Skip Beat no me pertenece.
Aquí estoy con una nueva historia... esta historia será más del estilo "What if..." No llega a ser un cambio total del universo ficticio en donde se desarrolla la trama de Skip Beat! Es por eso que no llega a ser un AU [Alternative Universe (Universo alterno)] por completo. Aunque creo que veremos un poco de (OoC) [Out of Character : fuera del personaje]
De verdad, espero que disfruten con esta historia, algo muy distinto a lo que he venido escribiendo.
Posiblemente Rated: Ma. +18. Si no es del agrado de los lectores, por favor, no lo lean.
Summary: "What if..." Kyoko descubre que Sho solamente la esta usando para que lo "mantenga" mientras que él triunfa en sus sueños. Quiere vengarse de él y sabe que lo puede hacer, entrando al mundo del entretenimiento pero antes de eso se encontrara con cierto actor.
Descubriendo el deseo.
Prologo.
Esa maldita sabandija la había estado usando, para él solo era su empleada quien lo mantenía para que el señorito cumpliese sus sueños.
Maldito, mil veces maldito.
¿Qué es lo que queda después de que tu inocencia y corazón son destrozado? Solo se que sentí un lado oscuro aparecer en mi. Como si miles de demonios pidieran la sangre y cabeza de aquella escoria humana.
Soy completamente independiente, nunca dependeré de un hombre para mi felicidad. No nuevamente, no estaré al pendiente de nadie, sola podré con todo.
Me importa poco lo que piense la gente. En momentos como estos desearía ser completamente irreverente.
No estoy triste por lo que hizo, me siento furiosa. Quisiera encontrar su punto débil pero se que solamente entrando al mundo del entretenimiento podre hacerlo.
Él abrió la caja de Pandora pero aun no sabe que dentro de ella solo quedo Elpis, espíritu de la esperanza y mi única esperanza es destruirlo.
Después de escucharlo hablar con su manager decidí salir.
Solté mi cabello, necesitaba aire, necesitaba salir...
Capítulo #1.
En LME [Lory's Majestic Entertainment] se daba una situación común ya en todo este tiempo, el actor estrella o podía salir de aquel edificio porque había miles de fans esperando por él.
Y como es bien sabido, el presidente no tuvo de otra que llamar a "La Bruja" Jelly Woods para hacer el trabajo y así su estrella pueda salir.
Después del último éxito de Tsuruga Ren, su fama se incremento haciéndolo el idol mas guapo d todo Japón, aunque jamás se le ha conocido pareja estable ni aventuras.
—Tranquilo Ren, ya podrás salir—Decía Yashiro poniéndose sus blancos guantes para poder atender su teléfono móvil.
—Voy a maquillaje—Dijo el actor. Caminando despreocupado.
"La bruja" ya se encontraba allí, esperándolo junto a Lory.
—Es el precio de la fama, ¿No?—Le pregunto Jelly en modo de saludo.
Ren solamente sonrió despreocupado.
—Tendrás que buscarte unos guarda espaldas... Es lo mejor—Decía Lory vestido como un gangster americano.
Ren solamente rió un poco, no le gustaba para nada la idea de ser vigilado las 24 hs. del día. Yashiro entró para ver si ya habían terminado pero no, como siempre la señorita Woods se tomaba tiempo para realizar su arte.
Anteojos de sol, con lentillas azules, el cabello peinado hacía atrás, de un rubio platino y vestido completamente de negro...
La creación del nuevo personaje ya estaba hecha, solamente tendría que separarse de su manager para poder pasar desapercibido, pero ¿Quién podría ignorarlo? Sea el verdadero o solo un personaje, de igual modo era increíblemente atractivo.
El actor se encontraba estresado, necesitaba una copa y por una vez en estos años había decidido salir un momento, solo por una copa.
Él era Tsuruga Ren, quien no tenía tiempo para frivolidades como el amor. No lo necesitaba en su vida. Claro que no. No quería amar a nadie. Seguía con esa mascara pero en parte seguía siendo un niño lastimado por su entorno.
