¡Hola! ¿Cómo les ha ido? Esta historia originalmente iba a ser un OS, pero pensé que un mini fic de algunos capítulos sería más acorde, como para abarcar un poco más a los personajes
Verdad
Capítulo Uno: Patas Cortas.
Desde que Magnus derrotó a Shao Kahn hace cuatro años, Outworld se ha convertido en un lugar distinto. Pero siento que hay cosas que aún no sé con precisión.
El consejo que designó estaba compuesto 'D'Vorah, Khameleon, Chameleon, Kintaro, Ferra/Torr—con Ferra portando como voz de Torr, quién era el que increíblemente proponía grandes ideas—, Chirion, Hylonome, Mileena y yo, Baraka. Todos nosotros tratamos de mantener el orden en Outworld, aunque a veces algunos integrantes de la Logia de Kahn se ponían frenéticos y exigían que todo vuelva a ser una monarquía. Generalmente podíamos mantenerlos a raya, aunque en algunas pocas ocasiones precisamos de la ayuda de Kochal y Ōdā para acabar con estos tipos, y si bien lo lograban, había algo que aún no terminaba de cuadrar. ¿Por qué nos ayudaban estos? Hasta dónde recuerdo, ellos odiaban a Outworld y en más de una ocasión Ōdā aclaró que si Shao Kahn atacara el Reino del Orden, ella usaría todo su poder sin importarle cuánta sangre de nuestros compatriotas tenga que derramar.
Otra gran duda era porque Syzoth se negó a quedarse en nuestro reino. Pidieron llevarse a un edeniano revivido de nombre Amur, el cuál fue conocido como un gran ninja y estos desaparecieron. Cada tanto mi amigo aparecía a saludarme a mí, preguntándome como estaban las cosas en nuestro reino; luego de darle los detalles y charlar con Mileena, él siempre se retiraba, alegando tener trabajo que hacer.
Y si bien estas cosas eran importantes, había algo más que no lograba hacerme conciliar la calma. Tenía sueños, sueños extraños dónde veía a una mujer de cabello oscuro y piel trigueña bailando en un pastizal con un hombre de tez amarillenta y ojos rasgados, mostrándose muy melosos y románticos. Esa pareja no la conocía en lo absoluto, pero a la vez los veía muy cercanos a mí... Demasiado cercanos...
Un día más desperté. Otra vez volví a tener esos sueños extraños. Cada vez que los tenía sudaba demasiado mientras dormía. Mileena notó ello, indicándome que me diese un baño antes de desayunar un poco del Tai Gore que comimos anoche.
Luego de bañarme sin lograr quitarme esos sueños, ella me estaba esperando con su traje de ninja; si bien solía vestirse con una túnica fucsia y negra, comentó que ahora su instinto le decía de estar lista para luchar, indicándome dónde estaba mi armadura de guerra y mis pantalones con rodilleras de titanio. Ella comentó que tal vez debería hablar con eso que los terrestres llamaban "psiquiatras", respondí que no necesitaba idioteces que los humanos crearon, sino una solución real y concisa.
—Pensé en buscar alguna solución dónde Kochal y Ōdā están.
Esas palabras de mi pareja me resonaron un poco. Había olvidado que Kochal y Ōdā se trasladaron a la Tierra luego que sus reinos por alguna razón comenzaron a chocar entre sí, causando una extraña especie de fusión entre ambos, que hasta el día de hoy sigue en proceso, por ende, los habitantes de ambos reinos y sus dioses fueron a la Tierra, un lugar bastante vasto para ambos.
Luego de vestirnos, decidimos ir al Palacio de Shao Kahn, lo que hoy se conoce como el Consejo Real, dónde solemos escuchar pedidos y reclamos. Generalmente el trabajo allí es tomar decisiones con respecto a los reclamos de los distintos habitantes y determinar qué cosa era o no justa. Un trabajo dónde realmente no había mucha acción para nosotros..., pero algo me decía que hoy cambiaría todo ello.
Llegué junto a Mileena luego de caminar y dialogar con algunos tarkatanos y centauros, quiénes me preguntaban en qué lugar estaba el verdadero Emperador de Outworld, contesté lo de siempre: en cuánto lo supiese, se los diría. Allí estaban esperándome de brazos cruzados Kintaro, D'Vorah y... ¿Reptile? ¿Qué buscaba mi amigo allí?
—Al fin han llegado. Los centauros, Ferra y Torr aún no han llegado, aunque estando Baraka aquí podemos comenzar—comentó una voz bastante familiar.
De repente, unas llamas se formaron desde los suelos, saliendo allí el ninja Scorpion junto a Kuai Liang—quién mantuvo el nombre de Sub-Zero, mientras su hermano comenzó a utilzar el nombre de Tundra—; Surikizu—vestida con el traje de ninja blanco que utilizó cuándo luchó en Outworld hace unos años—; Amur, quién vestía un traje simple color rojo y negro; Samael, el cual aún usaba su viejo traje de ninja y Kia junto a Jataaka, a quiénes no esperaba ver en lo absoluto; cuándo pregunté por ello, me comentaron que ellas se habían unido al equipo hace un tiempo.
