ROBADO
Descargo de responsabilidad: Los personajes de Naruto, No me pertenecen, Le pertenecen a Masashi Kishimoto.
CAPITULO 1
-Es hermoso y se parece mucho a ti…
Una hermosa mujer de largo cabello pelirrojo arrullaba al bebe en sus brazos tarareando una canción. Las comisuras de sus labios tiraron para arriba formando una suave sonrisa mientras sus brillantes ojos gris-violeta admiraban la belleza del niño en sus brazos. Recordaba cuan pequeño había sido cuando nació y hoy había cumplido su primer año, para Kushina, el tiempo parecía haber pasado muy rápido y no podía creer que su bebe ya tenía un año. Había sido un día largo para la familia, habían invitado a los amigos más cercanos y familiares ya que no querían a cualquiera para ver a su hijo por cuestiones de seguridad, mucho menos las demás empresas, ni siquiera los Uchiha, no es que no confiara en ellos, pero a veces, Fugaku Uchiha, el propietario de la empresa familiar Uchiha, se comportaba de manera… rara, por así decirlo, lo cual le daba razones a la familia Namikaze para desconfiar, Uchiha Mikoto, a diferencia de Fugaku, era una mujer amable y gentil, Kushina y Minato se llevaban muy bien con ella, Kushina la consideraba como una hermana. La pelirroja estaba parada en frente de la cuna mientras mecía al bebe. La habitación estaba tranquila y solo se podía escuchar la voz de Kushina. Tenía paredes de color celeste y toques en blanco, el techo era de color blanco y el piso alfombrado de color celeste. Había un móvil colgando sobre la cuna con un sol y nubes blancas, al lado de la cuna una silla mecedora con una rana de peluche en ella, los osos de peluche grandes y juguetes estaban bien acomodados en las repisas y el baúl de juguetes por Akira, el ama de llaves que se encargaba de cuidar de su hijo cuando estaban ocupados con la empresa. Había algunos libros de cuentos estaban en las repisas ya que a Kushina le encantaba la idea de leer para su hijo aunque no pudiera entender todo lo que le dijera. Solo uno de los peluches, un pequeño zorro, estaba dentro de la cuna, en una esquina ya que era uno de los peluches favoritos del niño. Un ventanal que daba hacia un balcón que estaba cerrado en este momento debido a que era de noche y hacia frio, no querían que su hijo se enfermara, tenía cortinas celestes con volados azules y osos bordados que a Kushina le habían parecido muy tiernos. Había un ropero y una cómoda celeste, luego una pequeña mesita con un monitor para escuchar al bebe y una lámpara celeste en forma de búho, nuevamente fue elección de Kushina ya que le había parecido muy linda.
-No lo se, más allá del cabello y los ojos, yo creo se parece bastante a ti.-Dijo la otra persona en la habitación detrás de ella, viéndola mientras mecía a su hijo para hacer que se durmiera con una pequeña sonrisa. Era un hombre de cabello rubio puntiagudo y ojos azules al igual que el niño pequeño. Tenía tez blanca y su flequillo enmarcaba ambos lados de su rostro.
-Espero que te equivoques, Minato, no es necesario que Naruto herede mi horrible aspecto y mucho menos mi actitud y si se parece mucho a mí, ¿Qué tal si hereda mi tic verbal de cuando era una niña?, por favor kami, espero que eso no suceda.-Exclamo Kushina para luego llevarse una de sus manos a su boca al darse cuenta de que había hablado demasiado fuerte.-Lo siento, me deje llevar, pero de tan solo imaginarlo me pongo así, digo que clase de niña extraña anda diciendo al final de cada frase "Ya sabes",
-¿Horrible aspecto?, Kushina dime que no te has golpeado la cabeza por favor, ¿hay que ir con un doctor?, ¿necesitas lentes?-Dijo Minato en un falso tono de pánico haciendo que Kushina soltara una pequeña risa. Minato le devolvió la sonrisa y se acercó más a ella para abrazarla por detrás y apoyar su cabeza en su hombro-Eres hermosa, única, especial… No debes avergonzarte, toda persona tiene defectos y un tic verbal es lo de menos- Dijo para luego darle un pequeño beso en la mejilla y separarse para quedarse parado al lado de ella con una mano todavía rodeando su cintura.
