Dedicado a EriKa.D Espero que lo disfrutes, gracias por tu apoyo.

Capitulo 1: Hermanos

Cabellos negros se movían con el viento suave mientras el joven caminaba distraídamente atravesando las calles angostas cercanas al parque más próximo a su destino, risas de niños se escuchaban a lo lejos y el canto de las aves daba tranquilidad al paso del lugar. Comenzaba el verano, el calor empezaba a sentirse y el día transcurría con quietud. Le urgía llegar, era casi medio día y el chico sólo podía pensar en entrar al apartamento y descansar frente a un ventilador, eso le recordaba que debía ponerse de acuerdo con su hermano menor para comprar un aire acondicionado con los ahorros de ambos, pues el verano este año empezaba con fuerza.

—Me pregunto si Luffy habrá llegado antes—El pelinegro no tardó en buscar su teléfono móvil en su bolsillo y se detuvo bajo un árbol mientras buscaba el número para realizar la llamada la cual no tardó en ser respondida.

¡Ace! Qué bueno que llamas, ¿recuerdas el restaurante nuevo por el que pasamos ayer? Estoy en frente, ¡no me vas a creer a quien me acabo de encontrar! shiishishi

—Luffy, estamos hablando por teléfono, ¿podrías dejar de gritar? ¡Me vas a dejar sordo!

¡Pero Ace!

—En primer lugar ¿Qué rayos haces frente a Raftel? Se supone que estarías en el apartamento antes del medio día para ir donde Makino.

¿Raftel? … ¡Oye Makino! ¿Así llamaste al restaurante? ¡Genial!

—¿Makino? … Oye, ¿Makino está ahí?

Eso es lo que te quería decir, Ace, ¡Makino es la dueña del lugar! Vaya sorpresa, ¿eh? ¡Oh... Oooohhhh! ¡¿Eso es carne lo que lleva ese viejo a la mesa?!

—¡Oye Luffy! ¡Deja de hacer tanto escándalo mientras hablamos por teléfono!

¡Jajajaja! Lo siento, lo siento.

—Rayos, no tienes remedio, ¿verdad hermano? Espérame ahí, voy para allá.

Pero no tardes, ¡muero de hambre! … Oye Makino, en el menú las carnes lucen muy deli—Colgó su teléfono, ahora resulta que debía caminar un poco más allá de lo que habían acordado, pero siempre es así, quien convivía con Luffy sabe de antemano que debe estar preparado para lo inesperado, después de todo, se trataba de su descuidado y loco hermano menor.

—No cambias ni con la edad, ¿eh Luffy?—Y con una sonrisa, el chico empezó a caminar tomando un nuevo camino más cercano a la universidad— ¿Eh? ¡El dinero!


— ¿Cuánto más tardará Ace? Muero de hambre.

—Debes ser paciente Luffy, hace solo cinco minutos le dijiste en donde estabas—Comentó la mujer de cabello verde quien tranquilamente limpiaba los vasos del pequeño bar dentro del restaurante.

—Pero Makino… tengo tanta hambre que ya no puedo ni hablar.

El chico no paraba de mover sus pies, para Luffy y Ace comer juntos es más que una costumbre, luffy amaba comer, pero amaba más aún comer en compañía al igual que su hermano, desde niños han vivido juntos y a partir de entonces se esperan el uno al otro para comer, y no lo hacían por respeto, lo hacían porque así les gustaba, porque era su rato para compartir, sencillamente porque sí.

—La hermandad es algo muy hermoso, ¿verdad Luffy?

—Mmmm carne~

Las campanas de la puerta sonaron llamando la atención del muchacho, logrando ver a lo lejos al chico pecoso ingresar al restaurante, llevaba puestos unas botas, un pantalón negro que llegaba hasta debajo de las rodillas y una chaqueta blanca desabotonada y por dentro lucía una camisilla negra, llevaba un collar largo y su mochila verde que acostumbraba a llevar a todas partes. Fue entonces cuando Ace logró ver en una mesa aquel sombrero de paja característico de su hermano, quien llevaba unas sandalias y ropa deportiva de color rojo con azul turquí.

— ¡Hasta que por fin llegas! ¿Sabes cuantas comidas pude haber disfrutado mientras tú no estabas?

—Cállate, es tu culpa, debiste hacerme caso y llegar al apartamento primero. ¿Sabes que después de caminar un poco, tuve que regresar a buscar más dinero?

El joven más alto se sentó en la mesa—Por cierto, ¿Dónde está Makino?

—Se fue a traer la orden.

— Tramposo ¡¿Ordenaste tu comida sin mí?!

