Hola a todos, de nuevo. Uff, tiempo de poner un fic nuevo pues mi intentos con "The Spell" no van demasiado geniales, pido disculpas por todo el retraso… y con "Dark Parade" Gracias a Dios, cuento con un ángel ayudándome (Gracias Sora!) A eso, sumándole mi perdida de don en "Casa Casa Mia" pues últimamente no me gusta lo que escribo allí. Y entonces, así nace este nuevo fic un momento donde me decidí escribirlo por fin, pues esta idea la tengo desde enero o febrero.
Dedicado a todos aquellos que persiguen sus sueños, los que nunca se rinden, los que se caen y se levantan otra vez. Los que sonríen cada día como si fuera el último, así es mi ley de vida… porque estoy conciente que de un segundo a otro la vida puede acabarse. Hagan lo que quieran hacer mientras puedan, y nunca se arrepientan de sus actos… por más malos o feos que parezcan (no ha sido la gran enseñanza pero ahí le voy).
Este es el primer Takari como tal, pero no la primera vez que hago uno pues es una de mis parejas favoritas y la he incluido mucho en otros fics. De hecho, guardo un secreto: tengo un mal recuerdo de hace un año con la pareja, ya que mi primera historia fue Takari y digamos que no salió mucho mejor que una mierda, fue un asco, ok? Pero este no lo será, no, no, señor. La maldición muere aquí.
Será un fic corto pues no hay demasiado que aportar solo que por ser tan explicativo y dramático me llevará 5 capítulos como máximo; no más. Pero como siempre, cada semana se actualiza ¿bien?
Ni Digimon, ni sus personajes son de mi propiedad y sólo los uso para entretener a la gente bonita que lee.
Como dato adicional esto es una historia real, de esas que te llegan en la escuela: "WOAH, NO SABES QUE ESTABA VIENDO EL NOTICIERO Y SUCEDIÓ…" Así llegó la inspiración. Ahora sí, después de tanta habladuría mía (como de costumbre) los dejo con el primer capítulo.
.Real Thing.
Por Mizh-n-Rozh
.Go.
La tarde del 23 de noviembre era para los dos, solos él y yo, porque los demás comenzaron a formar parte del fondo azul marino combinado del cielo y el agua, dejando sin brillo a la arena canela de la playa. No sólo porque estaríamos entre amigos y sería una especie de reconciliación, ya que el pasado 1 de agosto no pudimos reunirnos todos… solo Tai, Sora, Matt e Izzy. Por eso, mi emoción iba claramente más lejos que revivir miradas de alegría entre todos los Digielegidos, sino porque Takeru y yo cumpliríamos dos años de noviazgo, el noviazgo más ilusionado y maravilloso de todos.
Como la pareja feliz que éramos decidimos festejarlo a lo grande en una playa de Tokio, esa fue idea de Takeru… él siempre con sus ideas locas y salidas, y esta era una de esas que no te esperas leer en una invitación; una cena, un día de camping, una tarde en un centro comercial… pero llevarnos fuera de Odaiba era una tremenda locura. Aunque él era capaz de mucho más.
Aún así, me sentí contenta de que él se entusiasmara tanto por esta locura. Más que todo porque yo lo apoyaba en ella.
Aún así, las aguas celestiales de Ogasawara no eran tan malas, de hecho me llenaba de ilusión ver el mar desde la costa y ver como los ojos de mi chico brillaban con mayor intensidad porque sus ojos ya eran bastante azules y bastante hermosos, más que cualquier otro color que haya visto en mi vida.
Antes de irnos, dejé a mi madre al cargo de Aoi, y Takeru dejó a Kazet con Natsuko, por esa tarde no debíamos ocuparnos de niños sino de amarnos y demostrarlo con más fuerza que antes, que ya no éramos unos niños… sino unos adultos con la responsabilidad de hijos, y locos de amor…
Locos de amor, porque desde el fondo sabíamos que nos amábamos desde siempre, pero ni él ni yo quisimos admitirlo nunca. Esa fue la metida de pata más grande que hice en mi vida pues yo no tenía que casarme con Wallace, ni él tener esa aventura con Catherine; pero ya no pensábamos en el error, sino en lo perfecta que estaban nuestras vidas ahora.
