·Disclaimer: Los personajes son de Rowling...Aún.
·Advertencias: AU, tomo el sexto tomo, pero algunas cosas cambian. Slash. Lemon. Lime. Tortura. Manipulación y otras cosas lindas que se irán viendo a medida que esto avance~.
·Nota: Todo lo importante, está abajo, para evitar problemas, por favor, léanlo C:
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Capítulo uno: Inicios en papel.
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Harry llevaba encerrado en su habitación prácticamente todo el verano. Por pedido de Dumbledore, había tenido que quedarse con los Dursley nuevamente y éstos lejos de tratarlo como su empleado personal, se dedicaron a ignorarlo olímpicamente, sin obligarlo a que hiciera los deberes que —mal que mal— ya estaba acostumbrado a realizar en aquellas fechas. Y por ello, había tenido una cantidad de tiempo libre que ni siquiera pudo ser llenado con la realización de todos sus deberes, oh sí, absolutamente todos sus malditos deberes ya estaban prolijamente hechos y guardados en su baúl… ¡y ni siquiera llevaba medio mes en la condenada casa! Seguramente a Hermione le daría un ataque y echaría espuma por la boca durante horas si supiera aquello, pensó Harry sonriendo con satisfacción ante la idea.
Y por ello, sin deberes hogareños ni escolares; ahora estaba tirado en la cama, aburriéndose hasta la muerte. Miró el techo, intentando perder el tiempo contando las grietas… desgraciadamente aquello no tenía el resultado positivo que esperó. Frustrado y queriendo destruir algo, pensó en que Dumbledore podría por lo menos, haber tenido la mínima decencia de dejarle enviar cartas a sus amigos. ¡Pero no fue así! El director le había dicho que sería peligroso mantener comunicación con el exterior, especialmente ahora que Voldemort estaba activo y que lo mejor, era que se mantuviera seguro, encerrado en su casa, evitando que el resto corriera riesgos innecesarios.
Cuando le dijo aquello, Harry quiso patearlo en el culo de la peor manera posible.
¿Cómo iba a estar todo el maldito verano sin contacto? Era…Era… ¡Absurdo! No iba aguantar todo ese tiempo sin comunicación, aislado completamente y ¡Oh, Merlín! ¡Cómo si el loco megalómano de Voldemort no supiera donde vivía ya! Tomando en cuenta lo obsesionado que estaba el mago oscuro con su vida, le sorprendería que las cosas no fueran así.
Pero sin importar cuantas miradas de odio (que hábilmente copió de Severus Snape) le enviara al anciano director, éste se mantuvo impasible con su propuesta y ningún pequeño cambio fue añadido.
Y Harry había pagado con eso todos los días de aquel verano.
Dio una vuelta en la cama, quedando su cara frente al escritorio que tenía algunas cartas que inútilmente había intentado enviar. Todas y cada una de ellas no fueron capaces de cruzar la barrera que protegía el hogar de lo Dursley; haciendo que Harry llegara a la conclusión de que el director había reforzado los escudos para que no incumpliera su orden.
Dumbledore iba a pagárselo; no sabía cómo, pero iba a tomar venganza sobre esto.
Y mientras su mente ideaba maneras de decir algo totalmente demencial que hiciera al director explotar frente a todo el colegio (como que se había unido al Lord porque se enamoró de él…), una idea, una muy macabra idea cruzó velozmente por su cabeza; haciéndole sonreír de una manera que a cualquiera, le perturbaría muchísimo.
El director había dicho que no podía escribirle a sus amigos y él había comprobado perfectamente que así era... Entonces, ¿porqué no escribirle a algún enemigo?
—Soy un puto genio —masculló para sí, levantándose de la cama de un asalto y dirigiéndose a toda velocidad a su escritorio—. ¡¿Cómo no lo pensé antes?
Y la risa que soltó a continuación fue tanta o más preocupante que sus gestos anteriores.
Se sentó y pensó sobre qué persona sería más adecuada para mandarle una carta. ¡Tenía tantos enemigos, por amor a Merlín! y si eso en otro momento le hubiera preocupado, ahora simplemente le llenaba de dicha, porque tenía más posibilidades de escribirle a alguien y así, tener algo que hacer. Pensó en Malfoy, pero seguramente se cobraría las cartas cuando llegara el momento de regresar a Hogwarts; ¿Snape? Seguramente le quitaría todos los puntos de Gryffindor apenas tuviera la menor oportunidad y estaría en detención hasta el final de sus días. No, tenía que ser alguien más. ¿Lestrange? Lo único que quería hacerle a esa perra bastarda era torturarla hasta la locura y darle una dolorosa muerte por lo que le hizo a Sirius hace un año.