-Siempre sabes que decir-Dijo Kushina dedicándole una sonrisa- igualmente, preferiría que no heredara el tic verbal.
-Kushina, ¿no crees que te pasaste un poco con el color azul y celeste de la habitación?, digo, las paredes, el alfombrado, cortinas…-Pregunto Minato viendo la decoración que su esposa había elegido. A pesar de haber visto la habitación de su hijo montones de veces, siempre se hacia la misma pregunta, ¿no es demasiado celeste?, no es que el color le molestara, solo podría haber variado un poco.
-El celeste con toques blancos le da el color del cielo, nuestro pequeño ángel encaja muy bien aquí. Además, la decoración es hermosa, es todo tan lindo
Minato negó con la cabeza ante su emoción, Kushina había pasado mucho tiempo pensando en la habitación de su hijo, ella y su amiga, Mikoto Uchiha, se la pasaban charlando sobre eso antes de que su pequeño naciera ya que Mikoto también estaba esperando un hijo, el segundo hijo de los Uchiha, el pequeño Sasuke. También hablaron sobre cómo serían sus hijos en el futuro, como esperaban a que fueran amigos y de lo felices que estaban. Kushina amaba a su hijo desde que se enteró de su embarazo y Minato no dudaba de que ella sería una gran madre.
-Bueno, mientras que a nuestro… ángel, le guste, está bien por mí, el celeste es un buen color.
Kushina solo lo miro aun sonriendo en reconociendo de sus palabras y luego dejo lentamente a su hijo en la cuna acomodándolo debajo de la manta. Levanto una mano y la llevo hasta la frente del niño para acomodarle unas hebras de cabello rebelde, por ultimo vio como el pecho de su hijo subía y bajaba, admiro la expresión angelical en el rostro de su hijo y acomodo el cuello de su pijama naranja y negro.
-Me sorprende que no sea azul, celeste o blanco-Dijo Minato refiriéndose al color del pijama.
Kushina puso una expresión infantil en su rostro que a Minato le pareció bastante divertida, la expresión de Kushina era como la de un niño cuando no conseguía lo que quería.
-No tenían ninguno de esos colores, solo había en naranja y negro!- Exclamo como si hubiera sido ofendida en algún momento.
-Bueno, puedes verle el lado positivo, rojo-Comenzó diciendo mientras señalo a Kushina quien lo escuchaba con una ceja elevada- y amarillo-Señalándose a sí mismo- forma naranja-señalo a Naruto.
-No te burles, Minato-Susurro Kushina en un falso tono molesto tratando de ocultar su sonrisa.
-Bueno, de todas formas, es muy tarde, es mejor que vallamos a dormir.
Kushina asintió y giro su cabeza para volver a mirar a Naruto quien dormía tranquilamente.
-Buenas noches Naruto,
Coloco un pequeño beso en la frente de su hijo y camino hasta la puerta para esperar a que Minato saludara a su hijo también.
Antes de salir los dos padres dieron una última mirada a su pequeño antes de cerrar la puerta completamente dejando que la luz de la luna alumbrara la habitación.
Se escucharon unos pasos en el piso de abajo. Ruidos y movimientos despertaron a la pareja Namikaze.
-¿Qué sucede?
-No lo se, pero quédate detrás de mí Kushina, podría ser peligroso, al parecer hay alguien en la casa.
Caminaron lentamente hacia la puerta de la habitación y la abrieron, ellos no esperaban encontrar a Akira desmayada en el suelo en frente de su puerta.
Kushina rápidamente de arrodillo para mover un poco a Akira y despertarla. La joven de ojos marrones despertó lentamente algo desorientada mientras llevo una de sus manos a la cabeza para frotarla.
