¡Hola!
Esto si no lo tenia programado, aun no lo iba a subir D: pero amigas de un grupo me convencieron de hacerlo. Estoy algo insegura por este fic, porque siento que le falta muchooo para ser un buen fic de vampiros. Pero...aquí estoy, ¡tomando valor para enseñárselo! este aun no termina, me faltan dos capis para finalizarlo, y bueno...es por eso que también me anime a subirlo :D
Si me han seguido de mis otros fics, se darán cuenta que es una manera diferente de escribir, si no se dan cuenta en este capi, se darán cuenta en los demás si lo siguen leyendo :3 tambien, NO HABRA ADELANTOS en este fic, lo hará mas emocionante y las intrigara mas, bueno...eso digo yo :p
Espero les guste. Espero criticas de todo tipo: buenas, malas, lo que sea, sera bien recibido :D
ADVERTENCIA: Esta historia es ficticia, los personajes no me pertenecen si no a su respectivo autor: HAYIME ISAYAMA, yo solo los uso para fines perversos (?).
CAPITULO I:
Caminaba por el gran pasillo hecho de piedras de río, donde no se encontraba ninguna ventana, pero es que ni falta que hacia; solo era alumbrado por una antorcha con fuego cada 20 metros de distancia. A cada paso que daba, el resonar de sus zapatos no se hacia esperar, advirtiendo a las personas en las habitaciones que pasaba tanto de lado derecho como izquierdo de que el sujeto no descansaba, de repente se asomaban manos saliendo por las pequeñas rendijas de cada puerta como si se tratase de una especie de ruego; de una casa embrujada donde muchas manos de seres desconocidos esperan tomarte, pero "ellos" pedían el manjar liquido para poder saciar su sed y ahogar sus gargantas en ese único deleite que tranquilizaba su ya de por si nula existencia. Y es que, para los que se encontraban fuera era ya de por si una pesadilla su vida como para todavía "alimentar" a aquellos que eran retenidos por circunstancias un tanto sabidas, y de otros no, siendo un completo misterio.
-¡ey! ¿ya terminara tu guardia?-pregunto un hombre de cabellera oscura y aspecto siniestro que arrojaba bolsas llenas de ese liquido carmesí a las manos que salían por cada puerta de las habitaciones de puertas de metal grueso.
-si, pero sabes bien que aquí no hay ninguna diferencia entre tiempo, días, o años-escruto, aquel comentario por parte de su compañero era molesto hasta cierta manera. No era alguien con el que se llevara bien, pues siempre discutían sus términos de trabajo, pero al final habían sido amigos hace mucho por lo que solo se trataban de manera cordial.
-si lo se...solo lo hago para romper un poco la rutina y porque Pixis quiere verte después de que termines.
-¿a mi? ¿para que?
-no sabria decirte, tendrás que ir tu mismo y averiguarlo-finalizo, enfocándose en su tarea.
-de acuerdo, y por favor no tomes ninguna bolsa, sabes que son escasas; tu ración ya fue dada antes del anochecer.
Giro para seguir con su camino escuchando un tronido de dientes en queja de su compañero por la reprimenda. No es que a el le importaran muchos los racimos de la comida, pero sabia que era demasiado escasa como para poder tomar mas sin que nadie se percatara de ello.
Anduvo caminando solo algunos pasos mas sabiendo por instinto que era "hora" de terminar y poder beber aquella sustancia que le haría entrar en un estado de sopor y, que al igual que todos, les refrenada las ansias de salir a cazar, no siendo precisamente animales.
LLego a lo que se podía llamar oficina del mayor, toco al menos unas dos veces para anunciarse y luego fue respondido por un "adelante". Para cuando entro se encontraban varios hombres que le dejaron su mirada diciéndole "así que es el"; algo en el le decía que se podría tratar de un asunto bastante serio como para que esas personas se encontraran ahí; y es que, después de al menos unas horas de que se metiera el sol por completo y que comenzara su trabajo, pudo distinguir movimiento tan "temprano" Esa noche había llegado un carro arrastrado por caballos que normalmente ese tipo de "tecnología" era muy normal para ellos a pesar de que el mundo a su alrededor ya usaba otros métodos que pocos o nadie conocía. Pudo darse cuenta que era algo especial.