Siguió pensando en nombres hasta que cada uno era más poco probable que el anterior.
Y de pronto, su mente se iluminó con el único enemigo que le quedaba y el cual seguramente sería el primero en matarlo sin la menor vacilación: Lord Voldemort. Bien…eso podría llegar a tener muchos puntos en contra, pero definitivamente él no iría al colegio a cobrar venganza (no como lo harían Malfoy y Snape) y además, el bastardo quería matarlo de todos modos. Así que no perdía mucho.
Y, por la ropa interior de Merlín, la idea era demasiado buena como para dejarla pasar así como así.
Sonrió mientras se acercaba a su escritorio y tomaba la pluma y llenaba su punta con tinta. Si el mundo había pensado que tenía algún instinto de conservación, esto acababa de tirar esa idea por la ventana.
Tatareando una canción muggle, agarró un trozo de pergamino y comenzó a escribir. Oh, cuánto pagaría por ver la cara de su más grande enemigo cuando recibiera una carta hecha por él. Especialmente esa carta que estaba escribiendo…
Seguramente su locura acaba de tomar completo control de su mente, pues, ¿quién en su sano juicio le escribiría una carta a Lord Voldemort?
Harry, por supuesto, era el único suicida del mundo capaz de aquello.
Lord Voldemort se frotó los dedos contra las sienes, intentando en vano aplacar el dolor que desde hace unos minutos, le perforaba la cabeza. La razón se debía a sus Mortífagos y la manera tan….tan, incompetente que estos tenían de trabajar. De acuerdo, quizás todos los años que él tuvo desaparecido había pasado la cuenta, pero, por Salazar, llevaban dos años trabajando con él y la lentitud con que elaboraba sus planes era demasiado. ¿Tan difícil era planear un ataque a un pueblo sin importancia sólo para causar caos? Llevaba dos jodidos meses en lo mismo. Era sumamente desesperante que las cosas no avanzaran como lo tenía planeado…
Sumido en aquellas reflexiones, terminó llegando a sus habitaciones privadas y dispuesto a tomar una poción para su dolor se acercó a la mesa de noche que estaba al lado de su cama.
Entonces, si él tuviera un alma, ésta se le habría caído a los pies.
En su mesa, colocada inocentemente y esperando a ser leída, se encontraba una carta a nombre de Harry J. Potter.
Lo primero que pensó fue en destruir dolorosamente a la estúpida alma que se atrevió a bromear con él de esa manera; sin embargo, sabía que absolutamente nadie sería tan idiota como para siquiera atreverse a bromear con él. Además, el elfo doméstico que se encargaba de su correo se encarga de ver que sus entregas fueran completamente reales.
Entonces, la única conclusión que le quedaba es que la carta que reposaba en su mesa si era de Potter.
Voldemort realmente no supo qué pensar.
Se encontró a sí mismo mirando la carta durante varios minutos, aún sin saber claramente qué pensar. No es como si tuviera todos los días correo de sus enemigos y por si eso fuera poco, realmente no sabía qué idea formarse con respecto a Potter.
Pensando que el chiquillo finalmente había sucumbido a la locura y que la carta sería seguramente una estúpida palabrería adolescente que le culpaba de todos sus traumas, decidió abrirla. (No sin antes comprobar si tenía algún maleficio, más por costumbre que por pensar que el mocoso realmente pudiera llegar a dañarle).
Cuando comenzó a leer, estaba listo para matar a la mitad del mundo sin la menor vacilación.
