— ¿Que estás haciendo aqui? —Preguntó con sorpresa al ver a Chat Noir en su habitación.

— Me entere que no puedes dormir —Dijo— ¿Y qué mejor que el héroe de Paris para velar por tus sueños?

— No es necesario, no te molestes —Repuso con una sonrisa. Como si nada malo estuviera sucediendo.

— No es molestia —Dijo— Quiero hacerlo —Paso unos segundos pensando— ¿Quieres que te cuente un cuento? —Propuso con una gran sonrisa.

— No, gracias—Rechazó—Tengo que terminar unos diseños —Se excusó mientras se sentaba detrás de la máquina de coser.

— Había una vez...

— No quiero escucharlo.

— ¿Qué tal si cuentas gatos?

— ¿Gatos? —Preguntó extrañada— ¿No son ovejas?

— Si, pero mi método es más infalible —Dijo— ¡Espera! pero si vas contando sexys gatos, dudo que quieras dormir. No, mejor sigue contando ovejas.

— Eres un tonto —Musitó mientras una suave sonrisa se dibujó en sus labios mientras cosía una prenda.

— Es hora de ir a la cama, es muy tarde—Repuso el gatito.

— Lo mismo va para ti, vete a casa...

— Los gatos son nocturnos, My Princess—Respondió—Dormiré contigo ¿Que dices?

Marinette se coloreo hasta las orejas, deteniendo su trabajo.

— ¡No! —Roja de la vergüenza.

— ¿Por qué no?

Ella suspiro dispuesta a contarle la verdad.

— Porque no es que no pueda dormir, la verdad es que no quiero dormir.

Explicó mientras intentaba no ver esos ojos. Esos que se cerraba múltiples de veces en sus pesadillas.

— No te hace bien no dormir—Él lo sabía por carne propia, fatigado, débil. Esas eran las consecuencias de no pegar un ojo en toda la noche.

— Tampoco ver cómo la gente que quieres muere tus brazos —Replicó con la voz quebrada. Todos muertos en sus brazos por culpa de Hawk Moth y esa batalla...

— My Princess.

—Solo vete…—Repuso —Estaré bien.

— No —Negó con seriedad— Te hare dormir quieras o no.

— ¿Y no entiendes que no quiero? — Cuestiono sintiendo deseos de llorar— Tengo pesadillas, múltiples de veces los veo morir "te veo morir" y aunque ellos mueren en mis sueños, cada vez que me despierto siento que soy la única que está muriendo.

— Marinette...

— Vete... —Pidió— Por favor —Débil como ella se sentía al no poder conciliar el sueño desde hace días.

-— No puedo —Dijo sin poder irse— No puedo irme y dejarte así, no me pidas eso.

— Tú tampoco me pidas eso. ¡No me hagas dormir! —Dijo como si fuera una agonía y para ella lo era.

Su pesadilla era tan horrible como despertar y saber que todo era un sueño y que tu mente estaba jugando contigo. Dañándote y lastimándote.

— Estaré aqui. Contigo, a tu lado —Repuso— Por favor...

— Umm—Se mordió en labio inferior con claras duras— Está bien— Finalizó dándose por rendida mientras se encaminaba hacia su cama, esa que múltiples de veces despertó en agonía y sudorosa.

Al acostarse, cerró los ojos y por lo cansada que estaba, inmediatamente se sumió un sueño. Uno que estaba plagado de gritos de terror y muerte.

Chat Noir que la observaba notó como todo estaba yendo mal. Sus expresiones, las sacudidas era un parte de lo que estaba sufriendo, comenzó a sacudirla, pero ella no despertaba. En vez de eso lagrimas comenzó formarse en sus ojos.

— My Princess...

Pronunció preocupado.

— Marinette...

Acaricioó suavemente su mejilla mientras tomaba su mano.

— Todo estará bien —Articuló— No te preocupes, estoy aqui, te protegeré... de todo.

Como si hubiera escuchado esas palabras, dejo de luchar, dejo de sufrir comenzando a secarse las lágrimas de sus ojos. Al notar aquello,Chat Noir pudo respirar, apoyó su frente en la cama de Marinette y sin soltar su mano, sintió que de nuevo podía dormir y de alguna forma, se sintió tranquilo a su lado como llevar puesto el traje, sintiéndose seguro y sin nada porque temer.

Lo que ocasiono que esa noche Marinette pudo dormir, igual que Chat Noir; como todas las siguientes noches en las que durmieron juntos.