Volvió a su presente, esquivó a sus locas fans. Hasta llegar a su coche. Al salir de la agencia LME vio que sus fans se abalanzaban sobre Yashiro pensando que él saldría pero por suerte el pobre pudo liberarse ya que las mujeres se dieron cuenta que él nunca saldría. Sonrió de lado, algunas veces su vida y trabajo actual le divertían bastante. No como las diversiones que solía tener antes...
—Un Bourbon—Pidió al llegar a donde estaba el Barman.
Observo su entorno y vio a muchas hermosas mujeres, ninguna le llamo la atención como aquella joven que estaba apartada en una mesa y completamente sola. Tenía cabello largo, tan negro como la noche y unos hermosos ojos dorados que le pareció lo más hermosos que haya podido ver nunca.
La observo detenidamente, ella tenía una copa de la cual bebía pequeños sorbos de vez en cuando y lo que más le llamo la atención fue que rechazaba todos los intentos de acercamientos que intentaban los hombres.
Sonrió al ver al quinto pretendiente ser rechazado... Bueno, era el quinto desde que él estaba allí.
Ella pidió un nuevo trago, entonces él decidió hacer algo impensado para el caballeroso Tsuruga Ren.
—Disculpa...—El barman lo miro y escucho atentamente. Por la expresión del hombre supuso que la joven lo rechazaría pero quien sabe. Esta era la primera vez que estaba interesado en na mujer luego de tantos años sin una cita como las que tenía en su adolescencia.
Observo al barman darle a un camarero la bebida y con ella también lo que le había dicho él...
Vio como el camarero se acerco a la chica, quien al principio lo observo con disgusto... Lo que le hizo divertir bastante, la verdad sea dicha.
Luego el camarero le dejo el trago a una renuente joven y le señalo hacia él. Ella lo busco con la mirada e inesperadamente le sonrió.
Un recuerdo fugaz le vino a la mente, de cierta niña a orillas de un río jugando y hablando con él. Pero ella no podría ser esa niña, lo sabía o lo suponía ya que la pequeña vivía en Kyoto.
Disipo aquellos recuerdos de su mente, se suponía que al fin saldría con una joven después de tanto tiempo... Pero no quería a cualquiera, quería a esa chica de hermosa sonrisa y mirada triste que le cautivo todo su ser en tan solo minutos.
—Hola...
—Hola, gracias por a bebida.
—No tienes que agradecer. Además era un trago sin alcohol.—Le dijo él. Ya que no quería embriagar-la, eso Jamás.—¿Esta ocupado este lugar?
Al ver que ella negaba, se sentó en la silla frente a ella con una sonreía depredadora en sus labios. Al fin había salido el conquistador.
A lo lejos vio a un sorprendido barman que lo miraba sin dar crédito a lo que veía ya que otros hombres lo habían intentado sin éxito.
—Cuando te vi pensé que esperabas a alguien...—Quiso empezar una conversación con ella.
—No, yo no suelo hacer esto—Ren la miro detenidamente, la joven parecía ser bien educada.—Pero hoy quise festejar ya que soy libre.
—Bueno, brindemos por ello.
Kyoko levanto su copa y sonrió.
—Por la libertad.—Las copas chocaron y cada uno bebió de su trago.
—Cinco, desde que estoy aquí rechazaste a cinco hombre. Vi que rechazaste a muchos hombres que te ofrecieron un trago, ¿Por qué?—No era que él se creía tan importante pero se atrevió a que su ego saliera dañado o aun más grande.
—Fueron quince antes de ti—Ren se asombro por esa afirmación—Pero todos me ofrecieron solo alcohol, al menos tú no quieres emborracharme para aprovecharte de mi. Tienes claro que me embriagare sola y me lanzare a tus brazos.
Ren rió divertido, la joven parecía tan directa con unas cuantas copas encima.
—Me llamo Ren ¿Y tu?—Quería saber su nombre, se moría por escucharlo.
—Oh, no. Sin nombres.
—Pero es un poco injusto que tu sepas mi nombre y yo desconozca el tuyo.
—No te pedí que me lo dijeras. —Le dijo sonriendo de lado—Pero para que no llores te lo diré, Soy Kyoko.
¡No! No podía se ella, había muchas chicas con ese nombre y esa chica aun era menor de edad, no podría estar en Tokio...
—Ya me quiero ir.—Le escucho decir.
