Era un día extrañamente soleado para tratarse de la ciudad de Londres y de la estación en la que se encontraban, hacía una agradable temperatura y Tessa y Jem decidieron salir a dar una vuelta ya que Gideon estaba entrenando a solas a Sophie.
Aprovechando la salida de los enamorados, Will salió de su habitación y fue hacia la biblioteca a ver si allí podía encontrar la paz que necesitaba y alejar sus pensamientos de la prometida de su parabatai. Pero no contó con que el Instituto había dado asilo esa misma mañana a una amiga de Gideon, que había venido para ayudarle con el entrenamiento de las dos chicas y la recién llegada Cecily, la hermana pequeña de Will, y cuando fue a abrir la puerta del a biblioteca, esta se abrió pegándole con el canto a Will en la cara.
-¡Lo siento mucho!-se disculpó una voz femenina, cuya propietaria el chico no podía ver ya que se había llevado las manos a la cara y mantenía los ojos cerrados por el dolor- No sabía que había alguien de tras de la puerta.
-No pasa nada.-Cortó Will la retaila de disculpas de la muchacha, ya que esta había empezado a hablar en español. Al levantar la vista para responder a la chica con una de sus mejores sonrisas, la mueca se le quedó congelada en la cara al ver al a chica: llevaba el pelo suelto que le caía en cascada por de tras de la espalda en preciosas ondas; el blusón blanco de cuello barco que llevaba hacía que sus cabellos fueran de una tonalidad rojiza; marcando su cintura llevaba un corpiño granate con las costuras en negro que le llegaba hasta debajo del pecho terminando en pico en el canalillo; los pantalones rojos eran bastante ceñidos y de una tela bastante elástica quedando ocultos bajo unas botas altas negras totalmente planas. Los ojos de la chica, de una mezcla de verde y marrón, estaban totalmente perfilados de kolh haciendo resaltar más el verde de sus ojos.
-¿Le puedo ayudar en algo?-preguntó la chica al ver que Will se le había quedado mirando descaradamente.
-Perdona,-respondió el cazador de sombras sacudiendo la cabeza- es sólo que no estoy acostumbrado a ver a una dama vestida como una caballero.
La chica sonrió ante la sinceridad del muchacho, mostrando una dentadura perfecta de dientes muy blancos y en el lado derecho de la barbilla, cerca de la comisura del labio, un pequeño hoyuelo que hacía que Will respirara con dificultad.
-Vista su sinceridad, lo único que me queda es presentarme, soy Fanny Velasco- dijo tendiéndole la mano a Will-, una amiga de Gideon.
-Will Heronele.-Respondió Will estrechándole la mano, aunque se le hacía raro los modales de aquella chica. Normalmente ninguna mujer en su sano juicio llevaría la ropa de un hombre, y menos de tal forma que realzara las curvas de su cuerpo, tampoco le daría la mano a un hombre o se comportara de la manera que se comportaba ella- Si no es molestia, ¿Qué libro estaba buscando en la biblioteca? Quizás le pueda ayudar.
-Muchas gracias, pero las bibliotecas no supone un problema para mí. Sólo estaba viendo los títulos que había. Me había dicho Gideon que era impresionante la colección de libros que tenía esta biblioteca, y he de darle la razón, un lugar bastante interesante.
-Me alegro que le halla gustado la biblioteca, si necesita ayuda con algún libro porque no sabe cual coger, no dude en hacérmelo saber, estaré encantado en ayudarla en lo que precise.-sonrió, ahora sí, con una de sus sonrisas seductoras que hacían sonrojar hasta las pinturas. Pero la chica ni se inmutó, es más, le alzó una ceja con una sonrisa irónica de medio lado viendo el patético intento del chico.
-Sus encantadoras sonrisas no sirven conmigo,- batió las pestañas encantadoramente haciendo que Will se quedara impresionado por el carácter descarado de la chica- hace falta algo más que una bonita cara y una sonrisa deslumbrante para arrancar alguna expresión en mi que no sea la risa. Y ahora si me disculpa, me gustaría ir a mi habitación a deshacer el equipaje antes de que Sophie me lo deshaga y le dé un infarto por mi indecente indumentaria.-La chica echó andar dejando a Will asombrado- Por cierto,-dijo a medio camino del pasillo andando de espaldas, haciendo que el cazador de sombras se volviera- cuidado con las puertas.- Le lanzó la última sonrisa y se marchó con las manos en los bolsillos.
Después de que la chica desapareciera de su vista, Will se dio la vuelta y volvió a tropezar con la puerta. Se maldijo a si mismo por la torpeza con la que había aflorado en él al ver a aquella extraña muchacha.
