Un mundo oscuro

A pesar de que su pecho y su garganta se hayan secado a la mitad de su cuerpo, que no se ha caído en el cielo de la noche, los vientos se han subido a su cuerpo y se han caído en el suelo volver a la cama

Pero ya no puedes volver a tu cama, no hay nada que pueda volver a su casa, porque ya no pertenecía a ese lugar, mientras más tiempo pasaba, más tiempo se sentía como un extraño.

Ahora que estaba caminando con dificultad por la calle y que era débilmente por las luces del alumbrado en un intento pobre de iluminar las calles se daba cuenta de que era una idea tonta.

¿Cómo había pasado esto? ¿No hubo una mejor forma de llamar a la atención de su familia ?, esta vez, pero con una información limitada y raciocinio para otra persona, más segura y eficaz, pero más hablaba, pero solo quedaría en una simple charla en el cual pensarían que estaría arreglado con una salida familiar para todo volver a la misma rutina a la que podría permitirse.

El rechazo funciona de manera silenciosa y discreta, no hace falta que nadie lo haga que odia o que le disgusta tu presencia, las acciones lo mandan a un buen mensaje, al principio no lo veso, ni siquiera vez el principio, pero si notaba el distanciamiento que tenia con cada una de sus hermanas, eso lo notó cada vez que sus hermanas menores venían a la menos cuando menos, cuando las mayores ya no querían pasar el tiempo con el, no tenían surtiría el efecto en el tiempo, pero eran una familia unida, o lo que es, ahora la única razón por la que llamaban era para hacer las cosas en sus actividades.

Debería haber tenido un buen hermano, pero el trato no fue igual, el siempre estaba para ellos, pero sí fue para ellos, no siempre fue espiado. y decir no quiero leer un tonto comic o ver una tonta serie sobre fantasmas, bueno, el tampoco quería ser un saco de boxeo, tampoco quería ser un muñeco de pruebas o el estúpido que tenía que cargar las bolsas de Lori y Leni, no, no quería nada eso, solo quería estar cerca de su familia, decirle a sus padres no ayudaban para nada, su tiempo con ellos se vio reducido con las demandas constantes de sus hermanas, siempre con tiempo para ellas, pero no para él, por lo menos el dinero para escuela y comida no faltaba,aunque el favoritismo de sus padres por sus hermanas sobre el siempre fuerte teclado, seguido aunque sus piernas se sintieron presionadas, pero no tenía tiempo para eso, tenía que llegar a la casa de su amigo, tal vez se acerquen a su casa, la familia Mcbride se quede esperando en su casa, la familia Mcbride se quede esperando en su casa casa, claro que no hubo quien lo hizo, solo que fue su casa sin llevar nada, solo lo que tenia puesto y nada más, que salvó su casa en un arranque de adrenalina y indignación mezclándose en su pecho, el toque de resentimiento lo impulso a llamar a su amigo, no especifico la cantidad de días,tenía que ser rápido antes de que sus hermanas se escuchan y se lo llevan a casa para llevar un reproche y un castigo por malagradecido.

¿Gracias porque exactamente? ¿Por vivir en un armario donde apenas podía poner sus cosas? Cosas que un día terminaron vendiendo porque según ellos estaban impregnadas de mala suerte, si al final recupero la mayoría de sus cosas, nunca pudo recuperar la calidad, ni siquiera recibió un "lo siento" o "Perdón pensar que traías mala suerte, no dejarte entrar en la casa arriesgándote a contraer alguna enfermedad o ser secuestrado o dañar tu autoestima e imagen social", oh cierto, eso ultimo no podía irse más a la basura, tantos años siendo la sombra de sus hermanas le pasaron factura, muchos llegaban a su círculo de amistad con la idea de conocer a alguna de sus hermanas, rápidamente se olvidaban de él para acercarse a sus hermanas, ellas no parecían estar incomodas por la atención que recibían, más bien parecía que les gustaba a él en cambio no le gustaba para nada ser ignorado y olvidado, aunque siempre intentaban volver a hablarle con cualquier escusa para deshacerse de ellos, la mayoría lo pegaban cuando no conseguía lo que quería o veía que no podía defenderse.

