Prólogo: La Guerra Sin Fin

Desde los albores de los tiempos una guerra se ha vivido en las tierras de Arakadios, una guerra silenciosa, misteriosa, de la que pocos sabían...

Un día la aparición de alguien, o algo, hizo que el odio entre los dos bandos de la guerra se incrementara infinitamente. Pues la guerra entre los Magos; grandes guerreros con dominio sobre el Ethernano y las artes hechiceras, y los Ninjas, silenciosos luchadores con gran habilidad y experiencia en el asesinato, además de un prodigioso control del chakra y sus técnicas; no llegó al punto de éxtasis hasta que llegó Aknodara, un malvado Hombre-Bestia que sumió al mundo en el caos y llevó la destrucción y el sufrimiento a los habitantes del reino. Aknodara acabó con la poca tregua que tenían ambos líderes y la guerra fue inevitable. Pero incluso en medio de la desesperación un brillo asomaba, y es que un guerrero unió los dos poderes de las razas y creó lo que se conoce como DragonSoul, el poder de conseguir la fuerza de un dragón y de acabar con el mal. Gracias a esa creación, el guerrero con forma de dragón venció al malvado Aknodara y trajo la paz al mundo. O eso pensó él, pues la guerra había afectado tanto a Magos como Ninjas, haciendo que quedaran enfrentados para siempre en una guerra sin fin.

Con el tiempo la gente empezó a olvidar lo sucedido y la épica historia del guerrero Dragón acabó convirtiéndose en un mito más. Pero...

¿Realmente es una leyenda?...