Durante la comida Henry no paró de hacerle preguntas a la recién llegada y ella contestó todas sus preguntas con una sonrisa y con mucha paciencia, era algo insólito que Henry hablara de algo que no fueran sus inventos y más aún que hablase en general. Fanny por su parte le preguntó al director del Instituto por sus inventos y se mostró muy interesada en ellos hasta tal punto de querer bajar al laboratorio para ver con sus propios ojos lo que le estaba describiendo.
-Yo que usted tendría cuidado-comentó Will con una sonrisa descarada cuando Henry la invitó a bajar al laboratorio para que viera ella misma los inventos en los que estaba trabajando-, Henry puede ser muy peligroso cuando se encuentra en su territorio y lo que quiera que tenga montado en el sótano de esta casa puede ser muy peligroso.
-Ah, Will no seas grosero con nuestra invitada.-Le reprendió Jem con una sonrisa- He de darte la razón en que Henry pone mucha pasión en su trabajo, pero tampoco es para que asustemos a la señorita Velasco tan pronto.
-No pasa nada-intervino Fanny-, me gustan los retos y no me asusta lo que me pueda encontrar ahí abajo, creo que he visto cosas peores.-Dirigió una amable sonrisa a los dos chicos que se la quedaron mirando fijamente. Por el rabillo del ojo vio la mirada que Tessa le echaba a la recién llegada: la veía como el enemigo, la competencia… hasta no hace mucho, ella había sido la única chica por la que los dos cazadores de sombras suspiraban, y tras la llegada de la exótica española de piel bronceada y luciendo con arrogancia sus prendas de hombre, la veía como una dura rival a la que tendría que derribar o se quedaría relegada a un segundo plano.
-Estamos hablando de una chica que lleva pantalones desde los dieciocho años, ha rechazado tres propuestas de matrimonio y con veinte años ha vivido más que ninguno de nosotros.-Apuntó Gideon de buen humor saliendo en defensa de su amiga.
Todos rieron ante el comentario del chico, excepto Tessa que seguía seria sentada al lado de Jem mientas unía su mano con la de él por encima de la mesa, un gesto que no le pasó desapercibido a Fanny ya que la mundana estaba marcando el territorio. La cazadora de sombras ante aquel gesto lo único que hizo fue levantar la ceja de forma imperceptible.
-Pues a lo mejor yo también me pongo pantalones a partir de ahora, o quizás cuando cumpla los dieciocho-Dijo Cecily provocando a su hermano,- total sólo me quedan tres años…
-Ni se te ocurra-respondió Will.-Los únicos pantalones que tienes que llevar son los del uniforme de cazador se sombras y sólo mientras entrenes.
La niña le hizo un mohín a su hermano, contrariada por la respuesta que le había dado y hundiéndose en la silla con cara de querer estar muy lejos de allí.
-Y ponte recta-le volvió a reprender Will-, esa no es manera de estar en la mesa y menos una dama.
-Will,-intervino Charlotte intentando quitar un poco de hierro a la disputa entre los hermanos Heronele-, ¿cómo te has hecho la marca de la frente?
Instintivamente el muchacho se llevó la mano a la frente y se tocó la marca roja que le había dejado al golpearse dos veces con la puerta de la biblioteca. Todos se volvieron a ver la marca de la frente del chico.
-Nada.-Respondió Will tapándose la marca con el pelo mirando fijamente a Fanny.
-Las puertas que las carga el diablo.-Comentó Fanny sonriendo ante la mirada atónita del muchacho.
-O que el diablo se manifiesta delante de ellas.- Respondió el moreno correspondiendo a la sonrisa de la recién llegada. Por respuesta, la sonrisa de ella se hizo más amplia.
Bromas privadas acabándose de conocer…esta reflexión hizo que el estómago de Tessa se encogiera, algo absurdo porque estaba prometida con Jem y le amaba, pero le molestaba que esa nueva chica hubiera conectado tan pronto con Will.
Al día siguiente después del entrenamiento, Fanny llamó a Tessa para que se quedara a hablar con ella, acababa de llegar a Londres y no quería ganarse una enemiga tan pronto, sólo porque la mundana estaba enamorada de los dos cazadores de sombras.
-Señorita Gray,-empezó Fanny a disculparse de algo que no podía evitar: que los hombres se fijaran en ella- sé que hemos empezado con mal pie, pero quisiera resolver las disputas entre nosotras. No estoy interesada en ninguno de los caballeros de esta casa, asique no tiene por qué estar arisca conmigo.