Finalmente se desplomo en una banca, recuperando lenta y dolorosamente el aire que perdió en sus pulmones, cerro sus ojos sintiendo como su cuerpo empapado de sudor era acariciado por los vientos nocturnos que viajaban por toda la ciudad, sin piedad congelando cuerpos y mentes de todo lo que estuviesen en la calle a estas horas.

Pudo recomponer las energías lo suficiente como para que su pecho no se expanda y se contraiga de forma exagerada, estaba seguro que a unas cuadras lejos estaría la casa de su amigo esperándolo junto a sus padres, tenía que pensar en una excusa por la falta de equipaje y un argumento para que puedan dejarlo quedarse en su casa el tiempo necesario para pensar en algo que pueda volver a tener atención e igualdad en la casa, en una donde toda la familia tenía un talento que lo volvía especial era difícil destacar y sobresalir.

Un talento.

Tal vez eso era lo que necesitaba, un talento para ser identificado por un igual entre sus hermanas y ser aceptado por sus padres, mas él era conocido por no tener ningún talento especial en realidad, si se podría considerar talento el conocer la historia completa de Ace Savvy y ser un buen jugador de videojuegos.

No era justo

Sus demás hermanas habían encontrado sus talentos y lo habían perfeccionado, el en cambio era tan común como cualquier otro niño

Lanzo un suspiro de frustración que se había colocado en el interior de su pecho llevándose consigo por un segundo sus penas, pudo sentir el contrapeso de alguien a su lado. Cuando volteo se encontró con alguien, no podía identificarlo por la falta de luz que había en la calle, la luz de los poste de luz no alcanzaban del todo a la figura que estaba a su lado, se quedo mirando unos segundos de más de lo que hubiese hecho si hubiese luz, pasaría de largo de ella volviendo la atención a la calle hasta que se sienta cómodo para volver a caminar hasta la casa de su amigo sin prestarle mucha atención a la persona a un lado suyo, pero giro la cabeza cuando escucho su voz

-¿Qué hace un niño pequeño fuera de casa a estas horas?-

Se sobresalto cuando la escucho, su voz suave la pudo identificar como una mujer ya adulta, recordaba a su madre decir que nunca le hable a extraños en la calle.

-Yo-titubeo en contestar-estoy visitando a un amigo-no decía del todo la verdad, miraba a la mujer con desconfianza, siempre escuchaba historias nada buenas del noticiero relacionado con extraños, en especial extraños mayores.

La persona a sentada a su lado no dijo nada, pudo sentirse como el silencio se hacía tedioso e incomodo hasta que luego de unos minutos, hasta que nuevamente hablo

-¿Tan tarde?-el tono de preocupación era palpable, como el de su hermana Leni le daba antes cuando se raspaba las rodillas al caerse de su bici-no deberías de estar fuera a estas horas, tu amigo de seguro ya estará durmiendo-

Lincoln lo pensó un poco, podría ser cierto, estaba un poco más atrasado de lo que había dicho pero confiaba en que su amigo lo esté esperando en su casa

-Tal vez-realmente no quería seguir una conversación con un extraño, diferente al tipo de persona que describía su madre, su madre los describía como incitadores, como alguien que te presionaba para ir a algún lugar o a irse con ellos, la mujer a su lado parecía amable y una sensación parecida a la de una madre le daba a su hijo, una calidez y protectora que lo cubría como un manto-me tengo que ir, nos vemos señora-antes de que pudiera levantarse la mujer a su lado lo interrumpió de nuevo

