Naruto es de Masashi Kishimoto. El uso de los personajes en la historia es sin fines de lucro y solo con el afán de entretener a todos ustedes.
La Historia Original es de Barbara McMahon de la novela "Amor a toda prueba."les recomiendo leer su novelas son súper… y obvio que como son super quise hacer adaptación de una de sus historias en un SASUSAKU
Si Alguien ya ha hecho un Fanfic de la historia déjenmelo saber porfi soy nueva pero tampoco quiero cometer plagio y si quieren me pueden ayudar tomo en cuenta sus opiniones para asi complacerlos .. sin mas mi saludos y los invito a leer el cap :D
Capítulo 1
«Nunca pensé que volvería a verte…
Sakura miraba petrificada al hombre que estaba siendo presentado al grupo; ella había pensado que había desaparecido de su vida para siempre.
Su corazón empezó a palpitar lenta y pesadamente. La sangre retumbaba en sus oídos impidiéndole escuchar cualquier otro sonido en el salón. Apenas podía fijar la mirada y deseó con desesperación no desmayarse.
¡Diez años! Tristes e interminables años de soledad desde la última vez que lo vio.
Una ligera mirada al pequeño grupo le reveló que no había expresado sus pensamientos, pues nadie le prestaba atención… todo interés estaba centrado en el recién llegado.
Tsunade Senju, la presidenta de la compañía, hacía las presentaciones y pronto llegaron hasta mí. Llene mis pulmones de aire tratando de tranquilizar sus nervios, procurando parecer indiferente y fría.
—Y aquí tenemos a Saku Haruno… digo Sakura Haruno, nuestra jefa de relaciones —Tsunade sonrió al dirigirse a mi
—. Saku, te presento a Sasuke Uchiha.
El recién llegado me saludó con un informal apretón de manos. La mano masculina resultó cálida y sus dedos firmes y decididos. El contacto de nuestras pieles me sacudió. Él no dio muestras de haber sentido lo mismo.
Me sentí desconcertada. Al verlo tan de cerca y no me cupo la menor duda de que se trataba de él, pero parecía no reconocerme. Me saludó como si nunca me hubiese visto.
Se había convertido en un hombre muy guapo, alto y bien vestido; llevaba el pelo un poco más corto con unos pequeños fleques que cuando lo conoció, pero su color seguía siendo negro oscuro con reflejos azulados.
—Encantado de conocerte —él dibujó una amable sonrisa en sus labios.
Esos labios una vez la hicieron derretirse con sus caricias; esos labios habían jugado con ella, la amaron y la arrastraron salvajemente a la pasión. Ahora, esos mismos labios pronunciaban con formalidad frases hechas de presentación.
— ¿Qué tal? —respondió, sin poder creer aún lo que veían sus ojos. ¿Dónde habría estado todos esos años?
Los hombres y Tsunade se retiraron y ella, incapaz de otra cosa, los siguió con la mirada. ¿Estaba pasando todo eso? No dio señales de reconocerla. ¿Habían pasado tantos años para que ni siquiera la hubiese identificado?
Él tuvo tiempo de sobra para estudiar sus facciones al entrar en el salón. ¿Había experimentado el mismo shock que ella al encontrarse con alguien que le recordaba un remoto pasado? ¿Preferiría esperar a que estuviesen solos para abrirse? ¿Le explicaría entonces lo que hizo todos esos años y preguntaría a su vez qué había sido de su vida?
—Tomemos asiento y empecemos —Tsunade se sentó a la cabecera de la mesa e indicó a Sasuke que hiciese lo mismo a la derecha.
Tome asiento enfrente, pero a varias sillas de distancia de Sasuke. Los demás miembros del comité se acomodaron sin apartar la mirada de su jefa.
—Estamos aquí para discutir la estrategia a seguir para el nuevo proyecto. Es particularmente oportuno ahora que Sasuke se une a nosotros.
_ Como ustedes saben, Sasuke se encargará del trabajo de Sasori; por lo tanto, los próximos días cada uno de ustedes se reunirá con él para ponerlo al tanto de la situación de sus departamentos. En este momento, concentraremos nuestras energías en el proyecto Raíz Konoha.