Jataaka vestía una camisa negra sin mangas, con unos vivos rojos a los costados y unos botones que unían ambas partes de la camisa. Como dato curioso, esta camisa no poseía cuello, siendo más parecida a una mezcla entre una remera y una camisa. También usaba unos pantalones negros con los costados rojos y un cinturón plateado, junto a unas botas del mismo color que su cinto completaban su vestimenta.
Kia, por su parte, portaba una camisa idéntica a la de su amiga—con la única excepción que los vivos no eran rojos, sino rosados—; con una pollera negra como los vivos completaban la vestimenta.
Después de examinar la vestimenta diferente de las mujeres, me animé a preguntar el por qué a esos colores diferentes, ellas simplemente respondieron eran sus colores favoritos, en cambio utilizaban sus anteriores colores al ser los elegidos por Quan Chi para ellas dos y Sareena.
Scorpion se impacientó, indicándome a sentarme frente a Reptile, si bien lo hice, no pude evitar preguntar por qué, siendo que mi hermano era el único que me visitaba.
—Nosotros solemos esperar a Syzoth afuera hasta que se va y nos vamos juntos. Nunca nos vieron ni tú ni el resto.
—En realidad, yo sí los sentía, pero el resto no. Pude sentir el chi de todos ustedes siempre—dijo D'Vorah.
—Ya sabemos que Andrae te enseña bastante bien; no todos tenemos un novio que nos pueda enseñar trucos místicos—comentó un poco molesta Surikizu con mi compañera, quién se sonrojó levemente y le indicó que se calle.
—Pregunto, ¿podemos empezar de una jodida vez? Estoy comenzando a impacientarme—replicó una vez más el ninja amarillo.
Scorpion estaba en lo cierto, aunque no sabía de qué estaban hablando todos ellos. Reptile me comentó que lograba verme a mí junto a Magnus y Mileena en unas visiones, pero que ella y yo éramos un poco diferentes, sin embargo, buscaban la verdad con respecto a sus orígenes. Ello me sorprendió, puesto que siempre pensé que mis orígenes estaban claros. Decidí acceder para poder ver que le ocurría a mi amigo.
Amur pronunció un conjuro, uno que permitía mostrar los sueños que Reptile a todos los demás. Lo increíble era que en esos sueños estaban involucrados Magnus y Sardian.
En uno de ellos luchaban contra Kano, dónde el mercenario le reventaba un brazo al humano con un rayo láser; éste enfureció y se convirtió en saurio, regenerando su brazo y matando a Kano con un haz de energía.
—El Gran Mí se ha confiado, Sardian; esto no puede ocurrir otra vez. Tuve suerte que los saurios pueden regenerar miembros perdidos y volverlos mucho más poderosos con esto.
—Aibou, lo mejor que podemos hacer es seguir. Baraka y Mileena.
Todos veíamos como Magnus—habiendo regresado a su etapa humana—, entró a lo que parecía ser la base del Red Dragon, un clan rival que se alió en secreto a Shao Kahn en el pasado paralelamente al Black Dragon, con la promesa de Shao de asesinar al clan de Kano. No entendía que tenía que ver esto conmigo, pero seguimos mirando para ver. Luego de eso divisamos salir a Daegon y muchos guerreros armados. Encontrando la ropa de Kano y su ojo láser, entendieron que mi amigo lo había matado.
—¿Quién eres y por qué estás aquí? —preguntó un poco confundido Daegon—, estoy en busca de mis mejores soldados Hsu Hao y Mavado. Así que no interfieras o te matarán mis mejores hombres.
En silencio, Magnus arrojó las cabezas de Mavado y Hsu Hao a Daegon, notando como éste cambió su semblante de desprecio por alguien inferior al de ira ante un enemigo. Mi amigo alzó su vista y clavó su mirada hacia el semidiós, aclarándole que lo necesitaba a él y a su hermano Taven; Daegon envió a algunos hombres a luchar, siendo abatidos por un rayo que cayó sobre estos, distrayendo al hombre del tatuaje en el rostro, quién no noto como el castaño se colocó detrás de éste y, clavándole un golpe certero en la nuca, lo dejó inconsciente.
Notando como había un mercenario que observaba todo en silencio, Magnus sólo lo observó, abriendo un portal para llevarse a Daegon, mientras éste extraño hombre miraba todo de manera silenciosa.
Saliendo por el otro lado, Magnus se encontró a ¡¿Mileena?! ¡¿Y a mí?! ¡¿Qué rayos estaba ocurriendo?! En eso, Amur me indicó silencio, mientras Kuai Liang me indicó que era un universo alterno claramente y no el nuestro. Me llevé la cabeza a la sien por haberme olvidado ese detalle. Y en eso, escucho a Magnus comentarles a ambos que sólo faltaba encontrar a Taven, Moloch, Drahmin y Delia. Vi confundido a la pareja tarkatana de aquel mundo. En eso, escuchamos algo que me sorprendió mucho.
—Maestro, ¿qué estamos buscando exactamente?
—Baraka, algo que está muy relacionado a ti. Debí haberlo hecho con el Baraka de mi universo, pero no pudo ser; así que lo haré contigo en su lugar—explicó—, y Milli, ¿tienes novedades de Agronomator, Celestia y los otros?