-¿Qué sucedió Akira?
-Yo… escuche unos ruidos… y… N-Naru…-Murmuro con palabras inentendibles aunque Kushina al oír que se trataba de su hijo comenzó a entrar en pánico.
-¿Dónde está Naruto?, ¿Qué le sucedió?-Pregunto con desesperación.
-Kushina-sama… Se lo llevaron… trate de detenerlos pero no pude… por favor perdóneme…-Dijo Akira. Las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, sus brillantes ojos marrones ahora estaban apagados y reflejaban tristeza y culpa.
Kushina solo se quedó en shock, no registraba que la joven en sus brazos había empezado a llorar, las palabras se repetían en su cabeza una y otra vez hasta llegar a clavarse en su corazón.
Kushina-sama… Se lo llevaron… trate de detenerlos pero no pude… por favor perdóneme…
Se lo llevaron.
No. No podía haber ocurrido algo así. ¿Cómo?
Kushina rápidamente se levantó y comenzó a correr hacia la habitación de Naruto, ni siquiera escucho cuando Minato la llamaba, no se detuvo para nada.
Agarro el pomo de la puerta y la abrió rápidamente rogando a que lo que había escuchado no fuera real.
No.
La habitación estaba en un silencio sepulcral y solo se escuchaba la agitada respiración de Kushina.
La cuna estaba vacía.
¿Cómo pudo pasar esto?
¿Por qué?
Se acercó a la cuna vacía con las piernas temblorosas, se detuvo unos pasos cerca de ella sin poder evitar derrumbarse de rodillas. Tardíamente se dio cuenta de que estaba llorando y no pudo ahogar un sollozo que escapo de sus labios.
Sintió unos brazos rodeándola y no tenía que levantar la mirada para saber quién era. Sintió que su hombro de mojaba y solo así se dio cuenta de que Minato también estaba llorando. Algo que no había visto en años.
Se quedaron así durante un largo tiempo en silencio. En este momento las palabras no servían de mucho consuelo, solo su mutua compañía.
Kushina levanto la mirada del hombro de Minato para ver el balcón abierto y las cortinas que bailan con el viento en esta fría noche.
Nuevas lágrimas se comenzaron a formar en sus ojos.
Naruto…
7 años después…
Camino con la única compañía de la luna, era oscuro y de noche, las calles vacías estaban iluminadas por la tenue luz de las farolas. Era algo extraño ver a un niño de alrededor de 8 años caminando solo a altas horas de la noche.
Se detuvo en una esquina utilizando las sombras como un escondite. Levanto la mirada y sus ojos azules se fijaron en la gran casa de en frente, a unos pocos pasos de su ubicación. Ordeno sus pensamientos y repaso mentalmente el plan que le habían dado. Cuando todo esto terminara, todo el esfuerzo valdría la pena y aunque no estaba convencido de que esto fuera correcto, él no podía oponerse a las órdenes que le habían dado, no tenía otra opción. Había entrenado desde que tenía memoria y siempre se preguntaba el "¿Por qué?" y "¿Para qué?", cuando se había animado a preguntar y obtuvo una respuesta todavía no podía entenderlo. Cuando lo enviaban a hacer algún recado y pasaba por las escuelas y parques, veía a niños de su edad jugando entre sí, saltando, corriendo, hablando, sonriendo… siempre la misma pregunta resonaba en su cabeza
¿Por qué?
¿Por qué hacían eso?, ¿Por qué a él no se le permitía?.
A medida que crecía y pasaban los años, la lista de preguntas en su mente aumentaba, como por ejemplo "¿Dónde estaban sus padres?". Había visto a los padres de muchos niños pero nunca a sus propios padres, un día, llego a la conclusión de que tal vez nunca lo quisieron y que el solo era un huérfano más, un niño abandonado y recogido de un orfanato o las calles por el hombre que lo entreno prácticamente toda su vida.
