Atención: Debes haber leído Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Spoilers y datos del libro.
Tiempo Post Guerra.
Espero que les guste, por que me agarró luego de una noche de desvelo( que es cuando salen a flote las mejores ideas para fanfics..a que no??) y me parece que es el final del libro siete que yo hubiera querido( El de los 19 años después me gustó muchísimo..Pero yo quería leer como volvían ginny y harry).
Criticas gente, por favor.
Lal!
Los mismos de siempre
Un juego de luces verdes y amarillas llamó su atención en cuanto separó los párpados. Tomó sus anteojos, incorporándose a medias en el semi oscuro lugar, y vislumbró por la ventana un fulgente sol cuyos rayos se alzaban altaneros entre las hojas de un verde abeto plantado en la ventana de Ron.
Recorrió la habitación con la mirada y comprendió que estaba en la Madriguera, en la cama plegable en el cuarto de Ron, lo cual le hizo sentir una sensación de protección y tranquilidad que le agradable.
Tales sensaciones, prohibidas muchísimos años para él, le venían la mayoría del tiempo y aquel verano, o el resto que quedaba, se la había pasado en su hogar (por que era como lo sentía realmente), entrenando Quidditch con Ron, Hermione y Ginny en las laderas más cercanas, o paseando en Ottery St. Catchpole, apareciéndose en el Callejón Diagon para comprar las cosas del nuevo año escolar( inconcluso por la los restos de la guerra) o simplemente estando en la Madriguera todo un día sin salir, jugando catas, ajedrez o ayudando en la limpieza de la casa.
Había habido un día particularmente doloroso, en el que tuvieron que sacar las pertenencias de Fred, en ausencia de George que no lo permitiría, para hacer más lugar ahora que Charlie, el hermano mayor de Ron, viniese por unos cuantos meses.
Bill y Fleur estaban quedándose con ellos, en causa de que su casa había quedado completamente destrozada.
Cuando bajó a desayunar encontró a la Sra Weasley con Fleur y Bill, hablando de algo sobre el Profeta, y a Ginny, sirviéndose un poco de té en una taza.
Por segunda vez en mucho tiempo, le pareció que estaba más linda que nunca( o quizás no lo había notado), radiante, le dedicó una sonrisa.
-Harry, querido..¿Qué quieres para desayunar?-preguntó amablemente la Sra Weasley, instándolo a sentarse.
Harry sonrió, rechazó el ofrecimiento con una mano y se dirigió hacia la cocina por un poco de té.
Estaba bien que lo quería tratar como visita, pero después de abusar tanto de su comodidad, se sentía algo incómodo y oportunista, por lo que había comenzado a actuar con más modestia y como un miembro más de la familia.
-¿Qué hay de nuevo?-preguntó señalando al Profeta que Fleur sostenía entre sus manos, con manicura a la francesa.
-La nueva reconstrucción de Hogwarts-explicó Bill cuyo diente de oro brillaba más de lo normal. Le pasó el periódico a Harry y este vio la foto del imponente castillo, alzado en una isla en medio de un lado, brillando entre la espesura de la foto.
-Si todo sale bien, podgan volveg a Hogwagts dentgo de poco ¿No?-preguntó ilusionada Fleur y Ginny asintió.-Vamonos Bill, llegagemos tagde
Bill se tomó el resto de café y se puso de pie de un corto saltito. Los saludó a todos con la mano y desapareció por la chimenea con su esposa diciendo "Callejón Diagon".
-Están buscando una casa nueva..Pero los precios están por los cielos-replicó la Sra Weasley levantando todo de la mesa con la varita-Harry, cielo..¿Has sabido algo de Teddy? Hace mucho que no lo traen por aquí.
-Bueno, lo último que me escribió Andrómeda es que estaban en Bulgaria-recordó Harry y el rostro de su ahijado lo hizo sonreir-Vendrán luego de visitar unos parientes de Ted.
-Bien, por que tengo un suéter hermoso que le tejí-explicó y Harry se imaginó al pequeño del mechón violeta con un suéter rojo con la L de Lupin estampada.
