Ilusión tras ilusión
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Este fic participa del Mini reto: "Cartas de Hogwarts" del Foro "Las cuatro casas".
I.
Con sorpresa incluida
«No tiene sentido esperar algo que no va a llegar.»
Remus Lupin permanece sentado junto a la ventana durante todo el transcurso de la mañana. Guarda la esperanza de ver arribar a una lechuza con una carta proveniente de Hogwarts. Estudiar magia es el sueño de todos los niños desde que tienen noción de que ésta no solamente tiene lugar dentro de los cuentos de hadas. La magia existe, es real, y puede sentirla cosquilleando en su interior. La siente desde que hizo desaparecer el florero preferido de su madre —al que siguen buscando, por cierto— e hizo levitar su propia cama.
Pero él no es un niño normal. Su madre dice que no debe referirse a sí mismo de ese modo, pero Remus está seguro que es la verdad. Cada uno de los sanadores que lo examinaron le dijeron lo mismo. «La licantropía sigue siendo hasta hoy en día un caso enigmático para la magia. Algo que se escapa de lo normal. No tenemos cura para la misma.»
En pocas palabras, le dieron a entender que jamás podría formar parte de la sociedad como un niño de su edad. Y con el lento pasar de los años, él se va dando cuenta que los sanadores tienen razón. ¿Quién va a arriesgarse a entablar una relación con algo tan peligroso? ¿Qué director va arriesgarse a que los estudiantes salgan lastimados?
Pero su cumpleaños número once tiene una sorpresa reservada.
Su carta de Hogwarts no llega mediante una lechuza como es la costumbre para los niños que ya conocen la existencia de la magia.
Se escucha un sonido parecido a un crack en el jardín y alguien llama a la puerta. Remus no conoce al hombre que estrecha la mano de su padre, pero le llama la atención su vistosa túnica y sus anteojos en forma de media luna. Se sorprende cuando el hombre desconocido pide hablar con él.
—Soy el profesor Dumbledore —dice saludándolo afectuosamente. Hay algo en él que le inspira confianza al pequeño. No puede determinar exactamente qué—. Por lo que tengo entendido, hoy es tu cumpleaños número once. Debes estar esperando algo.
—Se equivoca. No estoy esperando nada —asegura mordiéndose el labio inferior. Su voz no suena tan firme como quiere—. Mi padre dice que los niños infectados con licantropía no pueden ir a Hogwarts.
—No voy a negar que se mantenía esa política durante la gestión del profesor Dippet, pero siempre se puede hacer una excepción. Siempre que ese niño demuestre que aprovechará la oportunidad brindada. Dime Remus, ¿te gustaría ir a Hogwarts?
«Me gustaría ir a Hogwarts. Me gustaría no tener que beber la poción matalobos todos los meses para no transformarme con la luna llena. Me gustaría que papá deje de mirarme con angustia y culpabilidad. Me gustaría que mamá deje de llorar por las noches cuando piensa que nadie la está escuchando —Solamente tiene once años, pero la vida le pone constantemente pruebas que ningún niño se merece soportar—. Me gustarían tantas cosas.»
Pero responde:
—Claro que me gustaría ir a Hogwarts y aprender magia, pero no es posible.
—¿Por qué no es posible? Me intriga conocer esa respuesta.
—Un hombre lobo me mordió cuando tenía cinco años y, desde entonces, dependo de una poción para no pasar por el dolor de la transformación —responde—. No me gusta tener que beberla, pero es lo mejor. No quiero representar un peligro para nadie.
—El hecho de poseer la licantropía no significa que tengas que representar un peligro. Un hombre lobo solamente es una criatura más y es tan peligroso como él decida ser. Si tú no quieres hacerle daño a nadie, no tienes por qué hacérselo —El profesor Dumbledore rebusca entre los pliegues de su túnica. Cuando encuentra lo que busca, lo extiende en dirección a Remus—. Esto es para ti.
Lo primero que distingue es su nombre; lo segundo es el escudo del colegio en el reverso de la carta.
Nos complace anunciarle que tiene disponible una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Definitivamente, es el mejor cumpleaños de su vida.