CAPITULO 1.- ¡CASATE CONMIGO!
"En todo matrimonio que ha durado más de una semana existen motivos para el divorcio, la clave consiste en encontrar siempre motivos para el matrimonio"
Robert Anderson
Edward Elric tragó saliva con dificultad, tenía la garganta reseca y le dolía la espalda, sin pensarlo le arrebato de las manos la bebida a su hermano quién leía una revista y bebió profundamente del vaso, hasta dejarlo vacío, instantes después al escuchar la voz de Al fue consciente del error que había cometido.
—Te has bebido toda mi leche.
—¿Leche?—preguntó empezando a escupir y pensando en devolverla, la odiaba, pero estaba tan nervioso que mientras la bebía ni siquiera se había puesto a pensar en el extraño sabor del líquido o lo peculiar de su textura; lanzó un suspiro largo y arrojó su cuerpo sobre el asiento, demasiado agotado como para pensar en otra cosa más allá del hecho de que dentro de poco llegarían a Rizenbull y la vería y entonces…acarició la cajita oculta en el bolsillo de su chaqueta donde yacía el anillo que había elegido especialmente para la ocasión…y entonces…
—No creo poder hacerlo Al—confesó finalmente a su hermano tomando su cabeza entre sus manos en un gesto de total desesperación.
El menor de los Elric le observó con una mezcla de aprecio y burla contenida al reconocer ese gesto que desde hacía años no recordaba haber visto en su hermano, reflejaba impotencia, miedo y desesperación pero la idea de que algo tan simple como una propuesta de matrimonio orillará al borde del pánico al que alguna vez había sido conocido como el Alquimista de Acero resultaba irrisoria e incluso ridícula.
—¿Sabes que le dije cuando me le declaré? Dame la mitad de mi vida y yo te daré la tuya. Y después grite "¡Intercambio equivalente!" o tal vez fue al revés, estaba tan nervioso que ya ni lo recuerdo. ¿Acaso no se puede ser más estúpido?—. Ed guardó unos segundos de silencio antes de agregar y verlo de forma recriminadora—. No respondas.
Al sonrió, Ed continuaba comportándose como un niño en ocasiones.
—Estarás bien, simplemente dile lo que sientes y ella entenderá.
Ed apartó las manos de su rostro y poniéndose de pie exclamó en voz alta.
—¡Bien dicho! Edward Elric nunca se da por vencido…—y empezó a reí estrepitosamente llamando la atención del resto de los pasajeros dentro del tren, Al sonrió una vez más…quizás su hermano no estuviera listo para el matrimonio, pero de una cosa estaba seguro, amaba a Winry y prueba de ello era la manera en que se comportaba, no necesitaba de más motivos además de este…bueno, quizás si, pero nada que el tiempo no pudiera remediar.
Den les movió la cola y alzó las orejas al verlos llegar, estaba demasiado viejo como para arrojársele como años atrás cada vez que los veía regresar, pero eso no impedía que sus ojos expresarán la alegría que sentía al verlos.
Ed le acarició la cabeza y lo tomó en brazos, si Dan no podía ir hasta ellos, ellos irían hacia él…Den ladró y la puerta de la familia Rockbell se abrió, Winry le lanzó una llave a Ed que como siempre dio justo en el blanco, la cabeza del muchacho.
"Al menos ahora la lanza con mayor delicadeza" Pensó Ed intentando ponerse de pie, en ocasiones como esas agradecía haber conocido el "verdadero" dolor en tantas batallas.
—¡Les he dicho infinidad de veces que llamen antes de venir a casa! ¿Qué tan difícil puede ser enviar siquiera un telegrama?
—¡Eso no te da derecho a golpearme en la cabeza!
—Si llamarás cuando…
—Niños, entren…—anunció Pinako interrumpiendo la "discusión"—la cena estará listo dentro de una hora, habrá estofado.
—¡Genial!—exclamó Ed dirigiéndose hacia la casa.