Al iniciar su introducción al citado proyecto, sugirió repasar la filosofía de la compañía, subrayando la estrategia a seguir, y los motivos a alcanzar sus metas.
Me costó trabajo concentrarse en lo que Tsunade decía. Había escuchado lo mismo muchas veces, pero lo más importante era que no tenía cabeza para otra cosa que no fuese Sasuke Uchiha.
¿Qué estaba haciendo él allí? ¿Cómo se produjo su unión a la Corporación Senju? Y lo más importante, ¿dónde estuvo esos últimos diez años? ¿Habría pensado también que no volvería a verla?
Por un instante baje la guardia, pero de inmediato discipline mi mente.
No pensaría en el pasado ahora; tendría que poner atención cuando Tsunade se enfrascara de lleno en el proyecto.
Otra mirada fugaz a Sasuke me confirmó que era real. Él, obviamente, había sido contratado para realizar la función más importante en la compañía Senju, en colaboración con Tsunade.
Se rumoreaba que Sasori había sido preparado para el puesto clave; ¿significaba eso que Sasuke encajaría en ese puesto?
Los años lo habían tratado bien, pues había madurado y seguía siendo endemoniadamente guapo.
Llevaba con estilo y naturalidad un elegantísimo traje… a él siempre le habían gustado las cosas de calidad. La licenciatura en la Universidad de Tokio resultó ser el primer escalón hacia una carrera de éxito, llenándolo de prestigio y brindándole una posición económica que le permitía adquirir artículos de la más alta calidad.
«Siempre compro lo mejor», solía decir. Estaba en su mejor momento, parecía tan seguro, dinámico, y proyectaba una imagen de autoridad, poder y responsabilidad.
Se me encogió el estómago al admitir eso. Estaba muy contenta en la compañía Senju. Le había dedicado muchos años de mi vida trabajando arduamente y contribuyendo a su expansión, pero la llegada de Sasuke cambiaría todo.
Alteraría el ritmo de trabajo de la empresa. ¿Acaso Sasuke veía a la Corporación Senju como una compañía donde podría crecer tanto como él quisiese, o la estaría usando como un escalón más para lograr sus propias ambiciones?
Tsunade se aclaró la garganta y buscó entre los papeles que tenía delante. tuve que dejar de pensar en Sasuke y concentrarme en el trabajo.
—Pasemos al nuevo proyecto. Industrias Shinobi es amenazada con pasar a formar parte de Akasuki Forest Products.
La oferta es capitalizar las series de retrasos que las Industrias Shinobi han experimentado en los últimos trimestres debido a los cambios en la legislación referente a la recuperación de los bosques.
Pedí a Naruto que hiciera el análisis financiero.
Al escuchar lo anterior, abrí la carpeta que tenía delante y saque un informe financiero. Naruto era claro y sucinto; el análisis estaba hecho a la perfección y mostraba los puntos débiles de Shinobi, la forma en que la fusión de la compañía afectaría a los socios y el impacto fiscal en el mercado.
Si era posible, a la larga sería más provechoso evitar la fusión, pero los socios sólo estaban interesados en ganancias a corto plazo.
En eso consistía el negocio de Corporación Senju, en proporcionar asistencia experta a las empresas en peligro de quiebra, ayudar a los directores de compañías a defenderse de los socios cuya única motivación eran los beneficios rápidos y fáciles sin importarles la estabilización de la compañía.
Llevaba ocho años en la corporación Senju. Empecé como ayudante pero, siempre deseosa de superarme, de aprender todo, trabaje duro hasta convertirme en una triunfadora. No fue fácil, pero valió la pena.
Ahora era la directora de relaciones públicas. Su grupo se encargaba de la relación interna de la compañía en peligro, ya fuera entre directivos, socios o empleados.
Una vez que la Corporación Senju se ocupaba del caso, toda la comunicación interna de la compañía en cuestión era revisada por mi y mi departamento.
Mi trabajo consistía en presentar a la compañía en peligro sobre las mejores bases, evitar el descrédito y restaurar la confianza entre los empleados.