Aunque nos conocimos cuando teníamos ocho años, aunque estudiáramos en el mismo curso, aunque fuéramos los hermanitos de los mejores amigos Tai y Matt, aunque estuvimos destinados a salvarlos en el digimundo, a que nuestra fuerza fuera la más poderosa, aunque Patamon se muriera por Gatomon (y eso estaba fuera de contexto, pero era la realidad). Añadiéndole el hecho de que nuestros encuentros en aquel lugar maravilloso se repitieron en dos ocasiones, seguíamos unidos.
Creí, y aún pienso de esa forma, que seríamos los mejores amigos por siempre y que sin importar lo mucho que me muriera por sus ojos azules, cuando otra chica se le acercaba, cuando me acariciaba el cabello para peinarme… todas esas cosas fueron cambiando de rumbo y mi vida perdió sentido total.
Tk comenzó a interesarse más en sus clases y en sus libros, los cuales nunca me dejaba ojear; y yo a salir con más chicos y hacer pasantías en colegios para niños con problemas. Así, las paredes coloridas del pre-escolar perdieron gracia e ilusión para mí, y estaba segura que los libros de portada de pasta gruesa y liviana ya no tenían vida a los ojos de Takeru.
Los repiques del teléfono comenzaron a formar parte del ruido habitual al punto que al escucharlo ya pensábamos que eran voces en nuestra cabeza, y que por nada del mundo nos tomaríamos la molestia de levantarnos y contestar.
Sin preocuparme, decidí irme de viaje a Estados Unidos con Sora, más que por distracción para hacer un pequeño curso de Artes con ella. Allí conocí a Wallace, él nunca fue tan malo como Sora o Mimi lo ponían pues, a pesar de todo lo que hizo, nunca me pareció de mal corazón. Salimos un par de veces durante el año en Illinois, y luego se dio cuenta que no podía vivir sin mí… él vino a vivir a Japón, nos casamos y tuvimos una luna de miel en Australia. Así nació Aoi, en ese entonces, mi única razón de vivir.
Takeru nunca estuvo enterado es esto pues él estuvo más de cinco años en Francia, con sus abuelos. No estoy enterada del todo acerca de lo que pasó esos cinco años y tampoco me llamaba demasiado la atención pues confiaba en las palabras de Takeru: Conoció a Catherine en los viajes mientras peleábamos contra MaloMyotismon, y el reencuentro fue una noche de copas y algo más, así nació Kazet… Catherine dejó al niño en brazos de Tk y se marchó, por supuesto, él tenía todas las de odiarla y lo hacía tanto como yo.
Después de un tiempo, sin saberlo, era la maestra de Kazet y reconocí a Takeru inmediatamente en la junta de padres, tampoco era demasiado pronto para decir: "Él está para mí" pero sí sabía que yo estaba para él. Ya de eso van otros cuatro años; y luego dicen que el tiempo no vuela…
Terminé de ponerme el chaleco salvavidas en el baño pequeño de la costa y sonreí complacida, peiné mi cabello con mis dedos y salí para anunciar que ya estaba lista. Afuera todos estaban preparados, Mimi y Tai tenían su propia lancha, ya Tai sobre ella haciendo acrobacias como si aún tuviera 11 años, pero el muy cabezota se pasaba de los 30.
En la otra, Ken iba en compañía de Miyako, ambos sentados a un lado esperando que todos estuvieran listos. La siguiente era ocupada por Daisuke y su esposa Keiko; luego Cody y Noriko, más a la derecha Izzy y Helena, y colado con ellos Joe pues su esposa no había podido asistir con él y prefirió arruinarle el baile a Kou antes que meterse con Tai o Matt, o que Miyako le pateara la cara y Noriko lo lanzara en pleno mar abierto; por último, Matt y Sora abrazados de espaldas jugueteando un rato antes de perderse en la inmensidad de las aguas llenas de fauna y vida, o bien comenzar unas carreras con Taichi, como ya Sora y yo habíamos charlado.
Pero para mi sorpresa no había un bote que sobrara y eso me arruinó un poco el buen ánimo, y tampoco veía a Takeru por ningún lado.