-Espera-le dijo, acto seguido hizo un gesto para acercarse rápidamente

Pero no iba dirigido a Lincoln, eso lo extraño, por inercia volteo la cabeza hacia donde la mujer miraba, rápidamente de entre la oscuridad salió una mano grande, con dedos anchos, con su gran palma cubrió la boca de Lincoln, rápidamente pudo sentir como era callado y sujetado fuertemente, trato de alejarse pero no pudo zafarse del fuerte agarre de su agresor, pudo sentir un aroma extraño pero fuerte, sus parpados pesaron, su mente trabajaba cinco veces más rápido tratando de pensar en algo para poder huir, pero su conciencia se iba apagando cada vez más a medida que dejaba de sacudirse y pelear para escapar, la oscuridad consumía lentamente su consciencia, hasta que finalmente se encontró en medio de la oscuridad absoluta sin sentir o pensar en nada, solo sabía que estaba ahí

No sintió su cuerpo ser alzado y llevado hasta un auto que estaba oculto detrás de una casa, el auto era un Chevrolet negro con las ventanas polarizadas, se veía unas magulladuras en su parachoques y la parte frontal del auto, una de las figuras abrió la puerta trasera del auto

-¿Qué haces?-gruño la mujer para fastidio de la persona -Ocúltalo en la maletera antes que alguien lo vea-atando dos pañuelos en las manos, ojos y boca de Lincoln de forma firme y apretada

Se pudo escuchar un insulto antes de abrir el maletero y arrojar a un debilitado Lincoln y encerrándolo, la figura se sentó en el asiento del conductor del auto negro junto a un lado de la mujer

-¿Tenias que hablar con él como si fueses su mamá?-pregunto en voz baja, la voz sonaba profunda y gruesa, como la de un hombre adulto ya en sus cuarenta

-¿Y que querías que hiciera, imbécil?-su tono se volvió duro y cruel, no parecía la misma mujer de antes-te estabas tardando en llegar-

-Tenía que asegurarme que la patrulla de turno no viese el auto-hundió sus llaves en el cerrojo de la puerta del auto, se sentó en el asiento del piloto-ahora cállate y amordázalo o te golpeare, idiota-

-Perra-

El viaje fue silencioso a parte de unos baches, el sonido de las llantas y otros autos, condujeron por el camino contrario a la dirección de la casa donde se dirigía Lincoln, pasaron varios kilómetros hasta que en mitad del trayecto Lincoln recobro vestigios de conciencia, quiso preguntar dónde estaba pero el pedazo de tela sucia le impedía hablar.

No le hicieron caso, por las vacías calles apenas había gente, lo más habitual era ver a vagabundos, prostitutas y ebrios, solo pasaron dos veces

-Mierda-gruño el conductor molesto fijando su atención en la patrulla que los había detenido, quiso doblar hacia la otra calle, pero el oficial a cargo ya los había visto, desde lejos les hizo una seña para detenerse

-¿Qué hacemos?-pregunto la mujer lo más bajo posible

-No sé, solo-ya se había detenido, si conducía ahora tendría la policía investigando, tenía que comprar tiempo-ya sé, no digas nada-

El oficial traía el típico uniforme azul con placa con aleaciones de oro, acerco su linterna a la ventana del auto, iluminando el interior del vehículo

-¿Algún problema oficial?-pregunto un hombre de cabellos y ojos cafés, a un lado de una mujer de ojos de un color verde adornada con una sonrisa coqueta

-Si eh-se quedo mirando un momento a la mujer antes de ordenar sus pensamientos en forma de solicitud-Licencia y registro por favor-

Sin ningún apuro ni preocupación el hombre saco de la guantera del auto un papel blanco y una cedula de conducción, se los dio al oficial que empezó a inspeccionar con la linterna el papel y el trozo de plástico que tenía en sus manos, el hombre y la mujer dentro del auto se sintieron nerviosos cuando un gimoteo se pudo escuchar salido del maletero del Chevrolet

-¿Qué fue eso?-

El ambiente se volvió tenso para ambos pasajeros, el oficial pidió que abrieran el maletero, con duda el hombre presiono un botón detrás del volante, el oficial se desplazo hasta la parte trasera del auto seguido por el hombre.