Se detuvo al pasar al lado de Winry, bien, era su novia, ¿cierto?, tenía que ser amable con ella, saludarla como se merecía o se suponía que las parejas hacían.
—Me alegro que hayas vuelto—concluyó ella depositando un suave beso en la mejilla derecha del rubio, si no lo estuviera sosteniendo de la mano Ed se habría desmayado—. Te extrañé.
—Yo…tam…bien—tartamudeo torpemente Ed y juntos entraron hasta la casa, Al reía de su hermano desde una distancia prudente y comprendía el porque su temor, su propuesta de matrimonio sería algo digno de recordar.
A veces Winry se cansaba de que Ed fuera tan "tímido" en cuanto a relaciones humanas se refería, siempre hablaba sin pensar y era malo para expresar sus verdaderos sentimientos, su relación continuaba siendo similar a la de años atrás cuando ella sólo era su mecánica y amiga, pero cuando el rubio parecía recordar que ahora entre ellos había algo más se volvía bastante más atolondrado que lo normal.
La cena transcurrió con normalidad, Ed, Winry y Al conversaban como hermanos, era bueno volver a ser como en los viejos tiempos cuando no sabían de la existencias de piedras filosofales o homúnculos que amenazarán con destruir toda un país, realmente disfrutaban de esos momentos.
—Winry necesito hablar contigo—llamó Ed mientras terminaban de lavar los platos
Ella asintió preguntándose que es lo que querría, seguramente había dañado su automail y necesitaba reparaciones, ahora que lo pensaba no habían mencionado la causa por la que habían vuelto, según tenía entendido mediante las cartas de Ed tenían mucho trabajo en Central, en esos momentos estaban muy ocupados como para tomarse un descanso.
—Vamos—Llamó Ed tomándola de la cintura e invitándola a salir, el tacto la ruborizo hasta la médula, no quiso ver el rostro de Ed quién debería estar igual o incluso peor que ella, seguramente estaba haciendo un gran esfuerzo.
Caminaron entre el campo en dirección hacia donde un día había estado la casa de la familia Elric, ambos habían recorrido el camino infinidad de veces, sobretodo en su infancia; cada vez que Ed volvía le gustaba ir a ver el terreno donde estuvo su hogar, pero siempre iba solo, a Winry le extraño el que esta vez decidiera llevarla.
El muchacho no dijo nada durante el corto camino, Winry respeto su silencio, sabía que había heridas que aunque sanarán continuarían doliendo por siempre, pero también que Ed era fuerte y superaría ese dolor las veces que fueran necesarias, ya lo había hecho antes.
—¿Tienes frío?—le preguntó Ed seriamente quitándose su chaqueta, ella negó con la cabeza, pese a todo Ed la cubrió.
—No seas tonta, si te enfermas quién reparará mi automail.
—Si…—respondió con una gran sonrisa estrechando la prenda del chico al que amaba, olía bien…olía a Ed.
—Recuerdas allá fue donde te caíste cuando tenía cinco años—exclamó Ed con emoción señalando un punto en la oscuridad imperceptible—y aquí donde Al y yo peleamos por ver quién iba a casarse contigo…En ese lugar mamá nos enseño a los tres a plantar flores y ese mismo día intentamos cocinar un pastel, casi quemamos aquel día la cocina…—la voz de Ed se paralizó, Winry se le acercó y lo abrazó por la espalda, sus brazos apenas y alcanzaron para cubrir a Ed, el delgado y pequeño adolescente se había convertido en un hombre grande y musculoso, mas eso no le importaba, ella le había amado desde siempre…
—Winry… ¡Cásate conmigo!—confesó finalmente Ed rompiendo el encanto del momento, su novia le soltó tan pronto comprendió el significado de sus palabras, el otro retrocedió unos pasos y recordó que el anillo estaba dentro de su chaqueta, las cosas no podían resultar peor, esa declaración había sido todo menos romántica y además había que añadir el hecho de que había elegido el peor lugar posible, en la oscuridad apenas y podían verse…—Sólo si quieres, no es que tengas que darme una respuesta ahora mismo…tomate tu tiempo, es decir…tu me entiendes. ¡Lo tengo! Te daré algunos motivos por las que deberías casarte conmigo…—enumerando con los dedos añadió—. Algún día seré un respetable médico, prometo reconstruir mi casa y darte todo lo que te mereces y…los perros me aman o al menos eso creo…No es que…
Ed finalmente calló, inclino los brazos y la cabeza en un gesto de total resignación.
