Este fic participa en el minireto de mayo para "La Copa de las Casas 2015-16" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"

Disclamer: El universo es de J.K. Rowling, algunos de los personajes mencionados son míos.

Temática: Guerra de Magos Global (1920-1945)

Gracias a MrsDarfoy por su invaluable ayuda en el beteo de esta historia por darse el tiempo de leer y corregirme :D un abrazo!


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Eriberth descansaba sobre el camastro de su celda, preguntándose cuánto tiempo estaría ahí y si es que acaso volvería a ver a su Sophia. No tenía la certeza de que hubiera logrado salir del país o si lo había intentado siquiera.

«¿Crees que podría dejarte? Justos y leales, querido. No lo olvides».

Una breve sonrisa apareció en sus labios al recordarla, tan dedicada, leal y trabajadora. Su recuerdo era una luz en la oscuridad.

«Tu eres eso y mucho más, Eriberth. Por eso te amo».

Hundió su rostro en la bufanda que le daba un poco de calor. A pesar de ser de la misma casa, habían intercambiado esas prendas antes de separarse, un recuerdo de días mejores en compañía del otro. Sus iniciales estaban en ella.

S. H.

—Sophia…

Constantemente se preguntaba cómo estarían las cosas. Antes de ser capturado, el rumor de que las tropas de Grindelwald estaban avanzando había sido confirmado. ¿Los habían detenido o seguirían avanzando? No sabían nada.

Había tratado de escapar pero no fue posible. Ahora necesitaba recobrar fuerzas, los castigos lo dejaban agotado. Harnitchet, el guardia de su sección, tenía un malsano placer por torturarlos.

Comenzaba a llover en el exterior. Cerró los ojos, recordando mejores tiempos, pero el ruido de unos gritos le hizo regresar a la realidad.

—Buenas tardes, McMahon. ¿Cómo siguen tus huesos hoy?

La despreciable voz de su carcelero hacía eco en la pequeña y húmeda celda. Con algo de esfuerzo, Eriberth se incorporó para poder verle.

—Soy tan buena persona que vengo a darte buenas noticias- continuo al no obtener respuesta- han llegado nuevos inquilinos a Nurmengard.

A pesar de su silencio, toda su atención estaba en lo que escuchaba ¿Acaso Gellert Grindelwald ya tenía ventaja sobre ellos?

—Ahora mismo serán interrogados. Adivina quién tiene el placer de hacerlo—Harnitchet buscó algo en su túnica para arrojarlo dentro de la celda—.Un recuerdo, McMahon. Le haré cantar como un ruiseñor.

Confundido, vio como se alejaba. Centró su atención en lo que estaba sobre el piso: una prenda. Y no una cualquiera: una bufanda negra y amarilla. Sin importar el dolor de su cuerpo se abalanzó sobre ella y la observó.

E. M.

—No…

Sus lamentos se perdieron en los muros de la prisión de Nurmengard. Esa no era la manera en que había pensado o deseado rencontrarse con su esposa.


N/A: La verdad no había tenido idea de que escribir ya que se sabe muy poco sobre ello, lo bueno que era posible utilizar personajes originales en esta etapa. La idea surgio al leer sobre esta prisión y la idea llegó sola xD. Gracias por leer :D