—No, ¡ordené por los dos! Shishishi

— ¡¿Ehhh?!

— ¡Carne, carne, carne!


Luffy siempre se ha caracterizado por ser un chico muy activo e imprudente, todo el tiempo buscaba nuevos estímulos a su alrededor, por tal razón siempre tuvo problemas en la escuela, sin embargo su potencial salía a relucir por lo que logró graduarse a buena edad. Fueron sus habilidades físicas las que le facilitaron el ingreso a la universidad por medio de una beca. Luffy se convirtió en el jugador estrella del equipo de basketball de la universidad y su apellido fue el más popular entre los equipos de todas las universidades de su país, una joya para los directivos y un diamante en bruto para sus profesores, quienes eran conscientes de que su potencial va más allá de sus destrezas físicas, pero que debido a su comportamiento alborotador, su falta de atención y sus intereses lejanos a cualquier aspecto académico, parecía no importarle en lo absoluto estudiar.

Es precisamente este rumbo el que tomaba la conversación entre Ace y Luffy luego de que el chico pecoso le preguntara por sus estudios, ambos caminaban de regreso a casa luego de comer tanto y quedarse dormidos en la mesa al instante de haber terminado cada platillo.

—Lo hago por obligación, Ace, de hecho es la primera cosa que he hecho por obligación. —Mientras hablaba, Luffy abre una bolsa de papas fritas—El viejo dijo que si no estudiaba me iba a poner a trabajar en la empresa—Empezó a comer enormes cantidades de papas— ¡prefiero ir por mi propia cuenta!—Gritó con la boca llena— No quiero trabajar en esa aburrida empresa, eso es todo.

—Pero la vida no es sólo jugar Luffy, si no mejoras tus notas vas a perder la beca. El abuelo es molesto, pero tiene razón, no puedes estar sin hacer nada e ir por tu cuenta… Sólo tienes diecinueve años.

—Exacto, tengo diecinueve años, justo empiezo a formar mi propio destino y cumplir mis sueños.

—Ese sueño loco tuyo…

— ¡Dime que es imposible y te patearé el trasero!

Ace soltó una carcajada, sabía que para su hermano la palabra 'imposible' era prohibida cuando se trataba de hablar sobre sus sueños. Caminó un poco más cerca de su hermano y levemente golpeó su hombro —No, no es imposible—Dijo con una sonrisa. Luffy rió orgulloso tocando su nariz con su dedo índice.

—Quiero verte en la cima, Luffy.

—Y yo a ti, Ace.

El chico más alto volvió a golpear su hombro, esta vez un poco más fuerte, a lo que Luffy respondió de la misma manera iniciando un juego de golpes, fue entonces cuando el teléfono móvil de Luffy sonó. Ace se detuvo a quitarle la bolsa de papas fritas a su hermano mientras él sacaba su teléfono—Es Usopp… ¡Hey Usopp! Te dije que no faltaras al entrenamiento, ¿qué rayos estabas haciendo?

Los hermanos siguieron su camino mientras el chico pecoso siguió comiendo papas fritas entre tanto Luffy escuchaba a su amigo por el móvil. Para Ace, la vida de Luffy era todo un caos social, siempre estaba rodeado de gente, era invitado a fiestas y juegos, recibía visitas en el apartamento todo el tiempo y era llamado el alma de las fiestas junto con sus amigos quienes lo sabían cuidar de sus propias imprudencias, por lo que le tranquilizaba que su pequeño hermano siempre estuviera rodeado y amado de esa manera. Ace era consciente de esa atracción que Luffy provocaba en las demás personas y el cariño que este se ganaba fácilmente.

En todo esto pensaba el mayor cuando su hermano habló —Dile a Nami que no se mueva de ahí, ya voy para allá—Colgó su teléfono.

— ¿Problemas?

—Nami tuvo problemas con unos tipos de las apuestas.

—Esa mujer no cambia, sabe muy bien que las apuestas no traen nada bueno.

—Para ella el dinero es lo que cuenta. Voy a su casa, allá están Sanji y Usopp—Con estas palabras el joven dio dos pasos hacia atrás— ¡Llegaré para la cena!

—Ten cuidado y no te metas en problemas ¿quieres? … Y si sucede algo, llámame.

—ok.

El pelinegro se fue corriendo mientras su hermano mayor lo miraba alejarse, para después retomar su camino a casa, debía terminar algunos trabajos de la universidad antes de anochecer.


