Capítulo 01: Cielo y Tormenta - La llegada de la Tormenta
Cuando leí esta historia en su versión inglés, sencillamente me quedé enamorada a primera vista (¿o será a primera leída?). Y como sé que hay muchas lectoras que no saben inglés, pero que aún así disfrutan de los fanfics de Katekyo Hitman Reborn!, sentí que era un deber que tenía el de compartirles esta historia en español.
Espero que les llegue a gustar tanto como me gustó a mí.
La historia original es de SeventhAssassin, yo solo la estoy traduciendo.
Aquí les pasaré el link de la historia original: s/11255849/1/
En el medio de la noche, una tormenta arreciaba. Una densa niebla se había establecido en el bosque, haciendo que fuera imposible poder ver. Dentro de dicho bosque, una batalla se estaba llevando a cabo.
La primer persona era un joven hombre de cabello plateado con varias bombas en cada mano, mientras que la segunda se mezclaba por completo con la niebla, sólo podían verse sus extraños ojos: uno rojo y el otro índigo.
—Kufufu, es suficiente de esta estúpida pelea.
El hombre en la niebla rió, viéndose irritado.
Ambos habían estado peleando durante toda la noche. El joven de cabello plateado portador de las bombas jadeó, cansado de su batalla, pero rehusándose a rendirse a pesar de saber que tenía, entre los dos, heridas más serias.
—¡No hay forma en que me vaya a rendir! ¡Pelearé hasta el final, aunque muera! —gritó el hombre de cabello plateado.
La persona dentro de la niebla se rió de sus palabras.
"Qué divertido..." pensó. "Sin importar en qué mundo esté, sigue siendo tan terco como siempre… Bien por mí. Todavía tengo trabajo que hacer, y sólo tú puedes hacer el resto… Gokudera Hayato."
Con este último pensamiento, ambos hombres se lanzaron hacia el otro y continuaron con la batalla.
Namimori Japón, Residencia Sawada.
Sawada Nana tarareaba felizmente mientras lavaba los platos en la cocina. Su esposo es Sawada Iemitsu, quien se encontraba trabajando del otro lado del mar; era desconocido para ella que trabajaba para la mafia como el jefe de CEDEF de la Familia Vongola, la familia mafiosa más fuerte de la historia.
Nana e Iemitsu tienen gemelos, Sawada Ieyuji y Tsunayoshi, el mayor, quien heredó los ojos y cabellos de su madre, mientras que el menor obtuvo el mismo cabello rubio y ojos de su padre.
—Yuji-kun, por favor ayúdame un poco.
Ella llamó a su hijo, que actualmente se encontraba frente a la TV.
Ieyuji gruñó al principio, pero ayudó a su madre. En realidad no le gustaba hacer los quehaceres de la casa, y siempre pensó que su hermano debería ser quien trabajara, no él.
Mientras tanto, Tsunayoshi bajó por las escaleras y se asomó a la cocina. Vio a su hermano y su madre trabajando. Nana sintió su presencia y sintió que habrían problemas. En realidad, tenía problemas hablando con su primer hijo debido a su condición.
—T-Tsu-kun, ¿sucede algo? —Le preguntó, incómoda con su presencia.
Sawada Tsunayoshi simplemente la miró sin emociones. Su rostro no tenía rastros de expresiones, y sus ojos eran completamente blancos. Al principio muchos pensaban que era ciego a pesar de que podía ver perfectamente.
Sin embargo, debido a la falta de emociones, lo describían como Sin Alma.
Tsunayoshi se mantuvo observando antes de sacudir su cabeza y lentamente retirarse, dirigiéndose nuevamente hacia las escaleras.
Ieyuji se irritó por las acciones de su hermano y comenzó a quejarse.
—Mamá, deberíamos deshacernos de él o enviarlo con los fenómenos, donde pertenece. Ese idiota no ayuda para nada.
—¡Yuji-kun, nunca vuelvas a decir algo como eso! Sin importar qué, es tu hermano —le regañó. Aunque no supiera cómo actuar hacia su hijo mayor, nunca pensó en abandonarlo..