Me gustaba lo que hacía; amaba mi trabajo. Había encontrado el puesto ideal para desarrollar mi talento y todo parecía ir sobre ruedas…
Ahora Sasuke Uchiha se unía a la corporación como vicepresidente. Tendrían una relación directa y constante al trabajar juntos. ¿Lo soportaría? Después de todo lo que había pasado entre ellos, ¿podrían sobrellevar una relación así?
Como vicepresidente de planificación, Sasuke estudiaría en detalle, todos y cada uno de los proyectos, establecería el plan de ataque para cada cliente y coordinaría las diferentes funciones para asegurarse de que todo saliera perfecto.
Siendo nuevo en la empresa, aunque no en la profesión, necesitaría el apoyo incondicional de cada departamento y tiempo extra para revisar los planes de acción anteriores.
— ¿Alguna pregunta? —preguntó Naruto con sonrisa aparentemente tímida. Miró a su alrededor y quedó complacido.
Clave la mirada en la libreta de trabajo. Había dejado que mi mente volviera a divagar y me había perdido gran parte de la exposición de Naruto.
Tenía que evitar su mirada; no podía permitirse el lujo de dar un paso en falso. El informe que tenía en sus manos era claro y me prometí leerlo con calma para estar al corriente. Si no comprendía algo, se lo preguntaría después.
Debía concentrarme; una auténtica profesional no permitiría que cosas sin importancia la distrajeran. ¡Pero aquello no se trataba de algo sin importancia!, clamó una voz interior.
—Neji, ¿qué hay acerca de la propuesta? —preguntó Tsunade al hombre que estaba sentado al lado de Sasuke.
Observe de reojo una vez más a Sasuke y me sorprendió descubrir que me miraba con expresión desconcertada.
Él tenía la costumbre de mirar fijamente a las personas, de prestarles toda su atención.
Ruborizada, desvié los ojos hacia Neji. Mi corazón empezó a latir con fuerza mientras mi cuerpo reaccionaba a la presencia de Sasuke Uchiha sentado a unos cuantos metros de mí.
Debía prestar atención, ignorar a Sasuke y recordar que estaba allí para trabajar.
El resto de la reunión resultó confusa para mí. Repetía cada una de las palabras en mi mente para poder comprender lo que los demás decían.
No debía permitir que mis pensamientos divagaran. Tome notas pensando en la forma de hacer público lo que querían para Industrias Shinobi: cartas a los socios, a vencedores, clientes y empleados.
Algunas serían redactadas en lenguaje administrativo y otras en forma personalizada, según las circunstancias.
De vez en cuando, mis ojos se clavaban en Sasuke. Demasiado frecuentemente para que él no lo notara.
Entonces, incómoda, desviaba la vista con rapidez. Sin embargo, quería seguir mirándolo, descubrir los cambios que sufrió en esos años, si aún me parecía atractivo y si su presencia seguía ejerciendo la misma magia en mí.
—Entonces —dijo Tsunade, observando al pequeño grupo.
—, los próximos días Sasuke se entrevistará con cada uno de ustedes. Volveremos a reunirnos la semana próxima a la misma hora para comentar nuestros progresos.
En este caso en especial, deberemos movernos con rapidez. Ahora, ¿qué sucede con el caso Kurama?
Sobre este tema y para terminar El resto de la reunión cada director dio un informe del área a su cargo haciendo hincapié en los avances de sus trabajos.
Regrese exhausta a mi despacho debido al shock de haber vuelto a ver Sasuke y al esfuerzo por ignorarlo cuando cada uno de mis nervios permanecía pendiente de él.
Le temblaban las manos y sintió que se le doblaban las rodillas. Debía controlarse antes de entrevistarse a solas con él.
Faltaba media hora para que terminara la jornada laboral; sin embargo, mi secretaria ya se había marchado.
Aprovecharía el tiempo para revisar el resto de la correspondencia y dictar una nota para Hinata. Era necesario que me ocupara en algo… al regresar a casa tendría tiempo suficiente para pensar en Sasuke Uchiha.
Estaba empezando a revisar la correspondencia cuando el encuentro que tanto temía y esperaba se hizo realidad.
—Saku, ¿verdad? —Sasuke se asomó a su puerta sonriéndole amistosamente.