Había pasado casi toda la tarde solo en el apartamento y Luffy aún no regresaba. Decidió cocinar arroz, el tocino lo prepararía cuando Luffy regresara a cenar, entonces aprovecharía para retomar la conversación, estaba preocupado por su hermano y el estilo de vida que había decidido tener en el futuro, lo cual para Ace era totalmente incierto, sólo sabía que ante su sueño nadie pararía al chico del sombrero de paja. En esto pensaba cuando recordó revisar su correo electrónico debido a los trabajos de la universidad que debía continuar. Tomó entonces su taza de café y se dirigió a la mesa pequeña frente al sofá y sentándose en el suelo abrió su computador portátil para revisar, tomó un sorbo mientras abría su correo cuando ve que le había llegado un e-mail lejos de tratarse de temas académicos. Abrió el correo con entusiasmo y leyó pausadamente, bajó lentamente su taza de café hasta tocar la mesa y soltarla, para luego pasar sus dedos por sus cabellos apartándolos de su rostro y llevándolos hacia atrás con una expresión de asombro, ¡no podía creer lo que estaba leyendo!

— ¡Oh Dios! … ¡Oh! … ¡Aaaajajaaa! … ¡Esto es…!—Se detuvo de nuevo a leer, para después volver a reír fuertemente y pasar ambas manos por su cabeza, era la mejor noticia que había recibido en meses. — ¡Luffy debe saberlo de inmediato!—Fue entonces cuando cerró su computador portátil y rápidamente se dirigió a su habitación a buscar una chaqueta, regresó a la sala y tomó sus llaves, se puso sus botas y salió corriendo del apartamento.


Tocó el timbre repetidas veces, el chico pecoso estaba totalmente impaciente, la puerta se abrió dejando ver la figura de una mujer delgada y el cabello azul.

— ¡Nojiko! Lo siento, ¿está Luffy aquí? Dijo que vendría a visitar a tu hermana.

—Oh Ace, que bueno verte. Todos ellos estaban aquí con Nami hace una hora, pero se fueron al entrenamiento del equipo de basketball e invitaron a mi hermana.

—¡Gracias, gracias, gracias!—El pelinegro no esperó a terminar de agradecer cuando ya se encontraba a algunos metros lejos de la casa— ¡Hasta pronto!—Gritó a lo lejos.

—Vaya, siempre tan de prisa detrás de su loco hermano—La peliazul concluyó con una sonrisa mientras cerraba la puerta.


La tarde empezaba a tornarse fresca, jóvenes entrenaban en la cancha la cual siempre fue el punto de encuentro para los entrenamientos fuera de las prácticas programadas por el entrenador de la universidad, a ellos no les importaba ensayar más de lo que semanalmente exigía el entrenador, por lo que se convirtió en una rutina encontrarse en este lugar después de las 4pm y luego de un corto entrenamiento, ir a refrescarse al parque.

Entre los jóvenes que entrenaban sobresalían tres en específico, uno de ellos rubio, de curiosas cejas y largas piernas las cuales eran claves en sus jugadas, el otro era un chico de cuerpo bien formado, espalda ancha y atractivo semblante, pero lo que más sobresalía era su extraño cabello verde, y por último, el chico de los pies más ligeros y los brazos más inquietos, un pelinegro delgado el cual siempre portaba su sombrero de paja incluso durante sus entrenamientos, el cual colgaba en su espalda mientras corría por la cancha con el balón encestando a favor de su equipo, era el centro de atención y la estrella dentro de cada jugada que el equipo ejecutaba.

El rubio corrió rápidamente pasándole el balón a Luffy, quien de inmediato esquivó al chico de cabello verde y corrió hasta la mitad de la cancha, estaba ejecutando su nueva jugada.


Corrió lo más que pudo, podía visualizar la cancha donde su hermano menor solía entrenar con sus amigos, estaba exhausto pero demasiado emocionado como para detenerse, fue entonces cuando vio a Luffy en el terreno de juego con el balón en manos corriendo entre los jugadores y sin esperar a llegar a las gradas, gritó su nombre a todo pulmón.

—¡LUUUFFYYY!

El joven del sombrero de paja se detuvo de inmediato, reconociendo la voz de su hermano, lo buscó con la mirada mientras notó que sus amigos también se habían detenido asombrados por ese grito, fue entonces cuando vio a lo lejos a su hermano mayor subirse de un salto a las gradas del otro extremo de la cancha.

—¡Luffy!

—¡Ace! .. ¿Qu—

—¡Sabo!

Luffy se paralizó al escuchar ese nombre, sus ojos se ensancharon en una expresión de sorpresa, pero seguía quieto esperando a que su hermano hablara.

