1 capitulo: Soledad
La oscuridad desapareció de repente, todo estaba borroso y ahora se volvía blanco, en mi conciencia había muchas imágenes, muchos recuerdos que no recordaba haberlos vivido, sentí al principio frío pero pronto se tornó a un calor extremo, me quemaba y no era por fuera, sino por dentro, sentía un dolor horrible, sentí ira, odio, pena, tristeza, alegría, amor… todo aquello que experimenta un ser humano, sentí todo esto en una milésima de segundo y después el dolor de mi pecho desapareció, y con ellos todos los demás sentimientos, de repente se hizo el vacio en mi pecho, y ya no sentí nada, fue entonces cuando abrí mis ojos.
Todo estaba borroso, la zona alrededor mía estaba destrozada, más bien como si todo se hubiera desintegrado, pero lo que más me extrañó fue el hombre que me estaba mirando en un estado catatónico, a unos pasos enfrente de mí. Era yo mismo.
-No puede ser…- decía este en un estado de completo asombro
Me sentía extraño, mi mente no entendía por qué estaba yo mismo delante si hace un segundo estaba clonando la hogyo… . Un momento ¿ Qué estaba haciendo?, recuerdo haberlo estado haciendo pero no recuerdo haber sido yo mismo, un instinto me vino como un cosquilleo por la columna hasta tensar todos mis músculos, algo no estaba saliendo bien, yo soy el que está delante pero no me reconozco, me vino un mal presentimiento, y sin pensarlo ni entenderlo saque la zampakuto que tenia en el cinto en el lado derecho, con la mano izquierda, y el sin salir de su asombro, choqué armas con él.
Luché contra él como sabia pero extrañamente coincidíamos en todos nuestros golpes y ataques, es como si supiéramos todos los movimientos de cada uno. Necesitaba un plan, salir de ese embrollo, algo me decía que corría un gran peligro estando con mi otro yo. En uno se nuestros movimientos nos herimos mutuamente , antes de que todo fuera a peor saque un un recuerdo de "mi mente" y el primero que me vino fue el hado 90: Kurohitsugi.
Aproveché para salir de allí por una garganta que cree con mi zampakuto, y Sali hacia el mundo real con la intención de sacar a mi mente del asombro y la tensión, y así enfriar mi mente un poco para pensar detenidamente sobre lo ocurrido.