Vio que Ginny veía fijamente la pared que tenía enfrente, donde solamente estaba colgado el reloj de los Weasley con las ubicaciones de todos.
Se fijó en ello, pero la pareció que todo estaba bien: El sr Weasley en el Ministerio, la Sra Weasley en Casa, junto con Ron y ella, Bill en Calle, George en Trabajo, Charlie en Calle, Percy, algo borroso adrede, decía Ministerio pero Fred estaba en Muerte.
Eso lo hizo tragar con remordimientos pasados y observó que Ginny estaba absorta en lo que debían ser recuerdos dolorosos.
-Ginny..¿Vamos afuera?-indicó con la cabeza hacia el patio trasero y ella asintió, volviendo a la realidad.
Salieron y se sentaros en los últimos escalones del porche, donde descansaban botas viejas, trastos usados, cosas muggles que el Sr Weasley encontraba fascinante y tenía que analizar y colgada en sendas sogas, ropa seca.
El patio, ahora con el pato bien largo y amarillo, con gnomos corriendo, lucía mucho mejor que para la boda de Bill y Fleur, hacía ya un año.
-¿Estás bien?-preguntó Harry preocupado, volviendo la mirada hacia Ginny, la cual lucía una cara de no haber dormido mucho hacía días.
-Sí-contestó simplemente y lo miró. Harry notó sus ojos castaños algo rojos y ojeras bien disimuladas debajo-Estoy…Por merlín, no sé como estoy-soltó en un suspiro.
Harry asintió en comprensión. Entendía como se sentía, y no tenía palabra para describirla. No estaba atormentada ni consternada con los hechos pasados. Mucho menos torturada, pero sin duda era difícil salir de los hechos con fortaleza y resistencia, aunque sabía que Ginny la tenía de sobras.
-Tienes pasadillas como todos.
-Sí, pero..Además de eso, veo el rostro de Fred todo el tiempo-replicó con angustia, pero sin derramar una sola lágrima, cosa que Harry admiraba. Nunca la había visto llorar.
-Ginny, tu hermano murió por una causa de la cual los que sobrevivimos, fue por mera suerte.-El remordimiento que siempre le venía cuando se hablaba del tema, lo embargó de repente.
-Harry, no me digas cosas que ya sé-le pidió escéptica y miró al seto de enfrente-Es solo que necesito más tiempo de duelo para asumir su muerte.
-Entiendo-cabeceó ligeramente y la miró de soslayo. Estaba muy hermosa, y ya había pasado más de un mes del final de guerra, tiempo suficiente para recomponer su relación, lo que esperaba hacer desde que cortaron en el funeral de Dumbledore.-Oye, Ginny-musitó en un tono extraño de voz, entre inseguro y desesperado-Yo..Tengo que hablar contigo.
-Dime-le dijo sentándose de lado y bebiendo algo de té.
-Yo..-Estaba nervioso, por Merlín, como nunca lo había estado. En mayor parte por las ansias-Cuando me diste esa regalo de cumpleaños, no hize más que pensar en ti durante el viaje.
-¿Ah, si?-preguntó con sumo interés-¿No conociste a ninguna veela cuando buscabas a Voldemort?
-No, claro que no-exclamó el chico negando con la cabeza, y sintiendo que el nombre de Voldemort desde los labios de Ginny lo hacían sonar como algo lejano, y de hecho, lo era.
Era algo lejano, remoto, que nunca volvería.
-Es bueno oír eso-exclamó como respuesta con una sonrisa tímida y se escondió unos segundos tras su taza de té-¿En serio pensabas en mi, con tantos Horrocruxes que encontrar y mortífagos que matar?
-Sí, te veía de vez en cuando en el mapa del Merodeador-confesó y recordó las ganas que tenía de hablar con ella cuando Hermione estaba desolada por la partida de Ron, y este, había desaparecido-Y salías en la sala multiuso o el cuarto de chicas, y me aliviaba saber que estabas a salvo.
-¿Qué mas te entraste de mi?-preguntó llena de curiosidad.
-Lo del robo de la espada del despacho de Snape, el castigo, lo del Ejército de Dumbledore, entre otras cosas-contestó enumerando con los dedos y dejó su taza vacía de lado-Me preocupaba saber como estabas.