–Te tengo, gatita.
–¡Qué buen cazador eres! –le respondí con otra sonrisa mientras me volteaba y él seguía teniéndome tomada de la cintura- Miau…
–¡Hey, ya dejen de besuquearse y suban a su lancha! ¡Ya queremos partir! –la voz de Daisuke nos llamó la atención, y tanto Tk como yo lo maldecimos mentalmente, aunque le tuviéramos un gran cariño.
Y eso me recordó un pequeño detalle…
–Takeru… ¿Dónde está nuestra lancha? –pregunté mirando al frente donde ya estaban las de nuestros amigos.
–Ah, hablas de nuestra lancha.
Tk me tomó de la mano y me giró un poco a la izquierda para poder ver mejor ala hermosa lancha en azul y blanco, salí corriendo directamente a ella y la miré con ilusión, pero esta aumentó cuando leí a un lado: Light to Hope. Le sonreí torpemente a mi novio y el me preguntó al oído con una voz que conservaba únicamente para mí:
–¿Te gusta? Es tuya, cariño… Feliz aniversario, te amo.
Me volteé y lo miré a los ojos, comprobando que eran ciertas cada una de sus palabras.
–¡Tonto! –exclamé y le di un manotazo en el hombro- Debiste gastar un montón en esto, eres único…
–Primero auch, y segundo te lo mereces… Si te hace sentir mejor, es de segunda mano, pero Matt y yo tratamos de arreglarlo lo mejor posible.
Volteé hacía donde estaba el hermano de mi novio y lo vi alzar el dedo pulgar al aire, y Sora se rió con vergüenza de él: Claro, ella lo sabía.
–Está bien… tu regalo está en casa, te lo daré cuando regresemos.
–Cambio y fuera mi capitana.
Takeru me tomó en brazos y me cargó hasta dentro de la lancha enorme, pues era más grande que la de todos los demás, por supuesto la más bonita, no porque tuviera tatos años de antigüedad sino porque mi chico la había arreglado para este día especial.
Tai dio la señal de que era hora de partir, todos los caballeros encendieron los motores incluyendo el del "Light to Hope", así salimos de las líneas para disfrutar nuestro viaje en compañía de los amigos. Como era lógico, Yamato y Tai comenzaron a hacer carreras mientras Sora y Mimi conversaban de lancha a lancha porque iban bastante cercanas, aunque gritaban muy fuerte para medio entenderse.
Ken prefirió ir lento y disfrutar de las aguas con Miyako, al igual que Izzy pero este fue despacio por los miedos de Joe y sus: Si vas rápido me mareo y te arrepentirás.
Me reí por ese comentario que hizo antes de partir y lo acusé de niña, pero vamos que lo era… Takeru también fue algo rápido, mientras nuestros cabellos se alborotaban con tanto viento, el suyo corto y el mío más largo que antes. Aún así cerré los ojos y me quedé pensando en nuestras vidas y los felices que éramos justo ahora… en qué estaría haciendo Aoi y qué comería Kazet (porque era un glotón); también en qué otro tipo de celebración nos hundiríamos Takeru y yo al acabar el paseo por los archipiélagos. De pronto, dejé de sentir ese frío viento golpeándome el rostro y supe que el bote ya no se movía, porque Takeru había apagado el motor. Abrí los ojos y me encontré con agua y más agua, no había ni pista de los demás, entonces fue cuando me percaté de su presencia a un lado mío en posición para besarnos.
Me acerqué lo dejé entrar, nos besamos con furia desde que nuestros labios hicieron contacto. Su lengua comenzó a explorar cada parte de mi cuerpo mientras la mía lo imitaba y sentía un tremendo gozo expandirse desde dentro hacía afuera. Como me lanzaba a sus brazos, como luchábamos creando amor; coloqué mis manos sobre sus cabellos dorados y el se pegó a mi cintura, allí, comiéndonos a besos… celebrando el segundo año de compromiso y felicidad.
Pero algo, muy debajo de mi corazón comenzó a captar mi atención, tuve que alejarme de Takeru y me volteé para vomitar en el mar. Oh claro, no era mi primer viaje sobre bote pero este estaba saliendo mal.
–Kari, ¿estás bien?