-pasa, pasa Erwin. déjame presentarte.
El hombre de falta de cabello pero si un gran pronunciado bigote le presento a las 4 personas ahí paradas a lado suyo. No pudiéndose aprender los nombres porque, aunque sabia que era parte del protocolo quería brincarse eso y saber que es lo que pasaba realmente.
-el trabajo que hemos de encomendarte es que debido a tu ardua dedicación te ascenderé de puesto. Eres de los pocos que se ha mantenido a pesar de nuestra tan...precaria situación para conseguir alimento así mismo que alguien se haga cargo de los "exiliados", por lo que eres el indicado.
-gracias señor, es un honor; pero, si no le molesta me gustaría saber ¿cuales ese trabajo?
-jajajajaja no te gusta perder el tiempo ¿eh Erwin?-le sonrio ampliamente, parecía complacido con su "subordinado" y añadió:- bien, te diré. Estos hombres se encargaron de traer a uno de los "exiliados" mas peligrosos. Como sabrás hace algunos años existió una familia que poco se sabe de su apellido, linaje, así como del extraño "poder", por llamarlo de alguna manera, en su sangre. Creíamos que todos habían muerto en esa trágica exterminación, pero parece ser que...uno se salvo, y estará aquí con nosotros, y tu mi querido amigo, te harás cargo de su vigilancia.
-se refiera a...-su voz le tembló, y es que no era para menos. El estuvo ahí, hace tantos años atrás, que para su edad eso ya parecía mas una leyenda para los hombres mas jóvenes; por lo que, el saber de un sobreviviente cambiaba mucho las cosas.
-asi es, lo descubrieron matando una humana, y sabes que no podemos permitir eso ¿verdad? al menos no tan livianamente como este tipo se atrevía a hacerlo-su mirada endureció, el tema era serio y no podía irse con rodeos.
-pero señor...¡este lugar no es tan seguro! no quiero degradar la calidad de su trabajo, ni el de mis compañeros, y por supuesto el mio; es solo que, si es de esa sangre peligrosa...no me parece un lugar tan seguro para alguien de su calibre.
-es por eso mismo que te tengo a ti-defendio su punto callando a su subordinado.-eres el mejor, así que para que te vayas familiarizando es necesario que veas donde estará.
El mayor hizo una seña a dos de los 4 que se encontraban indicándole a Erwin que los siguiera.
Conocía ese lugar como la palma de su mano, así que se le hizo algo demasiado estúpido el que esos hombres lo guiaran cuando el conocía cada rincón de ese lugar; sin embargo, en cuanto bajaron a una puerta que ni siquiera sabia que existía le hizo advertir que no conocía a su superior del todo ni mucho menos aquel lugar que se había convertido en su hogar.
-aqui esta, es el cuarto mas seguro de esta fortaleza, no hay manera de que pueda salir-aseguro uno de los hombres.
Intento aproximarse, para poder visualizar al incauto en ese lugar, pero se llevo un susto de muerte al ser tomado de las solapas de su camisa en un agarre bastante certero y firme por las rendijas de aquella puerta; no eran lo suficientemente amplias, pero si lo suficiente para que esa mano lo tomara. Sabia que no podía lastimarlo desde esa distancia; a diferencia de los hombres que habían llevado a ese "espécimen" el mantuvo la calma ante uno ser de su pasado, el único que había logrado sobrevivir quien sabe como y en tanto tiempo.
-vaya...uno quedo vivo, creí que hace tantos años atrás había exterminado a cada uno de ustedes-le tomo la mano, alejándolo del, haciendo que le soltara, percatándose que esa mano era tan fría como la suya, solo con una gran diferencia; tenia uñas demasiado largas, llenas de una mugre de descuido, tal cual un pordiosero, pero no era ni cerca algo parecido.
