"Las Cosas Que Hago Por Amor."

Por B.B. Asmodeus.


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Fandom: How To Train Your Dragon (Películas y libros).

Parejas: Hiccup/Sorpresa.

Resumen: Este era un mal hábito. Un hábito del que Hiccup realmente debería aprender a desprenderse. Hincado sobre sus manos y rodillas, jadeando con el mínimo porte de dignidad, mientras era tratado como una de las prostitutas de Dagur, no prometía un futuro positivo.

Rating: Mature.

Categoría: Lemon, Incesto, Universo Alterno.

Nota Importante: Respuesta al Reto #6 de Caldo Toothcup para el Alma, Especial de (atrasado) San Valentín. Esta Respuesta entra en la categoría a) Fic inspirado en escena de tv show/película/libro/etc. Dicho esto, contiene spoilers de Game of Thrones/A Song of Ice and Fire.


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"The things I do for love."

-Jaime Lannister.

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La torre estaba desolada, encontraba especialmente, para estos momentos.

Este era un mal hábito. Un hábito del que Hiccup realmente debería aprender a desprenderse. Hincado sobre sus manos y rodillas, jadeando con el mínimo porte de dignidad, mientras era tratado como una de las prostitutas de Dagur, no prometía un futuro positivo.

"Odio que te toque." Un puño haló de los cabellos de su nuca. Hiccup no debió de disfrutarlo tanto. "No quieres saber dónde sus manos han estado."

Lo peor del caso, es que Hiccup lo sabía. Estaba consciente de las infidelidades de Drago. "Es el Rey. Puede hacer lo que quiera. Acariciar a su concubino es normal—Aaaaaah." Ecos de los fuertes ataques a su trasero retumbaron por la piedra fría. Hiccup desnudó su cuello con la finesa de los cisnes, buscando por un beso. Su pasaje ardía por la poca lubricación de la que habían dispuesto, pero el dolor lo encendía aún más que un placer rutinario. Amaba que ardiera. De esa forma, lo recordaría durante el resto de esta miserable visita a las Islas de las Bog-Burglars. "Más fuerte—Uuuuuugh. Mierda. Eres tan grande, maldito."

Snotlout lamió las silabas directo de su lengua. "Siempre sabes cómo mantener el romance vivo." Sus anchas manos se sostuvieron a la cintura de Hiccup, inmovilizando sus intentos por ir contra corriente. "Aquí va tu más fuerte."

"Mierdaaaaaaa."

El asalto fue feroz. Snotlout embistió vigorosamente, sin pauta o merced, clavando las nalgas descubiertas de su primo directo al piso. Hiccup perdió la visión, y el equilibrio. Snotlout estaba respetablemente dotado. La punta de su miembro lo atiborraba hasta en los rincones más inimaginables, estirando los músculos internos de Hiccup hasta que la cruda fricción entre sus cuerpos derritiera lo que quedaba de su cordura. Adentro-fuera-adentro-fuera-adentro-fuera-adentro-fuera-adentro-fuera. Toda su existencia se redujo a esas dos palabras.

Sus nalgas abusadas saltaban vulgarmente, el único obstáculo que detenía a Snotlout de atravesarlo por completo.

"Haz ruido, Hiccup. Quiero oírte—Por eso nos venimos tan lejos, para que pudieras gritar."

Gritar, fue lo que Hiccup hizo. Rogó. Agradeció. Se divirtió a espaldas de su matrimonio con uno de los hombres más peligrosos del Archipiélago. Snotlout era lo único, que verdaderamente, le pertenecía. Era suyo. Siempre había sido así. Criados juntos, siempre inseparables. Ni la mudanza de Berk a la Isla Capital, lo había cambiado. Snotlout siempre le perseguiría como sabueso. "¡Uuuuuuuung, uuuuuuuuuung! Maldición." Sus alaridos morfaron a lloriqueos demolidos. Dudaba que pudiese caminar bien, después de esto. Snotlout era un búfalo. Hacía mucho tiempo que no lo había montado con este nivel de recelo. "No olvides—En mi boca—Cuando estés cerca, en mi boca—Uuuuuuugh, ¿qué… qué haces?"

Snotlout retorció intencionalmente el dedo que se fue escurriendo junto con su pene. El maldito bastardo. "Podrías tomar dos al mismo tiempo, ¿cierto? No sería la primera vez."

Con tan sólo recordar lo que la libidinosidad de Drago lo obligaba a realizar, los ojos de Hiccup rolaron en blanco. Recordó la sensación de ser llenado por el Rey y el General Dagur al mismo tiempo. Había sido drogado con un sin fin de afrodisiacos aquella noche, pero Hiccup nunca había olvidado que Snotlout había yacido detrás de las puertas de la Recamara Real, fiel en su puesto de Guardián.

Hiccup no quería pensar en eso. La culpa lo invadía.

"Sólo te quiero a ti." Lo que hacía por Drago eran juegos de poder a los que estaba obligado. Nunca había amado a ese monstruo. Ni siquiera le agradaba Dagur, en primer lugar. "Sólo a ti."

Snotlout era lo que le quedaba de humanidad. Había perdido a su familia durante la guerra. Sus amigos estaban esparcidos por el Archipiélago, inalcanzables. La misma sangre corría por sus venas. Y eso los hacia más fuertes.

El ritmo se fue suavizando, cambiando a conjunto del humor de su primo. Cuando el rostro de Hiccup fue buscado por sus dedos, el pelirrojo se curveó en complicidad, muriéndose por otro beso.

Sus cuerpos tomaron un descanso, solemnemente para reconectarse en otro tipo de intimidad. Snotlout besaba sus palabras más valiosas, no las manifestadas en voz. Hiccup fue un atento traductor.

Un sonido repentino viniendo de la desolada torre, los congeló en pánico.

De la única ventana, desnuda de vidrio, se asomó un pequeño rostro.

-Oh no, oh no. No, no, no. Fue morir en vida. Poco sabía el hijo menor de la Jefa Camicazi, de la sentencia mortal que acababa de darle a la pareja. Su afición por trepar todo a su alcance, pronto representaría la perdición de Hiccup.

Cuando el infante se percató de la escena que acababa de interrumpir, sus ojos se agrandaron, casi idénticos a los de su madre. Era un chico listo, demasiado listo para sus diez años.

Hiccup gimió, pero en terror.

"Nos—Nos vio." Tartamudeó, todavía conectado a los labios hinchados de Snotlout. "Nos vio."


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NdA: Ahí lo tienen. Cersei/Jaime de Game of Thrones, Episodio 1. Más que tratarse de una escena favorita, es más bien, icónica. Una catálisis, y el primer golpe que la trama me dio. No los shipeo, pero su incesto fue rikolino en un inicio, lo admito. Y SNOTLOUT/HICCUP. POR FIN.