinas de InuYasha y perdiste, al no venir dos días por atenderlo. Las mías serían más ganancias. Tienes muchos clientes.
Aseguró Kikyō al considerar que en las ocasiones en que el otōto del de cabello plata enfermaba, no lo dejaba con Jaken, su sirviente… Lo que no sabía es que el sapo era el único seguidor fiel que les quedaba, después de que esos hermanos perdieron todo por la muerte de su padre.
Sesshōmaru no cambió el gesto y prosiguió:
–Bien, pues correré rápidamente a tu torturador, para que pueda ver a alguno de los míos y así se igualen las cantidades.
Kikyō no tuvo tiempo de seguir negándose, aparte de que el orgulloso Sesshōmaru no ofrecía ayuda y si lo hacía, no debías negarte; este ya estaba fuera en el salón.
…
*Kabukichō: El barrio rojo más famoso de Tokio.
La soledad está presente en la sociedad japonesa; más aún para las mujeres solteras, separadas o viudas que buscan maneras de encontrar compañía en los hosts clubs. Estos lugares no son "prostíbulos", son clubs donde las personas pagan por tener unas horas de conversación con un "joven" lindo sin tener relaciones sexuales.
De lejos se distinguen estos lugares por los carteles grandes llenos de chicos bien vestidos y atractivos (con apariencia "andrógina") parecidos a personajes salidos de una película o un anime.
Estos lugares son parte del entretenimiento nocturno japonés conocido como mizu shōbai 水商売 (comercio de agua). Y los jóvenes se llaman hosts o hosuto (ホスト) en japonés. "El trabajo de ellos es simplemente charlar y tomar copas con los clientes que pagan para recibir un trato amable y divertido".
También existen los Hostess Club: mujeres que hacen de compañía para hombres. Tanto en los host y hostess clubs, los jóvenes deben tomar todo el alcohol que la cliente compra para estar en compañía con él. "Ellos deben beber hasta vaciarla, ya que beben a la salud de la mujer".
*Para que no haya confusión y por el bien de la historia, a Ôkami Kuro lo llamaremos Host Club, sin embargo tiene, tanto chicas como chicos laborando en él.
…
Quienes me conocen; sabrán que a pesar de este inicio y del camino del fic, no habrá nada desagradable –en mi opinión– que amerite advertencias de mayores –muy mayores– de edad. Y para los que no me conocen, debo anticipar, que soy fanwriter mojigata y no me agrada la violencia, el triángulo amoroso exagerado o situaciones más o menos de esa índole. Por lo que si quieren salir corriendo, este es el momento.
…
Definitivamente me despedí hace algunos meses, sin embargo viendo los reviews que he dejado en algunos fics; noté que en mi humilde haber, tengo 97 historias –contando los primeros intentos– y me dije "Mínimo cierra una cantidad y retírate con dignidad." :)
Este va dedicado a toda la gentecita que aun lee mis fics y deja comentarios, y a cierta lectora que, al conocerme personalmente… siempre que me ve y hablamos de historias, me dice: "¿Ya no vas a escribir? Por lo menos, otro de Sesshōmaru e InuYasha", ahí lo tienes Chiharu ;)
Y así como en mi despedida les rogué para que dejaran reviews en los fics, así solicito esta vez, si hay algún fanwriter entre mis lectores me hagan un favor...
Ninguno de nosotros somos J.K. Rowling o Edgar Alla Poe, no se nos puede subir el ego por escribir un par de historias con muchos comentarios, esos comentarios que ignoramos y no respondemos, eso es de mala educación y desagradable; Un "Me gusta" o "Sigue así" son tan importantes como los que llevan una cuartilla; ojo con eso colegas ;)