—Ya pago la cuenta—Ren hablo al mesero para pedir la cuenta y se sorprendió al ver que la joven era más rápida que él y pagaba su propia cuenta. Al ver que el camarero se retiraba le hizo la pregunta que rondaba por su mente en esos momentos—¿Por qué hiciste eso?
—¿Por qué soy a mujer I-N-D-E-P-E-N-D-I-E-N-T-E.—Se lo deletreo para que le quedara claro lo que quería decir.
Ren aun desconcertado, la ayudo a pararse, aunque ambos habían tomado unas copas, ninguno parecía lo suficiente mareado para no mantenerse de pie por si sólo.
—¿Dónde vives?—Le pregunto.
—En el complejo residencial Mitzuki.—Ren se asombro, ese lugar era conocido por tener apartamentos de lujo, también como en donde el vivía.—Pero no quiero ir allí.
—¿Quieres ir a mi casa?—Se atrevió a preguntar, casi tartamudeando. Se molesto consigo mismo por eso. De seguro ella lo rechazaría y pensaría lo peor. Pero esa chica le encantaba y no quería dejarla ir o al menos pasar el tiempo suficiente con ella para que decidiese quedarse con él para siempre.
—Tu casa esta bien—Susurro ella sonrojada.
Ambos caminaron hasta llegar a su coche, Kyoko se asombro ante lo caballeroso que era ese desconocido que acababa de conocer, abrió la puerta para ella y todo.
Cunado el auto salió del estacionamiento, Kyoko observo al hombre rubio que manejaba. Y no pudo evitar comparar con cierta persona indeseable que se decía ser su amigo. Al menos este hombre si parecía atraído por ella y él era hermoso. Sonrió de lado, se desconocía a si misma. No podía creer lo que estaba haciendo.
Observo que él detenía el coche en un estacionamiento y hacía el mismo ritual que antes, ayudarla a bajar del coche, escucho la alarma del coche activada y acompaño a hombre hacia su departamento. Permitió que él la abrazara y que poco a poco la acercara más a su cuerpo.
Para Ren era el cielo, la mujer en sus brazos era la ternura y calidez en persona. Busco sus llaves para abrir el departamento.
Su casa ea algo impersonal. No había nada fuera de lugar, menos una fotografía. Ni cuadros. Kyoko lo percibió pero no dijo nada.
—¿Quieres un café?—Pregunto él para dirigirse a la cocina—Voy a preparar un.
—Claro, gracias—Ella le siguió de cerca.
Lo vio preparar café y servirlo cuidadosamente para después llevarlo a la sala.
—Puedes tomar asiento, señorita independiente.—Kyoko rió por ese apodo.
Al darse cuenta de donde se había acomodado pudo percibir que la distancia que los separaba a ambos era corta, tanto él como ella lo notaron.
—Esta muy bueno el café—Él sonrió porque en la cocina él era desastroso.
—Creo que es lo único que puedo hacer.
Kyoko sonrió divertida, tomo un poco más de café. Mientras el silencio reinó en toda aquella sala.
—Creo que tu estas más ebrio que yo—Le dijo la joven.
Ren sonrió, no era eso. Es que se sentía torpe con ella a su lado. Se debatía entre salir corriendo él o enfrentarse a la mujer fatal que veían sus ojos. Dejo la taza de café vacía en la mesa, entonces sintió como un pequeño cuerpo se tiraba contra él.
Unos labios rosaron los suyos despacio y lo hicieron abrir los ojos de golpe porque involuntariamente había soltado un suspiro de satisfacción. Este beso era tan distinto a los de mentira de las novelas. Además ella había tomado la iniciativa antes que él pensara en algo.
Kyoko supo desde el primer momento que hacía mal pero no se detuvo, olvido el café de su taza por completo y se dedico a observarlo hasta que no pudo más y lo beso.
Ahora ella estaba recostada en la alfombra, sin saber cómo había llegado allí y besando a aquel casi desconocido con tanta pasión que se desconocía a ella misma.
Lo abrazo por el cuello para profundizar aun más aquel beso y se separo de él, de sus labios un poco agitada, quería un poco de aire...
Lo observo y era hermoso... Aunque estaba en casa de un hombre, besándose en la alfombra de un completo desconocido.
Sonrió antes de ser besada esta vez por él.
Continuara.