—No en verdad. Baraka ha cuidado mi espalda mientras intenté en vano comunicarme con ellos. Tal vez tú podrías hacerlo mejor que yo—propuso ella.
Él negó, alegando que ella debía mejorar su conexión espiritual, y lo mejor era practicar de esta forma; en tanto, él seguiría atando los cabos sueltos. Luego miró al tarkatano, mencionándole que mataría él mismo a Reptile y Nitara cuándo logre que éste vea lo que el humano sabe y le está ocultando por alguna extraña razón.
El sueño terminó, dejándonos a todos sorprendidos. Evidentemente Syzoth guardaba relación aún, admitiendo desconocer esto. Amur comentó que existía la probabilidad que Sardian le enviaba estos mensajes de forma voluntaria, siendo que su inconsciente los procesaba como sueños, ¿pero esto qué tenía que ver conmigo? Yo no guardo relación con Sardian o Magnus, así que no entiendo a dónde apunta todo esto.
Pedí a Amur que utilizara conmigo el hechizo, ya que no le estaba encontrando sentido a nada de esto. Él accedió, quedando impresionado con el hecho de estar en un estado de trance hasta acabar ellos. Cuando volví a reaccionar, me explicaron los sueños que vieron descubriendo que ellos vieron los sueños de esa pareja y un ente maligno que convertía en un demonio al hombre, lo cual no hacía más que confundirme. Entonces, escuché a D'Vorah proponer ir junto a Nightwolf, a quién describió como el mejor espiritista que conoció en su vida. Acepté algo dudoso junto a Syzoth y Mileena, así que decidimos ir los cuatro a la Tierra.
Reptile pidió a su equipo que les esperasen en Outworld junto al resto, mientras nosotros íbamos a dar el aviso al pueblo tarkatano que regresaríamos en unos días. Y así nos fuimos los cuatro, a pasos rápidos y en un camino silencioso hasta llegar, dónde nos recibieron a mí y a Mileena con elogios y reverencias, aunque a D'Vorah y Reptile los trataron con hostilidad e intentaron atacarlos en vano, siendo noqueados por mi hermano y mi colega.
Mi pueblo siempre fue demasiado orgulloso: fuimos nómadas por siglos, hasta asentarnos en las montañas picudas en los Páramos de Outworld, dónde los pobres idiotas perdidos solían encontrar su muerte a nuestras manos. La carne siempre fue la base de nuestra dieta, en caso de no comer moriríamos irremediablemente; aunque por alguna extraña razón, Mileena y yo podemos soportar no comer carne por largos periodos, lo cual siempre nos dio una ventaja de supervivencia ante el resto, como el cas ode mi hermano Buttlar, a quién derroté en el pasado para hacerme el líder de esta tribu.
Originalmente mi padre era un tarkatano débil, pero yo logré superarlo rápidamente, para darle una paliza brutal a los hijos del antiguo líder. Al morir el antiguo líder, logré destrozar a todos los que querían su puesto. A diferencia del resto, dejé vivir a mi hermano por una cuestión de afecto y creí ya no me odiaría como siempre lo hizo... Grave error. El odio de mi hermano fue creciendo con el tiempo siempre desafiándome y siendo derrotado. Seguimos así por años, hasta que acabé sólo con una horda de elite que Kahn envió para ponerme a prueba, según confesión suya posteriormente. Con el tiempo, logré ganarme su confianza y mi hermano debió enterrar sus aspiraciones, al menos hasta que me fui y Kahn lo nombró líder. Al desaparecer mi hermano, tomé el puesto sin mucha oposición, ellos no sabían de mi cambio de carácter en la Tierra, y menos aún que dejaba escapar a algunos humanos, a fin de cuentas, logré encariñarme con esa gente en mi estadía en el reino que intenté destruir en el pasado.
Vi algunos onis y humanos siendo asados en una antorcha. Estos estaban clavados en una pica; a mi especie le suele gustar la carne cruda o asada, mas odiamos la carne pasada. Me acerqué a algunos súbditos, llamados Sodner y Sarcox, dos tarkatanos muy parecidos al resto, algo flacos y con cuchillas de treinta centímetros de longitud—siendo más pequeñas que las cuchillas promedio de medio metro—. Aclaré que iba al reino de los terrestres a buscar algo de carne para la tribu y que avisaran al resto. Gustosos, aceptaron y me desearon suerte a mí y a mi novia.
Al irnos del lugar, Reptile me preguntó por qué no dije la verdad; aclaré que lo mejor era no hacer nada de momento. Por alguna razón, tengo un extraño presentimiento sobre esto.
Pasado un largo rato, llegamos al portal que conectaba Outworld con el Nexus; de allí nos dirigiríamos a la Tierra. Algo enojada, D'Vorah exclamó a Scorpion y "el resto" salir de su escondite; de allí salieron Scorpion junto al resto de los ninjas. Estos confesaron que lo mejor era ser más, ofreciéndose ellos mismos acompañarlos. Suri allí comentó que Nightwolf es un guerrero no tan fácil de convencer con ayuda, la kritiin se burló de sus conocimientos, alegando que no conocía para nada al chamán como ella. No sé por qué, pero pude escuchar un murmullo de alguien decir que estaba hartándose de la "bocaza" de D'Vorah. Esto no lo oyó nadie más, al parecer.