-Pues eso no es lo que parecía ayer en la comida con Will.-Indicó Tessa levantando la barbilla en un intento de desafiar a la chica e intentar llegar a su altura. Fanny iba plana sin ningún tipo de tacón en sus botas de caña alta, exceptuando la tapa, y era igual o incluso más alta que Will, Jem y Gideon.
-Lo de la comida fue porque le pegué a Will con la puerta de la biblioteca, literalmente hablando. Algo raro, ya que eso lo suelo hacer cuando conozco al chico, no antes.
Ante la mirada atónita de Tessa, la nefilim empezó a explicarle el accidente de la biblioteca con Will.
-Y es por eso que hicimos esos comentarios durante la comida.-Concluyó Fanny.
-Pero luego estuvieron ambos juntos en la biblioteca, a solas.-Apuntó la mundana levantando una ceja.
-Estaban Gideon y Cecily. La cría me dijo que si podía ayudarla a escoger un libro de la biblioteca, ya que su hermano sólo le dejaba leer los cuentos de los hermanos Grim, cosa que me parece bastante bien pero para alguien un poco más pequeño. Will no se fiaba del libro que le pudiera escoger, ni que le diera el Camasutra, asique se vino con nosotras y estaba Gideon en la biblioteca escribiéndole unas líneas a Sophie, bastante malas si se me permite decir. Asique mientras escogimos un libro para Cecily que le diera el visto bueno Will, ayudamos a Gideon con la nota para Sophie.
Tessa no se creía la versión de aquella chica, siempre había sabido que las españolas (o eso es lo que se decía) eran más extrovertidas que el resto de las damas europeas, de igual carácter que las italianas o algunas griegas. Pero lo que no le habían contado es que llevasen pantalones, desafiando a todo aquel que le dijera que tenía que llevar faldas como todas las demás mujeres, y además verse a solas con un caballero que acababa de conocer esa misma mañana.
-Cuando fui yo a la biblioteca para coger un libro, la puerta estaba lo suficientemente abierta para ver que sólo estaban ustedes dos en la sala. Y me atrevería a decir que no leyendo libros.-La muchacha de cabellos castaños, se cruzó de brazos ante el desafío que ella creía que acababa de lanzar.
-¿Tiene algún problema de que yo me quede a solas con Will?- La recién llegada levantó una ceja al ver la reacción de la otra chica. Le había pillado, Fanny acababa de descubrir que aquella chica no necesariamente amaba sólo a su prometido.-Por que está prometida con Jem, que por cierto hemos quedado en el salón después de comer para charlar de Shangai, estuve unos meses allí y me pareció una ciudad bastante interesante, si se quiere unir… cualquiera podría pensar que está enamorada de Will.
Tessa abrió la boca, pero su sonrojo la delató.
-Ya veo.-Comentó Fanny ante la sonrojada cara de Tessa-Puede estar tranquila señorita Gray, no le voy a decir nada a Will, pero si realmente siente algo tan fuerte hacia él, ¿por qué está con Jem? Supongo que también sentirá algo hacia él. No la veo yo como alguien que se promete sin sentir nada hacia la otra persona, sólo una simple amistad.
-Es algo más complicado que eso.-Respondió Tessa bajando la mirada y la voz- Estoy enamorada de Jem y me voy a casar con él. Lo que sienta o no hacia Will es sólo pasajero, un encaprichamiento de un rato.
Los ojos de Fanny, que parecían el doble de grandes cuando se recogía el pelo como ahora, recogido en un moño medio deshecho sujetado tan sólo por un palo de madera, la miraron fijamente y vio que podía contarle todo aquella extraña. Había encontrado a una amiga a quien poder contarle todo lo que le pasaba por su alma.
-Puede llamarme Fanny.-Dijo la chica con voz baja.
-Gracias, Fanny. Llámame Tessa.-Sonrió la mundana. Al menos era un primer paso para todo lo que tenía que contarle.
-Cuando quieras hablar y contarme todo lo que te pasa, no dudes en buscarme.-Fanny se fue hacia la puerta para irse a bañarse y cambiarse a sus habituales pantalones para la comida- Tessa,- la aludida se dio la vuelta al oír su nombre y vio que Fanny estaba muy seria, demasiado para el carácter extrovertido y alegre de la chica- no creo que lo de Will sea un encaprichamiento pasajero, os brilla demasiado la mirada cuando os encontráis uno delante de la otra como para que sean simples hormonas las que actúan.-Dicho esto, la española se dio media vuelta y dejó a Tessa a solas con sus pensamientos en la sala de entrenamiento.