Su relación siempre había sido algo parecida a la de un entrenador y alumno, aunque viviera con él, su entrenador siempre le había parecido un desconocido. Era frio y distante, no había cariño, no había bromas, siempre tenía que utilizar un lenguaje formal y la confianza entre ellos era algo escaza a veces. También se desconocía a sí mismo, ya que no sabía más que su propio nombre y aproximadamente su edad. No quería hacer muchas preguntas por miedo a que su entrenador se enojara con él, así que por ahora se conformaba con tener un lugar donde vivir y comida para sobrevivir.
Desvió su atención al presente, dándose cuenta de donde estaba y que no era el momento para recordar. Centro su atención en el plan que debía llevar a cabo. No era nada complejo, de hecho era bastante sencillo. Debía entrar y salir, y todo acabaría, al menos por ahora. Aunque era consciente de que era más fácil pensarlo que hacerlo pero no podía permitirse ningún error.
Comenzó a caminar con pasos silenciosos y en unos cuentos pasos él estaba dentro de la propiedad. Él había pensado que sería mas difícil, pero se encontró con que había sido mas fácil de lo esperado. Camino por el patio con sigilo, su presencia no fue reconocida ni siquiera por el perro de la familia quien dormía tranquilamente. Él era una sombra más en la oscuridad.
Según su entrenador le había dicho, había una pequeña ventana en la parte trasera de la casa que daba al sótano, la cual jamás se molestaban en cerrar al igual que la puerta de conectaba al sótano y la casa, jamás le ponían llave. Era una vía directa para entrar a la casa.
Llego hasta la ventana y observo un poco. Ahora podía entender porque su entrenador lo había enviado a él y no a alguien más. La ventana era demasiado pequeña para que un adulto entrara por ahí, pero lo suficientemente grande para que un niño pudiera entrar sin problemas.
Se deslizo por la ventana aterrizando silenciosamente en el suelo. Observo el panorama en la oscuridad y el silencio. Cuando comprobó que era seguro seguir, comenzó a caminar hasta las escaleras con cuidado de no hacer ningún ruido. Su trabajo era obtener el dinero e irse de allí. Abrió la puerta y asomo la cabeza. No había nadie, a esta hora, los dueños de la casa estaban en el piso de arriba durmiendo.
Veamos, si fuera dinero, ¿Dónde estaría?
Camino por la cocina revisando la alacena e ignoro la comida dentro, en especial el ramen, busco dentro de los cajones y en cualquier lugar en donde podía estar escondido el dinero pero no encontró nada. Para no perder el tiempo pasó hacia la sala y comenzó a buscar allí. Miro a su izquierda por encima de su hombro y vio una estantería de libros, nada que no hubieras visto antes, pero lo que le llamo la atención fue un libro solitario, apartado de los demás en una esquina en la parte de abajo. El libro, a diferencia de los demás, era de color naranja, haciéndolo destacar entre los demás libros de colores apagados y tenía un sistema de códigos escrito en el con letra pequeña pero visible. Inclino la cabeza hacia un lado mientras sonreía.
Lo había encontrado.
No era una idea muy creativa la de esconder el dinero dentro de un libro pero tenía el presentimiento de que no iba a ser tan fácil como parecía.
Se acercó despacio, con cuidado de no activar algún sensor o alarma que pudiera estar escondida y tomo el libro entre sus manos.
Error.
Inmediatamente escucho pasos que venían del piso de arriba, el sonido cada vez más fuerte indicando que la persona se acercaba cada vez más. Volvió a mirar al lugar donde había estado el libro y maldijo internamente ante su descuido. Había un pequeño aparato escondido detrás de donde había estado el libro.
No tenía tiempo para revisar el libro, pero estuvo claro que el dinero estaba allí. Metió el libro dentro de la mochila que llevaba en su espalda. Tenía que salir rápido de la casa antes de que lo atraparan.
No puede haber errores.
Ese pensamiento trajo las palabras de su entrenador a su mente.
'jamás dejes que te atrapen, ese sería un gran error y hasta podría costar tu vida en algunos casos.'