Entramos por el portal del Outworld, apareciendo en el Nexus, dónde seguían estando los seis portales que vimos en el pasado: Earthrealm, Orderrealm, Chaosrealm, Vaeternus, Outworld y Netherrealm. Los colores seguían siendo los mismos: verde, azul, amarillo, naranja, púrpura y rojo respectivamente. Fuimos al portal verde, apareciendo en un templo de la Tierra. Allí nos esperaba la Diosa del Sol Amaterasu junto a Andrae, quién estaba cruzado de brazos. Me animé a preguntar que hacíamos aquí; mi colega me explicó que trasladó el portal a un viejo templo dónde Amaterasu solía pasar los ratos en el pasado. Noté una tensión muy grande en el ambiente por parte de D'Vorah y Amaterasu, mientras pude notar como Andrae se moría de vergüenza por ello. El samurái pidió saber qué hacíamos allí, mi compañera comentó la situación, teniendo cierta desconfianza la diosa menor, aunque...
—De todas maneras, tu vida se acabará en cuánto Magnus regrese—espetó D'Vorah con cierta altanería.
—Magnus no me aterra; tengo a Andrae para protegerme de él—respondió la diosa tomando de un brazo a su "amado", abrazando sonriente al aludido, quién solo se sonrojó algo avergonzado.
—Andrae no te protegerá, porque él cumplirá mi petición—dijo la kritiin, tomándolo del otro brazo para abrazarlo.
Si bien la escena nos mataba de vergüenza ajena a mí y al resto, sentí algo de pena por Andrae, quién estaba bastante avergonzado por esta situación. Tomando algo de valor, él se separó de las chicas, diciéndonos que nos ayudaría a encontrar a Nightwolf, quién seguramente estaba dando clases en su universidad según la diferencia horaria. Según el samurái, era de noche en Japón, aunque de día en Estados Unidos; el samurái le pidió a la Diosa que nos tele transporte a todos allí, haciéndolo ella solo por pedido expreso de él.
Llegamos a Estados Unidos, aunque Amaterasu nos dejó en medio de una plaza, dónde la gente se aterró de vernos; corriendo despavorida.
A la par que nosotros caminábamos, la gente corría despavorida, ocultándose en casas o distintos lugares. Si bien me parecía algo exagerado, Andrae me comentó que, al ser electo presidente, Jax infundo una propaganda contra el Outworld y otras especies, logrando un gran impacto social y esto logró dar con los países anexados al Tratado Alfa-Omega, los cuáles eran la mayoría de habla anglosajona—con excepción de Botsuana y Sudáfrica—, habla hispana, francesa y portuguesa. Él nos mencionó que, en Europa del Este, parte de Asia y algunas colonias de Ultramar no existía este miedo. En un momento, unos policías alertados por civiles aparecieron con pistolas y escopetas para amenazarnos, aunque Andrae simplemente hizo un par de movimientos, partiéndose estas armas a los instantes. No entendía el motivo en sí, pero el samurái se veía demasiado serio, utilizando sus poderes de viento para enviar a volar a los oficiales y limpiar el camino. Seguimos caminando detrás de él bastante sorprendidos. Syzoth comentó que, al no estar Magnus, Andrae había tomado su lugar de líder, y esto conllevaba una gran responsabilidad a la que no estaba acostumbrado. Además de ello, D'Vorah se involucró en la conversación, relatando que ahora nuestro antiguo amigo ya no era alguien pacífista y luchaba porque sí, sino que aplacaba enemigos con una brutalidad que no hubiese calzado en él a la perfección. Ella nos confesó desconocer el motivo de aquél cambio y dijo que lo descubríra tarde o temprano.
Pasó una hora hasta llegar caminando hacia el territorio dónde la tribu de Nightwolf vivía. No entendí el motivo de estar allí, sin embargo, el samurái nos mencionó que sintió su chi en esa zona y no en la universidad. Y al llegar, una flecha fue interceptada por la espada de Hanzo, que hubiese dado en mi cabeza. Andrae arrojó una bola de agua, saliendo otra flecha que fue interceptada por el mismo.
—Sal de ahí, Pocahontas. Necesito de Tala—mencionó de manera calma.
Una mujer de piel trigueña y cabello negro que llevaba hasta la mitad de su espalda, con un vestido marrón ajustado que poseía muchos flecos en la parte del busto y terminación de la parte de los muslos; unos zapatos con flecos del mismo color que su vestido y una vincha roja en la frente que evitaba caer su cabello para nublar su vista. Ella llevaba unas sandalias de cuero para proteger sus pies.
Esta mujer se nos presentó como la esposa de Nightwolf, comentando que nos atacó para probar si el hombre de la armadura era Andrae o algún impostor. Ella nos dijo que Tala estaba meditando y no tardaría en salir.