-Pero si ya sabes que logré reunir al ED de nuevo, robé la espada de Gryffyndor para que esa sucia serpiente no la tocara, yo..
-No es una sucia serpiente-le recordó Harry, sorprendiéndose como había cambiado su concepto de Snape en los últimos meses-Sabemos que hizo lo que hizo por que..
-Fue un hombre inteligente y valiente, lo sé-explicó Ginny-Pero en ese momento Snape era el malo y sabes lo impulsiva que soy, como sabes que me sé cuidar solita.
La rebeldía de Ginny Weasley salía a flote de nuevo, hasta enfrente de él.
-Sí, pero no era como en los entrenamientos del ED, Ginny..Te podía pasar algo y..
-Harry-le cortó ella algo picada-Sabes de lo que soy capaz..No puedo creer que no me dejaras..
-Ya pasó todo..¿No?-preguntó con parsimonia. No quería pelear con Ginny, si no todo lo contrario.
-Sí, no vale la pena-replicó con un chasqueo de lengua y luego, con emoción contenida, preguntó-¿De verdad sirvió mi regalo de cumpleaños?
-Sí, mucho-admitió con torpeza.
-Temía que no hubiera funcionado-confesó algo sonrojada-No sabía si tú estarías en condiciones de recordarlo, digo por lo que tenías que hacer, quizás no tenías tiempo de recordarlo.
-Sí que lo tuve-musitó casi en susurro, acercándose lentamente-Cuando regresé a Hogwarts y ví que estabas bien, me alegré y no sabes como.
-Estaba Cho Chang también-le recordó con un semblante neutro, que no dejaba ver ningún sentimiento.
-Ah, si-La imagen de Cho entrando a la sala donde él estaba, lo había dejado boquiabierto del asombro, claro está, luego de ver lo hermosa que estaba Ginny y a todos sus antiguos compañeros del ED llegar-¿Y qué con eso?
Ginny negó, divertida. Harry sí que era el chico menos detallista en temas amorosos que había conocido.
-Cho Chang fue tu ex novia-explicó ella y en la voz se le notó un deje de molestia.
-¿Cómo fue que llegó ella allí?-preguntó ignorando por completo el echo de que Ginny se lo mencionara por celos.
-Simplemente los llamé mediante esos Galleons falsos que Hermione había creado..y apareció. Ella me enseño la moneda y me dijo que quería ser parte de la lucha.
-¿La mayoría acudió a tu llamado?-curioseó el chico. Se había perdido tantas cosas emocionantes en el tranquilo Hogwarts, que les quería saber todas.
Más de una vez, encerrado y aburrido en la carpa, había pensando en ir a Hogwarts a combatir la resistencia de Snape, pero le competían cosas más graves en ese momento.
-Sí, aunque ese Zacharías Smith no, por supuesto-tomó el último sorbo de té y carraspeó con suavidad.
Harry salió del tumulto de peguntas que quería hacerle con respecto a los hechos en Hogwarts y la miró, notando algo extraño en sus ojos.
Ginny estaba algo seria y miraba al reseco árbol de naranjas que había a un lado del jardín.
Al darse cuenta de su incomodidad, Harry quiso golpearse la cabeza al ser tan inconsciente. Había nombrado a Cho por lo menos dos veces, para darle pie a él a opinar algo, pero estaba tan concentrado en averiguar que había sido de la lucha interna del colegio, que lo había pasado por alto.
-Ginny-la llamó tomándola de la mano, en un acto repentino de confianza. El roce de sus manos le originó un cosquilleo que se había adormecido por la falta de contacto de sus pieles-¿Estás celosa?
-Sí-le dijo ella con soltura y serenidad, ininmutable-Se ofreció a acompañarte a ver esa diadema en su sala común, y tú no le dijiste nada..Así que yo sugerí a Luna.
-Cierto, Luna me llevó hasta la diadema-se acordó con un golpe leve en la frente-Pero si no dije nada es que no me di cuenta, Ginny..Imagínate que en esa situación yo no me percataba de que pasaba con Cho, contigo..