-¡¿que hace?! ¡no lo provoque!-ordeno una mujer que era parte de aquellas 2 personas.
-señorita...Petra, ¿no es así? descuide...se hacer mi trabajo-fue una forma sutil de decirle que no se metiera en sus asuntos.
-te mordere con el único objetivo de matarte-le respondio la voz que encontrándose en una situación poco cómoda; tuvo que soltar al hombre, sin dejar de mirarlo con desdeño.
-apesar de tu situación...tienes agallas-la mirada la sintió que le quemaba la retina, pero pudo sostenerla, dándole oportunidad de conocer sus facciones gracias a la luz que proyectaba el fuego de las antorchas sobre las paredes; eran unos ojos pequeños y afilados, distinguiendo un color entre verde y gris que lo miraban gelidamente. Sus labios eran delgados, llenos de un carmesí que pudo asegurar que no tenia mucho que se había alimentado o, fue interrumpido en el proceso como le habían hecho saber. No parecía muy alto, pues cuando lo soltó vio que bajo algunos centímetros pero que no le evitaba o le intimidaba mirarlo como ese "exiliado" lo hacia, hasta que se alejo y se perdió en la oscuridad de la habitación.
-asi que...ya te enseñaron al nuevo inquilino-una mujer de lentes se aproximo a Erwin. y a las 2 personas
-¡Hanji! ¿que haces aquí? no me digas que...¿lo estudiaras?
-¡asi es! no me agrada la idea pero...¡es el único que queda de su especie!-sus ojos parecían brillarle con una extremada exageración.-asi que seguro sera de gran, gran ayuda.
-o...oiga...todos aquí somos iguales, suena como si fuéramos animales-comento otro hombre de cabello rubio y joven.
-jajaja lo siento...es que es algo que no puedo evitar, soy científica después de todo- se disculpo, aunque interiormente no lo sentía, sabia lo que provocaba a la gente con sus comentarios pocos delicados.
-disculpenla, les presento a Hanji-san, ella es medico...científica...realmente hace de todo por aquí, aunque no necesitemos de médicos, solo experimenta con la sangre y desde el confrotamiento no ha parado de investigar la fuente de ese extraño don que solo tienen los seres como el que nos trajeron.
-si, si. La conocemos, nosotros la trajimos.
Pasaban muchas cosas ese día; el espécimen raro, la llegada de esas personas y ahora mismo la llegada de Hanji involucrada en algo que parecía que le agradaba mas de lo que dijo que le molestaba.
Mas que el haberlo atrapado en medio de su comida, el problema era sacarlo de la habitación inmunda en la que lo habían metido; tenían que usar somníferos en forma de gas, o lazos que le sostenían el cuello y mordazas para evitar que los mordiera, bastaba solo una simple mordida de ese ser para que su vida -si podía llamarle asi- dejara de existir.
Esa ocasión lo amarraron en una especie de cama que lo sostenía de brazos, piernas y pecho quitando toda capacidad de moverse a libertad.
-jajaja es una fiera...-reia divertida la mujer de lentes tras, después de un forcejeo duro obtener sangre del espécimen en una jeringa.-ey Erwin...no te parece asombroso...este miligramo de sangre es capaz de matar toda una orda de vampiros en un abrir y cerrar de ojos, me sorprende que esta sangre corra por sus venas sin hacerle ni el mas mínimo daño-apreto un poco dejando salir un chisgete-me gustaria probarla-decia, con un singular brillo en sus ojos que se opacaba por el brillo de sus lentes tras las luces de las antorchas que le dejaban ver su demencia y pasión por esta tan especial sangre que corría por cada vena, por cada arteria del singular ser.
-Hanji...deja de jugar con eso...sabes que es peligroso-reprendio a la chica, conocía hasta donde podía llegar los extremos y peligrosos experimentos de la mujer y mas con algo que le apasionaba; la sangre de los "exiliados".
-jeje lo siento Erwin, pero es que...si tan solo pudiera probarla...
