CUANDO LO CONOCÍ
Capítulo 1: La Chica nueva
BELLA's POV
Un nuevo comienzo… No es así, como si fuera la gran hazaña pero me he propuesto aprender francés y hoy es mi primera clase. No he sido nunca de las personas que se les facilita socializar o hacer amigos rápidamente y mucho menos si tengo que demostrar ante otras 14 personas lo "buena" que soy para los idiomas pero no hay nada que hacer ya, ¡prepárate Bella, aquí vamos!
Estaba caminando muy despacio con mis audífonos puestos al máximo volumen; entre menos me relacionara con el mundo, mejor, además que me ayuda a aplacar mis nervios por ésta clase. ¿Quién no lo estaría al ir a un curso donde no conoces a nadie y casi que todos los demás si se conocen? Supongo que cualquier persona, pero hoy esa situación me pertenece a mí. Isabella Swan.
Tomé el autobús al que milagrosamente llegué con buen tiempo y no tuve que correr para alcanzarlo. Voy sentada junto a la ventana, en realidad no le estaba prestando atención a nada, mi cabeza no se puede concentrar en lo más mínimo y eso no es para nada bueno cuando vas para una clase donde ocupas concentrarte y permanecer atenta en todo momento. Comúnmente soy una persona que obtiene buenas calificaciones y que las materias no la asustan con facilidad pero hoy mi fuerza se ha quedado dormida y al parecer ella sí que está completamente en contra de aprender un nuevo idioma a pesar de que ahora sea una de las cosas más necesarias para poder aspirar a un mejor futuro, de acuerdo eso ni yo me lo creo… pero tampoco necesito ser tan pesimista, no justo ahora.
Es momento de bajar del autobús, lo que quiere decir que me encuentro un paso más cerca de tener que entrar a esa clase donde me tendré que presentar: mi nombre, mis gustos, dónde vivo, si tengo novio y acceder a cualquiera de las preguntas que mis queridos nuevos compañeros me hagan, aún estoy a tiempo para devolverme. Nunca me ha gustado ser el centro de atención de nadie y saber que voy en camino a serlo aunque sea por apenas unos minutos no es una de las mejores ideas que pueden cruzar por mi cabeza ahora.
Sin darme cuenta ya me encontraba frente al Centro de Idiomas de Forks un pequeño edificio que a partir de hoy me verá una vez por semana y que dudo que me logre dar aunque sea una alegría, en este curso presentaré exámenes como en cualquier otro pero aquí se destaca por ser estricto y sus estudiantes deben mantener el renombre o la costumbre de que todos salgan hablando un nivel bastante competitivo, pero aun creo que este lugar es incapaz de lograr milagros. Al presentar mi identificación me guiaron a la clase, fui la primera en llegar lo cual me sorprendió, todo lo que había hecho hasta ahora lo hice con mucha paciencia esperando llegar a mi clase justo a tiempo pero, llegué faltando quince minutos para dar inicio a la clase, ahí me di cuenta que el tiempo es un traidor.
Varios jóvenes llegaron pero no es como si quisiera entablar una conversación con alguno de ellos, definitivamente ¡NO! Esos fueron los quince minutos más largos que he pasado, sentirme observada por cada uno de los que me rodeaban no se volvió la más agradable bienvenida, pero para mi gracia o desgracia ya es hora de entrar a la clase, mi profesor ya se encuentra adentro y al mal paso, darle prisa. Fui la primera en entrar y como es típico de mí me senté en el fondo de la fila, varios muchachos y muchachas entraron, tenían caras simpáticas pero todos eran muy buenos amigos como para admitirme con ellos, no es como si lo quisiera pero hay que admitirlo sentirse ignorado tampoco es una de las mejores sensaciones.
Mi profesor comenzó a tomar la lista para asegurarse de que todos estuvieran mientras que nos pedía que formáramos un círculo con las sillas ahí me di cuenta que se aproximaba la hora de las presentaciones, por dicha mi nombre se encuentra a la mitad de la lista y eso asegura que no seré por nada del mundo una de las primeras.