La mujer se tenso cuando vio más adelante en la patrulla, el compañero del oficial estaba apoyado en la parte trasera del auto, pudo notar que estaba atento y alerta ante cualquier acción sospechosa, tenía una mano apoyada en su cintura, tal vez encima de su arma, lista para sacarla y llenar de balas al pobre diablo que tendría al frente.

Cuando el oficial y el conductor, llegaron a la parte trasera del auto, el maletero estaba semiabierto, los gimoteos no habían parado poniendo aun más tenso y nervioso, levanto la puerta con las manos en los bordes encontrándose con la desagradable sorpresa en su interior

Lincoln trato desesperadamente de hablar, se movía y sacudía como si fuese un gusano o un pez en tierra firme, lagrimas podían verse bajar debajo de la tela

-¿Qué significa esto?-su voz monótona y aburrida de hace unos momentos cambio a una grave y seria, ya estaba listo para sacar su arma y pedir refuerzos cuando el hombre lo interrumpió

-Es mi mascota-dijo tan rápido que se mordió la lengua-Si, eh, se queja mucho cuando esta enjaulada, espero que no sea una molestia-apenas termino de decir eso, saco su billetera mostrando al oficial tres billetes de cien dólares.

Por unos momento el silencio incomodo lo asusto, pensando que no funcionaria y el oficial terminaría arrestándolo, cuando de manera lenta pero sin titubear agarro los billetes y cerro la puerta

-Viaje con cuidado-sin nada más que decir se fue hacia su patrulla.

-¿Encontraste algo?-pregunto su compañero subiéndose en el asiento del copiloto, un hombre de cabello castaño claro, casi naranja

-Nada-respondió secamente encendiendo el auto y emprendiendo marcha a la siguiente zona de patrullaje, su compañero lo miro de reojo en silencio, le extrañaba el comportamiento de las personas a bordo del auto, pero no podía hacer nada si su compañero dijo que todo estaba bien, entonces debería de confiar.

Por el retrovisor vio que el auto que su compañero había inspeccionado, el auto detrás de ellos giro a la derecha luego de seguirlos un par de calles doblo hacia la derecha perdiéndose de vista.

Algo estaba mal con ese par.

Tal vez solo fuese su imaginación, debería de dejar de tomar demasiado café, no le gustaba el patrullaje nocturno

El auto volvió a un silencio, a diferencia del de hace unos cuantos kilómetros este era tenso, ambos adultos podían sentir su corazón palpitar con fuerza amenazando con chocar con su pecho, la mujer había entrado en un momento de pánico cuando vio por el retrovisor como el policía inspeccionaba el maletero, estuvieron unos momentos ahí, momentos que le parecieron horas hasta que finalmente la puerta se cerro y el oficial se fue

-Nada que el dinero no pueda arreglar-fue lo único que dijo al subir al auto

Sus palabras no pudieron calmar su miedo a ser perseguida por una patrulla, miro el señalero de la gasolina en el panel, de verdad que no podían conducir por mucho tiempo, los gritos amortiguados de Lincoln empezaron a molestar bastante a la mujer, no tuvo mejor idea que poner la música en la radio

La música de una banda de rock cuyo nombre no reconocía inundo todo lo que quedaba de viaje.

¿Qué estaba pasando?, lo último que recordaba era que estaba hablando con una mujer mientras se dirigía a la casa de su amigo para pasar la noche en su casa

Lo único que veía era una negrura extensa e infinita que le calaba todos los huesos, su respiración se volvió inestable y errática, la sudoración en su cuerpo era extrema, se sentía sofocado en ese ambiente tan estrecho y reducido, siendo retenido.

Tenía miedo, mucho miedo.

