Originalmente quería que el titulo de la historia fuese en inglés, pero luego podría confundir el idioma, así que mejor lo dejé en español. Hay posibilidad de una continuación, no estoy segura, pero por mientras le pondré terminado, si continua ya se enterarán :3


Child.

Special.

Desde que lo había visto había quedado prendado de aquel joven, era simplemente "hermoso" según como él lo describía, no sólo su físico, sino también su corazón. Por eso siempre surgía en él aquella necesidad enorme de abrazarlo cada que tuviera oportunidad, no sólo incluía las veces en que el joven de cabellos azabache hacía inconscientemente un comentario que hiciera latir su corazón, sino también, cada vez que fuesen a volar, el procuraba sujetar al muchacho de tal forma que sus cuerpos entraran en contacto.

Se había percatado de sus sentimientos aquella tarde que fueron de compras a Vantnam, aquel momento en que Gareki habló sobre dejar la segunda nave de Circus y que sus impulsos hablaron por él mismo al sujetar al moreno para evitar que se alejara más, lo había sujetado con tal fuerza que el azabache incluso se había quejado de que lo lastimaba.

Él sabía que no era del todo normal, el interés que sentía por el azabache iba más allá de la amistad y eso, desde perspectiva del rubio, no estaba bien. Sobre todo porque para él, Gareki aunque era un chico muy fuerte, era precisamente por lo mismo que también era muy frágil; justo como un diamante, el cual es muy difícil de romper, pero que si se ejerce un presión excesiva terminará por hacer añicos e incapaz de volver a lo que era.

Tenía miedo de terminar por romper a Gareki, al igual que el pequeño Nai. El quería protegerlo para siempre, ese era el motivo principal por el insistía en tratarlo como a un niño, quería mostrarle la calidez que las familias podrían prodigarse, que podía ser querido sin temor a cualquier tipo de separación que pudiera traer consigo una relación amorosa, quería tratarlo con ternura, sin embargo…no…con ello no estaba protegiendo a Gareki, lo que hacía era protegerse a sí mismo, quería proteger esa relación que tenía con el moreno, él era el que estaba asustado de separarse de él, pero también era verdad que temía romper al azabache.

Pensando en todo ello, se dirigió a la sala de estar de la nave, ahí vio que había una gran cantidad de objetos sobre los sillones, aparentemente las ovejas se encontraban haciendo una especie de remodelación, tanto de algunas bodegas del barco, como de variadas habitaciones, realmente no había muchos lugares en donde estar; así que mientras terminaban con la remodelación habían llevado algunas cosas ahí, el único sillón vacío era el que tenía 3 puestos, Yogi se encontraba tan cansado por toda la resolución a la que había llegado que quiso tomar una siesta, sin embargo, decidió ocupar solo 2 puestos, por si alguien más quería sentarse ahí, de manera que dejó sus piernas colgando por el descansa brazos; y así se quedó dormido.

Algunos minutos más tarde el moreno ingresó en la sala ya que las ovejas lo habían corrido de su habitación, afortunadamente había logrado tomar un libro antes de que lo echaran; una vez en la sala vio de inmediato al rubio recostado ahí y que el único sitio libre era a su lado, no muy seguro se encaminó al sofá y se quedó primero de pie observándolo, grabando en su mente cada una de sus facciones, ciertamente y aunque no quisiera admitirlo, el tener a Yogi cerca le hacía sentir cierta tranquilidad, sin embargo, también le había creado un sentimiento de inferioridad con el que no le gustaba tratar, sabía que no era culpa del rubio así que también se sentía un poco mal cada vez que se desquitaba con él por eso; suspiró pesadamente y sacó una manta que estaba entre las cosas que habían colocado las ovejas en la habitación y lo cubrió con ella, en breve tomó asiento a su lado y se dispuso a leer en silencio.

Luego de algunos minutos, el rubio se despertó y al hacerlo pudo ver el rostro durmiente del cuervo, se había quedado dormido de nuevo leyendo, sonrió para sus adentros, pues Gareki le parecía simplemente adorable, se quedó algunos minutos viéndolo hasta que cayó en cuenta que la habitación ya estaba despejada, lo más probable es que las ovejas hubiesen terminado, así que decidió llevar al joven a su habitación, antes de ponerse de pie notó la manta con la que estaba cubierto "Debió ser Tsukumo-chan" pensó para sí, la dobló con cuidado y la colocó en el descansabrazos.