No le presto atención a ninguna de las presentaciones, luego de oír el nombre es como si todo lo demás no tuviera gran importancia, hasta que un chico apareció en la puerta con una leve sonrisa torcida que me sacó de un salto de todos mis vagos pensamientos filosóficos. Llevaba su cabello un poco largo y desordenado, era un día frío y llevaba puesta una jacket oscura, jeans y tennis, algo informal pero le quedaba bien, el chico tenía buen gusto para vestir. Creo que el profesor le dio la bienvenida en un tono algo sarcástico, creo que no es la primera vez ni la última que llega tarde. Desvié mi mirada de él, creo que ya lo había visto demasiado, sino es que ya estaba babeando, me sobresalté al sentir que se sentó a mi lado, ¡rayos! Este chico huele bien, podría drogarme fácilmente con su perfume. Los demás siguieron con sus presentaciones pero al parecer ni a él ni a mí nos interesaban, me tocó suavemente el hombro para que lo mirara en un susurro se presentó
―Hola, mi nombre es Edward ¿y el tuyo chica nueva?
EDWARD's POV
Al igual que con todas mis clases, iba tarde, considerablemente tarde, la ventaja era que mi profesor ya se acostumbró y sabe que soy un caso perdido, de todos modos no es extraño en lo más mínimo para mis compañeros de ese curso al que aun no sé cuál es el motivo por el que sigo yendo.
Estando frente al edificio ni siquiera me digno a acelerar el paso, llegaré como siempre, tarde, no hay porqué correr, ni siquiera una chica bonita en mi salón para sorprender, bien como es costumbre debo entrar. Pon tú mejor cara de chico bueno Edward.
Como ya es típico en mí, toqué la puerta anunciando mi llegada; el profe me saludó de una manera bien sarcástica pero en ese momento eso era lo que tenía menos importancia, había una chica nueva en mi clase se le notaba en la cara que estaba nerviosa y que no estaba prestando mucha atención a las presentaciones que mis otros compañeros estaban haciendo, así que no tuve que pensarlo mucho para decidir sentarme a su lado.
Noté como su cuerpo se tensó levemente al sentir que tomé la silla que se encontraba a su lado, pero no sé cómo hizo para no voltearse, apenas un leve movimiento fue lo que hizo con su cuerpo, nunca había visto a una chica tan tímida como ella, parecía como si deseara pasar desapercibida ante la vista de los demás pero lo siento chica nueva ahora estás entre mis ojos.
No aguantaba más, sé que no le está prestando atención a los demás así que voy a tener que aprovechar eso, le toqué suavemente su hombro y me miró con una leve cara de ¿asombro? Y sin pensar le dije.
―Hola, mi nombre es Edward ¿y el tuyo chica nueva?
BELLA's POV
No encontraba mi voz ¿A dónde mierdas se había ido mi voz justo ahora cuando un chico me habla? cuando por fin la encontré, le contesté.
―Soy Isabella pero dime Bella, prefiero que me llamen así…
De acuerdo no fue la mejor presentación que haya habido en el mundo pero al menos pronuncié mi nombre, y me di cuenta de algo más. Un "pequeño" gran detalle… tiene unos ojos hermosos, podría perderme en ellos con mucha facilidad así que como nota mental cuando le hables no lo mires directamente a los ojos Bella ¡NUNCA!
Las presentaciones ni las sentí, mucho menos la clase misma, estaba más que concentrada viendo al chico Edward y cada uno de sus movimientos quizás es algo exagerado pero debo admitir que entre este chico y el francés, lo prefiero a él. Sin darme cuenta la clase se acabó. En qué momento escribí en mi cuaderno la tarea que nos habían dejado sigue siendo desconocido para mí no puedo creer lo absorta que me encontraba en él.
EDWARD's POV
La clase por primera vez se fue volando, el tiempo en definitiva es un traidor, estaba disfrutando demasiado ver como Bella me observaba sigilosamente durante toda la clase, pude notar como veía mis manos al escribir, y cuando mi cabeza se giraba en alguna otra dirección que no fuera el frente ella aprovechaba y veía mi cabello al parecer le gustaba ver lo desordenado que lo tengo o al menos eso me parece a mí, es increíble que conozca a una linda chica sin tener siquiera que salir a buscarla.
Ahora debo aprovechar y conseguir su número antes que se vaya y tenga que esperar hasta la siguiente semana para volver a verla. Me encaminé hacia ella hasta que alguien a mis espaldas me llamó. ¡Mierda! No era nada más ni nada menos que el profesor para darme nuevamente una de sus charlas sobre la puntualidad y no sé qué mierdas más pero justo hoy esta charla la odié con toda mi alma. Mientras el profesor hablaba y hablaba giré mi rostro apenas para verla irse sola y darme cuenta que no era muy alta ni baja y que tiene un hermoso cuerpo y un cabello que caía suavemente en ondas por su espalda.
