No sabía ya cuánto tiempo había pasado desde que tuvo que regresar al inframundo, dejándola a ella en el mundo de los vivos. La extrañaba de eso no tenía la menor duda. Lo que no sabía era por qué la extrañaba, esa relación nunca fue formal, él sabía que eso no tenía futuro.
Pero, a pesar de saberlo, le dolía el pecho de solo pensar en todo el espacio que había entre ellos, en saber que ya no la tenía entre sus brazos, que ya no iba a escuchar su dulce voz y su hermosa risa, aunque se riera de él. ¿Ella yo extrañaría, lo recordaría siquiera?
Lanzó un suspiro al aire, aún recordaba la última vez que la tuvo entre sus brazos, que pudo sentir el calor de su cuerpo, cerró los ojos, podía sentir su dulce aroma por cada uno de sus poros, su olor estaba tatuado en él con fuego. Miró hacía arriba, recordó la mirada triste de la chica al separarse, las lágrimas que salían de esos bellos ojos, ¿Por qué ella había llorado?
No quería recordar eso, no le gustaba recordarla llorando, era preferible un hermoso recuerdo de ella, como la última vez que estuvieron juntos, sonrió, últimamente sonreía mucho.
Flashback
Ella dormía, después de la actividad que habían tenido era normal, sonrió, se estaba haciendo adicto a ella. Al tacto con su piel, a sus labios, acaricio su cabello de ahí bajó a su hombro; su piel era tan suave. Se le estaba haciendo difícil imaginarse un mundo sin ella.
Detuvo sus dedos que recorrían el cuerpo de la chica, ellos estaban destinados a no estar juntos, no podían, no debían. Él tenía que volver al inframundo, a cumplir sus deberes como juez del mismo, a seguir juzgando a las almas y ella, ella no podía ir con él.
Su humanidad se lo impedía.
Por un momento deseó ser un simple humano, así si podría estar con ella. Pero así como llegó, así descartó esa idea. Su destino era ser espectro, el juez del inframundo, Aiacos de Garuda; y el destino de la chica era ser una humana, vivir en el mundo de los humanos... Un beso lo sacó de sus pensamientos, sonrió al ver a la chica despierta. Tomó su rostro entre sus manos y la besó como si no hubiera mañana.
Fin flashback
Sonrió con ironía, cuánta razón tuvo en ese momento. Cuando menos para ellos no hubo un mañana, se levantó de la piedra en que estaba sentado, pues sentía el cosmos de su hermano acercándose y ya escuchaba sus reclamos.
Otro día aburrido en el inframundo, juzgar almas no era tan divertido como muchos creían. Antenora estaba repleta de almas y él... Él solo quería verla.
-Otra vez pensando en ella.
Minos, siempre afirmando, jamás preguntando. Sonrió de lado.
-Minos, mejor metete en tus asuntos y deja los míos en paz.
-Estás descuidando lo que se te ha encomendado, eso también es asunto mío.
Minos lo miró y sonrió con sorna.
-Te ves patético, verla no te haría tan mal.
Dicho eso, se fue por donde llegó. Aiacos solo lo observó irse.
-Idiota.
Tiempo después…
¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que la vio? Meses, no, años. Y él no la olvidaba, tardó mucho en lograr entender porque se sentía así, porque no la olvidaba. Sonrió.
- Amor.
La amaba, solo en ese sentimiento se podía resumir todo lo que sentía, el por qué aún la extrañaba. Él, un espectro de Hades, se había enamorado, pero como tal, no estaba destinado a poder amar libremente. Solo esperaba que ella fuera feliz...
FIN