—¡Pero mamá, no tenemos uso para un hermano sin alma como él…! —Comenzó a argumentar, pero se detuvo al ver los ojos ardientes de su madre. Nana nunca se enojaba con nadie, pero cuando alguien hablaba sobre sus hijos de forma irrespetuosa nadie podía detener su furia.
Ieyuji frunció el ceño mientras miraba hacia otro lado.
"¿Por qué debería pensar en él como mi hermano? Sería mejor si hubiera muerto."
—¡IEYUJI! —La voz furiosa de Nana interrumpió sus pensamientos como si supiera lo que pensaba. El chico de cabello rubio comenzó a temblar bajo la amenazante mirada de su madre.
Dentro suyo, Nana quería ayudar a su hijo. El problema era que ningún doctor podía. Nunca hablaba sin importar qué, permanecía sin emociones, sin alma.
Preocupada, rezaba porque alguien llegara a ayudar a su hijo.
Al día siguiente, Nana estaba muy feliz porque un tutor vendría para ayudar a Ieyuji con aquellas materias que tenían notas bajas. Cuando encontró el volante en el buzón estaba extasiada al leer: "Un tutor que no necesita dinero, sólo comida y una habitación donde quedarme". Estaba pensando en pedirle ayuda también con la situación de Tsu-kun.
—¡Mamá, realmente no necesito de un tutor! ¡El único que lo necesita es ese hermano sin vida por allí! —gritó Ieyuji mientras señalaba a su hermano gemelo, claramente infeliz.
—No. Tus notas empeoraron, a diferencia de tu hermano, quien obtiene notas sobre el promedio, o inclusive perfectas —dijo en un tono serio antes de volver a su tono animado. —Oh, me pregunto cómo se ve. ¿Podría incluso ayudar a Tsu-kun también?
Ieyuji no pudo hacer nada más que suspirar, sabiendo que una vez que ella tenía una idea en su cabeza, difícilmente podrían cambiarla.
Tsuna bajó las escaleras con su mochila y se sentó a un lado de Ieyuji. El rubio fulminó con la mirada al castaño, quien observaba a su madre preparar el desayuno. Momentos más tarde ella puso los platos frente a ellos para comenzar a comer.
—¡Tsu-kun, escucha! Un tutor vendrá y se quedará con nosotros a partir de hoy. Espero que puedas decirle hola —dijo felizmente. Por primera vez en mucho tiempo, Tsuna se congeló mientras comía, lo que sorprendió a los otros dos.
Era la primera vez que mostraba una reacción desde el incidente, y Nana estaba feliz, aunque también curiosa sobre el porqué la palabra tutor lo puso tenso. Quería preguntar, pero él continuó comiendo su desayuno como si nada hubiera sucedido. Esto sólo aumentó su determinación para ayudar a su Tsu-kun a recuperar su voz y personalidad.
Los gemelos fueron a la escuela juntos aunque mantuvieron su distancia. Ieyuji corrió adelante, mientras que Tsuna caminaba. Pronto los amigos de Ieyuji, quienes también son los matones de Tsuna Sin Alma, lo alcanzaron.
Ambos estaban en la misma clase, pero Ieyuji estaba rodeado de amigos, mientras que Tsunayoshi se encontraba solo, observando el cielo en silencio. Nadie hablaba con él, o siquiera lo intentaba. Todos lo veían como una persona extraña, alguien sin alma y mudo, como sus apodos decían.
Las únicas personas que intentaban ser buenas con él eran Sasagawa Kyoko y Kurosawa Hana. Ellas intentaron hablar con él en varias ocasiones, a pesar de que nunca recibieron ninguna respuesta o atención. Aún así, seguían siendo buenas con él.
Yamamoto Takeshi, la estrella de Béisbol de la escuela, hablaba con Tsuna una vez cada tanto, pero nunca le prestaba demasiada atención además de tener ese sentimiento de que lo había conocido en algún lugar antes. Cuando intentó confrontar al más pequeño sobre esto, su única respuesta fue una mirada en blanco junto con lágrimas. Recordarlo le hacía temblar y sentir una gran tristeza por algún motivo que no podía adivinar, así que dejó al problema estar.
