¡Feliz cumpleaños, HikariCaelum! :3
Esta es la primera historia que publico, solo porque quería tener un detalle contigo, te lo mereces por ser siempre tan detallista y encantadora con los demás. Espero que te guste y perdones lo mediocre, no tengo experiencia ninguna.
Digimon no es mío.
El día ha llegado
Nunca había pensado que llegaría a ese momento, ese en el que mis dedos dudarían y sudaría por todos los poros. Pero ha llegado y la verdad es que no estoy tan triste como esperaría. Es decir, que mi hermana por fin sea mayor de edad es un gran cambio, ahora podrá hacer todas esas cosas que le he estado prohibiendo que haga por su bien. Ya no le podré decir nada porque salga con Takeru, porque quiera probar alguna bebida o trasnochar. Pero no es tan duro como pensaba, me siento feliz de verla feliz.
Sonríe mientras nos mira a todos uno por uno, sus amigos, su familia, todos deseándole lo mejor. Y ella termina mirándome a mí, sus ojos color rubí siempre me impresionarán al igual que esa luz que desprenden. Le devuelvo la sonrisa, más sincera de lo que pensaba que podría llegar a hacer. Parece gustarle el gesto. Se agacha un poco y sopla las velas. Sé que ha pedido un deseo y, conociéndola, seguro que incluye la felicidad de todos los presentes. Hikari es así, dando siempre sin esperar nada a cambio, sin darse cuenta de la increíble persona que es. No sé cómo viviré sin cuidarla aunque en el fondo reconozco que estoy orgulloso de la mujer en la que se ha convertido. Y siempre que necesite algo seré el primero en estar ahí para ella.
Se endereza y recibe abrazos de todos que la felicitan. Espero a ser el último y la envuelvo en mis brazos con fuerza, con nostalgia, recordando cuando era tan pequeña que apenas podía levantar la cabeza. Mucho ha pasado desde ese silbato que me devolvía las palabras y ese pijama con forma de animal, uno que nunca he sabido cuál es. Muchas risas y lágrimas han salido de mi hermana y yo he estado en todas, curándole las heridas y haciéndole bromas. Sé que ahora tiene a Takeru para eso y si él le hace daño me encargaré de darle una paliza, pero en el fondo sé que es la mejor persona con la que podía dejarla.
Veo cómo él se acerca a Hikari y la abraza por la espalda, le dice algo al oído que no llego a escuchar y ella sonríe mucho. Sé que va a ser feliz y es la única cosa que me tranquiliza, tal vez por eso no esté afectado a pesar de que ha dejado de ser mi niñita.
Le damos regalos y ella se alboroza por recibir tantos, diciendo una y otra vez que nos hemos pasado. Yo sé que nada es suficiente para ella, si pudiera le construiría un castillo de nubes y pondría de lámpara en su habitación la mismísima luna.
Le acaricio la cabeza al darle mi presente y Hikari se pone nerviosa, rompe el papel a pesar de que siempre suele tener cuidado y lo abre. Encuentra dentro un álbum de fotos nuestras, desde que éramos unos críos hasta de hace un par de semanas cuando fuimos de viaje. Veo sus ojos llenarse de lágrimas y sé que no son de tristeza. La abrazo cuando se me echa encima y me da las gracias.
―No, Kari, no me tienes que dar las gracias ―susurro emocionado―. Yo te las tengo que dar a ti por ser la mejor persona que nunca conoceré y compartir tu luz con todos nosotros.
Pase el tiempo que pase, tenga la edad que tenga, ella siempre será mi hermana pequeña y la protegeré de lo que haga falta. Lo único que quiero es verla feliz.
Espero que te haya gustado este pequeño detalle, es mucho menos de lo que mereces. Gracias por todo y espero que disfrutes mucho que te lo ganas cada día. Un abrazo muy fuerte, Hika-chan, ¡felices 20!
