Hola a todos, este es un nuevo fic de inuyasha donde Kouga y Ayame son los protagonistas. Está lleno de amor, engaño, esperanza y finales… podrían ser felices o trágicos… depende de ustedes jejeje. Aquí va.
Por cierto hay un personaje de mas creado por mi… bueno ya no sigo hablando. Bye.
Volviendo a ser mía.
Capitulo 1: Regresando a cumplir una promesa
La batalla contra Naraku había terminado, y la perla de Shikon había sido destruida. Kagome siguió viajando a la época antigua a visitar a los muchachos, Miroku y Sango decidieron avanzar en su relación antes de llevarla al máximo de una vez e Inuyasha no se decidía todavía entre Kikyou y Kagome. Por otro lado, Kouga, Ginta y Hakkaku, se encontraban viajando sin rumbo alguno, pero algo inquietaba al líder del clan de los lobos, a medida que continuaban y sus secuaces estaban mas preocupados por el hasta que cierta noche de luna llena encontraron a Kouga, sentado a la orilla de un arrollo contemplando la luna con cierta inquietud en su mirada.
-Kouga –pregunto Ginta mientras se sentaba a su lado- ¿te ocurre algo?
-eh? –Susurra mientras vuelve a verlo como si no lo había escuchado- ¿A que te refieres Ginta?
-Ahora que Naraku a muerto, hemos vagado sin rumbo alguno –bajo la mirada- pero tu has estado ausente todo este tiempo y Hakkaku y yo estamos preocupados por ti.
-jajajaj –Ríe de manera escandalosa.
-¿Crees que es gracioso? –Exclama de manera molesta –algo te esta pasando Kouga.
-No me ocurre nada –dice volviendo a ver el arrollo.
Ginta observa a Kouga en silencio, el tenia una pequeña suposición de lo que ocurría en el interior de su compañero y tenia que ver con cierta promesa hecha a cierta joven, así que hizo una trampa.
-wow! Una arco iris lunar! –exclamo señalando el cielo.
-¿Donde? –dijo Kouga volviendo a ver el cielo, que para su sorpresa no había ningún arco iris.
-Lo sabia –susurra cruzándose de brazos- tiene que ver con Ayame.
-Eres un idiota! –exclama mientras le da un golpe en la cabeza- ¿Qué te hace pensar que es con ella?
-No tienes de que avergonzarte Kouga –dice acariciándose la cabeza- ¿Por qué lo piensas tanto?
-Tu no entiendes –dijo bajando la cabeza- Hice una promesa, pero mi corazón pertenece a otra persona.
-No te mientas Kouga, además sabes que la señorita Kagome esta enamorada de Inuyasha –guardo silencio, Kouga volvió a verlo- pero no muy lejos de aquí hay una chica que espera que cumplas tu promesa.
-Buenas noches Ginta –dice Kouga con un tono de voz dudoso, mientras se levantaba y se aleja.
Ginta observa la luna y sonríe para sus adentros, sabia que algo iba a pasar, algo bueno. Se levanta y se fue a reunir con Hakkaku y con los demás lobos.
-¿Ya sabes que es lo que le pasa a Kouga, Ginta? –dice Hakkaku sentado al pie de un árbol.
-Algo grande Hakkaku –dice mientras se vuelve a observar a Kouga que se encontraba en una roca- algo grande.
Esa noche, mientras los demás dormían, Kouga no podía conciliar el sueño, algo le perturbaba la mente y era aquella promesa y las palabras que le había dicho su compañero. Observaba la luna, recordando lo que había pasado años atrás cuando le hizo aquella promesa a Ayame que era una pequeña niña en aquellos tiempos. No podía faltar a la promesa que había hecho y desde que murió Naraku no había podido dormir por ello…
-No puedo seguir así –susurro levantándose. Volvió a mirar a sus compañeros- Ya sabes donde estoy Ginta.
Acto seguido, salio corriendo dejando a sus amigos detrás. Ginta que en silencio había presenciado la ida de Kouga coerzo a reírse mientras que despertaba a Hakkaku y a los demás lobos con sus risas.
-¿Por qué haces tanto Ginta? –contesta su soñoliento amigo restregándose los ojos. Vuelve a ver el lugar donde descansaba Kouga pero para su asombro no se encontraba- ¿A dónde fue Kouga?
-A cumplir una promesa –dice volviendo a verlo- Lo alcanzamos en la mañana.