Tsunayoshi, a pesar de no tener alma, no era idiota, torpe o inútil. Tenía buenas notas, estaba dentro del promedio pero si quisiera podría estar en lo alto de la clase. Era bueno peleando considerando que ninguno de los que lo molestaban pudieron poner una sola mano en él.
Se rumoreaba que pudo pelear contra Hibari Kyoya, el Prefecto Demonio de la Escuela, y se ganó el título de "Carnívoro", aunque nadie lo confirmó. Nadie sabía dónde aprendió a pelear pero sabían que Tsuna no reaccionaba a menos que alguien intentara atacarlo físicamente.
Tsunayoshi, quien se encontraba observando el cielo, giró su cabeza hacia un árbol en la distancia el cual era casi tan alto como el tercer piso donde su clase se encontraba. Una pequeña figura detrás de los árboles sonrió. Nadie lo notó, ni Ieyuji ni nadie más excepto por el castaño con ojos sin alma.
Después de clases Ieyuji y sus amigos intentaron pelear contra Tsunayoshi pero sólo terminaron siendo golpeados. Nunca dijo ni una sola palabra, simplemente se alejó en silencio dejándolos en el suelo.
Tsunayoshi llegó a casa primero, siendo recibido por el "Bienvenido a casa" de Nana; y se dirigió directamente hacia su cuarto.
Más tarde, Ieyuji llegó con una expresión frustrada por haber perdido nuevamente contra su hermano Sin Alma. Fue a su habitación y golpeó la puerta la cerrarla. Nana no tenía idea de lo que había sucedido para que el gemelo menor estuviera tan enojado.
Fue en ese momento que Tsuna salió de su cuarto, habiéndose cambiado el uniforme por una remera naranja y pantalones negros.
—¿Saliendo a alguna parte? —preguntó Nana. No recibió ninguna respuesta mientras caminaba hacia la puerta. Ella suspiró y finalmente dijo: —Te veo más tarde.
Cuando Tsuna volvió, era tiempo para la cena. Mientras estuvo fuera un familiar bebé que llevaba una fedora negra junto con un traje y un pequeño camaleón verde que parecía estar descansando en su sombrero llegó.
—Ciaossu, soy Reborn, encantado de conocerte Sawada Tsunayoshi.
Reborn se presentó, de pie sobre la mesa.
Tsuna no respondió, sólo lo observó por un momento antes de caminar hacia la mesa y sentarse. A Reborn no le gustaba su actitud, era necesario enseñarle una lección al joven castaño.
Era una lástima que estuviera aquí para entrenar al Idiota Ieyuji a convertirse en el próximo Jefe Vongola.
Después de la cena, Reborn vió a Tsuna dirigirse directamente hacia su habitación. Le ordenó a Ieyuji hacer lo mismo y lo esperó en su cuarto. El rubio se rehusó al principio, pero con una patada en su cabeza, obedeció aunque algo reacio.
Reborn se giró para enfrentar a Nana.
—¿Te importaría decirme qué le sucedió a Tsuna? ¿Por qué actúa como si no tuviera alma?
Parecía ser que los rumores que escuchó de los reportes sobre el niño sin alma eran verdaderos. Cuando llegó a observar a los gemelos, especialmente a su estudiante Ieyuji, supo al instante que había que arreglar varias cosas de la actitud del rubio para hacerlo un digno jefe mafioso.
Para hacerlo, primero debía curar el odio que le tenía a su hermano. Para saber cómo arreglar el problema, necesitaba saber qué había pasado entre ellos antes de que se volvieran de este modo. También estaba interesado en Tsuna porque de todas las personas, el único que lo encontró en ese árbol fue él. Como buen peleador, sería un buen activo para Vongola y su hermano.
Nana se volvió silenciosa mientras su ceño se fruncía en sus facciones usualmente vivaces.
—Sucedió hace siete años. Alguien entró a nuestra casa. Era de noche, y durante ese tiempo, estaba fuera en una tienda cercana. Pensé que estaría fuera por unos minutos así que dejé a Tsu-kun y Yuji-kun. Para decirte la verdad, Reborn-kun, Tsu-kun es un buen niño. Su sonrisa es grande y brillante, todos pensábamos que era adorable, pero ese incidente lo cambió todo.
Se detuvo por unos minutos antes de continuar.
