Summary: Si, estoy enamorada de Edward, playboy del instituto. Si, estoy decidida a enamorarlo (no sin antes hacerlo sufrir un poquito) Me someteré a cambios de Looks, y lo que sea necesario. Asique Edward Cullen, prepárate para tu peor pesadilla: Yo.

Seduciendo a Edward Cullen

Hola a todos, mi nombre es Isabella Marie Swan. Tengo 17 años, voy a penúltimo año, y soy una chica de aspecto común, por no decir aburrido. Mi pelo es marrón, largo a mi cintura, pero siempre lo tengo atado en una colita baja. Mis ojos son también marrones, mi cara tiene forma de corazón, mi complexión es flaca, pero tengo la sensación de no tener ni una curva en mi cuerpo, por eso uso ropa de dos talles mas de mi tamaño normal. Mido 1,64 y peso 55 quilos.

Si. Una tipa completamente aburrida.

Vivo en Nueva York con mi familia. Mi padre tiene una empresa de autos (me han regalado varios, pero siempre me parecen demasiado para usarlo) que abrió él, y que es conocida mundialmente, y heredo la compañía de guardaespaldas de mi abuelo, quien después de haber sido policía, decidió abrirla. Mi madre era heredera de la cadena de hoteles "Crystal Moon" (y en una cena de negocios había conocido a papá… de ahí en más, no pudieron vivir separados… si, amor a primera vista).

Dejando de lado mi vida familiar, mi mejor amiga se llama Alice Brandon. ¿Les doy una descripción de ella? Es un duende hiperactivo, súper impulsivo, que tiene una habilidad de predilección increíble, y cabe destacar que es un fan indiscutible de la moda. Esa es la descripción más acertada de ella. Y aclaremos algo: amo a ese duende revoltoso como a una hermana. Si, fue algo inevitable, pero no hay forma de no adorarla.

Fue muy gracioso como nos conocimos…

Flash Back

Estábamos en Julio, pleno verano. Yo me dirigí al cetro comercial, mi mamá me había pedido que me busque un vestido, pues el viernes a la noche teníamos una cena de negocios, y yo, como la hija buena que soy, debía estar presente.

Entre en una Boutique y me puse el primer vestido que encontré (no soy de las que dan muchas vueltas), lo compre con mi tarjeta de crédito, y salí de la tienda. No había dado ni siquiera cuatro pasos para alejarme de la tienda, cuando un abrazo que fácilmente podía romperme los huesos, me tomo por sorpresa.

Aunque no tanta como la que tuve al notar que mi abrasador poseído, mediría poco más de metro cincuenta, tenia pelo marrón oscuro, con sus puntas dirigidas a distintos lados, y eso sumado a su altura le daba un encantador aspecto de duende.

-¡Oh por Dios!- exclamo la desconocida. Yo todo lo que pude hacer era verla extrañada. ¿Qué diantres le pasaba a esta chica? Sentía que esto era cosa de locos. –no puedo creerlo… ¡Tú y yo vamos a ser mejores amigas! ¡Eso es seguro!

Y yo me hubiese caído al suelo en estado de shock, si esta chica no me tuviese agarrada con toda su fuerza (que era más de la que aparentaba)

El aire empezó a hacer falta en mis pulmones, y empecé a sentir que toda daba demasiadas vueltas. Tenía necesidad de respirar y no podía, y sentía como poco a poco iba cayendo en la inconsciencia, contra mi voluntad.

-¡Alice, suéltala! ¡Estas asfixiando a la chica!- dijo una voz de una señora mayor. Y eso fue todo lo que pude escuchar.

Lo próximo que escuche fue la voz de un señor llamándome. Aun con los ojos cerrados, fruncí levemente el seño, intentando recordar a quien le pertenecía esa voz.

-Isabella, Isabella. ¿Me escuchas?- tenía ganas de contestarle `si, déjame dormir´ pero no encontraba mi voz.

-Aquí tienes.- le dijo la voz le la señora de antes, y después sentí como un olor fuerte, que estaba segura era el del quitaesmaltes, se posaba bajo mi nariz. Fruncí aun más el seño, pero pude abrir de una buena vez por todas, mis ojos.