¡Hola, Riddle! ¿Adivina quién es? ¡Oh, sí! Tu niño preferido de todo el mundo. Apuesto a que te éstas preguntando por qué estoy escribiendo esto y bueno, me encantaría darte una respuesta tan asombrosa que tu mente sería destruida al instante; pero lamento decepcionarte con eso (si, muy triste, lo sé). Básicamente te estoy escribiendo esto porque me encuentro aburrido hasta la muerte. ¿Alguna vez pensaste en matarme así? Porque se te están adelantando, Dumbles está haciendo un formidable trabajo teniéndome encerrado donde mis parientes, alegando que no debo contactar al mundo porque tú podría dañarlos o porque seguirías las cartas. Já. Cómo si no tuvieras mejor manera de invertir tu tiempo (torturar a tus secuaces, matar gente y todo lo demás. Enserio, deberías conseguir una profesión, todo esto suena deprimente, aún para ti) o no supieras dónde vivo. Tomando en cuenta lo obsesionado que estás conmigo… Como sea, esto simplemente es una sana distracción, ya que no me puedo comunicar con mis amigos. Así que pensé que podría, no sé, restaurar lazos con mi mayor enemigo mientras tanto. ¿Qué me dices, Tom? *sonríe* (Aunque debo reconocer que restaurar lazos con alguien que no tiene nariz es un poco preocupante… *escalofríos*) Dudo que hayas llegado hasta aquí, me sorprendería que no hubieras quemado la carta o torturado a alguien apenas la abriste; de todas formas, esto me sirvió para entretenerme durante un buen rato. ¡No tenía idea de que escribirte fuera tan complicado! Y bueno, espero que Hedwig haya logrado escapar con vida antes de que recibieras esto. Estaba tan aburrido que la perspectiva de escribirte arruinó cualquier precaución que pudiera tomar. Tómalo con un cumplido, Voldy, no todos los días le escribo a un enemigo. ¡Menos a ti! O envío a mi lechuza personal para entregar algo. Siéntete importante. En fin, al parecer la Orden está armando jaleo abajo y tengo que ver lo que sucede. Por cierto, trata de no ser tan psicópata y mata a menos gente, eso no ayuda a tus ideales. Atentamente. El Niño-que-Vivió. (Sí, fue escabrosamente divertido escribir esto último sólo para torturarte).
Lo primero que pensó (aparte de matar a media humanidad) fue que el muchacho acababa de traspasar todos, pero absolutamente todos los límites de la demencia. Cómo era tan…tan… Mierda ¡Ni siquiera encontraba palabra para expresar la estupidez del chiquillo por tener la osadía de escribirle!
Y luego el mundo se preguntaba por qué le gustaba tortura a la gente.
Miró la carta que todavía colgaba inerte en su mano, aún sin atreverse a creer lo que su mayor pesadilla le había hecho. Finalmente, tras varios minutos de debate donde pensó en ignorar el correo sinsentido, decidió escribirle de vuelta, para aclararle muchos puntos a ese insolente muchacho.
¿Creía que simplemente iba a escribirle sin tener consecuencias por ello? Oh no, absolutamente nadie le escribe a un Señor Oscuro sin pagarlo duramente. ¡Mucho menos de esa manera! Así que, tomando un pergamino e ignorando su dolor de cabeza, comenzó a redactar una respuesta que le dejaría en claro a Potter, donde se estaba metiendo y con quién estaba hablando.
Y es que el muchacho debería saber que es fácil provocar a Lord Voldemort. Uno lo pensaría al ver todos los años de "relación" que mantenían. Pero al parecer, su genio no alcanzaba para tanto.
Mirando su respuesta, Voldemort invocó a una de sus lechuzas y la envió donde el chiquillo. Cuánto le hubiera gustado ver la cara del muchacho cuando viera que no sólo leyó su estúpido intento de mensaje, sino que le respondió.
Notas finales:
Primero, el inicio de este fic se parece muchísimo a An Idle Mind Is The Devil´s Playground, de Night Flame Niko (y que si no me equivoco, está siendo traducido al español). Pero, antes de cualquier linchamiento(?) el resto del fic no tiene absolutamente nada de parecido. De hecho, toman caminos super diferentes. Así que, no es plagio ni nada por el estilo. De hecho...cuando comencé a hacer esto ni idea que existía el otro y cuando supe fue bastante wtf, en realidad. Pero bueno, son cosas que pasan, imagino.
Ahora, respecto al fic no tengo mucho que aclarar. Hace varias semanas iba a subirlo aquí, pero por uno que otro motivo no lo hice hasta hoy. Tengo algunos capítulos ya hechos, pero con la esperanza de volver a avanzar, actualizaré este de a poco. A ver si cojo el ritmo de nuevo.
Creo que no tengo mucho que aclarar más que esto, así que, nos veremos en el otro capítulo C:
¡Gracias por leer~!
¿Review :3?