—Hubo un robo que… ese hombre apuñaló a mi niño en el pecho…. —Comenzó a llorar mientras recordaba la sangre saliendo de su cuerpo. —Estaba aterrorizada pero me las arreglé para llamar al Hospital… De alguna forma la ambulancia lo logró… pero… él…
Hubo una pausa. Lágrimas fluían sin parar mientras recordaba lo sucedido. Reborn permaneció en silencio, sabiendo que no debía apresurarla, no mostrando ninguna expresión en su rostro.
—E-El doctor dijo… qué él… no lo había logrado… Él murió… Estaba tan deprimida… Abracé su cuerpo tan pronto como me lo mostraron… Estaba frío, realmente no podía creer que hubiera muerto, y entonces… Algo sucedió…. como un milagro.
Esto atrapó la atención de Reborn. Esperó pacientemente a que continuara.
—Su cuerpo tembló y comenzó a respirar de nuevo. Llamé al doctor y recomenzaron su tratamiento… Después de eso… cuando despertó…. después de tres días, él… me veía como si fuera… nadie. Le pregunté al doctor qué sucedía, pero no pudieron encontrar ningún problema con su cerebro o algo. Desde entonces nunca más habló… Nunca estuvo alegre de nuevo, se volvió… de ese modo.
Terminó su historia llorando.
Reborn absorbió la nueva información con cuidado, algo le molestaba. ¿Cómo o por qué Tsuna se volvió de ese modo? Sí, los milagros sucedían, pero parecía bastante sospechoso. Habían personas que experimentaron lo mismo pero que salían de ello completamente bien. ¿Por qué el castaño era diferente del resto? Necesitaba saber la respuesta si iba a ayudarlo. Una pregunta apareció en su cabeza.
—¿Cómo reaccionó Ieyuji? —Esa era la verdadera pregunta.
Eso dejó a Nana pensando.
—No estoy segura si estaba preocupado o no Reborn-kun. Para mi era como si… —Para ella era difícil decirlo. —Era como si realmente quisiera que hubiera muerto.
Esto lo alertó, no estaba esperando esa respuesta.
—Gracias Maman, haré todo lo que pueda por Tsuna así que no te preocupes.
Reborn la tranquilizó. No por nada era el Asesino número uno del mundo, podía hacer todo.
Nana le dio una sonrisa gentil.
—Gracias Reborn-kun.
Después de eso Reborn se fue, y en lugar de dirigirse hacia el cuarto de Ieyuji fue hacia el de Tsuna. Estaba abierta, así que simplemente entró. Dentro notó que los muebles eran bastante simples: un escritorio, una cama, un armario y una lámpara. Había algunos libros en una estantería y una pequeña mesa en el centro.
Reborn también notó que Tsuna estaba observando hacia la Luna. El chico que parecía no tener alma se giró lentamente a observarlo. El asesino lo observó con cuidado, asombrado por cuánto espíritu de pelea estaba encerrado en ese cuerpo flacucho. Podía decir que el hermano mayor era fuerte y que necesitaba ser cauteloso.
Después de observarse por un largo tiempo, lágrimas lentamente se juntaron en sus ojos y fluyeron, cayendo por su rostro.
—¿Por qué lloras? —Le preguntó Reborn, observando a Tsuna a los ojos.
Pronto, el asesino entendió que no podía leer las expresiones del chico, sin embargo sus ojos mostraban la tristeza y dolor dentro de él.
Reborn sintió la nostalgia invadirlo, haciéndolo relajarse. Brevemente se preguntó si se habían conocido antes, pero descartó el pensamiento como imposible. No había estado en Japón por años, así que era imposible que se conocieran. Aún sin recibir ninguna respuesta, siguió cuestionando.
—¿Puedes hablar?
Tsuna simplemente le observó, llorando en silencio sin dar señales de detenerse. ¿Por qué?
—¿Puedes hacer alguna señal?
Aún sin respuesta. Alguien normal necesitaría un montón de paciencia para esto, y Reborn estaba dispuesto a tomar el desafío.
—¿Estás escuchándome?
Aún sin respuesta. Suspiró profundamente mientras bajaba su fedora para cubrir sus ojos. Parecía que tendría que buscar otro método para comunicarse con él.