-no te entiendo Ginta –dice mirándolo extrañado.
-Solo duérmete –vuelve a ver a los lobos- y ustedes también.
A la mañana siguiente, Kouga ya se estaba acercando al clan de los lobos del norte, donde para su sorpresa fue detenido por un viejo conocido no muy agradable. Ojos miel y piel trigueña, cabello largo y Castaño, vestido con vestimentas de lobo parecidas a las de Kouga. Se trataba de Hataro, su enemigo de la infancia.
-Kouga! –exclama con malicia- tanto tiempo sin verte ¿Qué haces aquí?
-No te debo explicaciones Határo –dice en tono molesto- así que déjame pasar.
-¿Por qué la prisa? –dice cortándole el paso- ¿no te da alegría verme?
-Apártate –contesta mirándolo fijamente.
La tensión entre los viejos rivales estaba al tope máximo, parecía que en cualquier momentos podría desatarse una batalla, mas la energía de ellos fue interrumpida por otro ser, un viejo y gran lobo blanco, se trataba del líder del clan del norte y abuelo de Ayame. Su voz sonaba grave pero un tanto enfermiza, se notaba que al pobre no le quedaba mucho tiempo de vida.
-¿Qué esta sucediendo aquí? –pregunta sentándose entre Kouga y Határo.
-No esta sucediendo absolutamente nada señor –interrumpe Határo en tono de burla.
-Határo ¿Qué fue lo que yo te ordenen? –dice el abuelo de Ayame con voz molesta.
-Buscar comida señor –contesta avergonzado.
-Entonces vete.
-si –Határo da media vuelta y avanza pero ya un poco lejos se vuelve hacia Kouga y exclama- nos volveremos a encontrar.
-Határo –susurra de manera molesta.
-Que sorpresa encontrarte aquí –interrumpe el viejo.
-Señor, he venido a cumplir mi promesa –contesta con voz determinante, algo que impresiono al líder de los lobos.
-Sígueme –dice levantándose –Hay ciertas cosas de las que te tienes que enterar.
Un tanto confundido, Kouga sigue al viejo lobo percatándose de que los demás miembros del clan, lobos y hombres lobo lo miraban sorprendidos y algunas chicas con una mirada triste. No caminaron mucho hasta que llegaron a una cueva donde el viejo residía, allí adentro se encontraban varias mujeres lobo que a la señal del viejo salieron de la cueva automáticamente. Acto seguido, el viejo se sentó en una pieles de leopardo y le pidió a Kouga que se sentara a su lado. El viejo lobo bacilo un poco y luego de unos segundos comenzó a hablar.
-Veras Kouga, luego de la última vez que tu y Ayame se vieron ella decidió regresar con nosotros ya que pensó que tu no ibas a volver con vida en la batalla contra Naraku –hizo una pausa para tomar aire, el ambiente comenzó a tornarse confuso- Ayame y yo conversamos, y como sabíamos que no me quedaba mucho tiempo de vida decidimos buscar a alguien que quisiera desposar a Ayame cuantos antes para así poder liderar este clan.
-¿Qué? –susurro Kouga asombrado.
-Poco después recibimos una carta de un joven que estaba dispuesto a desposar a Ayame y en convertirse en el nuevo líder del clan, pedimos que se reuniera con nosotros y después de ciertos estudios que le hicimos concluimos que el si daba la talla para manejar este clan. Ayame con todo el dolor de su corazón acepto su mano y en cinco días a partir de hoy Ayame y ese joven estarán casados.
-pero yo le prometí… -contesto Kouga con voz confundida y desesperada.
-Ya no podemos hacer nada Kouga –contesto el viejo tristemente- ya todo esta arreglado.
-¿Y quien es ese ser que ha aceptado? –exclama molesto al mismo tiempo que se levantaba.
-Es Határo –interrumpe una voz desde atrás con tono lloroso.
-¿Ayame? –Susurra al mismo tiempo que se vuelve hacia la persona.
-Si –contesta Ayame sonriéndole mas el tono de su voz no cambiaba- Hataro y yo… estaremos casados en cinco días.
Continuara….
Hola a todos, espero que les haya gustado este primer cap. Estoy dispuesta a darle más de esta historia pero también depende de ustedes jejeje. Solo presionen el botón que dice "Go" y dejen un review con su opinión. Cuento con ustedes. Mil besos.