Unos minutos después de esperar la mayoría en silencio, Tala salió de su carpa junto a Smoke y Daisy; ellos comentaron que le parecía extraño que Andrae viniera hacia acá y todos se reunieron Noté que los tres me miraron a mí, Reptile y Mileena; Andrae asintió en silencio, confundiéndome un poco más.
—Debes estar aquí por unos sueños, ¿no? —preguntó el chamán, yo asentí—, bien, preciso que Reptile y tú se sienten en frente uno del otro. Tal vez esto devele el motivo de sus sueños—nos explicó con bastante calma.
Decidimos hacerlo, a fin de cuentas, él sabía de lo que hablaba. Él hizo aparecer sus hachas espirituales verdes.
Al sentarnos, Tala intentó hacerlo con Syzoth al apuntarle con un hacha, mencionando un hechizo un poco extraño que no pude comprender. A pesar de haber hecho lo que dijimos, el hechizo no salió con Syzoth, recibiendo Tala un extraño rayo rojo que pudo bloquear con sus hachas espirituales. No sé qué rayos ocurrió, pero esto asustó mucho a la rubia, el samurái, el ninja gris y el chamán. Nightwolf intentó otra vez, recibiendo el mismo resultado; Smoke le pidió detenerse, comentando que lo mejor sería intentarlo conmigo, pero algo extraño ocurrió.
—Digan la verdad.
Syzoth habló, mostrando que sus ojos se volvieron completamente blancos, comenzando a expulsar unos leves rayos rojos. El chamán maldijo lo que veía, mientras el ninja decidió convertirse en Enenra. Andrae y Daisy también se mostraron asombrados. Los demás no entendíamos absolutamente nada.
—Yo incrusté los sueños en los inconscientes de Syzoth y Baraka a propósito. Ellos merecen saber la verdad—mencionó mi amigo hablando en tercera persona.
—¡No puedo creer que tú estuvieras detrás de esto! —exclamó el ninja, intentando atacar a mi amigo sin éxito, quién lo esquivó con suma facilidad—. Maldición, nunca pensé que aún mantenías el vínculo con Reptile. Pensamos que en aquella ocasión...
—¿Hablas de aquella vez qué Magnus y yo mencionamos eso? Era mentira; la verdad es que dejé el fragmento de alma de Shao Kahn también allí, así podríamos mantener un vínculo más poderoso. Hay cosas que no saben y las sabrán en un futuro.
—¡Maldición, Sardian! ¡¿Por qué has implantado esos recuerdos?!—bramó enfurecido Nightwolf.
—Baraka y Mileena deben saber la verdad.
¿Verdad? ¿A qué se refería Sardian con ello? Me levanté abruptamente, exigiéndole una explicación. Él me observó con seriedad, indicándome que busque a Taven y Delia en la Tierra y Moloch y Drahmin en el Infierno; luego que vuelva con Nightwolf y pida aplicarle a él y el resto el mismo hechizo que vanamente intentó con mi amigo. Intenté preguntar que tenía en común con ellos, aclarándome que eso es algo que debía descubrir con ayuda de Nightwolf. Luego miró a Mileena, aconsejándole acompañarme, ya que era un viaje que sólo nosotros dos debíamos hacer, solamente acompañados por Syzoth y Nightwolf. Luego nadie más tendría que acompañarnos.
—La verdad puede dolerles, pero ella les hará libre—dijo—. Me retiro de aquí para volver en otra ocasión. Hasta luego...
Sus últimas palabras fueron un poco más débiles, volviendo la tonalidad natural en los ojos de Syzoth, quién cayó de bruces al suelo, preguntando a todos que demonios había ocurrido.
Mientras le relataban lo sucedido, miré a Mileena y Nightwolf, comentándoles que tal vez lo mejor era irnos luego, debido a la debilidad que mi amigo tenía en su cuerpo por esa extraña posesión espiritual.
Pasamos el resto de día y toda la noche en la aldea de Tala —el verdadero nombre de Nightwolf, según nos comentaron Andrae, Smoke y Daisy—. Amaterasu se marchó, mencionando no guardar mucho interés en quedarse; si bien decidimos no mencionar nada, era claro que sus chispazos con D'Vorah serían incontrolables si ella se quedaba.
Por otra parte, Andrae nos pidió permanecer ocultos, ya que él se encargaría de esperar a las Fuerzas Especiales, los cuáles seguramente se dieron cuenta de nuestra presencia. Decidí quedarme, aunque escuché un torbellino y potentes chorros de agua, comprendiendo lo que había acontecido.
Los ninjas durmieron en una carpa, mientras Mileena, D'Vorah y yo en otra aparte. Supe que Smoke y Daisy durmieron en la misma carpa de Nightwolf. Y por lo que oí a la mañana siguiente, Andrae no pegó un ojo en toda la noche, manteniéndose despierto y sereno.
Habiendo pasado la mañana, pensamos dónde es que Taven podría estar; luego de ello, tendríamos que buscar a Drahmin y Moloch en Netherrealm, para finalizar con la búsqueda de Delia en Outworld. Sentía que no terminaríamos, aunque Andrae me mencionó que se encargaría de Taven y que Smoke buscaría a Drahmin y Moloch; yo iría por Delia junto al resto y todos nos reencontraríamos en Outworld.