—Te haré hablar sin importar qué suceda. Soy el Asesino número uno después de todo.
Reborn sonrió, y sorprendentemente, Tsuna le respondió la sonrisa.
—Así que estás escuchando después de todo. ¿Te importaría responderme entonces?
La sonrisa de Tsuna desapareció tan rápido como apareció antes de continuar mirándolo.
—Puedes usar papel o notas para comunicarte, sabes.
Aún así, Tsuna no hizo nada. Reborn decidió que se enfocaría en tortur- tutorear a Ieyuji a volverse el Décimo Vongola.
Al día siguiente, Ieyuji terminó corriendo a la escuela en ropa interior gritando: "¡REBORN! ¡ME PROPONDRÉ A KYOKO-CHAN CON MI ÚLTIMA VOLUNTAD!", o algo por el estilo. Reborn sonrió y miró a Tsuna, quien estaba de pie a su lado.
—¿Te importaría llevarme a la Escuela? —le preguntó Reborn. No hubo respuesta.
Reborn tenía el sentimiento de que el gemelo mayor estaba de acuerdo así que saltó hacia los cabellos marrones y comenzaron a caminar en dirección a la escuela.
Reborn notó distraídamente que su cabello era más suave que el de Ieyuji, y una vez más la nostalgia lo invadió. No podía evitar pensar que se llevaría bien con el chico.
Gokudera Hayato frunció el ceño mientras observaba la pelea entre el chico, Mochica, y el futuro jefe. El bombardero peli plateado de ojos verdes parecía decepcionado.
"¡¿Por qué diablos es este chicos?! ¡¿Quién es él?! ¡¿Qué le pasó a mi Cielo?!" gritaba internamente. Se detuvo, recordando la llamada que tuvo cuando estaba en Italia. Reborn lo convocó en Japón para probar al futuro Jefe Vongola.
Flashback
—¡¿En serio, Reborn-san?!
Estaba sorprendido por el anuncio, sólo significaba una cosa…
—Sí. Ven a Japón y ve por tí mismo si es digno de volverse el siguiente Jefe Vongola. Espero que vengas rápido, 'Smoking Bomb Hayato' —le dijo Reborn. Él estaba encantado.
—¡Lo haré, Reborn-san!
Con eso, colgó. Estaba tan emocionado que parecía que fuera a explotar de la felicidad.
—Finalmente puedo encontrarlo… Mi Cielo, Mi Jefe… ¡Juudaime! —susurró mientras tocaba algo en su cintura. Era la Hebilla de la Tormenta Versión X.
End of Flashback
"No puede ser… ¿Qué le sucedió a él…? Juudaime…"
Gokudera estaba preocupado por su Cielo, rápidamente llegó a la conclusión de que debía buscarlo y encontrarlo. Por ahora, sin embargo, debía hacer lo que Reborn le pidió, es decir, probar al siguiente Jefe, el indeseado.
No fue hasta el día siguiente cuando fue presentado a la clase como un estudiante transferido de Italia que se uniría a la clase de Ieyuji y Tsunayoshi. Honestamente no le importaba ninguno de ellos, escaneaba la clase buscándolo y, eventualmente, lo encontró.
—Bueno, nuestro nuevo estudiante vino de Italia y- —El profesor no había terminado cuando comenzó a caminar hacia cierto estudiante. —¡Hey, espera!
La petición fue ignorada cuando Gokudera fue hacia Tsuna, quien observaba hacia afuera. Notando su presencia, el castaño se giró a ver al peli plateado. La sorpresa cruzó el rostro del Italiano, notando que los ojos del castaño eran diferentes. Quería preguntar qué había sucedido, pero recordó algo que lo hizo controlarse. De mala gana fue hacia Ieyuji con una expresión aterradora.
Ieyuji no tenía idea de cuál era su problema.
—¿H-Hay algún problema? —preguntó con nerviosismo. Gokudera continuó mirándolo y pateó su mesa.
—Atrás, después de la escuela. —Se dio la vuelta y se fue.
Estaba fuera del cuarto cuando fue detenido por el profesor.
—Gokudera, ¿a dónde estás yendo?
El usuario de bombas miró al profesor:
—¡No es de tu maldito interés!