-Ella ya perdió su turno contigo-replicó ella con el cejo casi fruncido. Harry nunca la había visto celosa, y si bien no era la primera vez que una chica lo celaba ( la primera había sido la misma Cho, en una desastrosa cita, cuando él se tenía que ver con Hermione), se sentía culpablemente contento.
-¿Su turno?-preguntó causándole gracia el término usado-¿Soy acaso alguien con el cual las chicas sacan turnos y reservas, como en un negocio?-Ginny negó y Harry creyó haber visto una sonrisa de diversión
-No, pero ella quiso algo contigo esa noche, Harry-protestó-Pero me le adelanté y..
-Gracias por hacerlo-intervino con una sonrisa-Pero no era necesario.
-¿Necesario?-preguntó confundida.
-Ginny, el echo de que viniéramos a hablar a aquí es por que tengo intenciones de volver contigo-explicó paulatinamente, sabiendo que en su interior se moría de los nervios.
-Oh-musitó ella, en parte sorprendida-Me alegra oír eso-añadió matando el temor del muchacho que le correspondió la sonrisa.
Ginny, cero pudorosa como siempre, se acercó y atrapó su labio inferior entre los suyos, en un beso rápido e impulsivo.
-Cuando Remus me dijo que nos enfrentábamos a una magia inimaginable-susurró Harry entre beso y beso-Hablaba de esto.
-¡Ronald Weasley!-chilló Hermione saliendo de la casa tras un Ron asustado que saltó sobre las cabezas de Ginny y Harry, que se separaron, sorprendidos-¡Dime que diantres es este libro!-terció enojada blandiendo un libro cuyo título rezaba Doce formas infalibles de hechizar una bruja
-¡No es mío!-coreó Ron agazapado tras unos crecidos matorrales, pasando la vaya del jardín-¡Es de Harry, no es mío!
-¿Es cierto, Harry?-preguntó Hermione entregándole el libro-Más vale que me digas la verdad, Harry..por que si tu amigo ha usado ese libro para conquistarme yo..
-Es mío, Ron me lo obsequió para mi cumpleaños del año pasado-la cortó Harry y miró a Ginny esperando una reacción de enojo, pero la pelirroja solo soltó una risita.-¿No te molesta?
-No, mientras no lo hayas usado conmigo..Pero si lo haz echo, igual sirve-Se encogió de hombros y lo abrazó por la cintura.
Hermione los miró, asombrada e hizo un ademán de dos dedos juntos.
-¿Ustedes dos han..?
-Sí, hemos vuelto-contestó Harry sintiendo una felicidad crecer dentro de él, al dar una noticia importante. Abrazó a Ginny por la cintura y miró hacia donde su amigo espiaba, tras el matorral-No seas severa con él, Hermione...Me consta que no lo ha usado contigo.
-A mi no me consta, Harry..Me siento usada-protestó mirando al arbusto moverse y ver una cabellera pelirroja asomarse-¡Más vale que sea verdad todo lo que me dijiste, Ronald Weasley..Por que si no te mataré!-Harry le devolvió el libro y la chica salió tras el pelirrojo, que ya había salido disparado cruzando la cerca.
A Harry le pareció que había visto a Hermione tan enojada con Ron en solo dos ocasiones. La primera cuando se enteró que salía con Lavander y le tiró una bandada de pájaros asesinos y la otra, cuando Ron se fue de su campamento y lo recibió con una sarta de violentos golpes.
-Se las arreglarán-opinó besando a Ginny en la frente-¿Vamos a volar un poco? Por que no me gustaría encontrarme con una desquiciada Hermione cuando vuelva.
-Y un Ron maltratado
Harry rió y se dirigieron a buscar las escobas, al pórtico trasero. Mientras montaban sobre ellas, le vino a la mente el epitafio de la tumba de Ariana y Kendra Dumbledore y sintió que se ajustaba a su situación actual.
Donde esté tu tesoro estará también tu corazón.
Ginny, Ron, Hermione, y los demás eran su más preciado tesoro, y con ellos estaba su corazón y todo su amor.
Especialmente con Ginny, que era su realidad y su futuro.