Andrae—mucho más serio que de costumbre— se encargó de ir a buscar a Amaterasu, haciéndola aparecer con mucha velocidad; éste les dijo a los ninjas que debían ir con nosotros, ya que la idea de ellos era seguir a Reptile a como dé lugar. Noté una leve molestia al tener que recibir órdenes de él, pero todos sabíamos que Andrae no por nada estaba al mando de momento: era mucho más poderoso que en el pasado. Y prueba de ello fue ver que pasó de perder ante el hijo de Shao Kahn a derrotarlo de un solo golpe.
—Andrae, espero que entiendas que Jax ahora es el presidente y...
—Nuestro poder es mucho más grande que un simple político manco, Tala—espetó—. Si crees que me voy a doblegar ante ese manquito, estás demente. Podría comermelo convertido en hombre lobo si así lo quisiera, pero sé que Magnus se enfadaría mucho. Jax vivirá hasta que Magnus vuelva; o al menos eso creo ocurrirá.
—Confías mucho en Magnus, ¿pero tú crees qué él sigue siendo el mismo? Ustedes mismo saben que su locura y su sed de poder son inmensas.
—No me interesa oír tu pasividad, Tala. Sólo los que pasamos a la acción cambiaremos todo. Tú puedes quedarte sentado junto a Smoke y Daisy mirando a esos idiotas de trajes intentan enriquecerse, pero yo sólo espero a la hora indicada. No importa cuántos tenga que matar, ellos entenderán que los dioses somos los que tomamos las verdaderas decisiones de éste planeta.
Andrae se fue en un instante. Nightwolf nos dijo que usó su súper velocidad, volviendo unos minutos después con la diosa algo sorprendida. Él se marchó, comentando que buscaría a Taven antes de hacerlo y que al encontrarlo, se dirigiría al antiguo palacio de Kahn, con la idea de llevarlo.
Smoke mencionó que iría transformado en Enenra para encontrar a Drahmin y Moloch, dejándonos a todos los demás. Daisy dijo que iría por su lado, aunque Tala expresó su deseo de acompañarnos. Y así nos fuimos a Japón, dónde todos entramos al portal que dirigía el Nexus, pasando por éste y volviendo a Outworld.
Volviendo a mi reino, todos pensamos en dirigir nuestra búsqueda por distintas partes, aunque D'Vorah comentó que lo mejor sería esperar, porque ella envió telepáticamente a muchas especies de insectos para encontrar a Delia. Pensé que podría servir, siendo que ella utilizó esto muchas veces y le funcionó siempre; ofrecí que lo mejor sería ir hacia el palacio en tanto, el resto aprobó mi vida, yéndonos todos allá mientras D'Vorah seguía concentrada.
Pasamos horas esperando una respuesta, sentados junto a Kintaro y los centauros, preguntándome que ocurrió y porque volvimos al otro día. Luego de contarles todo—incluso la repentina aparición de Sardian—, ellos comentaron que lo mejor sería esperar para poder develar éste acertijo. Repentinamente, la kritiin empezó a hablar velozmente, mencionando que Delia estaba acercándose al palacio; le dije que debí haberme guiado por mi olfato tarkatano y no haberle hecho caso, sin embargo, algo extraño aconteció...
—¡¿Qué está ocurriendo?!—gritó Kintaro, notando como se movía el palacio entero.
—Están aquí... — Se limitó a decir D'Vorah.
Una aparición repentina causó confusión en todos nosotros, mostrándose a Andrae y Daisy junto a Taven y Delia. Escuché que ella aún no comprendía porqué la habían traído aquí, a la par que su hijo la calmaba, comentándole que estaban en buenas manos.
Luego se abrió un portal, de dónde salieron volando Drahmin y Moloch inconscientes, saliendo Smoke como humano, mientras se chocaba suavemente las manos, dando a entender que derrotó a ambos. El ninja de humo expresó indignación por haber tenido que ir a Netherrealm, exigiendo saber el motivo, siendo que ambos onis lo reconocerían y querrían arreglar rencillas por él tras haberlos derrotado en el pasado, Nightwolf sólo dijo que lo mejor era colocarlos junto a Delia, quién se negó en un principio, aunque fue noqueada rápidamente por Andrae, quién la colocó junto a los inconscientes onis.
Nightwolf volvió a hacer aparecer sus hachas de energía, pronunciando otro conjuro un poco más largo que el anterior. Sus ojos brillaron tanto que no podía verlo directamente a estos.
Al terminar de hablar, un haz de energía color verde salió disparado hacia los tres, comenzando a tener un extraño cambio Drahmin y Moloch. Ambos dejaron de ser onis, para convertirse en dos ¿humanos? ¿qué demonios estaba pasando? Y lo peor, Moloch era idéntico al hombre de mis extraños sueños; con ello noté que Delia era esa mujer, ya que su capucha fue removida gracias al rayo. Drahmin era un poco más bajo y menos fornido que Moloch, desprendiéndose su máscara extraña, la cuál tomó Nightwolf y, creando un portal, envió al Netherrealm.
—Despierten.
