Ahora Alice vive junto a Jasper, feliz en el seno de la familia Cullen, pero... ¿qué ocurrió en esos 30 años antes de encontrarse con el amor de su vida?
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Alice en el País de las Maravillas
El cuerpo de la chica reposaba en un claro del bosque, con sus cabellos negros reposando junto a ella enmarcando su cara de ángel y a pesar de estar vestida con un camisón blanco y raído era el ser más bello que había pisado el bosque...
El fuego me quema el hombro. Siento que me desvanezco, que el fuego abrasa todo mi ser, quemándome desde dentro. La agonía borra de mí cualquier otro sentido: no veo, no oigo, ni vivo más allá del dolor que arde en mí. Intento llorar, pero el fuego seca mis lágrimas; intento chillar, pero el fuego seca mi garganta. Me convulsiono de dolor, deseando que pare y, entonces,...para.
El dolor me impide abrir los ojos, pero ya ha acabado. Entonces algo nuevo llega a mi ser. Es como un pequeño calambre que llena mi mente de niebla, que poco a poco va aclarándose, dejándome ver a través de ella. Veo un chico que me mira, su franca sonrisa produce en mí un repentino alivio. Me sonrojo y le sonrío.
-¿Te encuentras bien, Alice?- me dice tendiéndome una mano.
¿Alice? ¿Quién es Alice? ¿Yo? ¡Oh, Dios mío...! ¿Quién soy?
-No pasa nada, estoy bien, Jasper- le respondo.
Abro los ojos. ¿Dónde estoy? ¿Y dónde está el chico? ¿Jasper? Sí, Jasper. Estoy sola en...en...¿un bosque? Intento levantarme, pero un agudo dolor tira de mi hombro. Me miro y encuentro una media luna plateada, grabada a fuego en mi piel.
Trato de levantarme de nuevo, obviando el frío dolor de mi hombro. Empiezo a cobrar sentido de dónde estoy. Esta especie de bosquecillo es poco denso, pero aún así no me deja ver claramente la luz del sol que vuela unos cuantos de miles de kilómetros por encima de los árboles, que dejan pasar sus rayos débilmente hasta el suelo.
Entonces, me percato de una cosa muy importante que me ha pasado desapercibida: ¿quién soy? No recuerdo nada. Bueno, recuerdo aquel chico, pero eso...¿era un sueño? (camino confusa). ¿Jasper? ¿Era ése su nombre? ¿Y yo? ¿Yo quién soy? Él me llamó, pero ¿cómo me llamó?...¡Alice! ¿Soy Alice?
Levanto la mirada en busca de algo que me sirva de ayuda. No veo a nadie, pero hay algo que me resulta extraño, algo que no termino de acertar a saber qué es...Mientras pienso, camino sin rumbo, andando ágilmente entre rocas y raíces, que esquivo sin problemas, y mis pisadas son inaudibles cuando mis pies se posan sobre la hierba. ¿Estoy descalza? Vaya, no había notado ese pequeño detalle. Me fijo entonces en mi ropa. Una especie de camisón blanco y raído cae despreocupadamente sobre mí, cubriendo a medias mi pequeño y...¿duro cuerpo? Estoy helada, pero sin embargo, no siento frío...Qué extraño...
Sigo caminando y entonces presiento algo. Una presencia. La mirada de algo que se clava en mi nuca. Me vuelvo y veo a un ciervo joven que me mira con ojos aterrorizados. Algo frita dentro de mí. Siento como pierdo el control sobre mi mente y mi cuerpo e, involuntariamente, me abalanzo encima del pequeño animal que es demasiado lento como para lograr escapar de mí...
Todo se ha vuelto oscuro, he perdido el poder sobre mí misma y se me ha nublado la razón. Miro desconcertada mis manos que están manchadas de un líquido denso y rojizo. ¿Sangre? ¡Sangre!
¡¡Oh, Dios, qué he hecho?? Me llevo la mano al corazón por el susto y espero encontrarlo allí golpeando mi pecho a una velocidad vertiginosa, pero... no lo oigo. No siento el tic-tac desenfrenado de mis latidos bajo mi pecho. Palpo desconcertada el pecho, tratando de encontrar algún rastro de mi corazón bajo mi piel.
Mis ojos se abren desmesuradamente: ¿Estoy muerta? ¿¡ESTOY MUERTA Y SOY UN FANTASMA?! No me lo puedo creer, he muerto... y yo sin enterarme, ¡qué irónico! Me llevo las manos a la cabeza. ¡Todo encaja! Si hasta llevo el camisón blanco.
Camino en círculos tratando de calmarme cuando se repite el calambre. La niebla cubre de nuevo mi mente, Me paro esperando que la mente se me despeje, pero a través de la niebla, empiezo a vislumbrar a una figura. Al principio es tan sólo un borrón, pero poco a poco va cogiendo forma y color hasta que se vuelve completamente nítida. Unos ojos dorados me miran sonrientes... ¡Es el chico de antes!
- Entonces... ¿hay vampiros como nosotros que no dañan a humanos? – me pregunta. ¿Es esperanza lo que se dibuja en sus ojos? Espera, espera...¿vampiros?
Parpadeo confusa y cuando abro de nuevo los ojos, ya no está. Da nuevo estoy en el bosque, de pie, en el mismo lugar, como si nada hubiese pasado. ¿Vampiro? ¿Soy un vampiro? ¡No estoy muerta! Sonrío de alegría al percatarme de ese "pequeño detalle". ¡No estoy muerta, no estoy muerta! Salto de Alegría mientras empiezo a correr por el bosque.
- ¡No estoy muerta! – grito de emoción mientras salto -. ¡Oh, Dios! ¡Soy un vampiro! – mis ojos se abren por completo en una mueca de horror. Me miro las manos desconcertada. ¡Sangre! ¿Qué he hecho? -. El ciervo... – murmuro recordando lo ocurrido hacía unos minutos.
¿Me he comido un ciervo? Bueno, al menos no era una persona. Respiro aliviada y me siento en una raíz que sobresale dos palmos del suelo. Si he perdido el control al "oler" al ciervo,... ¿qué me pasará cuando me encuentre con un ser humano? Sé poco de los vampiros, pero lo poco que sé es que mueren cuando les da el sol, que se convierten en murciélagos y que beben sangre humana... Eso me hace pensar en otra cosa: ¿me puedo convertir en murciélago? Y, si es de día,... ¿por qué no he muerto? Vaya, no sé ni quién soy ni qué soy.
Me levanto y camino sin rumbo, buscando a alguien que pueda ayudarme. Pero, claro, ¿quién va a querer ayudarme? Entonces noto un olor nuevo ("¿Desde cuando tengo tan buen olfato?", me pregunto), no es un humano, si lo hubiese sido habría perdido el control, estoy segura. No, es otra cosa...
Lo que fuese que se estaba acercando no hacía ruido alguno. El bosque seguía enla misma calma que unos minutos atrás. Sólo ese olor le hacía ver a Alice que alguien se acercaba. Ese olor le picaba en la nariz, inundándola, haciendo que se le erizara el vello de la nuca. El frío se apoderó de ella más si era posible...
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Espero que les haya gustado el primer capítulo de esta laaaarga historia (30 añitos tan sólo). Me costó muchísimo imaginarme a la inocente y dulce Alice cuando se despertó convertida en vampiro sola y sin recordar absolutamente nada. Y más me está costando imaginar el resto de su historia. Déjenme reviews y díganme si les gustó y si quieren que la continúe. Acepto críticas y consejos ¡Todo sea por mejorar!
