Los personajes de Card Captor Sakura le pertenecen a CLAMP.
Besos
I
"Mira hacia allá"
Summary: Meiling volvió a sentirse iracunda: primero, consigo misma, por no poder disimular su debilidad hacia los encantos obvios de su primo, cuando tendría que fingir un enfado convincente hacia sus desaires y así, lograr un avance en su relación; y con Xiao Lang, porque se estaba comportando como un insensible. Como un niño de las cavernas.
En Hong Kong se respiraba un aire veraniego que resultaba sofocante en las horas pico. Podía verse gente de acá para allá: algunos cargando bolsas, otros hablando por celular, algunos paseando solos, otros acompañados... pero la cuestión era que todos parecían querer escapar de las brasas del Sol, buscando algún resquicio de sombra que aminorara el calor. Meiling, por su parte, se sentía en sumo afortunada de tener diez años y nada que hacer ese día domingo, más que disfrutar de la frescura que les otorgaba el roble bajo el cual descansaban. Porque sí, tenía compañía. En cuanto a eso, no la ponía tan alegre. Meiling había terminado concluyendo que Xiao Lang era un tonto.
—Xiao Lang, ¿por qué hemos venido aquí? ¿Qué quieres hacer? —Terminó por preguntar tentativamente luego de lo que fueron (según sus conteos mentales), veinte minutos del más profundo silencio.
Porque bien, le gustaba estar a la sombra y eso... ¡pero también quería compartir cosas con su primo! Esa plaza era hermosa: repleta de juegos para aprovechar, flores que cortar y ¡niños! Podía verlos por doquier: ya fuera correteando y divirtiéndose, o echados sobre el césped reluciente, como ellos, y conversando tonterías. ¿Por qué tenían que estar allí sin decirse ni una palabra?
—Tú has venido conmigo. En realidad, planeaba estar solo.
Oh, sí, era ese tipo de respuesta la que se esperaba. Ese tono entre monocorde y despectivo, que le dejaba en claro que no, él no quería compartir nada con ella. Meiling no dijo ni mu, ya acostumbrada a esos tan largos y fructíferos intercambios de palabras entre ellos. Así era. Se acercaba a Xiao Lang e intentaba ser amigable, y él le rehuía como si tuviera la peste negra.
Se vio reflejada en los vidrios de un auto por un segundo. No era una niña desagradable, y lo sabía. Tenía el cabello azabache muy largo y grueso, generalmente atado en dos coletas que caían libres en ambos costados de su pequeña cabeza. Sus facciones eran claramente asiáticas, con el tinte de altanería propio de los Li. Y lo que más llamaba la atención de ella eran sus rasgados ojos del color de los rubíes. También era menuda y delgada, y en algún momento soñaba crecer y llegar a ser tan elegante y hermosa como su Tía Ieran, la madre del gran conversador que tenía sentado al lado.
¿Pensaría él que Meiling era fea, y por eso no se le acercaba?, pensó, frunciendo el ceño y entrecerrando los ojos con creciente enfado. Pero negó con la cabeza efusivamente para sí. Claro que no. Era su prometida, y bien sabía que Tía Ieran no la hubiera elegido como su futura esposa si ella no estuviera a la altura de una Li. Miró a Xiao Lang de reojo, sopesando su expresión meditabunda y seria, el perfil afilado y los contornos entre aniñados y masculinos de su rostro. El cabello castaño se mecía con el viento... ¡y esos ojos! Cuando Xiao Lang la miraba, sentía que la traspasaba como si fuera un láser. Esas obsidianas eran dos piscinas de caramelo ámbar.
Era apuesto, ¡muy apuesto el maldito!
Repentinamente se dio cuenta que de seguro se había sonrojado. Cubrió sus mejillas con sus manos, mientras seguía pensando. Pero no, no era solamente que Xiao Lang fuera el niño más lindo que jamás hubiera visto, sino que la hechizaba su personalidad. Le encantaba su inteligencia, sus modales, su seriedad y esa faceta amable, que veía de a ratos, y que la enternecía por completo. ¡Nunca olvidaría cuando había rescatado a su pájaro! Ese era un niño dulce y comprensivo, en absoluto parecido a la persona taciturna que intentaba mostrarle. Sabía que Xiao Lang tenía un enorme corazón.
Por Dios, ¡que le gustaba todo lo que representaba él!, pensó, con una sonrisita boba de añoranza surcándole los labios.
—Meiling, ¿necesitas un balde?
... Hasta que abría la boca para hablarle de ese modo. Volvió a sentirse iracunda: con ella misma, por no saber disimular su debilidad hacia los encantos obvios de su primo en momentos en los que debería fingir estar realmente molesta por sus desaires, para así, quizás conseguir un avance en su relación; y con Xiao Lang, porque se estaba comportando como un insensible. Como un niño de las cavernas. Y ella sentía cosas demasiado fuertes como para que se burlara. Por un momento, deseó cambiarle esa expresión socarrona de una buena patada (pero no sería correcto en una dama usar esos métodos, diría su Tía), así que se le ocurrió algo mucho mejor.
Compuso una mueca de sorpresa a la vez que sus ojos viajaban a algún punto detrás suyo.
—¡Xiao Lang, mira hacia allá —Señaló el cielo con sus pequeños dedos—, un ovni!
—Si hubiera un ovni por aquí, la gente andaría a los gritos —Se dio la vuelta inmediatamente, como si no le creyera, y escaneó todo el punto que ella le había indicado. Decidió que era una tontería y volvió a su posición inicial—. ¿De dón...?
Entonces Meiling le había plantado un beso. No fue un choque ni salvaje ni forzado, porque Xiao Lang se quedó estático, con los ojos ámbar muy abiertos (lo supo porque entreabrió un poco la vista unos segundos) y ella era una niña de diez años, que nada sabía de besos. Un cosquilleo agradable le recorrió el cuerpo. Xiao Lang tenía labios muy suaves y cálidos, y el aliento fresco y mentolado. Cuando al fin se separó, al cabo de unos instantes, casi largó un alarido de victoria.
Ahí estaba el "oh-yo-soy-el-niño-más-maduro-y-lo-he-visto-todo": sonrojado hasta las orejas (Meiling comenzó a preguntarse si no se desmayaría entre eso y el calor) y viéndola como si le hubiera crecido una oreja en la espalda. Se puso de pie, triunfadora como se sentía y dijo:
—Volvamos a casa, Xiao Lang.
A su primo no se le había ido el rojo de las mejillas hasta el día siguiente.
Notas de autora:
¡Buenas! Creo que ando muy inspirada últimamente... en menos de tres meses publiqué tres cosas xD Mierda, o el mundo se va a acabar en serio o esto es una muestra de que estoy tomándome los asuntos en serio(?) Igualmente, creo que viene de la mano con mis vacaciones. ¡ESTOY DE VACACIONES AL FIN! Ya soy una egresada de la Secundaria, felicítenme(?)
Bueno, yendo a lo que nos compete... ¿qué les pareció el one-shot? xD Acostumbro a escribir SxS pero la pareja de Shaoran-Meiling también me gusta mucho, sobre todo cuando la ambiento en su niñez... ya ven que Shaoran está tan conversador como siempre xD Pero sabemos que tiene un lado sensible... nada más miren lo que le duró el sonrojo xD
Bueno, esto está basado en unas tablas que encontré... la iré completando de a poquito, cada viñeta incluye un beso y la enfocaré desde distintas parejas, las que sienta idóneas para cada título xD Ojalá les haya gustado :) Espero sus lindos reviews :D
(Y este sábado actualizo "En Terapia" ;D)
¡Besos!