Gokudera se fue, dejando a todos sin palabras.
Desde donde Reborn observaba, confusión cubría sus facciones. ¿Por qué estaba actuando de ese modo?
Fuera de la escuela, Gokudera golpeó una pared con toda su fuerza y comenzó a llorar. En su mente gritaba '¡Juudaime!"
Le tomó un largo tiempo calmarse. Abrió sus ojos llenos de determinación.
"Sólo espera mi Cielo. Nosotros llegaremos en tu ayuda tan pronto como sea posible. ¡Nos reuniremos por ti!"
Después de la escuela, Ieyuji y Reborn se reunieron con Gokudera, quien los esperaba con sus manos en los bolsillos.
—Llegaron, pensé que huirías. —El usuario de bombas se burló. Ieyuji frunció el ceño antes de irritarse.
—En serio, ¿cuál es tu problema? Ni siquiera te hice algo.
Reborn le respondió:
—Por supuesto, es un mafioso después de todo.
Eso le sorprendió.
—¡HIEEEE! ¡¿M-Mafia?!
Reborn sonrió.
—Sí. Es conocido como "Smoking Bomb Hayato" debido a que esconde varias dinamitas en su cuerpo. Es fuerte y peligroso, debo decir.
Gokudero se sentía halagado por el cumplido, pero lo escondió.
—Es cierto, estoy aquí para ver si eres digno para convertirte en el siguiente Jefe de la Familia Vongola. Aunque ya puedo decir que no lo eres —dijo Gokudera en un tono tranquilo más maduro de lo normal.
—Gokudera también está buscando la posición de Jefe, así que está aquí para asesinarte y tomar tu posición, Baka Yuji —dijo Reborn casualmente, sin tener problemas con la situación. Por alguna razón, esto hizo que el rubio se emocionara.
—Tomar mi posición, ¿huh? ¡Inténtalo porque seré yo quien te derrote! —dijo con confianza.
Gokudera observó al adolescente y suspiró.
—No tengo intenciones de tomar tu posición, aunque hay alguien más digno de ser el jefe, y ese no eres tú.
Ieyuji estaba sorprendido.
—¡¿Qué?!
La atención de Reborn cambió.
—¿A qué te refieres? Explícate —dijo en un tono demandante.
—Como dije, él no es lo suficientemente bueno como para tomar la posición. No veo su resolución. ¿Cómo puede liderar una Familia sin ella? No es capaz. Reborn-san, puede que sea audaz al decir esto, pero por favor dígale al Noveno que cambie su decisión. Sino, pídale al Jaee de CEDEF.
Reborn entrecerró sus ojos.
—¿Cómo sabes eso?
—Porque yo, su Tormenta, sirvo al verdadero Décimo, Mi Jefe, Nuestro Jefe, Nuestro Cielo.
—¿Cielo? —preguntó Ieyuji, confundido sobre lo que estaba sucediendo. Todo lo que entendía era que el estudiante transferido de cabello plateado le decía que no era lo suficientemente bueno como para ser el Décimo Vongola.
Reborn bajó su fedora, pensando. "¿A qué se refiere con verdadero Décimo? ¿Cómo sabe de las Llamas de Última Voluntad?"
—R-Reborn, ¿qué está sucediendo? ¿Por qué está hablando del clima? —preguntó Ieyuji. Reborn no respondió, no era el tiempo para explicárselo.
—Pero como Reborn lo pidió, te haré una prueba. —Ambos se giraron hacia Gokudera. —Veré si puedes ganar resolución; entonces admitiré que tienes potencial. Sólo recuerda, si yo gano, me aseguraré de que no tomarás la posición y lo volveré a él el siguiente Jefe. A él le juré mi lealtad.
Gokudera sacó las manos de sus bolsillos; en ellas tenía bombas. Parece ser que ya estaba listo para atacar a Ieyuji.
—Muéstrame tu resolución.
Ieyuji no tenía tiempo para pensar, tuvo que actuar rápidamente. Reborn transformó a Leon en una pistola.
—Si ganamos, responderás a todas mis preguntas Gokudera Hayato. Tienes cosas que explicar. —Reborn estaba siendo serio.