La voz del chamán despertó a los tres, ante la mirada confundida de todos nosotros... o casi todos. Noté como Smoke, Daisy y Andrae no estaban muy sorprendidos por esto. Delia observó a Moloch, abrazándole con mucha efusividad, ya que notó como éste era un hombre normal otra vez—según sus palabras—; Drahmin también notó que su amigo era normal otra vez, llamándole "hermano mayor". Por un momento pensé que podría ser un paralelismo de mi relación con Reptile, aunque descarté esto debido al gran parecido entre ambos. Ellos nos miraron, preguntándonos que estaban haciendo allí y quiénes éramos nosotros. Increíblemente, Daisy tomó la palabra, acercándose amablemente a estos.
—Hola chicos, nosotros somos sus amigos—dijo ella, sorprendiendo al trío desconcertado—. Verán, posiblemente ustedes no recuerden nada de lo que ocurrió en los últimos milenios, así que levántense, siéntense en esos asientos vacíos de allá junto a Taven y prepárense, porque esto que escucharán no es algo que ocurra todos los días.
Daisy mostró bastante tranquilidad, haciéndome sospechar que ella evidentemente sabía algo más, pero aun no entiendo que tengo que ver aquí. Decidimos escuchar junto a Mileena, quedando totalmente estupefactos ante todo lo mencionado por nuestra compañera de armas. Todo esto era increíble: Delia y Moloch eran una pareja que fue separada por Argus y su deseo de poseer a la mujer, a quién le borró la memoria y convirtió en un oni. En ese momento, la chica paró en seco, mirándome a mí con algo de culpa.
—Perdona no haberte dicho esto antes, Baraka, pero si no los traía aquí, no me hubieses creído.
—¿De qué hablas, Daisy? ¿Por qué debería disculparme contigo?
—Verás..., ellos tuvieron un hijo antes que Taven y Daegon. ¿no es así, Drahmin?
—En efecto—contestó él—. Se lo di a una familia de tarkatanos antes de combatir y caer ante Argus; la máscara fue colocada porque mi voluntad no fue quebrantada en lo absoluto. Esta me hacía actuar como un oni idiota—explicó con bastante elocuencia, sorprendiendo a la mayoría.
—¿Argus temía qué se supiera la verdad, no? —pregunté, él asintió—, bien, ahora me van a decir que Magnus lo mató porque sabía todo esto, ¿no? Y que el hijo de esta hermosa pareja soy yo, ¿verdad? —pregunté con todo el sarcasmo posible—, a ver, ¿qué sigue? ¿Mileena y Skarlet en realidad son hijas biológicas de Shao Khan? ¿Mileena y Kitana realmente eran hermanas? Chicos, agradezco la broma, pero no me creo esos disparates.
El silencio reinó brevemente. Syzoth se desvaneció, cayendo al suelo con brusquedad, levantándose de forma extraña y repentina. Inmediatamente, noté que mi hermano no estaba allí, sino...
—¡Todo es verdad, Baraka! —gritó, señalándome con el dedo índice de mi amigo—. Magnus y yo descubrimos esto de pura casualidad; originalmente solo Raiden y Fujin iban a ser asesinados por nosotros, pero el saber esto incluyó a Argus—confesó—. Baraka, todo lo que acabas de mencionar es la verdad: Mileena es hija de Shao Kahn y media hermana de Kitana por parte materna; tú eres el hermano de Taven y Daegon...
—¡¿Qué disparates dices, Sardian?! ¡Mileena es un clon, no su hija! ¡Y es imposible qué YO sea hijo de dos edenianos! ¡Soy un tarkatano, idiota! —grité, recibiendo una bola de rayos color roja por eso.
Sardian me amenazó con darme una mucho más fuerte si volvía a levantarle la voz, aunque la explicación que comenzó a dar me dejó perplejo en absoluto.
Él nos comentó la verdadera historia de Shao Kahn y Sindel: en un acuerdo entre Outworld y Edenia, ellos se conocieron siendo ella aún esposa de Jerrod. Ambos comenzaron a frecuentarse, manteniendo un idilio carnal que Jerrod nunca descubrió. En una noche, Shao visitó Edenia, quedándose en el palacio, y allí, él tuvo sexo con Sindel, una hora después, Jerrod intimó con su esposa, quedando ella embarazada. Increíblemente, ella quedó embarazada de ambos, teniendo una hija de cada uno.
El espíritu nos contó que mintieron junto a Magnus porque pensaron que decir esto en público era demasiado excesivo, por ende, inventaron la historia de Sindel y "lo que Kahn realmente quiso de ella". Para terminar con esto, el alma nos contó que Kahn invadió Edenia para matar a Jerrod y quedarse con Sindel, quien murió por una enfermedad poco después.
En el caso de los edenianos y yo, él me explicó que Moloch primero fue convertido en un oni normal, aun estando con Delia; por ello yo nací como tarkatano, aunque mis hermanos naciendo luego fueron edenianos sin rasgos demoniacos. Él confesó no tener una explicación para ello... de momento.
El saurio fue honesto con total franqueza, expresando su enojo por la situación. Sardian dijo que los dioses menores tenían los días contados, observando a Amaterasu, quién se sintió algo intimidada.