Finalmente tomó al moreno en brazos y se sorprendió un poco de que no se despertara, pues normalmente el azabache despertaba con el más mínimo sonido o toque. Decidió no darle más importancia y se encaminó a la habitación de jovencito para que descansara mejor.

Al llegar a ella, lo depositó con suavidad en la litera y se quedó observando el rostro durmiente, sus facciones, su respiración tranquila y sus labios, se había quedado prendado observándolos, los rozó con sus dedos y acercó de apoco su rostro al contrario, pero de pronto cayó en cuenta de lo que hacía, nervioso, decidió abandonar la habitación lo más rápido que pudiese; al salir se topó con Tsukumo.

- ¡T-T-Tsukumo-chan! –exclamó nervioso, como si lo hubiesen atrapado haciendo alguna travesura.

- ¿Qué sucede Yogi? Te ves nervioso- inquirió la joven con un casi imperceptible tono de preocupación.

- N-nada, es solo que Gareki-kun se quedó dormido en la sala y-y-y yo solo lo traje a su habitación- la rubia notó el declive en la voz del de orbes amatistas, sonrió un poco y le confió:

- Ah, es verdad, los vi durmiendo hace un rato. Creo que fue Gareki-kun el que te cubrió con la manta –comentó, notando al instante como las facciones del rubio se dulcificaban más de lo usual, si es que eso era aun posible –

- ¡¿En serio Tsukumo-chan?! ¡¿Gareki-kun lo hizo?!- inquirió esperanzado.

- Eso creo, ya que si hubiera sido yo, Nai o alguien más, habríamos cubierto a ambos, de hecho apenas iba a ir a cubrirlo a él con una manta, pero ya no estaban ninguno de los dos- dándose cuenta de un detalle importante agregó- Pero me sorprende que no se haya despertado cuando lo trajiste a su habitación.

- Eso mismo pensé, creo que debía estar muy cansado –agregó con una sonrisa tímida.

- O tal vez que se ha acostumbrado a tu presencia, sin embargo…-fue interrumpida:

- ¡Tsukumo-chan! ¡Yogi!- les llamaba el pequeño Nai, Yogi le hizo una señal para que bajara su voz y comenzaron a caminar lejos de la puerta.

- Gareki-kun está durmiendo y lo traje hace poco, así que mejor no lo molestemos- dijo dulcemente Yogi.

- ¡Sí! –exclamó el albino, para después volver a hablar impresionado- ¡Increíble! ¿cómo lograste que no se despertara?

- ¿Eh?- la pregunta descolocó un poco al rubio, más que nada porque venía del pequeño Nai.

- Gareki siempre se despierta cuando hago cualquier ruido o cuando me muevo demasiado, pero tú eres especial, Yogi, porque contigo no se despierta- dijo sonriente.

- Pero Nai-chan posiblemente es porque se preocupa por ti y quiere cuidarte- dijo no muy ilusionado el rubio.

- ¡Pero Yogi y Tsukumo siempre están protegiéndonos! ¡Gareki se siente seguro con ustedes!- agregó felizmente, logrando con esto que ambos jóvenes se sintieran alegres, pero en el caso de Yogi, no tanto como debió haber sido, lo cual notó la jovencita, así que se apuró a agregar:

- Pero, conmigo si se despierta- dijo la rubia, para hacerle notar al de orbes amatistas un punto importante.

- ¡Sorprendente! ¡Yogi es muy especial para Gareki!- agregó el pequeño Nai con inocencia.

El rubio se sonrojó a sobremanera, realmente era un lindo pensamiento y estaba más que feliz de haber escuchado eso del pequeño Nai que es siempre sincero, pero no dejaba de preguntarse si estaba bien para él continuar pensando así sobre el moreno dueño de sus pensamientos.


¿Qué les pareció? XD abandono el fandom?

En fin, espero les haya gustado aunque sea un poquito si alguien lee esto.

Algo que anhelaba plasmar es cómo veo que en la historia Gareki tolera y acepta más el tacto de Yogi que de ninguna otra persona y a su vez, cómo la presencia de Gareki es la que mantiene la estabilidad mental de Yogi.

cuidense