-sabes que no se puede...en la batalla de hace años muchos murieron por solo una mordida, quemados por dentro tal cual si hubieran sido quemados por el sol.
-si, si, me se ese cuento...ey...¿tu lo sabes?-miro al ser que se encontraba postrado sobre la cama de fuerza mirándola desairadamente.-a lo mejor no...pero tu eres especial...ojala pudiéramos darte un trato mas digno, pero no podemos arriesgarnos a perderte ni perder hombres.
El hombre apenas si se movió, miraba a Hanji odiandola por sacar sangre de su organismo; no obstante, a quien mas miraba era a el rubio recargado en un muro lejos del, con los brazos cruzados que también le devolvía la mirada. Si, ya lo conocía, o al menos de lejos, en aquella batalla de tantos años que para el no significaba nada, así como también suponía para el rubio de ceja poblada.
Los experimentos variaban de técnica, así como del sufrimiento del cuerpo del ser. Lo exponían al sol, pero no le pasaba nada, sabiendo que no era un vampiro cualquiera; su sangre ya lo decía, pero el que el sol no le afectara era otra rareza mas de su especial raza. Hanji estaba maravillada con cada cosa que descubría, parecía que aunque no lo admitía públicamente se regocijaba lacerado al ser para ver que podía provocar. Lo dañaba física, emocional, y psicologicamente, llevándolo a los extremos de su mentalidad física, pero decía que todo era por la investigación. Algo que le sorprendió mucho fue que cuando intentaron herirlo con armas no se curaba rápidamente, pero al siguiente día estaba como si nada, y debido a que lo vigilaban de día y noche uno de los guardias vio que el ser "lamia sus heridas" de manera literal, curándose así ¿su saliva era curativa? algo mas para investigar, por lo que difícilmente fue sacarle ese liquido de su boca y comprobar que así era, pero únicamente era curativa para el dueño de ella, no para alguien ajeno. Un hombre murió en ese experimento, uno de los encarcelados en ese castillo que usaron como conejillo de indias.
Por el otro lado, el espécimen luchaba incansablemente por liberarse de esos dolorosos actos contra su cuerpo. Se dijo desde que fue capturado de la manera mas vulnerable que tenia -cuando se alimentaba- que no importaba lo que le hicieran resistiría, pero a ese paso no sabia cuanto era lo que podía durar si seguían desgastando de esa manera.
En las primeras semanas luchaba incansablemente por tener cualquier oportunidad por escapar; sabia perfectamente que si llegaba a escapar nadie podría pararlo porque era temido por lo que significaba ser mordido por el; sin embargo, la extracción excesiva de su sangre, las exposiciones al sol, el daño laceral de armas a su piel -heridas cada vez mas profundas- el poco alimento que recibía -insuficiente para la hambre voraz que lo caracterizaba, ya que en un día de caza normal llega a tomar hasta de 10 humanos sin sentirse del todo satisfecho- lo debilitaban lenta y dolorosamente, podía soportar cualquier daño, menos la comida insuficiente haciéndolo ser mas feroz, mas salvaje, y mas animal de lo que cualquier otro vampiro -en su situacion-pudiera comprender.
De algún modo también era parte de la investigación sobre su especie, fijándose bien en todo lo que Hanji hacia a ese ser, maravillándose no por lo que ella decía o descubría, si no por la resistencia del vampiro "exiliado". Su mirada; a pesar de las heridas, de los duros y cansados experimentos, de las constantes extracciones de sangre; sus ojos no cambiaban de expresión, o mejor dicho, no parecía contar con emociones, todo el tiempo tenia una facial asesina; feroz, tenaz, pero sobre todo inquebrantable, llamándole la atención mucho mas de lo que el pudiera admitirse a si mismo.