–Sí, eso creo… creo que me descompuse.
Ajá, estaba descompuesta, porque a parte de los vómitos y los mareos comencé a perder la vista o más bien, el sentido de un lugar y otro. Volví a correr al otro lado del bote y volví a vomitar.
–Se acabo el paseo, marinera… regresamos a la costa.
–No, no, no. Es nuestro día, no quiero arruinarlo con un estúpido mareo, Tk.
–Y yo no quiero que empeores, ¿entendiste? La costa de Izu está muy lejos, creo que mejor vamos a la de Shonan, está más cercana y debe haber más población… Necesitamos un médico.
Takeru siguió hablando pero yo dejé de escucharlo y cerré los ojos esperando que mis mareos y dolor de cabeza se esfumaran. Tenía calor, eso era definitivo pues el sol me golpeaba violentamente en el rostro y ahora el viento dejó de ser frío y tomó la temperatura caliente de los rayos ultravioleta, el único frío que sentí fue en mi mano… estaba mojada, la sequé con mi pantalón y volví a recostarme esperando dormirme y llegar rápido.
Me sentía tan mal física como mentalmente pues era nuestro aniversario y había echado todo a perder, mi delicado estado de salud siempre metiendo la pata… en el digimundo, en la tierra, donde fuera, y ahora en mar. Claro… solo faltaba que en la noche también lo hiciera…
Volví a sentir el helado en mi mano y estaba vez intenté secarla pero la miré primero, descubrí lo que me tenía de cabeza y preocupada, supe que la mala suerte se me había pegado. El bote tenía una raja por la cual estaba entrando el agua con rapidez empapándome la mano entera, parpadeé un par de veces para confirmar que era cierto pero solo sirvió para perder tiempo y hacer que más agua entrara.
–Takeru, Takeru…
–¿Sí? –respondió él volteando con una sonrisa. Pero esa hermosa sonrisa estaba a punto de desaparecer cubriéndose por angustia y desespero, ese del que yo ya estaba impregnada.
–El bote tiene una fuga… Nos estamos hundiendo.
–¿¡Que qué!
Takeru detuvo el motor del bote y se levantó para examinar el daño que tenía, seguro enorme porque se llevó las manos a la boca. Yo no veía demasiado bien por el malestar y él comenzó a maldecir muy despacio.
–¿Qué hacemos? –pregunté sin ilusión, y apresurada arrastrada por la fiebre y los mareos… completamente descompuesta.
–Vámonos rápido a la costa, no podemos seguir perdiendo tiempo aquí.
Entonces Takeru siguió a paso hasta los controles y fuimos más rápidos contra el viento y el tiempo. Recé para que esto acabara rápido y llegáramos sanos y salvo a la costa pero una voz en mi cabeza me dijo que para eso faltaba mucho… que tenía que ser fuerte porque lo amaba, a él, a Aoi y a Kazetzuga.
Notas de Autora.
¿Y bien? ¿Me merezco un tortazo? ¿Una patada? ¿¡CACHETADA! Ahora con este Takari, como dije será algo corto pues solo serán ellos dos y más nadie. Además que todo ocurre en el mar… y, como se dieron cuenta, no son largos… en esta oportunidad sólo cuatro páginas de Word. Esto será cuestión de un mes, no los torturaré con tanta tensión.
Dejen reviews, quiero saber qué tal ha salido esto… me ilusiona mucho subir un Takari, quémenme y línchenme, pero al menos digan algo ¡Hombre, acepto hasta una galleta mordida! Ustedes no saben cómo me pongo cuando actualizo, me dan nervios, grito, pataleo.
Nos vemos la próxima semana que actualice. Recuerden: sábados. (Aunque hoy no sea sábado y rompo las reglas porque estoy sin nada que hacer) Y, contando eso, que Alemania perdió el juego de hoy y estoy así como que… ¿picada? Sí, no me gustó para nada! Pero al menos México ganó ayer y pude molestar un buen rato a mi hermano con eso.
Dato: Todos estos capítulos tendrán nombres de canciones de "Boys Like Girls" como un reto por parte de Roy (Ja! Aquí tienes el primero, superdotado) "Go".
Un saludo.
Rose.