—¡Sa…! — Ace respiraba agitado, por lo que se vio en la necesidad de detenerse a respirar para luego tomar una enorme bocanada de aire.

—¡SABO VIENEEEEE!

Ante tales palabras Luffy aflojó el agarre del balón sin dejarlo caer, y sin notar la confusión de sus amigos, empezó a agitarse mientras una sonrisa se formaba en su rostro, lagrimas se asomaron por sus ojos y fue cuando vio a su hermano mayor bajarse de las gradas y correr hacía él.

— ¿Sabo… viene?

Ace seguía corriendo, fue cuando Luffy sonrió ampliamente y con fuerza le lanzó el balón a su hermano quien ya se había acercado lo suficiente como para recibir el lanzamiento, fue entonces cuando Ace atrapó el balón y lo lanzó contra el suelo el cual rebotó alto, mientras Luffy recibió el abrazo de su hermano mayor.

— ¡¿Estas bromeando?! ¡¿Es enserio?!—Preguntaba Luffy sonriendo, Ace por su parte tomó a su hermano por el cuello en una llave y empezó a frotar su cabello con rapidez.

— ¡Claro que hablo enserio! ¿Crees que bromearía con algo así?

—¡Sabo!... No lo puedo creer ¡SABO! ¡jajajajaja!

Ambos empezaron a forcejear y chocar sus puños y manos mientras sonreían, entre tanto que el resto de los que se encontraban allí presente estaba asombrados por la escena de ambos hermanos, y llenos de duda sobre quien era esa persona cuyo nombre los emocionaba tanto. Sin embargo, el solo hecho de ver a ambos hermanos tan felices era algo conmovedor, a tal grado que aun sin entender qué sucedía, los testigos de ese acontecimiento no podían evitar sonreír.

—¡Hay que celebrar!—Gritó el chico del sombrero de paja.


—¡MAKINO!—Estrepitosamente entró el menor de los hermanos mientras corrió alegremente por el restaurante el cual tenía pocos clientes a esa hora de la tarde, seguido entraron Ace, Zoro, Sanji, Usopp y Nami, esta última llamaba por teléfono al resto de amigos a reunirse en Raftel.

—Luffy, ¿qué ocurre?—Preguntó la joven de cabello verde curiosa por la notable felicidad del muchacho.

—¡Makino! ¿Adivina qué? Shishishi

—Ya basta Luffy, dile de una vez o lo haré yo—Dijo Ace mientras se sentaba en la mesa más cercana a la barra, seguido por el resto de jóvenes.

— ¿Qué crees? ¡Viene Sabo!—Gritó el chico alzando los brazos delante de la asombrada mujer quien cubrió su boca con ambas manos—Es genial, ¿eh Makino? ¡Arg! No puedo esperar.

—Tienes razón, después de todo han pasado doce años—Concluyó el chico pecoso.

— ¡Esto es una verdadera sorpresa! Ace-kun, Luffy, estoy tan feliz por ustedes. Traeré bebidas, ¡hoy la casa invita!


El frío de la noche se filtraba por las entradas del amplio aeropuerto, un chico alto y rubio se trasladaba entre las personas para llegar a su destino, mientras arrastraba consigo una enorme maleta y en su otra mano llevaba un maletín más ligero y formal. Su figura esbelta y su estatura era ya suficientemente llamativo para las personas que se encontraban a su alrededor, cierto aire aristocrático se percibía en su perfil y su llamativo cabello rubio que resaltaba entre los presentes ocultaba aquella cicatriz en su ojo izquierdo que lejos de ser un defecto, daba cierta distinción. El frío se hacía sentir por lo que se detuvo a bajar su maletín y soltó su equipaje para envolver un poco más su bufanda azul claro y ajustar su chaqueta negra, fue entonces cuando decidió revisar el bolsillo interno de su abrigo y sacar su tiquete el cual miró con detenimiento. Escuchó el llamado de los pasajeros del vuelo en el que debía ir, por lo que volvió a tomar su equipaje y seguir su camino.

—Pronto... Muy pronto… —Caminó un poco más rápido, una sonrisa empezó a formarse en sus labios mientras logró visualizar la fila de pasajeros con los cuales viajaría en el avión, estaba nervioso pero más emocionado, sabía que ésta era la decisión más radical que había tomado, pero era la que iba a definir su vida y formar su libertad—…Hermanos—Después de todo, los caminos más importantes en la vida requieren decisiones radicales.


N/A: ¡Fin del primer capítulo! Es un fic que poco a poco he ido planeando. Si fue de su agrado, por favor háganmelo saber. ¡Gracias por leer!