Levante la cabeza; el rubor inundó miss mejillas y mi pulso se aceleró. Era muy alto… siempre lo fue, pero había mejorado desde aquellos días en que lo conoció, aunque seguía conservando su figura esbelta, piernas largas y hombros anchos y musculosos.
Su rostro era más maduro y tenía una ligera cicatriz. Sus ojos tenían una mirada cálida con sus bellos ojos ónix. Su cabello era de color negro, sedoso y brillante. ¡Dios, qué buen aspecto tenía!
—Sí —sabía perfectamente quién era; ¿a qué quería jugar?
—Como Tsunade dijo, necesitamos hablar para ponerme al día.
Moví la cabeza.
—Lo sé, pero no aquí ni en este momento.
—Ya se ha hecho tarde. ¿Qué tal si te invito a tomar una copa y me pones al corriente?
— ¿Ponerte al corriente? —preguntó desconcertada. ¿Acaso querría que le contara lo que había sido de ella en esos diez años?
—Quiero que me expliques de una manera general tus planes para la campaña de comunicación, lo que haya funcionado en el pasado y lo que piensas del presente.
Estaba apoyado en el marco de la puerta, tranquilo, sin actitudes misteriosas, con el expediente de la Corporación Shinobi en la mano.
¡Hablaba de negocios!
—Esta noche tengo un compromiso —respondí serena, preguntándome cuándo pensaría hablar del pasado. Esperaba que él lo hiciera primero; después de todo, fue Sasuke quien se había alejado.
— ¿No puedes cancelarlo? Dijo.
Negué con la cabeza. No lo habría hecho, aunque hubiese tenido un compromiso. En el pasado, hubiese hecho cualquier cosa que le pidiera con tal de hacerlo feliz. Pero ya no.
Él se encogió de hombros.
—Lo dejaremos para otra ocasión. ¿Cómo está tu agenda para mañana?
Consulte mi calendario y respondí severa.
—Estaré libre de las nueve y media hasta el mediodía. Por mí, estará bien a cualquier hora.
—Te veré a las nueve y media —la miró con los ojos entrecerrados
—. ¿Nos habíamos visto antes? —le preguntó.
—De haberte conocido antes, estoy segura de que te recordaría —respondió volviendo a sumirse entre los papeles de su escritorio.
—No sé; hay algo confuso en mi mente… Oh, bueno, ya lo recordaré. Buenas tardes, Sakura.
Levante los ojos al notar que se iba. «Ya lo recordaré».
Ocupó mis pensamientos durante todos esos años, y aun ahora la perseguía en sueños… ¡y ni siquiera podía recordarla!
¿Su relación había significado tan poco para él que no recordaba ni su cara?
¿Es que ella cambió tanto en esos años, que Sasuke olvidó hasta de su nombre
Fue él quien la llamó Saku por primera vez. Toda su vida fue Sakura hasta que Sasuke acortó su nombre. Y, conservó el Saku con la esperanza de hacerlo regresar.
Estúpida superstición. Y si hubiese regresado, ¿qué habría hecho?
Me levante temblorosa y cogió mi bolso. No podía más, terminaría la correspondencia por la mañana. Deseaba refugiarme en la seguridad de mi casa.
Conducía a través del pesado tráfico de Tokio y mis nervios se tranquilizaron con el golpe de las gotas de una llovizna imprevista.
Era una de sus maneras de Tranquilizarse Favoritas, y las luces de Tokio se reflejaban en las gotas agua se veía tan Hermoso, hasta que Reaccione cuando llegue a recoger a mi hija.
La niñera de Misuky me saludó al verme entrar mientras un pequeño bólido de energía corría a abrazarla. la apreté sólo un momento.
No podía permitir que la niña se diera cuenta… Misuky era demasiado lista y detectaría de inmediato que algo andaba mal al verla actuar de distinta forma.
—Hola, mami, has llegado muy pronto. Estaré lista en un segundo. He tenido un día estupendo en el colegio y la señora Shizune y yo hemos hecho galletas —volvió a abrazarme y atravesó el salón para recoger sus libros.
—¿Cómo te va, Sakura? ¿Tendrá vacaciones pronto? —le pregunto Shizune mientras esperaban que Misuky terminara de recoger sus cosas.
