Disclaimer: Pokémon no me pertenece, todos los derechos están reservados por Satoshi Tajiri y NINTENDO.
Autora: Suki90
Serie: Pokémon
Título: Las Nuevas Generaciones
Personajes: Varios -depende del capítulo-
Capítulo 1
¿Ya no se quieren?
— Papi... —llamó una pequeña voz.
El hombre de tez morena que se encontraba recargado en el sillón se enderezó de golpe al escuchar a la pequeña personita que lo llamaba.
— ¿Eh? ¡Aly...! ¿Qué haces despierta a esta hora, princesa? —cuestionó él al ponerse de pie para acercarse a su hija, la cual estaba en el umbral de la puerta.
Sin embargo, la pequeña niña no respondió al cuestionamiento de su padre como este esperaba que lo hiciera; en vez de eso, apretó más el agarre de sus brazos al rededor de su Pikachu de peluche.
— ¿Aly? —preguntó el moreno, confundido y un poco preocupado por la actitud de su hija.
— Papi... ¿Mami y tú ya no se quieren? —soltó finalmente con algo de miedo, logrando que los ojos de Ash se abrieran de par en par.
Estando finalmente a la altura de su hija, el joven de 30 años no pudo evitar sentir un vuelco en su corazón, ¿qué le hacía pensar eso a su pequeño retoño de 6 años?— ¿Pero qué cosas estás diciendo mi amor? Tu mami y yo nos queremos muchísimo...
— Pero... se gritan mucho... —respondió la pequeña con temor.
— Ah, bueno... eso es algo normal entre los adultos, especialmente en los papis y las mamis —explicó Ash mientras acariciaba los negros cabellos de su hija—. A veces llegamos a pelear, pero eso no quiere decir que no nos queramos.
Ante las respuestas de su padre, la pequeña Alyson finalmente alzó su aguamarina vista y la posó sobre la achocolatada de él. Unas pequeñas lágrimas se estaban formando en el rabillo del ojo de la heredera Ketchum.
— Pero... tío Gary y tía Sienna nunca se gritan —comenzó la joven—, tampoco he visto que mi tía Daisy le grite a mi tío Tracey como ustedes se gritan... —confesó la de ojos aguamarina, sorprendiendo así a su padre, este jamás se imaginó que su hija se fijara en esos detalles estando tan pequeña—. Y alguna vez escuché decir a mi tía Lily que ella y mi tío se peleaban porque ya no se querían o soportaban... entonces...
Ash, no pudiendo más con aquella situación, acercó a su hija a él y la alzó en brazos, permitiendo así que Aly alejara uno de sus bracitos y rodeara el cuello de su papá con él, al mismo tiempo en que soltaba unas silenciosas lágrimas.
— Escucha princesa, tú no tienes por qué preocuparte por estas cosas —respondió Ash mientras acariciaba la espalda de su hija y la mecía al mismo tiempo—. La situación de tu tía Lily era muy especial; y si bien tu mami y yo nos gritamos a veces, no es lo mismo. Ella y yo seguimos queriéndonos mucho —le aseguró él.
Soltando un poco el agarre que tenía en el cuello de Ash, la pequeña Ketchum se aleja un poquito de su lugar para poder ver a su padre con los ojos levemente húmedos— ¿De verdad...?
— De verdad.
— ¿Me lo juras? —cuestionó nuevamente la pequeña niña— ¿Me juras que tú y mami se quieren mucho, mucho, mucho? —reiteró su cuestionamiento.
Soltando una pequeña risa ante la insistencia de su hija, el moreno tan sólo se ocupó de reafirmar la seguridad de sus palabras ante su niña— Te lo juro —aseguró él mientras limpiaba las leves lagrimitas que habían caído de sus ojos.
Finalmente sintiendo que ese peso se iba de su pequeño corazón, la niña le regala una enorme sonrisa a su padre antes de volver a abrazarlo con fuerza, gesto que Ash regresa rápidamente. Le gustaba sentir los brazos de su ahora no tan pequeña hija, parecía como si hubiera si apenas el día anterior que esta llegó a sus vidas. El tiempo pasaba muy rápido.
Y hablando de tiempo...
— Bueno, ya es muy tarde para que usted esté despierta —expresó Ash, afirmando un poco más su agarre sobre ella antes de avanzar—. Así que a la cama, señorita.
— ¡Si~...! —expresó la niña con entusiasmo— ¿Me cuentas un cuento? —preguntó ella mientras era llevada por su padre.
— Mmm..., no soy bueno con los cuentos, pero veamos qué podemos inventarnos, ¿te parece? —cuestionó él al subir las escaleras de su casa, en donde al final de estas los esperaba una bella dama de cabellos anaranjados hasta la espalda con una sonrisa plantada en sus labios— Oh, creo que mamá será mejor para ello —expresó Ash al llegar con su esposa.
Riendo por la jugada que estaba haciendo su marido, Misty le dio una ligera palmada en el hombro— Ah no señor, a mi no me relegue sus problemas.
— ¡No! ¡Quiero que tú me cuentes un cuento, papi! Mami siempre me los cuenta, ¡te toca! —expresó Aly, feliz de ver a su padres tan tranquilos como a ella le gustaba verlos.
