Sinopsis: Todo termino en un sentido, todavía no son felices, todavía no están juntos. ICHIRUKI
Los personajes, historia y anime son propiedad del amado Tite Kubo.
Escritura cursiva: pensamientos de Rukia.
Más que una simple amistad… imposible
Capitulo 2
-¡Ya te dije que me dejaras hablar!-Agacho la cara-¿Por qué después de una semana ya no nos hablábamos mucho?-La última palabra la dijo con una voz entrecortada, el… empezó a llorar (Rukia empieza a llorar)-¿Por qué odiaba a Renji cuando lo veía contigo? ¿Por qué me dijiste que me le declarara a Inoue? ¡¿Por qué?-Levanto su rostro, le corrían dos lagrimas (se abraza así misma), sus ojos miraban directamente a los míos.
-Ichigo-Dije
El empezó a caminar lentamente hacia mí, hasta quedar a un metro de distancia.
-Al principio pensé que era un capricho, cada día que lo veía contigo, el enojo rea más fuerte y por fin capte lo que pasaba eran celos-Se acerco más-Eran celos, ¿pero por qué?, no habían celos en una amistad ¿o sí?- Estaba frente a mí, lo veía borroso, mis lagrimas no me permitían ver bien. No soporto verlo así.
-Perdón… Ichigo
-Shhh-Poso su dedo índice en mis labios.
Di unos pasos hacia atrás pero choque con la pared me persiguió hasta acorralarme contra la pared. (Estaba igual de cerca que antes)
-Yo soy el que debería pedir perdón, porque no puedo aguantarme-toma las manos de Rukia, pone su rodilla para que se recargará. La besa, es dulce pero a la vez apasionado, ella empezó a llorar, el no se dio cuenta, solo disfrutaba el beso que había anhelado por tanto tiempo.
Si eso era lo que querías ¿por qué no lo hiciste antes?, a mí tampoco me agradaba este silencio, quería más que una simple amistad.
La soltó pero seguía el beso, puso sus grandes y fuertes manos en mi cintura apegándola más a él, la ojiviolieta seguía llorando; puso sus manos en esos pectorales perfectos y lo empujo para que parara, frunció el ceño y mordió sus labios hasta más no poder, el empujón fue más fuerte, no sabía si fue la mordida o el empujón pero se alejó, en la boca de los dos había sangre, el sabor oxido les rompía el alma poco a poco.
-Ya se, tu no sientes lo mis…
-¡Cállate, ahora tu escucha!
Seguía llorando y, nuestro corazón se seguía rompiendo.
-Me voy a casar…