Gokudera sólo sonrió y respondió.
—Por supuesto Reborn-san, pero no hasta que no nos hayamos reunido y ayudemos a nuestro amado Jefe. Este mocoso no es nada, si es por él.
Reborn entrecerró sus ojos y los escondió en la sombra de su fedora.
"¿Reunirse? ¿Tiene compañeros? Si conoce sobre las llamas y continúa diciendo que él es su Cielo, entonces… Tiene otros cinco compañeros, ¿pero quiénes son? ¿Enemigos?" El pensamiento lo hizo sonreir. "Heh, no necesito pensar en ello. Encontraré las respuestas rápidamente… Qué interesante."
Reborn apuntó con su pistola a Ieyuji.
—Pelea con tu Última Voluntad Baka Yuji —dijo mientras le disparaba la Bala de Última Voluntad a la frente del rubio. El gemelo menor calló y se levantó en ropa interior gritando:
—¡PELEARÉ CON MI ÚLTIMA VOLUNTAD!
"Ahora, veremos lo que tienes" Gokudera sonrió y comenzó a atacar sacando sus bombas, prendiéndolas y arrojándolas rápidamente.
La batalla había comenzado.
Mientras peleaban, Reborn los observaba de cerca. Sintió que alguien se acercaba desde una esquina; era Tsuna, quien no lo saludó. Su atención se enfocó en Gokudera y Ieyuji.
Ieyuji a penas se las arreglaba para evitarlo, dejando a las bombas explotar en el área mientras Gokudera continuaba su asalto. Tsuna, cuyos ojos seguían sin emociones, no tenía intenciones de interferir. Reborn decidió dejarlo observar y devolvió su atención a los dos.
Gokudera usó su Doble Bomba. dos veces las bombas de antes pero todas fueron evitadas por Ieyuji quien corría hacia él. Gokudera lanzó una sola bomba a un costado antes de atacarlo con su Triple Bomba. Ambas explotarían, Ieyuji casi lo tenía, pero Gokudera sonrió. La bomba que antes había arrojado a un costado explotó primero. Gokudera usó la onda de esa explosión para moverse a un costado y evitar la explosión de su Triple Bomba.
—No es malo —comentó Reborn. Tsuna continuó observando en silencio.
Gokudera fue lanzado al suelo por la explosión y usó su pierna derecha para ponerse de pie. Observó con cuidado lo que había sucedido. Cerró sus ojos y se puso de pie, los abrió y observó a Ieyuji dentro de la explosión, de pie pero con varias heridas por todo su cuerpo.
—¿Todavía quieres continuar? Si lo haces, realmente serás asesinado niño —dijo Gokudera. No estaba preocupado, pero este chico era Sawada Ieyuji, había una posibilidad de que en este mundo este chico hubiera sido su Jefe…. Gokudera no podía matarlo por esa razón.
Ieyuji estaba respirando pesadamente. Observó a Gokudera, quien notó que sus mangas estaban quemadas, pero eligió no preocuparse por ello y en su lugar continuó observando al rubio.
Ieyuji estaba molesto.
—¿Cómo? Estoy en mi Modo Última Voluntad, pero tú… Tch, ¿cómo-? —antes de que pudiera terminar su oración, Gokudera respondió.
—Fácil, sabía el flujo de la batalla. A pesar de que hay una ligera diferencia, sabía dónde iba a fallar y lo usé como ventaja para vencerte.
Reborn habló, preguntándole en un tono serio.
—¿Ligera diferencia?
Gokudera observó al Arcobaleno y asintió.
—Sí. Si fuera él se aseguraría de que mis bombas no explotarían al extinguir las llamas de mis bombas. En esa situación, un error podría haberme asesinado, pero él me salvó. Este chico en su lugar, se enfocó en asesinarme. Esa es la diferencia.
Observó a Ieyuji quien respiraba con dificultad y casi estaba fuera de su Modo Última Voluntad.
—Puedes rendirte y renunciar a la posición, niño. No tienes lugar dentro de la Mafia —dijo Gokudera dándole la oportunidad de retroceder, pero…
—¡No! ¡Pelearé hasta el final! —proclamó Ieyuji.
Gokudera suspiró.