—Las estoy planeando para Navidad. Tenemos un nuevo proyecto, pero espero que no interfiera.
¿Lista, cariño? Le pregunte a mi hija
Observe a mi hija buscando algún parecido con su padre. Misuky tenía el pelo Negro de Sasuke, lo mismo que la barbilla cuadrada y su misma personalidad.
Quería mucho a mi hija, pero trataba de no pensar en su padre cada vez que la miraba. Sin embargo, esa noche un agudo dolor se clavó en mi corazón.
Se despidieron de la niñera y recorrieron en el vehículo la corta distancia que las separaba de su apartamento.
Orgullosa de mi hogar, aparque el coche. Apenas había comprado la casa el año pasado, al ser ascendida a directora. Era perfecta para mi hija y para mí, pues tenía dos dormitorios con baño, un salón de estar bastante amplio, comedor y cocina equipada con todo lo necesario. Para mi representaba un auténtico triunfo.
Mi hogar era mi refugio. Me relacionaba muy poco con mis compañeros de trabajo, mantenía mi vida personal separada de la profesional. No hablaba mucho de mi hija y jamás lo hacía de su pasado.
—¿Qué hay para cenar? —preguntó Misuky , al entrar en la cocina decorada en azul y blanco.
—Spaghetti, ¿está bien? —sonreí; conocía la respuesta.
—Súper, ¿y pan de ajo también?
—Sí. Guarda tus libros, lávate las manos y podrás preparar el pan. Me cambiaré de ropa y enseguida preparo el spaghetti.
Cene tranquilamente, charlando con Misuky de su día y escuchando con cariño cuando le describió las travesuras de ella y sus amigas.
Ayudó a la niña a hacer los deberes. Sabía que tan pronto como se quedara sola, cuando Misuky estuviese en la cama, los recuerdos regresarían.
Finalmente la pequeña se quedó dormida y el apartamento en silencio.
—¿Por dónde debía empezar? ¿Por aquel día soleado en que se conocieron, por las felices e interminables horas que pasaron juntos… por el último día que lo vio… o por los años sombríos que siguieron?
No deseaba recordar nada de eso. Los días felices pasaron, y los oscuros la llenaban de tristeza y melancolía al recordar el amor perdido.
Debía pensar en los años malos para evitar que le volviera a suceder. Ya no era una ingenua, ya no creía en nada. No volvería a tomar en serio las falsas promesas de un amor eterno; seguiría sola por la vida.
No Le había reconfortado pensar que a Sasuke no le importó su relación.
No esperó verlo ese día; de hecho, no esperó volver a verlo jamás. Sabía que Tsunade había entrevistado a alguien que ocuparía el lugar de Sasori, mientras ella estaba fuera de la ciudad, debido a aquella reunión en Beijing relacionada con el asunto Kurama.
Se fue precisamente la semana que el candidato visitó las oficinas para conocer a los jefes de departamento.
¿Qué hacía Sasuke en la compañía Senju? Ella pensó que había ido a Hong Kong en busca de fortuna y buena posición. Sin embargo, ahora estaba en Tokio… y en la Corporación Senju.
¿A qué se dedicó esos diez años? ¿Había permanecido en Tokio todo ese tiempo? ¿Pensaría en ella alguna vez?
Y ella, ¿cómo pudo casarse con un hombre que simplemente una mañana se alejó de su vida?
¿Cómo pudo amar a un tipo que no se preocupó por ella, que se marchó sin decir siquiera adiós? Todo había terminado hacía mucho tiempo.
Y ahora, ¿podría ella trabajar a su lado, ser cordial y respetuosa, mientras recordaba con odio lo que él le hizo?
¡Dios mío!, él fue su marido y ahora simplemente le preguntaba si se habían conocido en alguna parte.
Un agudo dolor me atravesó el corazón. Diez años antes lo amó intensamente. Deseó no haber vuelto a verlo. Todo iba a cambiar.
Espero les haiga gustado el cap pronto subire el el proximo mientra mas Review mas rapido y con respecto a mi Primer fic Mi Amado Profesor de TeaTro ya prontito lo actualizo jejjeje lo tenia olvidado ... saludoss espero dejen algun review :)