Una noche en que lo dejaban reposar de los experimentos, y después de darle su respectiva comida pidió acceder a el de manera directa como era el encargado de vigilarlo no le fue negada esa petición. Entro junto con su compañero Mike Zacarias en la celda bajo del castillo donde lo tenían encadenado de lado a lado de sus manos y sus pies imposibilitando el movimiento, así mismo amordazado para evitar que mordiera. "Que lamentable" fue lo primero que se cruzo en su mente al ver el estado tan deplorable que tenia la vejación de lo que quedaba de aquel vampiro. Sucio, delgado; sin embargo, cuando el hombre alzo la vista para chocar su mirada con la del pudo ver que su mirar seguía igual, era lo único que no se había mermado, seguía tan igual como desde la primera vez hace 16 años en que lo había tomado de su cuello y amenazado con morderlo.
-ey...vas a morir si no cooperas... Han pasado 16 años desde tu captura, y a pesar de todo lo que hemos hecho has resistido. Me impresiona y te admiro, pero si sigues así...morirás de hambre. dinos algo...lo que sea, sera de vital importancia-hizo una seña para que Mike le retirara la mordaza de la boca con extremado cuidado de no ser mordido durante el acto.
Aquel hombre lo miro un momento, y en cuanto sintió su boca libre de aquel trapo sucio y mojado escupió en la cara de uno de los hombres, quemándose tal cual como si fuera ácido; el hombre, saco un pañuelo con el cual se limpio, pero su mejilla volvió a la normalidad, después de todo era un vampiro y esas cosas poco o nada podían afectarle.
-asi que...esta es tu respuesta. Bien, debe ser tarde para presentaciones pero... soy Erwin Smith, y mi compañero es Mike Zacarias. Talvez las presetanciones están de mas, pero si nos dices tu nombre podremos referirnos a ti de mejor manera. ¿como te llamas?
No obstante, el hombre los miraba alternadamente sin decir ni una palabra, observando con el único propósito por ahora en su mente: "comer". Tenia tanta hambre que las venas de los cuellos de ambos hombres se veían tan apetitosas como cualquier presa de las que disfrutaba cazar; sin embargo, aquellas ataduras en sus muñecas y tobillos le evitaba lanzarse hacia enfrente y hundir sus colmillos, los cuales, le dolían tanto que no podía retraerlos, teniéndolos exhibidos como cuando estaba a nada de alimentarse de ese liquido que necesitaba con urgencia-ya que en otro momento, si no estuviera débil aquellos grilletes le hubieran sido fácil romperlos-. No beber de bolsas que le daban si no chuparlo de la mismísima vena de la presa, sentir como la sangre corría por toda su boca, ahogándole la garganta, saboreando lentamente el sabor de hierro que para el era como tomar agua en un día caluroso; le refrescaba, le satisfacía como el mejor de los orgasmos nunca tenidos. Lo necesitaba, necesitaba beber y sus colmillos se lo pedían a gritos. Normalmente guardaba la calma, podia durar mucho sin tomar sangre, pero todos esos años con apenas una probada era tal cual una tortura para su sed.
-tienes sed ¿no es así?-afirmo el rubio cuando se percato de como es que los miraba tanto a el como a su compañero Mike.
Sintió como le había leído la mente; no quería mostrar flaquezas ante aquellos que decían ser vampiros igual que el -aunque no igual por ciertas cosas que los distinguia, una de ellas: su sangre que era veneno para seres humanos como para vampiros-; no obstante, su sed, su ansia, y las ganas de saborear el liquido carmesí eran mas fuerte de lo que el pudiera manejar, incluso ahora podía reprimir su sed, pero solo una parte, pues sus verdugos comenzaban a percatarse de su falta del vital liquido.
-asi que eso es, ¡Mike!
-de acuerdo.
Zakarias tomo del cabello al hombre en lo que Erwin le arrojo una bolsa de sangre en la cara la cual trono al chocar, embarrando completamente de su faz así como de su cuello y su camisa sucia y desgastada.
