¿Conocí a James Potter?
Si. Fuí parte de la generación que albergó la añorable década de los 70´s en Hogwarts.
James Potter siempre fue un chico con algún grado importante de fama. Aún antes de su (ya conocida) muerte durante el Halloween del 81, no había forma que pasara desapercibido.
Verán, cuando McGonagall anunció su apellido para ser seleccionado a una de las cuatro casas de Hogwarts, supimos que no se trataba de un mago ordinario. Era "Potter" el heredero "milagro" de Fleamont y Euphemia Potter; El único hijo que nació contra toda probabilidad de esta pareja obscenamente anciana y poseedora de una fortuna obscenamente vasta.
Para mediados del primer año se consagró como el niño cabecilla de Griffindor que hacia toda clase de travesuras delante de las narices de los profesores; En su segunda primavera en Hogwarts daba una cátedra de malabares imposibles sobre la escoba, entonces debutaba para el equipo Roji-amarillo de Quidditch, dejando un récord como golpeador digno de las grandes ligas.
En su tercer año tenía un peligroso arsenal de maleficios cuyo blanco principal era ese chico desgarbado de Slytherin, Severus Snape, de quién hacía todo un espectáculo en cada mofa que le jugaba en los corredores. Para cuando tomó el expreso de la plataforma 9 3/4 por cuarta ocasión, James daba tanto de que hablar, que alimentaba las conversaciones del castillo, y se había convertido en la irremediable leyenda de la generación.
James no le tenía miedo a nada y a nadie. Ni al bosque prohibido, ni a la represalia de los profesores, ni a las medidas implementadas para frenar sus escapaditas nocturnas a "a quién sabe dónde"; Ni siquiera hacían efecto en él aquellos reiterados y públicos rechazos de Lily Evans. Era el volador estrella del colegio, un alumno audaz y hasta la élite Slytherin se la pensaba dos veces antes de meterse con él.
Consecuentemente podrían imaginarse que era un alumno arrogante... ese compañero alzado y burlón por excelencia. Su poderío y estatus social gozaba de influencia y cursaba su época dorada de popularidad. Se habría paso en los corredores en compañía de su mano derecha, Sirius Black, y sus fieles escuderos, Remus Lupín y Petter Pettigrew, alardeando como si fuese dueño del castillo,aunque podría decirse que de una u otra manera lo era, conocía cada rincón de él de pies a cabeza y lo controlaba a su antojo. Era su pequeño dominio.
Si me lo preguntas te diría que James Potter era en realidad un ególatra, presumido y un bastardo...un hermoso bastardo
A pesar de su huella como estudiante bromista y su leyenda como mártir, muy pocos conocen "esa" otra historia. La historia anónima que pudo haber cambiado el curso de todos los acontecimientos. Si no hubiese sido un idiota..., no sé, quizá los hechos que desencadenaron su fatídico desenlace, hubieran sido muy distintos.
Comenzó durante el curso de 1974.