Corrió hasta la puerta que daba al sótano todavía manteniendo sus pasos silenciosos con la esperanza de que la persona se diera la vuelta y volviera a dormir pensando que era un fallo del aparato, cosa que veía improbable.
Abrió la puerta y cruzo el marco de la misma para comenzar a bajar, cuando de repente se sobresaltó y sus ojos de ensancharon al escuchar un grito.
-¡Hey, vuelve aquí ladrón!
Acelero el paso por las escaleras, ya no le importaba el sigilo. Los pasos de la otra persona se escuchaban cada vez más cerca con un ritmo acelerado, otros pasos se escuchaban por detrás.
-¡No huyas, regresa aquí!
Subió a una mesa que estaba cerca de la pequeña ventana y sin perder un segundo se deslizo nuevamente por la ventana a un ritmo más rápido que con el que había entrado. Se puso de pie y aseguro el agarre de su mochila, Rápidamente comenzó a hacer su camino hacia el muro. Su salida.
Comenzó a correr tan rápido como sus cortas piernas se lo permitían. A unos cuantos metros del sótano todavía podía escuchar las voces y pasos.
Se sentía mal al hacer esto pero si a su entrenador no le importaba
¿Por qué debería de importarle a él?
Aunque tuviera esos pensamientos, el sentimiento no desaparecía.
Se repente las luces del jardín se encendieron y por reflejo busco nuevamente alguna sombra a su alrededor para esconderse sin detenerse.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad llego hasta el muro y comenzó a escalar como se lo habían enseñado.
La puerta de la casa se abrió y un hombre muy enojado con una escopeta en sus manos comenzó a por el patio mirando hacia todos lados en busca del ladrón que se había atrevido a entrar en su casa.
Trago grueso. Lo buscaba a él.
El hombre no parecía haberse dado cuenta de una pequeña figura escalando su muro. Escalo a un ritmo más rápido y cuando llego arriba se bajo de un salto aterrizando de pie con la gracia de un gato.
Levanto la miraba hacia arriba justo a tiempo para ver las luces que alumbraban el lugar donde había estado, escucho los ladridos del perro del otro lado del muro y las voces.
Un suspiro de alivio se escapó de sus labios y se dio la vuelta para alejarse lo más rápido posible del lugar.
Se detuvo en la misma esquina en la que había estado al principio y observo por encima de su hombro la casa iluminada por unos segundos antes de continuar su camino entre las sombras.
Llego hasta la vereda de en frente de un enorme edificio. Los primeros rayos de sol aparecieron dando directamente en sus ojos. Levanto el brazo izquierdo para cubrirse y comenzó a caminar hacia la calle para cruzar, sin molestarse en mirar a ambos lados.
A un paso tranquilo y lento llego hasta la vereda del edificio y cruzo a la entrada sin mirar a los dos hombres de seguridad quienes solo le dieron una mirada de reconocimiento antes de volver la mirada al frente.
Llego hasta la recepción donde una mujer levanto la mirada hacia él y le sonrió a modo de saludo pero tampoco lo detuvo, él simplemente le devolvió el saludo con una ligera inclinación de cabeza y siguió su camino hacia el ascensor sin decir palabra alguna.
Una vez en el ascensor, presiono el botón que lo llevaría al último piso y se acomodó en una esquina, cruzando sus brazos, listo para la espera.
Cerró sus ojos y comenzó a pensar en cómo había ido todo. Suponía que todo había resultado bien, por ser una primera vez en una misión real, apartando lo de su pequeño descuido, consiguió el dinero y no lo había atrapado ni reconocido. Se preguntó a si mismo si siempre tendría que huir de esa manera, aunque la respuesta para él era más que clara.
