La vida en tus ojos

Capítulo 1

Ya tanto tiempo ha que yazgo aquí acostado, sin recordar, sin saber cuándo me dejaron atrapado. Sé sobre el pasado, como se recuerdan las imágenes de la niñez, inconexas, cargadas de emociones, desprendidas de acciones. Así como se mira un sueño que se tuvo la noche anterior... Ahora el sueño lo estoy viviendo, y la realidad me parece exterior. Ya, a como era antes, no encuentro similitudes en mi persona, más que un cuerpo roído, la cara apagada, y esa misma mirada que vi durante años al espejo, como inexistente en el mundo de lo ficticio. Miento... Todo en realidad es lo mismo, excepto mis ojos, que ahora ven diferente, y me recuerdan cambiado, cuando en verdad ellos son los distintos.

Sí, he envejecido, aunque nadie me lo haya dicho. Uno no se da cuenta del paso del tiempo hasta cuando te miras a los ojos en algún otro momento. Sí, el tiempo pasa, y no en vano... Pasa sin que lo sientan, como un fantasma del pasado, que en pena asecha hasta los últimos días, sin descanso. Sí…y ha pasado para todos, el tiempo maldito… No harán pocos años de que la vi, yo con ojos de padre, ella los de una niña. Ahora los de un viejo, que una mujer avista. Y sin fuerzas ni para levantarme y abrazarla. Sin fuerzas, ni para mirarle cara a cara. Sin fuerzas, ni para decirle cuánto la extrañé, y cuánto la quiero. Ni para abrir los ojos por un segundo, y poder hablarle con la mirada, y decirle lo que siento, sin pensar, sin palabras. Honoka, tan solo por un momento me gustaría quedarme a tu lado, dejar este sueño, y volverte a ver como lo hacía en esos años... Sin la tristeza dentro, con el orgullo que te tenía y tengo, aunque ahora, un poco olvidado...

Volver a ver cómo te ibas a la escuela, volver a ver cómo volvías por las tardes con el cansancio en el cuerpo, pero el alma energizada. Volver a escuchar tu voz cuando cantabas, volver a todo, tal y como estaba... Aún cantas, sí, pero ya no puedo ir a verte, aún vas a la escuela, sí, pero a ver a tu hermana solamente... El tiempo pasa, y con él los cambios, a veces son buenos, otras no tanto. Volver a ver a tu madre, volver a acompañarla en casa; y dejar de perderme por alguna vez, y estar en el tiempo presente... Que pase algo, que cambie, así como sentía que cambiaban las cosas antes... Y volver... Volvería con tanta vida a mi lado, pero de la que llevo dentro, harta se me habría escapado. Volvería a sólo hacerles más peso del que ya tienen; cuando podría dejar el recuerdo, ese que tanto quieren...

Y viene el silencio... Casi parece el hospital suspendido en el tiempo, estancado en esta nube, en un eterno momento. Tan solo siento que las horas pasan cuando vienes a verme... Aunque también, me duele que vengas, solo vienes a entristecerte... Entonces, rompes el silencio... Como cuando llegabas a casa. Como cuando llegabas a la escuela, cuando llegabas a cualquier parte... Lo rompes, esta vez con un sollozo, con un llanto... No llores, Honoka, que ya se han derramado suficientes lágrimas por este viejo, y unas más que caigan a mi lado, no me harán llegar más lejos... Oigo pasos... ¿La enfermera, tus amigas?... te alejas de mi lado, y me dejas con tus lágrimas bailando sobre mi mano... ¿Qué quieres que haga con ellas, si sólo puedo escuchar tu llanto? Yo también lloro, hija mía. No me quiero ir de tu lado.-

Notas: wohooo mi primer fic xd. Si algo se puede mejorar díganmelo por favor, que estoy aprendiendo :P eso x3 ojalá les haya gustado como va. Dentro de la próxima semanita creo haré la 2da parte, que tendrá un giro dramáticooo (? xd Gracias por leer ^o^!