—Entonces lo terminaré.
Ieyuji corrió hacia Gokudera, él le lanzó bombas directamente. El rubio saltó para evitarlas y sonrió como si hubiera ganado.
—Idiota —murmuró Reborn bajo su aliento.
Lo que Ieyuji no había notado era dos bombas que Gokudera había arrojado al aire segundos antes. Ieyuji fue incapaz de evitarlas estando en el medio del aire.
—Siente mis Rocket Bomb, niño —murmuró Gokudera.
Explotó directamente frente a él. Ieyuji golpeó el suelo con un estruendo, perdiendo la conciencia en el acto.
Gokudera se acercó al adolescente inconsciente lentamente, y entonces le miró con lástima.
—No te preocupes, no te asesinaré a menos que él me lo diga.
Dejó al chico inconsciente, dirigiéndose hacia Reborn, cuando de repente se congeló, viéndolo, su Jefe.
—Te has vuelto más fuerte Hayato… ¿Hmm? —Reborn notó que Gokudera se había congelado de la sorpresa. Siguió su mirada hasta encontrar a Tsuna. El estudiante Italiano también había actuado de ese modo la primera vez que vio al castaño.
—¿Lo conoces? —preguntó Reborn
Lentamente, el usuario de bombas se acercó a Tsuna, inclinándose 90 grados.
—¡Lamento los problemas que causé, por favor discúlpeme! —se disculpó. El chico sin alma continuó observándolo. Reborn bajó su fedora para esconder su confusión.
Gokudera levantó la mirada y le sonrió a Tsuna.
—Estuve esperando este día. Le extrañe, mi amado Jefe, Juudaime.
Reborn levantó su sombrero para observarlo. Así que Gokudera estaba hablando de él, Sawada Tsunayoshi.
Gokudera continuó.
—Recordé todo, Juudaime. Una vez más estoy aquí para servirle. Le aseguro, comenzaremos a reunirnos por usted, Juudaime. Sólo espere un poco más y- ¡Ah!
Tsunayoshi comenzó a llorar de nuevo. No contestó pero lloró, y por la primera vez desde que llegó Reborn observó que sus ojos tenían otro tipo de emoción. Felicidad.
Sabiéndolo, Gokudera sonrió.
—Juudaime como tu mano derecha y Guardián de la Tormenta, le juro que romperé ese sello que le mantiene fuera de este mundo y lo liberaré. Acepte mi lealtad una vez más Juudaime.
El silencio se asentó, el castaño no respondió mientras se daba la vuelta y se iba con los ojos acuosos. Otras personas podrían pensar que estaba rechazando la idea, pero Gokudera lo sabía. Tsuna lo había aceptado y le pedía en silencio que le siguiera.
Gokudera sonrió, comenzó a caminar detrás de él antes de detenerse y girarse hacia Reborn.
—Le explicaremos todo una vez que nos hayamos reunido y liberado a nuestro Jefe del sello que detiene su comunicación. Le aseguramos que no somos enemigos de Vongola. Lo prometemos.
Con eso, se giró hacia su Juudaime y le siguió.
Reborn estaba confundido pero sus instintos le gritaban que confiara en ellos. Quien quiera que sean parecían saber qué le había sucedido a Tsuna. Necesitaba encontrar información. Por ahora, sin embargo, observó a su estúpido estudiante y suspiró.
"Triplicar el entrenamiento podría no ser suficiente para este idiota."
Reborn estaba seguro de que Gokudera había cambiado, la última vez que conoció al bombardero todavía era débil e inmaduro, pero ahora…
El italiano era mucho más fuerte que antes, además de tener una mayor lealtad y voluntad. No sabía cuándo o cómo se habían conocido, pero sí sabía una cosa: algo interesante sucedería pronto.
Nota de SeventhAssassin:
Capítulo arreglado gracias a YokaiAngel, quien se volvió la autora Beta de este capítulo.
Gracias a aquellos que leyeron este fanfic, y espero que les guste.
Nota de Skyler:
Y hasta aquí el primer capítulo. Espero que resultara entendible, si alguna llegara a ver algún error en la traducción no duden en dejarme un mensaje, para poder arreglarlo.
¡Nos vemos la próxima!