-¿Estás bien?- me pregunto una mujer, que no era la voz de antes, era una voz más dulce, más cariñosa (no es que la otra no lo fuese)

-si… estoy bien- dije yo, sentándome en el banco en el que estaba acostada. Un duende se me acerco con cara apenada.

-Lo siento mucho. Te juro que no fue mi intensión. Es solo que la emoción, bueno, tu sabes… -empezó a reír nerviosamente. Yo le sonreí, con tranquilidad.

-No te preocupes. No fue nada del otro mundo… asique ¿Cómo es eso de mejores amigas? Para que yo acepte serlo debes acompañarme a tomar un café un día de estos… ¿Qué dices?- como toda respuesta se me tiro encima.

Fin del Flas Back

Díganme: ¿Cuántas mejores amigas pueden decir que cuando se conocieron, una de ellas ya estaba segura de que serian amigas incondicionales, y la otra se desmaya por falta de aire? Definitivamente nuestra relación no iba a ser nunca como las de los demás.

Tiempo después sabría que los que habían estado ahí ese día eran la mamá de Alice, y los Cullen, pues ambas familias eran amigas, pero los Brandon acababan de llegar.

Los Cullen eran una familia de cuatro integrantes.

Carlisle Cullen, era el padre. Estaba casado con Esme, era un médico cirujano reconocido mundialmente, jefe de uno de los hospitales más prestigiosos de Nueva York. Había heredado bastantes millones de parte de su padre, quien había sido un exitoso empresario (no tengo idea de que).

Esme Platt (Mejor conocida como Esme Cullen) era una dulce mujer, completamente cariñosa. Era restauradora de piezas antiguas, casas antiguas, y arquitecta (además de decoradora de interiores). Había heredado la empresa familiar de restauración de objetos antiguos. Una empresa conocida mundialmente a la que los museos le llevaban piezas inigualables para que las restauren y las dejen en perfectas condiciones. Todo esto me lo entere una vez que fui a casa de Alice, donde estaba Esme, quien me conto un poco sobre ella.

Emmett Cullen era el hermano mayor. Tenía diecinueve años, pero estaba en mi curso, pues había perdido dos años cuando viajo a casa de sus tíos segundos, con quienes tenía una linda relación. Su descripción seria más acertada si hago una comparación con un gran oso. El chico en sí, ¡es enorme! Podría llegar a parecer uno de esos levantadores de pesas de la tele. Tenía pelo oscuro y rizado. Era uno de los jugadores estrella del futbol americano.

Edward Cullen, era el hermano más chico. Tenía dieciocho años (había perdido un año, pues solo fue a ver a sus tíos segundos un solo año). Era un chico de pelo broncíneo completamente despeinado, ojos verdes, rasgos fuertes. Su cuerpo es esbelto, es fuerte y musculoso, aunque no tanto como Emmett, es alto, mide aproximadamente 1,85 metros. Era el playboy de la escuela (iba con él a clases desde el año anterior), jugaba con las chicas como si nada, pues se creía sumamente grandioso. Juro que ese chico merece que alguien lo ponga en su lugar. ¡Es que se está volviendo insoportable! Es, obviamente, el capitán del equipo de futbol americano, la estrella del equipo, y todo eso.

¿Qué más puedo agregar?

Oh, estoy enamorada de Edward Cullen (si, el playboy del instituto), y estoy decidida a enamorarlo, (aunque tenga que pasar por miles de cambios de looks) pero eso sí: no sin antes hacerlo sufrir un poquito. Bueno, un poquito mucho. ¡Pero se lo tiene merecido! Asique, Edward Cullen, prepárate para tu peor pesadilla: Yo.


¿Y? ¿Qué les pareció? ¿Les gusto? ¿No? Por favor, denme su opinión, porque sino esto queda aquí.

A mi, la verdad, me encanto la idea… Bella lo hará sufrir… un poquito.. jajjaa

Gracias por leerme.

Nos estamos leyendo.

Besos

Sakuritta Uchiha

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