— Ah... dos contra uno no se vale —se quejó el Ketchum mayor, quien a pesar de todo se veía feliz, alegre por estar acompañado por dos de las mujeres que más amaba en ese mundo. Con delicadeza tomó la mano de su esposa y así terminaron de cruzar el pasillo para llegar a la habitación de su hija.
Estando ya finalmente en su cama, la pequeña morocha le pregunta a su padre— Oye papi, ¿cuándo regresa Pikachu? Lo extraño...
— Mañana iré por él al Centro Pokémon —respondió él mientras se sentaba a un lado de ella en su cama, mientras que Misty se sentaba del otro lado—. Estoy seguro de que también te extraña mucho.
Feliz por la noticia de que pronto vería al Pokémon que más le gustaba, sonrió emocionada— ¡Sí!
— ¿Y bien? ¿Qué historia nos contará esta noche, señor Maestro Pokémon? —cuestionó Misty, quien acariciaba lentamente la manita con la que su hija la tenía presa.
Ante aquella interrogante, y ante la expectante mirada de las dos mujeres de orbes aguamarinas, el Ketchum mayor se dio unos segundos para meditar y buscar una respuesta. Cuando la encontró no pudo evitar sonreír burlonamente, preocupando un poco a su esposa...
— Aly, ¿tu mamá alguna vez te contó de cuando fue asistente de un mago Pokémon? —cuestionó Ash al fin.
— ¡¿Qué?! —fue la rápida reacción de Misty al escuchar la propuesta de su esposo.
Sorprendida, la pequeña Alyson negó rápidamente con la cabeza— No, esa no me la ha contado... ¿Mami fue asistente de un mago? —preguntó ilusionada.
— ¡Sí! Y a que no adivinas de qué Pokémon iba disfrazada.
— No sé... ¡Dime, dime! —pidió la pequeña, emocionada y entusiasmada.
Más roja que su propio color de cabello, la pelirroja no pudo evitar fruncir el ceño— Ash Ketchum...
— Aw, vamos, te veías muy bien con ese traje, no te avergüences —le aseguró Ash a su esposa—. Además, has llevado cosas un poco más atrevidas que eso —le recordó él a la pelirroja mientras le guiñaba rápidamente un ojo.
Si en un momento creyó que el sonrojo anterior no tenía superación, el de esta ocasión le dijo quítate que ahí te voy. Ash simplemente se carcajeó por el rostro que su esposa le estaba mostrando a él y a su hija, quien por supuesto no entendía nada de lo que estaban hablando sus padres.
— ¿Cosas más atrevidas? —preguntó con curiosidad.
— ¡N-No, no, no es nada corazón! Ash, ¿por qué no comienzas con la historia? —le sugirió ella más que preguntárselo, esperando que con eso, su pequeña hija olvidara el innecesario comentario que su padre había hecho.
Tranquilizando su risa, y parte de su venganza –porque él siempre era la víctima de las historias de su mujer–, el Maestro Pokémon decidió comenzar su historia. Relatando desde el momento en que llegaron al festival, el cómo conocieron a ese necesitado mago, hasta cuando la querida sirena de Ciudad Celeste vistió un precioso disfraz de Goldeen.
Misty estaba más que avergonzada de escuchar esa historia, la cual por cierto era un poco exagerada; pero claro, no diría nada, y menos frente a su retoño, la cual estaba más que feliz escuchando a su padre relatarle una historia.
Y es que eso no era más que la verdad. La pequeña niña de 6 años destilaba una inmensa felicidad, hacía muchísimos meses que no estaba así con sus padres; todo era gracias a que los dos eran personas muy importantes dentro del mundo Pokémon. Debido a su puesto, la pareja Ketchum no siempre coincidía en casa para estar con su hija; o era uno, o era el otro.
No obstante, cuando lograban coincidir, eran pocas las veces en las que no había una pelea como la de esa noche; la cual, por cierto, fue por una tontería. Aunque no era de extrañarse, son Ash y Misty.
Pero a final de cuentas, su prioridad era su hija, y si por ella debían hacer a un lado sus diferencias, lo harían.
Suki: Bueno, esto es algo que se me ocurrió después de leer varios fics en otros fandoms con temática similar. Entonces pensé que esta sería una buena oportunidad para presentar a mis Poké-babies.
La primera por obvias razones es Alyson, mi pequeña Pokéshipping fan-kid, alguien tenía que abrir esta sería de relatos, que no tendrán un orden específico o continuidad en su mayoría, y fue ella. Pero a continuación les dejo mi lista de fan-kids y el primero que llegue a 5 votos será el siguiente:
— Gale Oak – Hijo de Gary y Sienna (OC).
— Terry y Amarillys Hayden – Hijos de Drew y May.
— Madeline y Brendan – Hijos de Clemont y Serena.
— Danielle – Hija de Dawn y Kenny.
— Megan y Drake – Hijos Gemelos de Iris y Cilan.
— Jaden Sketchit – Hijo de Tracey y Daisy.
— Miriam Stone – Hija de Brock y Lucy.
¡Ustedes deciden!
Nos vemos en una próxima entrega.
P.D: No hay fechas de actualización, ¡lo siento!
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Suki90, presentó.
¡Hay que atraparlos a todos!
