¿Quién le dijo que ser héroe iba a ser fácil?
Si, nadie se lo dijo. Pero pensó que lo seria, dedicarse a salvar a todos y ser admirada. Sin embargo...
¿Cuantas veces fue a parar su traste al suelo? o ¿Mandada a volar? ¿Cuantas veces se sintió fuera de lugar? ¿Que no servía para ello?
Muchas, cada vez que los ataques que propinaba al Akuma fallaban y sobre todo que no estaban sincronizados como los de Ladybug y los de Chat Noir.
Un dúo de héroes.
Ella ¿Que estaba haciendo ahí?
Se preguntaba cada vez que su ídola le pedía a Chat Noir que distraiga al Akuma o use su poder, pero no a ella.
Ofendida estaba y algunas veces apartada, provocando que se pregunte porque estaba luchando. ¿Por qué lo intentaba? Se sentía fuera de lugar. Por eso a veces solo quería renunciar, pero su orgullo le impedía realizar esa tarea sin antes dar todo de sí.
Los héroes no se rendían y por eso iba a demostrar lo que valía, logrando incluso que Ladybug la admire, aun si todavía no lograba que confiara en ella.
Al menos la consolaba el hecho de que algunas veces se sentía feliz cuando una ataque ayudaba en el algo, a pesar de que su semblante cambiaba cuando Ladybug solo la miraba y terminaba con el trabajo, ya sin prestar atención al gesto de Chat Noir diciéndole "Bien hecho" con una sonrisa.
Eran un dúo de héroes. ¿Qué hacia ahí?
Y la pregunta se hacía más latente en su cabeza, cuando Ladybug chocaba el puño de Chat Noir. Diciendo "Buen trabajo"
"¿Qué?" "¿Ella no había hecho nada?"
Se preguntaba indignada en su cabeza, mirando ese choque de puños con ojos cristalizados y el semblante triste.
Apartada.
De esa forma se encontraba, mientras se quedaba mirando a Ladybug que luego de despedirse se había ido.
— Tú también hiciste un buen trabajo —Dijo Chat Noir poniendo su brazo extendido y su mano en forma de puño. En un intento de animarla, de incluirla en el grupo...
En el dúo de héroes.
Se dio la vuelta sin querer su lastima, al final de todo, la adrenalina de la batalla había terminado y lo único que quedaba era las ganas de volver a casa y simular que todo había salido de maravilla.