—Comprendo si me dices que no—concluyo el chico—en el bolsillo derecho de mi chaqueta esta el anillo que te compre, no es el más costoso, pero es bonito…es decir Al me ayudó a escogerlo, pero fui yo quién finalmente lo elegí. Puedes quedártelo, considéralo un regalo.
Con la mano temblorosa Winry saco la pequeña cajita, la abrió con extremo cuidado por temor a que se le cayera y aunque no le pudo ver por la oscuridad percibió su tacto.
—Es un rubi, rojo…me gusta ese color tanto como el negro, no se si te guste…pero aún así puedes quedártela, venderla si quieres o guardarla.
—¡Edward eres un tonto!—gritó la chica acercándosele tanto su rostro que sus labios rozaron—. ¡Yo no necesito motivos para casarme contigo porque la única razón es que...!—pausó un momento y agregó sin miedo a equivocarse, estaba seguro de ello y de lo que implicaban tales palabras—. Te amo…
Edward no respondió, la tomó por la cintura y beso profundamente.
—¡Gracias! ¡Muchas Gracias!—deteniéndose por un segundo le susurró al oído—. No sabes lo feliz que me haces…yo jamás pensé que aceptarías.
—Creo que el anillo se me cayo—confeso avergonzada saliendo apenas de la impresión.
—No importa, te compraré otro…te daré todo lo que quieras. Te amo...
Y Winry sonrió segura y cobijada en el calor del chico al que amaba, el hombre con el que había compartido y decicía compartir el resto de su vida…el que había crecido en todos los sentidos y nunca se sintió más afortunada que en ese momento, ni tan feliz de estar con vida.
Quizás fuera un largo camino, en definitiva habría dificultades y momentos alegres, pero Edward Elric jamás se daba por vencido, afrontaría cualquier problema que la vida le expusiera, pero aunque su mente le dictará tales palabras dentro de si sentía que sin importar las adversidades que habían o tuviera que pasar valdrían la pena tan sólo por disfrutar de ese momento.
Y ambos comprendieron cual era el más importante y quizás único motivo para contraer matrimonio: estar junto a aquella persona amada.
CONTINUARÁ…
Chics FMA se nos termino *llora con un pañuelo en mano*. Lo cierto es que aunque había leído el final del manga me emocioné como loca con el final del anime, fue tan perfecto y amé el detalle de que los productores hayan dejado los buenos momentos para el final, es decir…nada de dramas, de un tal vez…el último capi fue para hacernos feliz y mostrarnos puras cosas buenas y felices, porque no todo en la vida son desgracias.
He aquí mi nuevo fic, el final fue algo "cerrado", pero dejo mucho espacio para los fics y demás obras de fans, así que me he animado a escribir esta historia que versará sobre los acontecimientos después del final. Porque aunque no haya homúnculos, piedras filosofales y búsquedas interminables la vida continúa siendo una autentica lucha… ¿a poco no? Con sus sinsabores, cosas buenas y malas.
El primer capi me parece un one—shot, pero aún hay muchas cosas que contar, el antes, durante y después de la boda de Winry. Será mi fic más normal, nada de conspiraciones oscuras, de AU locos donde ya ni sabes quién es quién o dramas interminables, sino algo dulce que nos demuestra las alegrías y tristezas de una vida "normal".
Bien, no olviden que quizás dentro de un año tengamos película de FMA…tal vez un poco más, pero de que habrá, habrá…es un hecho, así que fans ármense de valor y a esperar pacientemente.
Cualquier duda, comentario, queja, sugerencia, etc., será bien recibida.
Gracias por leer.