Tenía miedo de que lo lastimaran, tenía miedo de que lo mataran, tenía miedo como cuando era un niño pequeño y su madre y padre tenían que llevarlo a su habitación y dormir junto a el en la cama matrimonial en un abrazo protector llenándolo de seguridad

Solo que esta vez nunca llegarían para brindarle seguridad como hace tantos años atrás, dejado solo como un recuerdo archivado en un rincón de su memoria que no podía ser borrado

Lagrimas salieron como delgadas gotas desde sus ojos dejando delgadas líneas en sus mejillas.

No sabía lo que pasaba, solo quería salir corriendo, varias veces intento forzar las cuerdas que aprisionaban sus muñecas y tobillos pero solo lograba lastimarse.

Pudo sentir como el vehículo paraba lentamente hasta que al final se quedo completamente quieto, cuando escucho el sonido de la puerta del maletero abrirse inconscientemente empezó a agitarse con aun más energía

-¿Es este?-escucho una voz profundo, pudo identificarlo como un hombre-Albino ¿Eh?-agarro los mechones de Lincoln enredándolos en sus dedos, Lincoln gimoteo adolorido-Nada mal-

El silencio se volvió pesado para él, las voces eran reemplazadas por pasos alejándose de donde estaba, pudo sentir como el agarre en sus tobillos era soltado, quiso correr, pero el hombre lo tenía fuertemente agarrado desde los costados fue alzado por los aires con la misma facilidad que tenía una persona de levantar un plato con comida, finalmente pudo sentir el firme suelo debajo sus pies

En eso el impulso de correr tomo control de su cuerpo, dio un par de pisadas rápidas y largas antes de ser agarrado por el cuello con una fuerza que seguramente dejaría una marca y lo empujo hacia atrás

-¡Quédate quieto!-en ese momento recibió una patada en el brazo derecho que lo dejo tirado unos momentos en el piso por la fuerza-Levántate ahora-

Entre sollozos Lincoln obedeció

El dolor se presento de manera pulsante y prolongada tanto en su brazo como en su cuello, el temblor de su cuerpo le dificultaba avanzar, sentía sus rodillas pesadas y débiles, era guiado por el brusco agarre del hombre que tenía a su lado

Quería correr, quería volver a casa y abrazar a sus padres.

Choco contra una superficie dura que lo hizo retroceder levemente, el hombre a su lado lanzo una sonrisa irritante, escuchar el sonido de una puerta abrirse lo puso aun más tenso pensando de lo que podría ocurrirle en aquel lugar donde seguramente estaba aislado o vigilado, sintió una mano detrás suya empujando su espalda levemente, por inercia empezó a caminar hacia adelante hasta que el hombre ordeno detenerlo

-Quédate quieto, ya vuelvo, si regreso y veo que te moviste juro que grabare como te castro-la crudeza era remarcada en la amenaza lanzada en el pequeño albino

Lincoln volvió a llorar cuando escucho el portazo de una puerta, asustado de que el hombre cumpliese con su amenaza, correr ya no era una opción, se quedo sentado en el suelo mientras lagrimas humedecían la tela que cubría sus ojos y boca.

Los cabellos en su cuerpo se erizaron cuando escucho el sonido de la puerta seguido del sonido de pasos lentos pero seguros, finalmente se detuvieron cerca suya, podía sentir la presencia de una persona al frente suyo, finalmente pudo ver los primeros rayos de luz en horas golpeando e irritando mas sus ya hinchados ojos cuando el pañuelo fue retirado de un suave movimiento de manos.

Las luces a su alrededor brillaron tanto que lastimaron sus ojos, se tuvieron que acostumbrar a la luz incesante y las profundas y resaltaron las sombras que se formaban en su visión, el intento concentró lo más que pudo en el difuminado el rostro frente suyo.

Intento hablar pero su voz está seca y la muñeca salpicada, no es difícil mucho con sus problemas en la nariz, la última vez que la pasé, la última vez que la vió se levantó. era unos mocasines de color negro y unos pantalones grises