—Lamento haber tenido que tomar posesión de Syzoth, pero noté tu incertidumbre, decidiendo intervenir—dijo—. Adiós de nuevo, chicos. Y espero que la próxima vez que nos veamos ya sea vía Magnus y no mi sobrino...
El cuerpo de mi amigo cayó al suelo, quedando de vuelta inconsciente. Smoke sacó una botella de alcohol, haciéndole oler a mi amigo, quién reacción inmediatamente, preguntando qué había ocurrido. Smoke le explicó, mirándome él con intriga.
Yo no sabía que decir: era demasiada información de golpe. Vi a mi novia, quién quedó impactada al descubrir la verdad. Una verdad bastante dolorosa para ambos.
Tomé a Mileena y nos fuimos en silencio, sin saber cómo reaccionar.
Definitivamente teníamos mucho que hablar esta noche...
Ante la mirada de todos, Baraka y Mileena se marcharon en completo silencio. Delia preguntó quiénes eran "Magnus y Sardian", explicándole su hijo todo. Smoke y Nightwolf se marcharon hacia la Tierra, yendo Amaterasu con ellos; Andrae y Daisy, por otro lado, pensaron que quedarse sería lo mejor de momento.
Los demás miembros del consejo estaban anonadados, sin saber que decir o hacer. El samurái dijo que él y la ex militar se encargarían de todo esto, pidiéndole a los cuatro edenianos su ayuda, los cuales asintieron. Y así marcharon, dejando al resto totalmente confundidos.
Andrae conocía los yermos de Outworld. Al ir tantas veces allí, él sabía que caminos tomar. Yendo por un extraño pasadizo que D'Vorah y Daisy desconocían, el samurái apareció en los yermos junto a las chicas, notando que la pareja tarkatana estaba en una choza, dialogando con bastante calma, aunque sus ojos reflejaban una sensación de dolor e incertidumbre. El samurái explicó que ambos no paraban de hablar de cuán loco e irreal era esto; que si bien dudaban, no encontraban motivos para que Sardian o el resto mintiese.
Unos tarkatanos se acercaron intentando amenazar al trío; viendo que el único hombre del grupo desenfundó sus espadas, éste sacó sus cuchillas para atacarlo, mas no fue rival para Andrae, que cortó en pequeños trozos al tarkatano en cuestión de segundos. El resto viendo esto, se alejaron con temor de lo que podría hacer ése hombre extraño para ellos.
—¿Por qué lo atacaron, D'Vorah?
—A pesar que nosotros deseamos la unidad, nuestras especies se mantienen reacias a ello. Es muy probable que sólo los kritiin, shokan y centauros guarden empatía por Andrae, ya que tengo una relación muy cordial con ambas especies al ser representante de mi especie aquí—explicó la joven mujer, notando que Baraka y Mileena habían salido de su choza, encarando al humano.
—¡¿Qué te pasa, Andrae?! ¡¿Por qué atacaste a uno de mis soldados?!
—Parece que tu bestia no fue bien educada, Baraka. Atacan a un aliado cuándo nosotros les dimos asilo en la Tierra cuando lo precisaron—comentó bastante decepcionado.
—Es difícil, Andrae; ellos no están acostumbrados a tratar con otros. He tratado de cambiar la filosofía de mi especie, y hasta ahora he fracasado.
—Sin embargo, no estamos de humor para hablar, Andrae—replicó Mileena—, lo que escuchamos aún nos tiene consternados.
El samurái simplemente dijo que deberán sobrellevar sus errores y aprender como enmendarlos. Él dijo que solo mencionó venir para decirles ello, yéndose de ahí.
D'Vorah y Daisy saludaron algo incomodas, retirándose detrás del samurái, quién se marchó algo quejumbroso por la poca actitud de los tarkatanos.
Baraka y Mileena quedaron solos otra vez, mirándose el uno al otro. Ellos no podían evitar sentir culpa: Baraka colaboró en grande para la caída y anexión de Edenia a Outworld, matando a centenares de edenianos desde aquél entonces hasta la derrota de Shao Kahn en la invasión de Outworld a la Tierra. Mileena, por su parte, no podía evitar sentir una extraña incomodidad por sentir haber perdido diez mil años de su vida en una incubadora—siempre y cuando sea realmente media hermana de Kitana— por desconocidas razones.
Ambos no dejaban de darle vueltas al asunto. Y sólo era el inicio...
Continuará...
Como habrán notado, el principio está narrado por Baraka. No sé cuántos capítulos serán, pero aseguro que la idea es enfocarme en Baraka y Mileena. Dudo que vuelva a aparecer Sardian posesionando a Reptile, quién irá apareciendo solo.
Un personaje que aseguro aparecerá será Andrae. Y se mostrará (más) su cambio brusco de personalidad. Seguramente notaron algunos detalles, pero tranquilos, la idea es que en esta sub trama no quede nada al descubierto. Y con Andrae, Daisy y D'Vorah van a estar seguro.
No aseguro que Smoke y Nightwolf aparezcan, aunque es probable verlos de nuevo aunque sea por una escena.
Espero actualizar cuánto antes. ¡Saludos!
