ADAPTACIÓN DE GRACIA Y EL FORASTERO DE GUILLERMO BLANCO, LOS PERSONAS SON DE S.M. YO SOLO CUMPLO EL ROL DE ADAPTADORA, CONSTE QUE EL FIC COMPLETO ESTA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE EDWARD.
Isabella, hija de un acomodado general de ejército, al igual que todos los años, va con su padre de vacaciones a Castuera, donde conoce a Edward, hijo de un viejo amigo de su padre. Poco a poco el amor florece entre ambos, los únicos inconvenientes son Jacob, el prometido de Bella, el padre de ésta y sus diferencias sociales que tratarán de entrometerse en su amor.
UNO
¿Cómo empezaré? ¿Qué puedo decir, o explicar, si cuanto anote en estas páginas estará dirigido a mí mismo? Sin embargo, por eso estoy acá. Para explicarme y entenderme. Pero no sé cómo empezar. Como iniciar una lucha con la certeza de la derrota.
Según mi padre- él me impulsó a venir-, lo hermoso en la vida es la incertidumbre del futuro. Desconocer el mañana, explorar cada minuto llegando hasta él como si fuera un nuevo amigo. Es triste, agregaba, la batalla perdida de antemano. O ganada. Porque la duda lleva implícito el estímulo de la aventura. Y si moverse a tientas puede producir angustia, siempre es más vital eso que dar cada paso en una huella prefijada.
Tal vez en el fondo, esta mañana, mientras mi padre me acompañaba a la estación, veía ya el inevitable fracaso de este intento. Peor: el fracaso era un hecho. No hacía falta el golpe, lo dramático para subrayarlo. El fracaso era. Es.
Cuando nos despedimos – mi padre, turbado, no supo si abrazarme o estrecharme la mano, y opto por darme unas palmadas en la espalda-, sentí, con el mío, el nudo que le oprimía la garganta. Tartamudeaba al hablar, y mientras sus palabras me prevenían contra el frío de las noches y me aconsejaban poner la colcha a los pies de la cama para abrigarme, su mente se hallaba ocupada en otro problema. El problema. Y en su incapacidad para prestarme ayuda.
Débil, inerte, anciano casi: esa era la última imagen suya en mi retina. Una figura gris que se encogía en tanto mi tren iba avanzando hacia el poniente. Dejándolo atrás.
Escribir mi vida. Suena un poco ridículo. Suena presuntuoso, también, a los 18 años. Y es, en cierto modo, como si quisiera matar, sepultar, a una parte de mí mismo, aplastándola contra el papel. ¿No es ése, sin embargo, el caso? ¿No he venido aquí con el único propósito de llenar esta libreta en la paz, la mansedumbre, el silencio quieto del caserón que nos aloja? No de luchar. No se esclarecer lo sucedido, sino de consignarlo.
Sí, hay paz en torno. Diríase que hasta el viento penetra en puntillas por entre los árboles del parque. Paz. No escucho ruido otro que el rasguñar de la pluma sobre el papel. O mi respiración; o alguna hoja, afuera.
…Escribir, pensar, recorrer de nuevo esos días que giran en mi memoria igual que un remolino de angustia, felicidad, angustia, y luego angustia sola. Revivir, no pensar. Re andar los pasos. Remirar las imágenes.
Una voz fría, que apenas llega a mí- y que está hecha de varias voces concretas: la de mi padre entre ellas-, me susurra que revivir es descabellado. Vivir, o mas bien sobrevivir, es lo lógico. Intentarlo, siquiera. Sin embargo, yo no deseo lógica. No sedeo razón ni razones. Lo único que deseo es, precisamente, absurdo.
- Escribe. Trata de poner en orden tus ideas –
Ese fue el consejo de mi padre cuando partí. Cuando partí, mi padre me rogó que pensara en Dios. Eran dos cosas que solía hacer. Rezar y dejar que mi pluma corriera, libre, sin intención de cuento ni de ensayo ni de poema: porque sí , para cualquier parte, o a ninguna. Ver, fascinado, como iban brotando – en parte de mi pluma y en parte de mi mente- frases, palabras, ideas. Un mundo, mío. O yo era de él, quizá.
Anoche, siguiendo la inercia de la niñez, traté de refugiarme en Dios, de creer en EL, y pedirle que en el curso de este retiro me ayudase a encontrar la serenidad que he perdido. No pude. Me sentía mintiendo. Mintiéndome. De hablarle, le habría gritado con rabia: ''¡ Esta es la última oportunidad que te doy! Demuéstrame que tu mundo no es todo un cruel disparate. O no: Demuéstrame que en tu mundo cabe el disparate, y no es sólo una masa inexorable e inerte de cordura''.
Dios. No sé si en realidad hay en mí una honda ira hacia EL, o si incluso eso, la ira, es el último intento de creer; un juego de palabras para aferrarme a algún resto del naufragio. Porque si Dios no existe, ¿qué significa esperar? Y, por otro lado, si existe…
No. La ira es autentica. No será, tal vez, contra esa divinidad que ha muerto para mí. Será contra el mundo, contra la suerte… Una especie de fuego se agita en mi interior, con la presión de algo que pugna por reventar.
Hoy, mi padre me aconsejó ''pensar en Dios''. Me aconsejó tener calma. Ordenar mis ideas. ¡Que lejos está mi padre!
Apenas llegamos a la Casa de Ejercicios, nos distribuyeron estas libretas, y en la primera reunión, el padre Eleazar nos aconsejó escribir en ellas nuestras vidas.
- Por cierto que sólo las usarán si lo desean. Hay entera libertad. A nadie le preguntaré qué hizo con la suya, y mucho menos pediré que me las muestren. Si alguien prefiere guardarla para otra cosa, o escribir para sí mismo, es dueño –
Yo había traído un cuaderno, pero la libreta-limpia, fragante- me atrajo. Anotaría aquí. No un examen de conciencia, desde luego. Ni una revaloración del pasado, al estilo habitual en los retiros. Ya veo a Mccarthy poniendo: ''Nací en Concepción el tantos de tal mes…'' y así sucesivamente, todas sus tonterías, sus pecados inocuos, sus experiencias: ''A los catorce años leí ''Manon Lescaut''(drama lírico en 4 actos del siglo XIX). O: ''He tenido malos pensamientos''. O: '' Una noche…''
Lo envidio.
No. Quizás me gustaría poder envidiarlo. Renunciar a ser lo que soy, y envidiarlo. A una parte de mi le gustaría: a la parte cobarde. Pero en verdad no espero eximirme. En verdad, lo único que temo es que el dolor pase, y en su lugar venga…¿Qué? ¿La vida diaria? ¿La nada? ¿El paisaje sin relieve?
Bueno, aquí con esta nueva historia, espero que les guste, y espero tambien que nadie mas la haya traducido con estos personajes, si es así, me avisan para eliminarla, y cuentenme que les pareció, esta historia es muy bella, la he leido millones de veces y ahora con la adaptación la estoy leyendo una vez mas, me ha hecho llorar casa vez que tomo el libro, y bueno, cualquier cosa me dicen... un abrazo enorme.
las invito tambn a pasarse por una traducción que estoy haciendo, se llama milagro, y está en mi pérfil.
un abrazo, y recuerden , el botoncito de abajo es muy lindo =D