La brusquedad con la que fue tomado hizo que soltara un quejido, pero en cuanto aquella sangre se desbordo por su rostro saco su lengua lamiendo lo que le daba alcance. Su cuerpo vibró, sus ojos brillaron de regocijo, y sus colmillos por un momento breve dejaron de dolerle; aquel liquido carmesí -aunque fue solo una embarrada- le supo como el mejor de los manjares. LLevaba varios días sin el alimento como un castigo que le habían impuesto por no decir nada de su origen-ya que de los experimentos pasaron a las conversaciones, que al menos por el no se daban- por dos razones; la primera: porque el poco sabia de su forma de "nacer" de la razón de su sangre, y la segunda: porque no se veía obligado a hacerlo, así lo torturaran, no diría nada que lo afectar o que lo usaran en su contra. Era cierto que era el único y si se moría con el secreto de su "nacimiento" seria la mejor venganza en contra de los demás vampiros que para el calificaba como inferiores a comparación del. El no se sentía para nada como un "exiliado" ni como una "raza de vampiro diferente" pero ni mucho menos; especial, solo mas afortunado de poder librarse del castigo de todo vampiro: no poder ver un amanecer jamas; sin embargo su calvarie era estar solo, sin nadie como el, sin ningún compañero con el cual compartir sangre. No es que lo necesitara, pero en situaciones como esta, en que lo trataban como una bestia, como un animal, deseaba fervientemente un compañero -como los "otros" vampiros tenian- con el cual no sentirse del todo como una especie de monstruo rodeado de vampiros que de algún modo, por le hecho de beber sangre como el, no podía verlos como sus iguales.
-supongo que no sera suficiente...pero al menos te calmara, ahora ¿nos diras tu nombre? solo eso te pedimos, ni mas ni menos.
-...
Podia percibir el aroma que desprendía del mismo, del liquido vital, "si mi lengua fuera mas larga lameria toda mi cara" caviló desesperado por saborear un poco mas aquella sustancia que necesitaba para sentirse "vivo". Observo una vez mas a los dos hombres, que esperaban su respuesta. Estaba a su orden y no podía evitarlo; rechino sus dientes un momento y luego abrió su boca en lo que parecía que saldría una voz de ella.
-soy...Rivaille...-el decir su nombre le provoco un poco de sorpresa para el, hace rato que no decía su nombre a nadie, solo el lo sabia, nunca nadie jamas le nombraba por el. El despojarse de su nombre a dos vampiros le hizo sentir desnudo, vulnerable; ellos sabían ahora "algo" del.
-Rivaille...frances...vaya, eso si que no me lo esperaba. Bien, Rivaille gracias por decirnos tu nombre. ¿Zacarias me dejarías a solas con el?
-pe...pero...¿estas seguro Erwin? no tiene la mordasa y...
-tranquilo, estaré bien. No creo que en su estado pueda siquiera moverse un poco.
-bien, pero estaré afuera por cualquier cosa.
El hombre se retiro, quedándose fuera de la celda aguardando por Erwin.
-Rivaille...vengo a hacer un trato contigo y espero que así como eres de tenaz y resistente para aguantar todo este tiempo lo que te hemos hecho, seas lo suficientemente inteligente para saber lo que te conviene.-callo un momento, esperando que el hombre encadenado frente a el le dijera algo, pero solo lo miraba con esos ojos pequeños y fieros con los que siempre era visto, añadiendo-: te sacaré de aquí, podrás tener toda la sangre que necesites hasta saciarte, podrás estar libre, pero sin poder salir de este castillo, pero no sera de gratis tu tendrás que darnos toda la información necesaria sobre tu especie, sobre tu nacimiento, todo lo que necesitamos saber.
Entre tanta palabrería lo único que escucho fue "libertad" pero parecía mas una libertad a medias, pero de eso a estar atado, con apenas unos tragos de sangre, y siendo sobajado a las mas terribles acciones por experimentación, era mejor que nada.
-es ironico...eliminaron a toda mi raza como si fuéramos pestes, y ahora ¿quieren saber de nosotros, de lo que fuimos?
-si, se que no tiene sentido, pero déjame decirte algo. Yo no te veo como un "exiliado" en ese entonces eran una amenaza tanto para vampiros como para humanos, llevándonos incluso a nuestra propia extinción. Tuvimos que hacerlo.
