No creía en la suerte

Capitulo 1: ¿¡Quien eres!?

La lluvia caía tan tristemente, que podría haber jurado ver a una diosa derramando aquellas espesas gotas de agua cuyo sentimiento recorría mi cuerpo entero a causa de mi amarga soledad. Todo comenzó un día común, la misma rutina de cada día, el ir a la escuela era lo único que en ese entonces me resultaba interesante, a causa de mis compañeros, el ver su comportamiento barbárico y su forma de hablar que era comparable a la de una bestia me hacía saber que yo era el único hombre civilizado en aquel humorístico pero aburrido lugar. Aun siendo esta, la mejor escuela de toda Inglaterra, donde cada estudiante provenía de las mejores familias o por el contrario se consideraba una de las mentes más brillantes de la era, ante mis ojos no eran más que criaturas maleducadas y con pésimos modales. Pues bien entre aquellos "estudiantes" se encontraba una joven becada, que no fue hasta hace unos días llamo mi atención, extrañamente desde el inicio de curso ella y yo compartimos las mismas clases a las mismas horas, acontecimiento que claramente no me importo, hasta aquel día donde se anunciaron las calificaciones del primer examen de Química avanzada donde inauditamente ella y yo obtuvimos el mismo y mejor puntaje de toda la escuela, lo interesante fue que ella no había asistido a la escuela durante 3 días consecutivos, donde vimos lo que se presentaría en el primer examen, ¿Tomo clases particulares?, me pregunte pero claramente la respuesta seria un rotundo "NO", ya que según sus documentos de inscripción su familia era de un nivel medio bajo, esto se debía a que su padre había fallecido como consecuencia de un gran incendio. Todo esto, y aun más de su vida estaban registrados en mi ordenador, pues yo era el presidente estudiantil y sabía todo con respecto a cada estudiante de la escuela. Me interese en lo sucedido así que por el tipo de persona que soy, "despreciable" como suelen llamarme, fui a preguntar directamente, y no aceptaría una respuesta que no me satisficiera. Acudí a donde tocaba la siguiente clase "Desarrollo del pensamiento lógico", fue entonces que me acerque a su asiento y fui directo al grano:

- ¿Cómo fue posible que consiguieras una puntuación tan alta en el primer examen de química si faltaste 3 días seguidos, además de no tener el suficiente dinero como para contratar a alguien que te auxiliara para tu estudio?- Le pregunte mesuradamente pero lo que hizo ella me dejo desconcertado, me sonrió y dio:

-Me encontraba enferma por lo que no pude asistir, pedí algunos apuntes y junto con algunos libros de la biblioteca pude estudiar todo lo relacionado con el tema... – paro para tomar aire y continuo – Si realmente quieres saber algo de mí, la heroína, solo pregúntamelo – tomo desprevenidamente mi mano, la estrecho y dio – Soy Alfin F. Jones aunque puedes decirme Alfin – y sin soltar mi mano uso su mano libre para levantar su pulgar y sonrió tan puramente que por ese instante me sonroje e inmediatamente hice que me soltara, aun un poco desconcertado le respondí:

-¡N-no me t-toques! – me sonroje aun más, ¿cómo fue posible?, ante eso ella dijo:

-Dejare de tocarte si me dices tu nombre – Su voz era tan suave, pero a la vez era divertida y relajante.

-S-soy Arthur, Arthur Kirkland – dije un poco mareado.

-Genial! Arthur... – Después empezó a mirar atentamente mi rostro, lo que hizo que este se tornara rojo como un tomate.

-¿Q-qué su-sucede? – le pregunte.

-Pues es que… - su mirada transmitía un aire de seguridad asombroso – tus... tus cejas son enormes! – concluyo.

En ese momento me fui de espaldas *¿Eso era todo?* pensé, pero entonces el profesor entro al aula, la clase comenzaría, así que me dirigí a mi asiento y me senté. Por ese instante desee no volver a acercarme a aquella chica tan peculiar, mas no me imaginaba lo que sucedería después.

-Antes de comenzar la clase – dio el profesor – asignare nuevos lugares, el método será… Suerte! – al escuchar esto pensé que era una tontería, la suerte no existía, solo había cuentas claras y probabilidades, la idea de la suerte a mi parecer era una idea solo usada por los indoctos, sin embargo el profesor de matemáticas siempre decidía de esta forma.

-Bien, los iré llamando, tomaran un papel de esta caja y después me darán el numero escrito en el papel ¿Entendieron?

-¡Sí! – dijeron todos al unisonó.

Así, pasamos cada uno de los alumnos, mi número era el 1 por lo que prácticamente estaría en la primera fila, primer asiento, así como yo, todos sacaron su papel y los lugares terminaron así:

Se dividió al grupo en 4 filas de 6 asientos cada una, los que se sentaban adelante éramos, Francis Bonnefoy en la 2da fila, él personalmente no me agrada, Antonio Fernández Carriedo en la 3ra fila y Ludwig Beilschmidt en la cuarta, detrás de este ultimo estaba Felicitá Vargas, después Kiku Honda y Heracles Karpusi y casi al final Ivan Braginski y María López. Atrás de Antonio estaba Libertá Vargas, después Berwald Oxenstierna y Tina Vainamoinen y casi al final un chico algo raro, nadie sabía su nombre, aunque escuche a muchos decirle Noru y atrás de el otro chico misterioso, Dinam. Atrás de Francis Bonnefoy esta Matthy Williams (dicen que es la hermana de Alfin F. jones), después Roderichy Edelstein y Gilbert Beilschmidt (hermano de Ludwig) y casi al final Natalia Arlovskaya y Wang Yao. En el tercer asiento de la primera fila se sentaría Lim Woo Yong seguida de Im Young Soo, y los dos últimos lugar de esta misma fila los ocupaban Sadiq Annan y Vash Zwingli respectivamente. Finalmente, no! Desgraciadamente la "suerte" en la que yo no creía me castigo sentando atrás de mi a Alfred F. jones quien seguramente haría mis días más agitados habrá que ver qué sucede…