Abrió los ojos y levanto la mirada hacia arriba. También sabía que no podría llevar una vida tranquila con gente persiguiéndolo constantemente y pidiendo su captura. La gente con la que se metía su entrenador era algo… pesada y no se sorprendería si hasta ponían un precio por su cabeza. No quería ser desagradecido con su entrenador, si no fuera por él, ¿quién sabe dónde estaría en estos momentos?, tal vez, en la calle muriéndose de hambre, pero no quería esta vida. En cuanto cumpliera la mayoría de edad, el buscaría la manera de vivir solo y hacer una vida diferente. Por el momento, mientras fuera menor de edad y todo sobre él dependiera de su entrenador, solo fingiría y haría lo que se le ordenara.
Se había enterado de que su entrenador no era lo que parecía, un anciano cualquiera con unos pocos años antes de jubilarse. No. las apariencias engañan.
Un niño cualquiera no debería pensar y pasar por todo esto, pero él no era un niño cualquiera, al parecer no lo era, porque si no, no se encontraría en esta situación, él no tendría que pasar por esto.
Salió de sus pensamientos cuando escucho el ruido de las puertas del ascensor abrirse. Camino hasta la puerta de la oficina de su entrenador y golpeo la puerta.
-Puedes pasar.
Su entrenador sabía que era él. Suponía que la señora de la recepción le había avisado.
Abrió la puerta despacio con su mirada baja y camino unos pasos hasta queda a unos metros de su entrenador.
-Danzō-sama- Dijo mientras se inclinaba, todavía sin levantar la mirada.
-¿Lo conseguiste?
En silencio, quito la mochila de su espalda y la puso en frente de su entrenador
-Misión cumplida, Danzō-sama.
-¿Te reconocieron?
Levanto la mirada fijándola en un par de inexpresivos ojos marrones.
-No, Danzō-sama, pude salir sin problemas.
Una fría sonrisa sin ninguna buena intención apareció en su rostro haciéndolo temblar ligeramente.
-Sabía que no me decepcionarías, buen trabajo, Naruto, espero que sigas así.
No. Definitivamente no tendría una vida tranquila.
N/A: Hola! antes que nada quisiera decirles algunas cosas sobre la historia :3.
-Naruto usara el "ya sabes" o "sabes" y no "de veras" ya que se me hace mas fácil escribir el "ya sabes" o "sabes" al final de las frases y no el "de veras" , pienso que quedaría algo raro,es la sensación que me da a mi por lo menos y ya que escribo en español, quería usar las traducciones y no el "dattebayo" y "dattebane". Espero que no les moleste.
-El color principal fue el celeste al principio en vez del naranja, siempre se utiliza el naranja pero esta vez no. Excepto por el pijama de Naruto, Naranja y negro, algunas cosas no cambian ;3.
-En el capitulo 246 de Naruto Shippuden, después de que Kushina le preguntara a Naruto que se obtenía de la combinación del Rayo Amarillo De Konoha y el Habanero Sangriento, Naruto le responde que se obtenía al Hokage Naranja de Konoha. Minato hace alusión a esto cuando señala que, Rojo (Kushina) y Amarillo (el mismo) formaba Naranja (Naruto).
-Un poco del dialogo de Minato y Kushina fue escrito a partir de los capítulos 246 y 247 de Naruto Shippuden.
Esta "primera parte de la historia" por así decirle, se va a centrar en Naruto, su familia y un poco sobre la familia Uchiha. Si esto va bien, va a haber una secuela y como esto va a ser sobre la familia o familias, pensaba hacer la secuela sobre romance, que sucede después del final de esta parte de la historia, Mi pareja sigue siendo Narusaku, asi que si hago una secuela sobre romance, va a ser de la pareja Narusaku. Los fans de Narusaku por favor dejen su opinión sobre eso y a los que no le gusta la pareja no se preocupen, en esta parte de la historia desde comienzo a final no va a haber romance ni Narusaku. Podría ser Naruhina, pero no creo poder escribir sobre Naruhina, no tengo el corazón para hacerlo y yo estoy segura de que me saldría mal.
Espero que les haya gustado, por favor, su opinión es importante para mi, así que díganme que les pareció!
Gracias por leer!
-Atte: Amuto-NaruSaku4ever.