-y ahora que solo soy yo, el único...
-si, porque eres el único eres importante. Rivaille...quiero ayudarte.
-no, quieres expiar tu culpa, ¡por favor! no necesitas hacer eso, eres un vampiro, no necesitas tener sentimientos de humanos.
-es porque una vez fui humano, que puedo sentirlos. Por otro lado...Rivaille, tu "naciste" así, pero no por eso significa que no puedas sentir, o pensar, o tener declives tal cual un ser humano, porque al menos para mi lo eres.
-no me interesa simpatizar contigo-aclaró, creia que las palabras de el rubio frente a el eran una forma de quererlo suavizar, de manipularlo y no iba a permitirlo.
-no necesitas hacerlo, solo que, por tu bien, para que no mueras, te ofrezco una mejor alternativa en la cual te ves y nos vemos beneficiados. Solo dime una cosa Rivaille ¿que tanto sabes de ti? puedo deducir que casi nada. Y...si te interesa, antes de que se quemara el lugar donde ustedes se refugiaban, pudimos rescatar libros que tienen una valiosa información de ti y tu especie. ¿quieres saber lo que contienen? coopera con nosotros.
-solo les interesa que no muera...
-a los demás, a mi me interesa algo mas-sin reparo se aproximo a Rivaille a una distancia segura; descubriendo la unión entre su cuello y el hombro-el ser vampiro tiene sus ventajas y sus desventajas; una de ellas, es poder ser joven y vivir para siempre, pero para mi el "para siempre" ha sido mucho tiempo. Quiero morir, así que...si cooperas...te daré la oportunidad que has querido desde que llegaste aquí: morderme, y alimentarte con mi sangre. Cuando todo haya terminado, dejare que bebas de mi y seras libre de nuevo.
El ver aquellas venas ofrecidas tan abiertamente le hizo dolerle de nuevo los colmillos, las ensias, y la mandíbula; observando con avives el ofrecimiento, ¿como negarse a esa tentación? no solo quería matarlo, si no también saciarse con esa sangre y con eso tendría su libertad. Obtendría tres cosas, pero a costa de que ¿información? sin embargo si escapaba, la informacion de nada le serviría pues el estaría lejos.
-que patetico...¿morir? hay muchas formas en que un vampiro puede "morir" solo deja que el sol te rostise y se acabo. Mi sangre, mi saliva, causan el mismo efecto; no le veo la diferencia.
-si que la hay, no para mi, si no para ti. Tu obtendrás tu venganza, yo obtendré mi descanso.
-venganza es cuando la otra persona sufre, tu no sufrirás porque eso deseas.
-Rivaille...¿quieres mi sangre no es así? puedo verlo en tus ojos, son los mismos que yo tengo cuando veo a una presa-mordio su muñeca dejando emanar esa sangre en el trapo que tenia como mordaza, tiro del cabello de Rivaille exprimiendo en sus labios la sangre del trapo, luego se alejo; observando con detenimiento que el pelinegro se deleitaba con aquel manjar que relamio de sus labios, de sus colmillos, que incluso cerro los ojos degustando lo que ese saber significaba, incluso hasta soltó un bufido de placer por lo que esa sangre representaba para su lengua.
-maldito...-sentir ese sabor que se había imaginado durante tanto tiempo y ahora deleitarse con el de una manera tan poca, fue frustrante, pues quería seguir probándolo.-bien...acepto...pero cuando mueras por mi, no seré gentil, te destrosare el cuello hasta exprimirte toda esa deliciosa sangre tuya-relamio sus labios mirando fijamente a los ojos de Erwin.
-bien...no esperaba menos...-sonrio satisfecho, conseguiría su muerte, no le importaba que tan cruel fuera solo le importaba dejar su eternidad.
...
-se esconde- u/u ¿les...gusto? ¡espero que si! espero criticas de todo tipo: favs, follows. Necesito saber que opinan para saber si seguir mostrandoles de esta historia o...dejarlo aqui.
GRACIAS POR LEER :D
¡saludos a todos!
